Capítulo 12: Carga
Galaxy - Ladies Code
No era cierto, él no le odiaba, pero quería que ellos pensaran que sí. De esa manera quizás le tomen odio y él podría hacerlo de igual manera.
Sería muy difícil, y lo sabía muy bien.
A diferencia de su antigua habitación, de esta sí tenía llave, Suga y NamJoon no querían más personas en su habitación, pero lo conocieron y habían acordado darle la llave extra al llegar de la fiesta.
Ya no sería necesaria, se evitaría el bochorno de devolverla.
El tener llave de algo le hacía sentir ligeramente feliz, jamás había tenido el acceso a algo así. No le pasaban llave, se aseguraban de que llegara justo antes de que cerraran las puertas y así respetara el horario. Pero no lo hacía, en su antigua casa bastaba con que escalara el árbol y se lanzara a la habitación que compartía.
Sentía, de alguna manera, que confiaban en él al pasarle una llave.
Y eso le hacía feliz, aunque sea un poco.
Introdujo ésta en la cerradura y abrió la puerta de par en par. No sabía cómo funcionaba muy bien eso de tener llave, pero tarde se había dado cuenta de que, si el espacio era compartido, tenía que llamar o como mínimo golpear.
Ambos chicos quienes fornicaban brutalmente se detuvieron al oír cómo se abría la puerta y miraron a Hoseok detenidamente, sin vergüenza. Con una mezcla de extrañeza y molestia. Hoseok creyó que debían de odiarlo ahora que los había interrumpido.
No sabía que decir, así que se limitó a disculparse y cerrar la puerta detrás de sí. Entrando de igual manera.
—No se preocupen por mí, sigan en lo suyo que me echaré una siesta —se sentó en la cama desocupada y se recostó mirando el techo—. Me llamo Jung Hoseok y seré su nuevo compañero, buenas noches.
Lo positivo de todo esto, es que podía dar por hecho que no eran homofóbicos.
—Es obvio que no seguiremos.
El más pequeño se levantó, sin preocuparse por taparse, entró al baño y cerrando la puerta de golpe.
El pelinegro le miró molesto, pero no se movió de su lugar.
—Ya que es tu culpa, supongo que no te va a importar.
—No, adelante.
Desnudo aún, se masturbó sin pudor alguno y no le tomó mucho tiempo acabar, ha de haber interrumpido en el clímax.
Qué pena.
Solía dormir en una habitación con seis adolescentes más, oía como se masturbaban día y noche, los gemidos masculinos eran muy usuales para él.
Luego de limpiar y colocarse un bóxer, volvió a mirar a Hoseok, pero la molestia ya no era parte de él.
—Éramos los únicos que tendrían una habitación de dos, pero estás aquí. Y tienes llave —le sonrió con diversión— ¿te portaste mal?
—Surgieron algunos problemas. —trató de restarle importancia, alzando los hombros.
Asintió, sin quitar su sonrisa socarrona. Parecía que disfrutaba de su presencia.
—Jung Hoseok, ¿cierto? —volvió a asentir—. Me dicen Jungkook, pero otros me llaman Jungkook y me llamo Jungkook.
—Deduzco que te llamas Jungkook. —dijo riendo Hoseok.
—Deduces bien.
Cuando la puerta del baño se abrió, una fragancia a limón le acompañaba. Se había duchado. Dirigió su mirada a Hoseok.
—Ahora que te veo bien... —sonrió meloso—. Conoces a Suga, te he visto riendo con él.
—¿De verdad? —la voz de Jungkook era plana, ya no sonreía.
—De hecho —siguió el más bajo— siempre te veo con él.
—¿Le conoces? —preguntó Hoseok.
Pobre chico, ha de golpearle a él también. –pensó con angustia.
—¿Qué si le conozco? —rió— Me pregunto quién de primer año no le conoce, es casi una celebridad. Tiene fama desde su antigua escuela.
—¿Celebridad? —Hoseok estaba anonadado.
—Ayúdame a ser más cercano a él. Almorzaremos contigo desde ahora —le sonrió a Jungkook, pero este no le devolvió el gesto—. Perdón por ser grosero —inclinó su cabeza—, me llamo Park Jimin.
—¿Quieres ser cercano a él? —¿será estúpido? — ¿sabes la clase de monstruo que es?
Jungkook soltó una carcajada y Jimin le fulminó con la mirada.
—Tú no quieres acercarte a él. —determinó Hoseok, como si así dejara de insistir el más bajo.
—Si quiero, tú no puedes saber lo que quiero o no.
—No te recomiendo acercarte a él, en serio. Es un psicópata.
—No seas así con tu amigo —hizo un puchero—. Anda, ayúdame a ser cercano a él.
—Tú menos que nadie debe acercarse a él —Hoseok no quería ser hostil, pero de verdad que le irritaba la situación—, es un homofóbico de pies a cabeza y hace no más de veinte minutos te vi cogiendo con Jungkook.
Jimin se quedó callado y no respondió.
Y luego lloró.
° ° °
Hoseok no soportaría por mucho tiempo más el llanto desconsolado de Jimin, y el recuerdo de Taehyung le había salvado.
Se aseguraría de darle las buenas noches todos los días, de dejarlo durmiendo y cuidado por sus compañeros. ¿Sería muy psicópata? No le importaba, no se podía saber con gente suelta como Suga por ahí.
Se podría asegurar más aún si tuviera como localizarlo. Recordaba cómo una vez le había dicho que él no se creía merecedor de tales artefactos. Podía decir cosas muy estúpidas, y estaba más que seguro de eso.
Cuando llegó a su dormitorio, le abrió un chico moreno con aspecto cansado, y le pasó una nota. Antes de leerla les preguntó por su ubicación, la respuesta hostil del castaño sentado en el escritorio le recordó que le había hablado mal de Taehyung, y que eso quizás le había traído problemas.
Maldito Taehyung y su mentira, cada vez encontraba más consecuencias.
Luego arreglaría ese malentendido.
El chico, que se llamaba Mino, le había dicho que lo había visto subir a la azotea, y que no le había dado mucha importancia porque el mismo le había dado la idea de ir ahí. Creía que necesitaba un lugar para drogarse tranquilo.
Aquello le pareció muy extraño a Hoseok, Taehyung no era de ese tipo de persona.
Preocupado, abrió la nota con más desesperación de la que pretendía y sintió como la sangre abandonaba su rostro.
«No quiero ser una carga para ti, perdón y gracias por todo».
————— ° —————
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top