Capítulo 46: Dejar ir

National Anthem – Lana Del Rey

—¿Y qué piensas hacer?

La pregunta de la pelinaranja parecía tan burda con todo lo anterior dicho. Lo más lógico y cuerdo que debería hacer, era ir con Taehyung y aclarar las cosas, dejar de sufrir innecesariamente, por ambas partes.

Aun así, no se sentía tan valiente. Había lastimado al chico del que estaba enamorado por su poca comprensión y tacto.

Se odiaba de una manera que jamás podría medir.

—Golpear a NamJoon por burlarse en mi cara.

—¿A tu amigo el alto?

—Sí...

—Bueno —ella hizo una mueca, mirando sus uñas— esto no estaría pasando si me hubieras llamado desde un inicio. Pero solo me llamas para pedir favores.

—Te iba a llamar para navidad.

—Y vuelves con tu maldita ingratitud.

Hoseok suspiró.

—Perdón.

—Y más encima no me presentas a los buenazos de tus compañeros.

—Perdón.

—Aunque se nota a kilómetros que todos van por la salchicha.

—Perdón...

ChaeYoung chasqueó la lengua y le miró airada.

—Odio que te disculpes así ¿qué no te enseñé que no hay que hacerlo si no es necesario? Ya pareces ese pequeño niño traumado que se disculpaba hasta por respirar.

Hoseok rió un poco.

—¿A qué es insoportable?

—¿Tú de niño? —dijo ella, señalándole con un dedo— Un poco, eras algo hostigante con tu tristeza. Pero todos eran así al llegar, sabes que todos en ese orfanato llegaban por padres asesinados —él asintió— Pero gracias a mí y JunMyeon dejaste de ser un cabeza de hongo disculpón.

Los ojos de Hoseok centellearon.

—Te debo mucho —le miró y ella le sonrió— y añadiéndole esto, te debo aún más.

—Jamás terminarás por pagarme —con un gesto delicado, quitó el cabello de su hombro— mis favores tienen intereses. Ya sabes, lo normal.

Ambos rieron, y Hoseok le agradeció por dentro por hacerle reír intencionalmente, porque la conocía, y solo actuaba así de diva cuando le veía triste.

ChaeYoung se levantó, colocando su bolso al hombro.

—Me iré, ya es tarde y creo que terminé por aquí —Hoseok se levantó y le abrazó de despedida, luego se separó y frotó su mano en un ojo. Seguía cansado por su desvelo de dos días— Deja de perder el tiempo y anda con tu futuro esposo.

Hoseok se sonrojó como lo hacía en pocas ocasiones, y casi nunca.

—¿A dónde irás?

—Al hotel, y luego me volveré a Estados Unidos. No te preocupes por mí —hizo un ademán con la mano, como si estuviera echándole—. Mejor preocúpate de no dejar ir a alguien que te pone así de desesperado.

Se giró a la salida y luego le dijo sin voltearse.

—Llámame más seguido.

°    °    °

Se colocó la camisa preferida de Taehyung, una corbata elegida por Jin y se dejó maquillar por el mismo. Quiso estar de lo mejor para decirle sobre sus verdaderos sentimientos a su pequeño amado.

Y de camino a la azotea, no cabía en que hacía todo aquello por un hombre. Por alguien que no tenía senos y si un pene. Era muy irreal, pero le agradaba. Tan solo tenía que pensar en Taehyung y se sentía más tranquilo.

Le había hablado a Taehyung, a través del móvil de Jin porque le había bloqueado, para que fuera a ese lugar. Obviamente no dijo quién era, y no dijo la verdadera razón. Lo más probable, es que apareciera recién despertado y con la respiración acelerada, creyendo que Jin corría un gran peligro. Sabía que no llamaría a la policía o a alguien que le ayudara porque sus nervios no le dejarían hablar, y que tartamudearía. Se evitaría todo eso e iría él mismo, aunque no sería de mucha ayuda, intentaría algo.

Algo en su estómago se removía al saber que le conocía lo suficiente como para adivinar como actuaría en tal ocasión.

Le contó todo lo sucedido con Chae a NamJoon, y este se rió en su cara, y luego se enfadó por no haber estado presente para ver la expresión de Hoseok. Se ahorró la tarea de golpearle cuando Jin tomó una regla y le dio hasta dejarle marcas.

