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Thomas no creía lo que había visto, ahora más que nunca desconfiaba de aquel lugar, intentó comunicarse con su hermana para decirle lo que había visto, pero esta no le había contestado por lo que regresó a la habitación acomodando la escotilla como si esta nunca hubiera sido abierta y como si este jamás hubiera salido, se levantó del suelo y estaba listo para acostarse en su cama, más se encontró con su melliza que estaba hecha un ovillo en la orilla de esta.

—Pequeña dormilona —murmuró mientras se acostaba con mucho cuidado a un lado de ella—. Te quiero —susurró mientras besaba la frente de la chica y la tapaba con la cobija que estaba ahí, aun pensando en qué debía hacer se quedó profundamente dormido.

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Todos se encontraban nuevamente en el comedor, Thomas les había dicho sobre lo que había visto y que sentía que aquel lugar no era como lo pintaban, pero los chicos no querían arruinar lo poco que habían conseguido, tenían sus dudas sobre lo que había dicho Thomas.

—¿Qué habrá en esa puerta? —voltearon a ver a Thomas en cuanto había dicho aquella pregunta al aire y movía su comida sin siquiera haberla probado.

—Ya hablamos de esto, tú me dijiste que estaban tapados, no sabes que viste. ¿Y si fuera otra cosa? —habló Newt a su lado susurrando solo para que Thomas y sus amigos lograran escuchar.

—Yo sé lo que vi, eran cuerpos —no dudó en su respuesta—. Aris dice que cada noche traen a nuevos.

—¿Y quién es Aris? —esta vez fue Minho el que intervino, Thomas miró a la mesa del mencionado y le señaló con la cabeza para que los demás giraran a verlo, Minho giró a ver al chico que miraba su comida y jugaba con esta como si fuera algo fascinante—. Ah, ya vi quien es —su tono sarcástico no se hizo esperar para regresar su vista a Thomas.

—Hasta no estar seguros, tenemos que ser discretos y no llamar la atención de esta gente —justo en ese momento pareció que el rubio había dicho exactamente lo contrario ya que Thomas se había levantado tan rápido que nadie pudo detenerlo, este caminó haciéndose el tonto hacia la puerta en la que estaban unos guardias.

—Tú no puedes pasar —puso su mano en el pecho del chico evitando que este siguiera caminando.

—Solo es un momento —volvió a intentar pasar, pero solo logró que le empujaran hacia atrás, ____ que se había colocado detrás de su mellizo detuvo que este cayera.

—Es un área restringida.

—Quiero ver a mi amiga. ¿Ya me dejas pasar? —su mirada retaba al hombre frente a él, pero esto solo lograría molestar al guardia.

— Te sugiero que vuelvas a esa silla —le susurró con diversión provocando la molestia de Thomas, mismo que retrocedió como si estuviera dispuesto a marcharse, pero de un segundo a otro regresó corriendo empujando a los guardias intentando pasar cosa que llamó la atención de todos en la cafetería, los chicos se habían levantado para ayudar a su amigo.

—Oye, ¿qué te pasa? —los empujones y las miradas retadoras no cesaban, todos estaban listos a defender a Thomas si era necesario—. ¡Quiero ver a Teresa!

—¿Qué pasa aquí? —Jason por fin hizo acto de presencia llegando por la misma puerta por la que Thomas intentaba cruzar—. Thomas, ¿y la confianza que existía? —tomó el hombro del chico intentando tranquilizarlo—. Todos aquí somo un equipo.

—¿De verdad? —Thomas no pudo evitar utilizar su sarcasmo, no después de lo que había presenciado en la madrugada

—Llévenlos a sus camas —a pesar de la sonrisa que este tenía se notaba la molestia en su tono y los guardias no dudaron en acatar las órdenes que les fueron dadas, a empujones sacaron a todos de la cafetería ignorando las quejas de estos y la resistencia que ponían para que dejaran de empujarlos, aquello terminó en cuantos les empujaron dentro de la habitación en la que habían dormido.

Los chicos discutían por lo ocurrido mientras que la única chica había decidido ignorarlos para buscar alguna manera de salir, por unos segundos la rendija por la que su mellizo había salido en la madrugada le vino a la mente, por lo que se agacho para ver esta encontrándose con un chico que apenas iba llegando, esta supuso que era Aris.

—Hola —sonrió como saludo mientras salía del ducto solo para que lograran verlo—. Hola, Thomas. ¿Lo conseguiste? —la castaña giró a ver a su hermano sin entender a lo que Aris se refería, pero al ver la tarjeta que este tenía entre sus dedos comenzó a unir los hilos y ahora tenía sentido el por qué había empujado con tanta fuerza al guardia.

—Si, vamos —se dirigió a sus amigos—. Tal vez tengan razón y sea un paranoico, pero me aseguraré —se agachó para entrar al ducto en el que segundos atrás se había metido Aris—. Solo cúbranme, volveré pronto —entró al ducto sin esperar respuesta.

—Yo voy —la chica intentó seguir a su hermano, pero sus amigos la detuvieron antes de que siquiera pudiera agacharse correctamente.

—No larcha, tú te quedas —las palabras de Minho hicieron que ella se levantara para poder verlos mejor.

—¿Por qué?

