Capitulo 6:

Eight foot Joe:[Narración Omnisciente]

El joven cecaelia había mirado como la sirena le había defendido. He inclusivamente inventaba alguna explicación del por que el pez cuyo nombre responde a Flaunder;  que recién conoció en la banda de peces cantores se había descuidado.

Al principio no se llevaba bien con la joven sirena, pero eso cambió con una simple acción.

Inclusive se sintió algo mal de haberla juzgado antes de conocerla bien.

Narración por Joe:

—Esperen esto debe de ser un mal entendido. Escuche decir a la niña, por el momento yo no había dicho ni una sola palabra, parecía una Estatua hundida sin decir nada; solo tenia los  brazos bien cruzados.

Me divertía la situación en la cual el curioso pececillo nos había metido.
—¡De verdad! Cuando les explique, se que se van a reír mucho. Le dijo ella.

La vi como con sus manos de forma disimulada. Apartó a los peces espadas, guardaespaldas del rey para  darnos  mas espacio.

—Yo voy a Explicar…

—Aquí estoy... Esperando…

—¡Claro! -la escuché decir nerviosa. Y como no si ese cangrejo engreído, serio, egocéntrico.

Con su aura desprendía impotencia y seriedad.

Fue cuando supuse que para el bien nuestro seguirle la corriente tanto a ella como a ese cangrejo escurridizo.

Lo que menos quería era causarle mas problemas.

—Es que yo… ahm… Limpiaba los corales. Y mis Amigos Ellos… Me ayudaban!!.

—así es, por supuesto. -Respondí al unísono con el pes bien sincronizados.

—Sus mejores Amigos. -continuamos con la mentira. Me agrado escuchar su risa tan agradable y dulzona.

—Haciendo lo posible para que Terminara mas rápido este tortuoso castigo. Respondí con una sonrisa de medio lado y algo retadora.

—Pero no hacíamos ¡música! ¿Ves?—disimuladamente me daba una cachetada mental; era lo mas absurdo que se le pudo ocurrir seria muy tonto.

Si se creía esa mentira muy elaboreosa.
—¡¡Guardias!! –A lo mejor, si me gustaria que se tragase ese cuento para ya irme de aquí.

Escolten a la princesa ¡al palacio! Y Ustedes dos. Consideren esta como su Ultima Advertencia.

Tuvimos una pelea de miradas, y luego nos marchamos del lugar.

Fin de la narración Eight Foot Joe:[ Narración Omnisciente].

Intolerable que cosas esa niña va a sacarme de mi caparazón. —dijo el cangrejo llevándose sus manos a su  cabeza.

Un suspiro arrebatado y decepcionado salía de la boca de Ariel. Rodando sus ojos y cruzando sus brazos.

Una de sus hermanas se preparaba la piel con una buena mascarilla de algas.
Mientras esta daba su recomendación de Skyn care.

Las otras peleaban por cosas irrelevantes.
Al fin algo de diversión.

—Sh sh papá ya viene.

Entra el rey tritón a darle buenas noches a su padre.

—Buenas noches Chicas.

—Buenas noches padre. Contestaron las 6 princesas educadas y formales dignas de llamarse princesas. Con excepción de una.

—Duerman bien… Ariel.

Atinna solo se le quedo mirando preocupada queriendo decir con la mirada que le devuelva el gesto.

La joven princesa marina solo se dio la vuelta algo dolida por nunca ser escuchada respondio.

—Buenas noches.

–Ahm... buenas noches.

...

Atina, miró como su hermanita pequeña le fue indiferente y hasta algo fria con su padre así que le pregunto.

—¿por que lo hiciste? Es nuestro padre Preocupada por si le hizo daño.
Se alejo después de rogar un porque de su actuar.

Ariel no dijo nada. Y Atina seguia con la conversación.

No importa lo mucho que esperes nada va a cambiar a como lo fue antes.

Arista en un intento de cambiar el ambiente dijo.

—Si ella no desea su almohada yo voy a t..-una almohada sale disparada en dirección a su cara como callándola.

—¡Auh! -seguido del quejido solto una risa nerviosa-

Ariel por su parte suspiro mordiendo su labio inferior y haciendo un gesto de desesperación y tristeza con sus manos.
Sin querer tiro una flor ala nada.


Un momento, la joven sirena miro algo no sabia que era.