Sin embargo, pensando en todas esas cosas cómicas, no lograba aliviar sus nervios. Tenía que decirle a Taehyung que estaba enamorado de él, que le había rechazado en un principio porque era un estúpido y no sabía que era amar a alguien. Tenía que explicar todo aquello de la manera más convéncete, para que no pareciera que se estaba mofando o que le quería hacer más daño.

Aun estudiando humanidades, no sabría cómo decir todo aquello sin trabarse. O sin sonar como un completo idiota.

Se cacheteó y luego asintió a la nada, sintiéndose algo más preparado.

Se sentó sobre una caja, viendo como la noche poco a poco se estrellaba más. Era algo que siempre hacía que estaba nervioso, dejar vagar su mente en direcciones al azar, pensando sobre cosas triviales como el proceso de elaboración del cemento o como subir una escalera de a cinco escalones sin caer en el intento.

Al cabo de un instante, la puerta se abrió, y Hoseok se sintió muerto por cortos segundos.

Hasta que vio que el recién llegado no era Taehyung, sino alguien que no esperaba ver en por lo menos unos días.

—Es tarde, Yoongi. Deberías ir a dormir.

—No me trates como un bebé.

Hoseok rodó sus ojos, y Yoongi avanzó hacia él. Cuando vio que se sentaría a su lado, se apresuró en levantarse.

Yoongi se detuvo a un metro.

—¿Ahora me tienes asco? —preguntó, sin poder evitar sonar herido.

—No, pero no puedo tenerte tan cerca —respondió— Perdón.

El pelinegro desvió la mirada, algo cabreado. Había golpeado a Jimin por darle confianzas y seguridades que no necesitaba, le atribuía toda la culpa que no haya podido controlarse y que por ello ahora retrocediera diez mil pasos en su relación con Hoseok. Se sentía algo más calmado al verle sangrar y llorar, le había dado el suficiente desinterés como para seguir a Hoseok y plantarse frente a él. Pero hasta ahí llegaba, y volvía a sentir sus piernas como gelatina.

—De verdad que quiero ser tu amigo, Hoseok.

El último nombrado enarcó una ceja.

—Ah ¿sí?

—Sí.

Hoseok se removió incómodo, puesto que pensó que Taehyung llegaría en cualquier momento y no quería estar enojado, no quería que le viese así, mucho menos con Yoongi.

—Mira, estoy algo ocupado ahora, así que...

—No te veo haciendo algo. —replicó Yoongi.

Hoseok frunció el ceño.

—Quiero estar solo, ¿sí? ¿Tengo que decírtelo así o te digo alguna otra indirecta?

—Por favor —suplicó Yoongi, siendo algo menos tajante, mostrando su normal sensibilidad que tenía frente a Hoseok— no vine acá a nada, quiero proponerte algo.

—¿Proponer?

—Sí. Oye todo lo que te diré, luego haces tus preguntas y me dices que tal —Hoseok se limitó a mirarle, no quería escucharle, pues le daba mal espina, pero no supo qué otra cosa más hacer, quería que se fuera y callando era de la manera más rápida— Creo que eres bisexual, y que por alguna razón lo estás reprimiendo. O que quizás no lo sabes, pero eso no importa —movía sus manos nerviosamente, y su voz comenzaba a ser más débil, ya no había rastros del enojado Yoongi de hace unos momentos—. Y quiero ayudarte a dar el paso.

—¿Qué?

—A salir del closet, me refiero.

Hoseok rió, irónico.

—Y crees que tú eres el más adecuado para todo eso.

El mayor asintió, algo titubeante.

—Nos apoyaremos mutuamente.

Su propuesta rebosaba de lo absurdo, con todo lo sucedido. Pestañó hacia él, incrédulo.

—Eres muy amable. —dijo, sonriendo sarcástico.

Yoongi hizo un gesto exasperado.

—Por favor, te necesito...

—Pero yo no —sabía que estaba siendo cruel, pero no podía evitarlo, con cada palabra que soltaba se sentía más turbado—. Y aunque tuvieras razón, no podría estar contigo.

—¿Por qué no?

—Porque yo ya amo a alguien más.

Yoongi abrió mucho los ojos. Sus labios temblaban.

—¿Qué estás diciendo? ¿Eres bisexual...?

—Sí, creo —se encogió de hombros, algo incómodo por hablar de eso con él— solo sé que me gustan las mujeres y Taehyung.

La mirada de Yoongi se ensombreció.

—Te gusta... Taehyung. —dijo, sonando tan frío como la noche.

—Sí, digo... no —sonrió ampliamente, sintiéndose repentinamente feliz de decirlo en voz alta— Estoy enamorado de Tae.