—Porque cada vez que te vas o sigues a Thomas terminas lastimada. Cosa que aún sigo sin entender —por más que la chica entendiera la razón por la que Newt lo decía no pudo evitar molestarse, quizá estaba siendo una caprichosa que quería hacer lo que se le diera en gana, pero en esos momentos no lo aceptaría, "demasiado orgullosa" no pudo evitar pensar el novio de la chica.

—Bien —se acostó en la cama de su hermano sin decir otra palabra y dándoles la espalda a los chicos.

—____, no te enojes —la chica no se movió.

—No estoy enojada.

—Circulen chicos, problemas en el paraíso —las palabras de Sartén hicieron que los demás se alejaran y buscaran otra cosa que hacer para evitar ser involucrados en aquella pequeña discusión.

—____ —Newt se sentó en la orilla de la cama esperando que la de ojos azules le mirara.

—Nada —siguió sin mirarlo.

—Te estamos cuidando —colocó su mano en el hombro de la chica y esta soltó un suspiro para girarse para poder verlo.

—Esto es estúpido —soltó sin más—. ¿Por qué no quieren que veamos a Teresa? Parece que ocultan algo.

—Eso no lo sabemos —tomó la mano de la chica—. Tenemos que estar todos juntos, sin importar los obstáculos que tengamos.

—Lo sé —se mantuvieron varios minutos así, entrelazando sus manos y lanzándose varias sonrisas que les mantenían a ambos en el séptimo cielo, aunque aquella magia del momento se vio interrumpida por una rendija voladora de la parte de abajo de la cama, por suerte esta no había golpeado a Newt.

—¡Thomas! —todos corrieron a acercarse al chico que salía por completo del ducto.

—Tenemos que irnos, ahora antes de que vengan —su voz temblaba de los nervios, además de que su respiración se encontraba agitada tanto por llegar rápido a la habitación como por lo que había visto, definitivamente corrían peligro.

—¿Qué le pasó? —esta vez ____ se dirigió a Aris que se encontraba algo alejado, pero estaba igual que Thomas.

—Nosotros escuchamos algo.

—¡Ya vienen por nosotros! —empezó a actuar como si se hubiera vuelto loco, con una de las sabanas amarro la puerta para evitar que alguien entrara por esta—. Ella está viva.

—¿Quién está viva, Thomas? —todo miraron a Thomas esperando una respuesta siendo que no entendían absolutamente nada de lo que pasaba.

—Ava, está viva —aquel nombre hizo que la castaña dejara de respirar por unos segundos, su mente recorrió nuevamente las muertes de sus amigos—. Es Cruel, siempre ha sido Cruel —ahora no solo la castaña estaba cual papel, sino que todos estaban igual al recordar el infierno que habían vivido en el Área gracias a aquella organización.

—Thomas, ¿viste algo? —Thomas giró tras colocar un colchón contra la puerta, él asintió sin dudarlo provocando más preocupación en todos.

—¡Por los ductos ahora! —____ no había dudado en decir aquello y nadie lo discutió, no esperarían a saber lo que había visto Thomas, su sola mirada los había puesto alerta, entraron al ducto uno por uno, todos siguiendo a Thomas.

—Sino estuviéramos arrastrándonos por un ducto y en estas condiciones, diría que tengo una vista bastante sexy —la castaña logró escuchar a Newt por más que este hubiera murmurado aquello detrás suyo, rió divertida a pesar de sus nervios y mejillas sonrojadas, el rubio sí que sabía romper la tensión.

—Cariño, acabas de decirlo —la sonrisa ladina de Newt no se borró mientras seguía arrastrándose por el ducto, el calor comenzaba a sentir en el reducido espacio, pero todos suspiraron aliviados cuando lograron salir de aquel ducto tan pequeño.

—Por aquí —Thomas los guio hacia la derecha, pero Aris les detuvo antes de siquiera poder avanzar.

—Los alcanzaré, tengo que hacer algo muy importante —esta vez sí que los demás creían que el chico estaba más lo que de lo que estaban los mellizos—. ¿Quieren salir de aquí o no?

—¿Estás seguro? —Thomas no estaba ni cerca de saber lo que pensaba el chico.

—Si, los veo en un rato —regresó al ducto siendo seguido por Winston quien se ofreció a acompañarlo.

—Vamos —Newt tomó la mano de ____ para mantenerla cerca por si de alguna u otra forma tuvieran problemas, el grupo de chicos no logró avanzar demasiado al toparse con una mujer de bata blanca, misma que había atendido a Teresa cuando llegaron.

—¿Qué se supone que hacen aquí? —su pregunta fue respondida en cuanto una alarma comenzó a sonar, todos se miraron y Thomas fue el que tomó a la mujer del brazo para empezar a correr.

Corrieron evitando ser vistos, cruzaron varios pasillos hasta que en uno de esto un sujeto comenzó a dispararles en cuanto logró verlos provocando que los chicos retrocedieran buscando un lugar seguro de aquellos disparos.

—¡¿Minho?! —Thomas llamó a su amigo en cuanto este comenzó a correr contra el sujeto sin importarle mucho que este siguiera disparando, el chico técnicamente había saltado levantando su pierna para golpear al hombre haciendo que este chocara contra la pared noqueándolo al instante.

—¡Bien, Minho! —le elogió Newt mientras veían al hombre inconsciente en el suelo, Thomas tomó el arma del suelo para seguir corriendo hacia el lugar al que la mujer les indicó en el que se encontraba Teresa.

.Editado.

Pelirroja W