Capítulo 5: Relación sadomasoquista
Come Get Her -Rae Sremmurd
TaeHyung no sabía cómo era que su vida había llegado a esas circunstancias. Todo era tan chistoso si se lo planteaba a mente fría; tratando de ayudar a alguien que lo había marcado como su saco de boxeo de carne, siendo levemente justo ya que él mismo lo había arrinconado a esa decisión.
Se resignó con volver a intentarlo en otro momento, los puños de Hoseok lo dejaban más molido que los de Suga.
El de cabellos castaños abrió la puerta de su habitación y no se sorprendió al encontrar al mismo chico de la vez pasada, sentado sobre su colcha.
—¿Tú eres TaeHyung?
La timidez del abusado era demasiada como para pronunciar palabra alguna, cruzó la habitación y cogió sus cosas para entrar a su siguiente clase.
El chico lo observaba curioso desde su lugar mientras se marchaba. Ha de ser él- se dijo mentalmente Jin.
Un tipo de sonrisa alegre y lleno de energía lo había interceptado, antes de que pudiera siquiera abrir la puerta del baño y verificar si ese era el lugar correcto.
Le había advertido que el sujeto con quién compartiría estadía, durante por lo menos un año, era un homofóbico activo; que si se enteraba de su condición podría llegar a causarle algún mal rato o incluso, quizás, golpearlo.
Porque sí, le había preguntado si era gay o tenía alguna relación con aquello.
Había sido un chico muy amable y, porque no decirlo, también muy atractivo, así que no se molestó por la pregunta íntima y contesto con un simple sí.
De haber pasado más rato ahí se habría dado cuenta él mismo de su condición sexual.
Antes de que TaeHyung pudiera salir por completo del compartimiento, un puñetazo en su cara lo empujó hacia dentro, provocando que se tropezara con sus propios pies y cayera de culo al suelo. Jin sintió un pequeño escalofrío, eso había sido repentino.
Por el otro lado de la puerta, estaba Jungkook; agitando su mano para apaciguar el dolor que en efecto recibió por golpear al chico.
<<—¿Podrías dejar de hacer eso?
Jimin había entrado hecho una furia y había arremetido con fuerza los labios de Jungkook en cuanto lo vio. Por más que amara esas bienvenidas de parte del más bajo, le parecía inusual. Por lo menos la prepotencia que transmitía.
El pelinegro trataba de buscar los ojos de Jimin y pedir una explicación, pero este seguía marcando su cuello a mordidas y besos como si le fuera la vida en ello. La sensación era tan excitante que se necesitaba mucha fuerza de voluntad para no ceder. Y el constante roce de los movimientos pélvicos sobre su miembro, de parte del cabellos anaranjados, no ayudaba en nada.
Aun así, Jungkook logró acallar sus pensamientos insanos y apartó delicadamente a Jimin. Con una mano le tomó el mentón y lo obligó a mirar sus ojos.
—Jimin, si no me cuentas que sucedió para que estés así —con la respiración agitada, tragó saliva duro— dejaré de ser tu amigo con privilegios.
Aquello debió haber apagado sus llamas, porque seguido de un silencio breve, hizo un puchero y comenzó a sollozar.
—Tengo competencia, y lo peor es que Suga lo prefiere a él. Creo que es una relación sadomasoquista.
El pecho de Jungkook se estrujó y sus llamas también se apagaron, a la vez que el más bajo descargaba toda su frustración, el miembro del pelinegro volvía a su estado usual.
—De casualidad, ¿sabes dónde está su dormitorio? —preguntó Jungkook cauteloso, tras una ingeniosa idea.
—¿Por qué debería saberlo? —lloriqueó sobre su hombro y se aferró con más fuerza—, pero si lo sé. Lo había visto antes ¿por qué?
—Por nada —fingió desinterés—. Simple curiosidad>>.
TaeHyung creyó que tal vez podría ser Hoseok, que quizás se había ablandado y que había accedido a oírlo. Por lo que, sin poder evitarlo, le sonrió al agresor, pero se vio decepcionado.
No era él.
—Relación sadomasoquista, ¿eh?
Lo ayudó a levantarse y lo observó mejor.
Definitivamente Jimin era mejor. –pensó Jungkook, sin poder creer que Suga prefiriera a ese delgaducho que las ostentosas nalgas de Jimin.
Lo tomó por los hombros y le envió una mirada furtiva a Jin, quien podría ser la sorpresa personificada.
—Te lo robaré un segundo, si no te molesta. —al sonreír, mostró una tierna dentadura parecida a la de un conejo.
—Todo tuyo. —contestó sin pensar Jin.
° ° °
TaeHyung no sabía que sucedía con aquel tipo, lo había arrastrado por todo el campus hasta un lugar que él llamó "seguro", le encantaría tener la personalidad y confianza suficiente para frenarlo y ponerlo en su lugar; lo había golpeado y también secuestrado, prácticamente.
Pero pedir algo mejor a cambio no era viable, o al menos así lo creía él. Se merecía cada golpe que recibía, tanto de Hoseok como de desconocidos.
El dolor de la reciente magulladura disipó sus pensamientos e hizo un intento de prestar atención al pelinegro que tenía en frente.
—¿Comprendes?
Tal parecía que llevaba un buen rato hablándole, pero no retuvo nada, no voluntariamente. Su mente solía divagar más de lo usual últimamente.
—No oíste nada, ¿no es así? —TaeHyung se limitó a observarlo, sin poder pronunciar palabra alguna. Jungkook juntó sus labios y suspiró con paciencia—. Mira, es fácil; te ayudo a acercarte a tu hombre y yo me quedo con el mío. Ambos salimos beneficiados.
¿Tú hombre? El castaño no entendía nada, pero se dio por hecho de que sí lo había entendido y sonrió complacido.
—Tomaré tu silencio como un sí. Eres muy callado —añadió— siento que hablo solo. Bueno, nos vemos —se levantó—. Mañana ponemos en marcha el plan.
Estupefacto, TaeHyung vio como el pelinegro se alejaba con sus manos metidas en los bolsillos delanteros de su pantalón negro ajustado. Un completo lunático.
Aún no sabía a qué se refería con tú hombre, y que ambos saldrían beneficiados. Tan solo quería arreglar las cosas con Hoseok y luego acabar con su vida. Ya lo había decidido desde hace ya un tiempo, y su conversación con el chico sonriente lo había hecho dudar, pero su mente ya se despejó y tenía muy claro que no servía de nada seguir respirando.
Suga tenía razón, bueno, siempre la tenía. Era muy inteligente.
No por nada se había enamorado de él.
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