Negó, una, dos y tres veces, llevando sus manos a su cabeza.

—Lo sabía, carajo...

—Sí, al parecer todos lo sabían menos yo.

—No, no...

Pasó sus manos por su cabello frenéticamente, despeinándolo con ira. Luego, como si tuviera una nueva idea, le miró fijamente.

—Con mayor razón tienes que aceptar mi propuesta —dijo velozmente, atropellando las palabras— puedes olvidar a Taehyung fácilmente si acabas de salir del closet.

Hoseok hizo una mueca de disgusto.

—No puedo aceptarlo. Por favor, Yoongi, estás actuando como un demente.

—Hoseok, lo eres todo para mí... tan solo olvida a Taehyung.

Hoseok estaba algo perplejo por su insistente actitud, como si no notara que no le interesaba en lo más mínimo. No amorosamente, por lo menos.

—¿De verdad crees que puedo olvidarle al estar contigo?

Asintió, sin dudarlo un segundo.

Hoseok ladeó la cabeza, sin dejar de mirarle. Después, le agarró la cabeza y juntó sus labios con los suyos, moviéndolos contra ellos con toda su experiencia.

Sabía que jamás entendería con palabras, ni aunque se lo repitiera todo el día. Estaba en un estado de terquedad enorme, y comenzaba a asustarle. Tenía que demostrarle que no sentía nada más que amistad por él.

Se despegó de Yoongi con un chasquido, y el más pálido se limitó a verle perplejo. Hoseok le sonrió afable, encogiéndose de hombros.

—Cero, nada —negó— No sentí absolutamente nada. Fue casi como besar una piedra.

El labio inferior, aún húmedo, de Yoongi comenzó a temblar, y de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas.

—No te culpes —siguió Hoseok, tratando de ser lo más brutal y despiadado que pudiese— tan solo no eres mejor que Taehyung. ¿Recuerdas ese beso que me dio en el callejón? ¿ese que fue totalmente sorpresa y hasta con vómito? Sí, hasta ese beso fue mejor que este.

Yoongi no se movía, tan solo lloraba, quieto en su lugar.

—Te amo... —musitó en un sollozo. Hoseok se sintió mal por él, le quería demasiado, pero como un hermano, y nada más.

—Yoon-

Esta vez, fue Yoongi quien le tomó de la cabeza y le besó, metiendo su lengua, mostrando su propia experencia.

Y fue cosa de un segundo. La puerta se abrió de par en par, mostrando un agitado Taehyung. Ninguno de los dos lo había notado aún, Hoseok le iba a alejar en cualquier momento, pero Yoongi era un apasionado, y no lo pudo hacer con la rapidez que le hubiera gustado.

Un mareo embargó a Taehyung, como si hubiesen absorbido todo el aire de la habitación. Intentó retroceder, pero tropezó y golpeó la puerta con el hombro. Ésta se cerró con un portazo, y Hoseok y Yoongi se separaron.

Taehyung se quedó paralizado, ambos le miraban fijamente. Las manos de Yoongi bajaron rápidamente del rostro de Hoseok, y Taehyung sintió nauseas.

—¿Qué haces acá? —preguntó Yoongi, con clara molestia.

Taehyung no contestó y tragó saliva. Se volteó a la puerta y giró el pomo con velocidad, pero sus nervios no le permitían reaccionar. En su tardanza, Hoseok le alcanzó, pero sin tocarle aún.

—Taehyung...

Pero él se apartó como si estuviese cubierto por algo venenoso.

—No me toques.

La aspereza de su tono, le sorprendió, como jamás le había oído. Y le dolió como nunca.

Hoseok aguardó, esperando que dijera algo, cualquier cosa, pero pareciese que se conformaba con mirarle fijamente, horrorizado.

Quería aclararle todo, decirle que no era como se podría pensar, que realmente era algo necesario y que se le había salido de las manos. Que había besado a Yoongi para poder estar con él sin que nadie les molestara. Pero sabía que, en esas circunstancias, no parecería creíble, y que, por muy inocente que sea Taehyung, no se tragaría una palabra.

Por lo que le dejó ir.

—————°—————

Dios, estoy brillando esta semana, capítulos largos por montónnnnn.

QUISIERA SER ELLA, DIOS. ESE GIF ME EMPALMA, PERO TAMBIÉN ME ENFADA (?

No sé, pero Hoseok me pone mal, sobretodo cuando habla en español.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top