Capítulo 10: Libreta importante
Keep On Loving You- Cigarettes After Sex
¿Debería sentirse culpable? Después de todo él lo arrastró a ese lugar.
Pero no era su amigo, tan solo una pieza fundamental en sus planes.
De todas maneras, Jungkook no podría dormir tranquilo sin saber que por lo menos está con vida.
Fueron necesarios tres golpes en la puerta de su habitación para que un castaño le abriera, le dedicó una mirada molesta y volvió a su escritorio. Estaba estudiando.
—¿No está TaeHyung?
—No. —respondió tajante, sin despegar su vista del gordo libro sobre el mueble.
El lugar era un desastre, la mitad, mejor dicho; el lado del castaño era impecable.
Jungkook entró a la habitación sin que nadie lo invitara y se sentó sobre una cama deshecha, no le importaba mucho estar en el lado catastrófico.
—No ha llegado. —En principio, era una pregunta. Pero no sonó así, algo le decía que su cama estuviera tal cual la dejó cuando él lo arrastró a su habitación.
—Por favor, niño —el castaño sonaba iracundo—. Estoy estudiando.
Jungkook soltó una exclamación.
—Vaya, de verdad que necesitaba hablar con alguien —su voz era sugerente, no le haría mal tener otro chico con quien conversar aparte de TaeHyung y Jimin.
—TaeHyung no está, ahora vete.
Jungkook se acercó al castaño y se sentó en el escritorio, sobre el libro que el chico trataba de subrayar.
Antes de que Jin liberara toda su furia acumulada por la falta de sexo, contra el insistente de Jungkook. Un chico, quién había presenciado la extraña conversación desde el marco de la puerta del baño, tomó al pelinegro por los hombros y lo arrastró hacia fuera, pese a sus quejas de confusión.
Ya cerrada la puerta de la habitación, el chico miró con fijeza a Jungkook.
—¿Acaso buscas pelea? Porque aspiras a muy poco provocando a Jin.
—Así que se llama Jin —Jungkook sonrió—. Mi tío se llama así.
El chico moreno asintió, sin interesarse realmente.
—Deberías agradecerme, te habría cacheteado en los próximos segundos si no te hubiera salvado —anticipando los pensamientos de Jungkook, agregó—. Desde que llegué ha sido así, esquiva cualquier contacto. Hasta del niñito que buscabas.
—¿Esquiva a TaeHyung? Podría declarar eso como un pecado; él es como un bebé.
—Tendrá sus razones —se encogió de hombros— o simplemente es una vieja amargada.
Jungkook sonrió, quizás ya tenía con quién conversar. Pasó su brazo por los hombros del moreno y lo obligó a caminar por el pasillo. Y no opuso resistencia.
—¿Y tú te llamas...?
—Minho.
—¿No preguntarás por mi nombre? Ah, ya te lo sabes. Ese TaeHyung debe hablar mucho de mí.
—No, no lo hace —sonrió burlón—. Y tampoco sé tu nombre.
Jungkook fingió una expresión risueña, se sentía algo dolido con TaeHyung. Creía que era relevante en su vida. Pero trató de disimular su decepción.
—Pero no te pongas así, es normal que no conozca a nadie —Minho trató de animarlo—, repetí un año. De casualidad conozco a mis compañeros de estadía.
—Qué envidia.
—No sabes de lo que hablas. Lo único que quiero es salir y poder follar todos los días sin tener que preocuparme sobre el Axioma del Supremo.
—¿Ah?
Minho le examinó y apuntó con su dedo meñique, habló como si no estuviera del todo seguro.
—¿Parte del edificio de Humanidades?
Jungkook asintió, comprendiendo la situación: su carrera tenía relación con matemáticas, su peor enemigo. Por eso no sabía de lo que hablaba.
—Aun así —retomó el tema Jungkook—, empezar un año sin conocer a nadie debe ser genial. Yo estaría igual si no fuera por mi mejor amigo.
—Sin pensar en el hecho de volver a bancarte el mismo programa, es genial —imitó su voz con lo último, dramatizando un tono agudo. El pelinegro le empujó con el hombro mientras caminaban—, ¿cómo decías que te llamabas?
—No lo dije.
Llegaron al jardín del campus, era sábado, por lo que el cincuenta por ciento de los estudiantes salían para ver a sus familias o simplemente deambulaban por ahí, a la espera de que las puertas se volvieran a abrir el domingo por la mañana. Se quedaban los que eran de ciudades muy lejanas como para volver a casa, y claro, también los que no tenían ningún panorama interesante.