Vio como Flaunder seguía a Joe a un lugar sorprendida y asombrada.

El pez sin ser tan cuidadoso seguía nadando como si fuese misión imposible lo cual llamo mas la atención a Ariel.

Unos Guardias pasaban patrullando en la cual el pez se escondió.

—Seguro que son cómplices

—¿Y el qué tanto sabe?

—No lo se pero lo averiguaremos.

La joven y aventurera sirena, no se iba a quedar con la duda, fue cuando salió de su cuarto compartido a seguir al pez, puesto que ya le había perdido el paso.


La joven y aventurera sirena, no se iba a quedar con la duda, fue cuando salió de su cuarto compartido a seguir al pez, puesto que ya le había perdido el paso.

Pero el pez no hacia nada por ser mas discreto a si que lo siguió hasta al gran muro secreto de algas.

Miro como silbó un código y este abrió su interior para el.

Nado lo mas rápido pero se tropezó con una alga y esta la arrastro casualmente en dirección que había tomado los dos jóvenes el pez y Joe .

Llego a una gran muro, pero en esta ocasión fue de coral, se uso un código diferente. Ella lo uso igual al ver al pez entrar.

Miro como flaunder entraba a una entrada mas pequeña y el código fue oral
Escucho como le respondió el otro pez y dijo.

A todos les gusta.

A bailar.

Ella por otra parte se volvía a tropezar y callo en otra dirección casual solo que era una entrada mas directa.

Todo era hermoso; los colores, los peces conviviendo entre ellos, a los ojos de Ariel era como su pequeño paraíso. Estaba asombrada su cabello despeinado se acomodo el cabello.

Su mirada miraba en todas direcciones, esto era lo que ella deseaba y lo tenia un club clandestino.

Ariel amaba el lugar, no llevaba mucho pero lo asía bailo de la felicidad, nada grande algo corto pero significativo.

¡Miro todo! ¡De todo! Le fascinaba de un lado peces hablando de otro una pez que bailaba las burbujas decoraban el lugar.

Joe pasaba con una charola con corales y kell trabajaba allí como camarero. Y Flaunder también así que en su emoción.

—¡Joe! ¡Flaunder! Grito la emocionada sirena llamando a ambos.

-los dos aludidos intercambiaron miradas, claramente el mayor de los dos le regaño nuevamente. Como si con esa mirada quisiera transmitir que debió ser cuidadoso.

—Ay no puede ser. -dijo el pez tratando sin éxito alguno el esconder a la sirena.
La sirena con sus manos quería alejar al pez que le daba aletazos suaves a su rostro para seguir viendo.

Vio que dentro del lugar estaba sebastian y atino a esconderse.

—¿Sebastián?

—Así es. Si es el -dijo Joe divertido por la actitud de la menor ya había atendido a todos a si que se acerco a hacerle compañía.


-la joven atino a abrir la boca mirando a ambos ¡asombrada!

Joe le había tocado la barbilla y le cerro la boca con cuidado.

Flaunder asintió y dijo: —Es Sebastián.

Joe le dio unas maracas para que se divirtiera también.

Y así lo hizo, parecía todo un sueño. Jamás se había divertido tanto. Tenia que agradecerle la experiencia ala banda y a Sebastián se sentía tan llena al fin.
Le devolvió las maracas a Flaunder. Soltando una suave risa feliz y una risa dulce corta y tímida.

Al ver la Explosión de confeti acuático ella salió de su lugar sin darle oportunidad a flaunder o a Joe de detenerla. En dirección a Sebastián se dirigió.
¡Que buen Club!

Todos salieron despavoridos sin darle oportunidad de devolver o aportar algo también, se había divertido tanto.
La habían hecho sentir mal, flaunder estaba escondido y joe, pues nunca se fue. Se quedo curioso para ver el siguiente movimiento de ariel.

Si ella se metía en problemas, el saldria como su caballero en armadura, la sacaría de allí para que no la viera el rey y reciba otro castigo. A los ojos de Joe ella era una princesa encarcelada.

¿Por que sentia tanta empatia con ella? Era lo que se preguntaba el, y también   la necesidad de cuidarla y ser su guia a futuro talvez.

Muchas preguntas y pocas respuestas pero lo sabremos hasta la proxima.

Continuara.




















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