Capítulo 28: Besos

Full House - MOBB

Lo que más llamó la atención de Taehyung al llegar a la fiesta, fue el rosa que todo objeto de ahí tenía. Y es que no se sentía muy sorprendido, pues era una graduación de una chica mimada e infantil –y buena en la cama, según las palabras de Mino– pero el rosa era en totalidad, hasta los detalles más mínimos no se pasaban por alto.

Mino les hizo saludar a todos, entre chicas y chicos, llamaban demasiado la atención, y es que Taehyung sabía que todos parecían sacados de pasarela europea. Aunque su baja autoestima no lo quisiera aceptar, él tampoco lucía terrible.

La noche transcurrió sin muchos problemas, tragos iban y venían, entre el grupo de universitarios, claro. Jugaban a "quién bebía más" y luego bailaban, de vez en cuando sacaban chicas a bailar -incluyendo a Hoseok- para no ir solo a ocupar espacio al lugar. Taehyung rechazaba todas las invitaciones que recibía. Razones sobraban, en realidad. Como el no querer tocar menores de edad ni tener que mantener una mínima conversación con ellas, con suerte podía hablar con Hoseok, con ellas sería imposible.

Y entre que les suplicaban por más atención al quedar encantadas con todos, terminaron uniéndose al grupo, donde ya iban por otro juego que, en ocasiones normales y sobrias, hubiera sido demasiado infantil como para siquiera pensar en intentarlo. Pero todos ya no podían ni quedarse en pie y sus mentes no iban a acorde a sus ideales.

En un gran mesón, una botella giraba en medio, señalando a dos para que tuvieran que subirse a la mesa y besarse por unos treinta segundos, no importaba el sexo ni como lo hicieran, tan solo había que respetar el tiempo y todo bien.

Taehyung no era bueno bebiendo, lo había probado una vez como para no querer hacerlo más, y como el único cuerdo, no quiso jugar. Se limitó a quedarse al lado Hoseok o de Mino, dependiendo de cómo estuviera el flujo del juego.

Para su inesperada suerte/desgracia, Hoseok solo tuvo que besar hombres, ninguna de las púberas tuvo el placer de romper las ilusiones del moreno. Pero tampoco se sentía muy cómodo con la situación, salió elegido cinco veces y no sabía muy bien como sentirse sobre ello. Jin, Jungkook, NamJoon y Mino habían sido con los cuales había tenido que subirse a la mesa y devorarse tanto como pudieran en medio minuto. Éste último había tenido dos oportunidades de besar a Hoseok y era el que más le relajaba, pues sabía que era heterosexual y que no pasaría más allá de un juego. Pero todos los anteriores eran de su bando, y eso le preocupaba.

Aunque NamJoon le sorprendía, sabía que no era homofóbico, pero no sabía que era homosexual. O quizás solo estaba demasiado tomado como para confundir a Jin con una chica y llevárselo a uno de los baños.

El juego se terminó cuando otra chica, quien no estaba jugando, quería bailar con Hoseok. El mayor, caballerosamente, alzó su mano y le besó en ella. Taehyung sintió su estómago retorcer. La llevó hacia la pista de baile y movía a la torpe chica al pausado ritmo del vals.

Los demás se fueron por su lado, dejando solo a Taehyung en la mesa. Aprovechó que estaba vacía para sentarse y descansar un poco las piernas. Había estado parado durante las cuatro horas y sus pies comenzaban a escocer.

Llevó a sus labios su vaso con zumo de fresa mientras veía como Hoseok se desplaza con la chica por el salón.

Pero no fue más de un minuto cuando Hoseok se inclinó hacia la chica y regresó a la mesa, se sentó al lado de Taehyung.

—¿Te cansaste?

—Hace falta mucho más que un baile para que me canse —rió, luego frunció sus labios—. Le dije que no quería bailar más con ella.

Taehyung se sorprendió, era preciosa.

—¿Por qué?

—Era muy patosa —admitió, tomó su copa y se la bebió de un tiro, después le miró por el rabillo del ojo— ¿Aún no invitas a nadie?

—... No

—Entonces vamos —le tomó de la mano y lo arrastró hacia la pista.

—Pero, Hoseok —éste último nombrado se giró un poco y se acercó para poder oírle—. Es una canción lenta, será mejor que invites a una chica. Hay una por allá que...

Hoseok hizo una mueca y retomó su camino hacia la pista de baile.

—¿Te avergüenza bailar conmigo? —se detuvo en un lugar en donde podían estar parados sin ser golpeados, todas las parejas a su alrededor bailaban a un lento ritmo. Hoseok le miraba curioso.

—No es eso... —Taehyung agradecía que estuviera oscuro, y que solo las luces de colores fríos iluminaran el lugar. De otro modo, su sonrojo delataría aún más sus nervios— Estamos en un cumpleaños de una niña de familia prejuiciosa, Mino me lo dijo. Y somos dos chicos...