Se sentaron en el césped, y cuando Minho tiraba del yerbal, el pelinegro llamó su atención sacando una libreta y un bolígrafo.
—Jungkook.
—¿Qué?
—Qué me llamo Jungkook.
—Genial —Minho le arrebató la libreta a Jungkook, este no se negó así que comenzó a leer en voz alta—. "Plan G: Hora de probar celos." —frunció el ceño—¿Qué mierda es esto?
Jungkook recuperó su libreta y le sonrió ladinamente.
—Tú, pequeño desconocido, me ayudarás.
—Es cierto, querías conversar con alguien de tus asuntos —recordó Minho, pasando por alto la insinuación del pelinegro—. Soy todo oídos.
—¿Cómo conseguirías un ligue? —comenzó Jungkook, preparándose para tomar apuntes de cualquier cosa importante que pudiera salir de los labios del moreno.
Minho miró al cielo, pensativo.
—Tan solo acorralaría a esa persona en la pared y al ver que estoy bien bueno, cederá.
Jungkook rodó los ojos.
—Ya, error de pregunta ¿cómo conseguirías tener una relación?
—Le amarro contra la cama y le haría sufrir hasta que aceptara, si es que sabes a lo que me refiero.
—Esto es como hablar con Jimin. —soltó Jungkook, llevándose una mano a la cabeza, perdiendo las esperanzas de conseguir algo valioso de aquella conversación.
—Ah —soltó meloso—, es una preciosura.
Jungkook se vio confundido, pero poco le duró esa sensación. Minho le mostró una chica de rostro sensual por la pantalla de su celular.
—¿Es tu novia?
Minho negó de inmediato, riendo.
—No, solo sexo sin compromiso.
Quizás si pueda sacar algo de todo esto.
—¿Desde hace cuánto?
—Hum... —se detuvo a pensar, alzó los hombros desinteresadamente—. No lo sé, diría unos años, pero no sabría cuántos en exactitud.
—¿La quieres?
—Obvio, es totalmente deseable.
—Me refiero a que si estás enamorado de ella.
El moreno soltó una risa corta.
—No, para nada.
—¿Y ella de ti?
—No lo sé, ¿cómo podría yo saber eso?
Jungkook escribió unas cuantas cosas y alzó la mirada al moreno.
—Siguiente pregunta: ¿crees que sea posible una relación seria con ella?
Minho lo pensó un momento, sin dejar de tirar del yerbal.
—No creo, me encanta el sexo con ella, pero nada me dice que no hay un culo mejor que el de ella por ahí. Me gusta probar por todos lados.
—¿Y si supieras que ella sí está enamorada de ti? ¿pensarías igual?
Antes de que pudiera responder, una persona caminaba hacia ellos. Llamando la atención de ambos.
Un chico de cabello anaranjado se había arrodillado frente a Jungkook, le susurró unas cosas al oído para luego abalanzarse hacia él, ambos cayendo sobre el césped mientras el recién llegado le devoraba la boca. Jungkook miró a Minho con urgencia y le lanzó la libreta.
Minho captó el mensaje y se la metió bajo la ropa, sintiendo como el frío plástico le rozaba el abdomen.
Tras ser alejado delicadamente por el pelinegro, Jimin notó la presencia del moreno.
—¿Tienes otro amigo nuevo?
Minho dio una pequeña reverencia y le sonrió amable.
—Minho, ¿tú?
Jimin seguía sobre Jungkook, por lo que este último sintió sobre su muslo como el miembro del más bajo endurecía.
¿Por qué eres así, Jimin?
—Jimin —Jungkook apuntó al pelinaranjo y luego al moreno— Minho. Ahora, si nos disculpas...
Lo subió a su espalda y lo llevó lo más rápido que pudo a su habitación. A lo que Jimin dejaba pequeños besos sobre su cuello.
—¿Por qué no me lo había presentado antes? Esta jodidamente bueno.
Lo lanzó a la cama ordenada y cerró la puerta detrás de él sin dejar de mirar sus pequeños ojos, rodeados de lujuria.
—¿Te lo quieres tirar?
Jimin sonrió y jaló de la playera de Jungkook hasta hacer que cayera sobre él.
—Por ahora, me basta contigo.
Si supieras el daño que me haces, Jimin. Pero yo lo prefiero así.
Y por eso no puedo juzgar a TaeHyung, soy peor que él.
————— ° —————
No. No, no y no.
No es Minho de Shinee xd
Es este guapetón:
PD: Llegamos a 1k, estoy muy feliz ;;
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