—Qué se jodan, estaban besándose entre ellas hace no más de cinco minutos —la misma mano de la que le estaba jalando, la llevó hasta su propia nuca e hizo lo mismo con la otra. Al asegurarse de que Taehyung no las quitaría, llevó sus propias manos hacia la cintura del menor. Le sonrió—. No desaprovecharé esta oportunidad de bailar contigo, pequeño.

Su garganta se secó y tragó duro, y como si su silencio hubiera sido una aprobación, Hoseok comenzó a moverse, arrastrando a Taehyung consigo. Taehyung jamás había bailado con alguien, sabía hacerlo, su padre le había pagado clases, pero jamás lo había puesto en práctica. No supo si Hoseok sabía hacerlo correctamente, pero no se movía nada de mal. Se limitó a dejarse llevar por él, y es que con tenerlo a tan corta distancia no podía hacer otra cosa. Se sentía encandilado por el momento, no pensaba en otra cosa más que en Hoseok.

Abrazó con más ahínco su cuello y cortó aún más la distancia, Hoseok no opuso resistencia ni le miró extrañado, se sintió aliviado y muy agradecido por ello. Siguiéndole, el mayor estrechó su agarré en su cintura y sus cuerpos estaban a un centímetro de estar completamente pegados. Se preocupó por un breve momento, y es que estaban tan cerca que de verdad creyó que podía oír la rapidez en la que palpitaba su corazón.

Apoyó su cabeza sobre la clavícula de Hoseok y cerró sus ojos con fuerza, era un riesgo. Estaba tomando demasiadas confianzas y se sentía angustiado con la idea de que le apartara, por muy disimulado que lo hiciese. Pero no lo hizo, siguió moviendo sus cuerpos al suave compás del vals.

Entre pensar si sería un sueño o no, se armó de valor. Recordó las palabras de Hoseok y le dio un sentido propio. No desaprovecharía esa oportunidad.

Estando aún en sus brazos, habló a su oído, pera hacerse oír por sobre la música.

—Hoseok, hay algo que debo decirte.

—¿Qué sucede? —su voz era tenue, y ronca. Se estremeció un poco, también le había hablado al oído. La menta fresca de su aliento seguía, era muy leve, había sido eclipsada ligeramente por el olor del alcohol, pero seguía mezclada con su fragante perfume varonil.

—No es nada malo, o bueno, quizás si lo es para ti...

—Taehyung.

—Perdón.

—Tae... —rió un poco, resignado. Sabía que le molestaba que se disculpara con tanta frecuencia, pero no lo hacía con intención.

—¿Tae? —preguntó, con renovada curiosidad.

—¿Qué tiene de malo? —inquirió él con una sonrisa divertida.

—Tú no me llamas así.

—Creí que era un buen momento para comenzar a hacerlo.

—¿Por qué?

Negó ligeramente.

—No hay una razón en específica, solo me nació hacerlo.

Era un bueno momento ¿eh? También lo creo así.

—Hoseok, yo... —tragó saliva y prosiguió—. Yo...

El castaño alzó sus cejas, invitándole a seguir. Pero la voz de Taehyung no quería salir.

Hoseok sonrió enternecido y luego miró a través de él. Se dio vuelta para ver qué era lo que le distraía y se encontró con Suga, apoyado en un pilar del salón, no parecía enfadado, tan solo algo... ¿triste?

Se sintió vacío cuando ya no percibía el tacto de Hoseok en su cintura, y cuando volvió la mirada a él, éste tomo su cabeza y le besó la frente. por sobre el flequillo.

—Espera aquí.

Su embobamiento pudo haber durado un poco más si no fuera porque se alejaba de él, en dirección hacia el inexpresivo platinado que les miraba a unos cuantos metros.

Taehyung sabía que no lo quería llevar porque Suga odiaba su presencia, y que quería evitar cualquier problema. Conocía a Hoseok lo suficiente como para saber eso. Pero, aunque no quisiera, también conocía a Suga.

El día en que se supo la verdad, fue por el ataque de celos que le había dado por haber besado a Hoseok, era homofóbico por elección, pero no era de corazón. NamJoon y Taehyung habían sido los únicos que habían alcanzado a conocer a Yoongi, el chico orgullosamente gay que defendía a los suyos con todas sus fuerzas. Por lo que había adivinado que sentía atracción por Hoseok, por eso le había besado, quería que gritara lo mucho que le odiaba por ser homosexual.

Por eso, de alguna manera, le incomodaba que Hoseok fuera a su encuentro, Suga era arrebatado y aún más borracho. Aunque no lo pareciera en ese momento, no se confiaba. ¿Se le podrían llamar celos? Era un sentimiento nuevo para Taehyung, y muy molesto.

De verdad que Hoseok hacía sacar muchas facetas de él.

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