Final
(Recomiendo leer con la canción en multimedia; Calum Scott- You Are The Reason)
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Jamás habrá sentimiento más doloroso como el ver a aquella persona que amas fuera de sí, que esa persona no te reconociese, que pareciera que había olvidado cada momento juntos, cada beso, abrazo, caricia y risa vivida; era como sentirse morir en vida. La de ojos azules luchaba por mantenerse cuerda, debía aguantar todo el tiempo posible hasta que Thomas llegase con la cura.
—No te muevas —apretó el arma contra la espalda de Newt, tenía todo su peso puesto contra la espalda del chico con tal de retenerle—. Por favor, no te muevas —su voz se quebró ligeramente ante las últimas palabras, jamás creyó que tendría que apuntarle a Newt con un arma.
—____ —el que el chico mencionase su nombre le descolocó por completo, el chico casi había dicho su nombre en un tono suplicante, quiso creer que su Newt había regresado, pero no podía distraerse.
—No hables —no quería escucharlo, no debía escucharlo, si lo hacia este lo tomaría en ventaja y no serviría de nada que Thomas hubiese corrido directo a los brazos de Teresa.
—¡Ah! —el grito que Newt pegó provocó que la chica saltase del susto, cosa que el rubio aprovechó para intercambiar los papeles, ____ cayó a un lado y Newt se abalanzó contra ella con tal de quitarle el arma.
—¡Newt! —intentó que este reaccionara, pero parecía que nada haría regresar la cordura del chico, por lo que la castaña levanto su rodilla golpeando con esta el costado del chico logrando quitárselo de encima, se colocó sobre el chico y le apunto con el arma—. ¡Ya basta! —gritó con fuerza, respiraba agitada por todo lo que pasaba—. Por favor, tú no eres así. Newt, tú eres más fuerte, por favor regresa a mi —sintió el nudo en su garganta crecer y sus manos temblaban al sostener el arma.
—Por favor. ____, por favor —Newt sollozó desesperado ante lo que sentía, el sentimiento que ardía contra su pecho y le hacía querer lastimar a la chica—. Mátame —la sangre de la chica se heló al escuchar tales palabras, el chico le suplicaba que le arrebatase la vida cuando ella solo deseaba salvarle. No pudo evitar sollozar y las lágrimas que había aguantado por fin dejaron sus ojos para caer en el pecho del chico, ella no podía, no importaba cuanto le amase, no podía quitarle la vida a quien más amaba, si hacía eso ella moriría con él.
—No me pidas eso, por favor —habló con voz ahogada, el chico a duras penas logró mantenerse cuerdo, el ver a la chica sufrir de tal manera le hacía luchar contra aquellos impulsos suicidas y también aquellos que le gritaban el lastimar a la castaña.
—Es la única manera, cariño — se quejó mientras alzaba su mano con la intención de quitar las lágrimas de los ojos de su amada, pero aquella acción se vio impulsada por la llamarada que le hizo tomar a la chica por el cabello haciendola a un lado para librarse de su agarre. ____ gritó por el dolor causado, su forcejeó provocó que el arma cayera cerca del arma de Thomas, la chica pateó el rostro de Newt cuando este le sostuvo del tobillo, se levantó a tropezones hacia las dos armas.
Newt también se levantó con tal de seguir a la chica para conseguir alguna de las dos armas, el golpe que recibió por parte de la chica no le hizo el más mínimo daño. En cuanto la castaña logró tomar su arma intentó levantarse, pero Newt le empujó al suelo, tan pronto como la chica dejó de sentir el peso de Newt se puso de pie y apuntó hacia el chico.
Dos disparos fueron lo que rompieron el silencio, la sangre corrió por el suelo del lugar, los dos se miraron en shock aun intentando procesar lo ocurrido.
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Brenda corría lo más rápido que sus piernas le permitían con Minho siguiéndole los talones, la chica no había dudado en ir con ellos al enterarse que su amiga no había hecho acto de presencia cuando se supondría que esta revelaría su identidad en cuanto estuviese con Newt.
Lo que nunca esperaron fue escuchar dos disparos en un edificio cerca de donde habían dejado a Thomas y a Newt, corrieron con más fuerza esperando que solo se tratasen de disparos de la guerra que se había desatado en la ciudad, pero aquella esperanza se fue al demonio cuando vieron el cuerpo de dos personas en el suelo del edificio ambos rodeados de sangre.
La respiración de Brenda y Minho se detuvo al reconocer que uno de los cuerpos, se trataba de Newt aquello había sido como una bofetada, pero el segundo cuerpo fue como si les hubiesen molidos a golpes, el cabello castaño de la chica estaba esparcido en el suelo y este se encontraba sucio por la sangre que le mojaba.
—¡____! —Brenda gritó horrorizada, se suponía que la chica no saldría lastimada, ella era su amiga, Thomas le había pedido mantenerla a salvo, pero le había fallado.
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Se escuchó la queja por parte de Thomas que se encontraba cegado por la luz de la habitación, hizo la cabeza a un lado encontrándose con una imagen borrosa de Teresa, todo se aglomeró de golpe en su cabeza, recordó a su melliza gritándole para que fuera por una cura para Newt, la imagen de Ava también llegó a él, cuando esta le prometía paz para todos antes de ser asesinada por Janson y también cuando el hombre clavó una jeringa en su cuello provocándole la inconsciencia.
—¿Sabes que es este lugar, Thomas? —Thomas despegó su mirada de la jeringa en la que Teresa estaba extrayendo su sangre para posar su vista en Janson—. Un bote salvavidas, todo el mundo se hunde, pero nosotros no tenemos que hundirnos con el —Thomas forcejó con aquello que le mantenía contra la mesa—. ¿Cuánto falta? —Janson se acercó a la chica.
—Ya casi —ni siquiera se dignó en mirarle, estaba completamente concentrada en lo que hacía.
—¿Por qué no me matan y ya?
—¿Qué cosa? No queremos matarte —se acercó al chico sin notar que Teresa dejaba lo que hacía para prestar atención a todo lo que Janson decía en esos momentos—. Tendremos cuidados especiales contigo, te mantendremos con vida. A penas —Thomas se movió bruscamente con intención de lastimar a Janson, pero las cuerdas se lo impidieron—, y a cambio nos darás vida a nosotros, o al menos a los que decidamos salvar —aquellas palabras no le gustaron nada a Teresa y por ello no le ayudaría—. Claro que no habrá suficiente para todo el mundo, habrá decisiones difíciles, con el tiempo el virus de la llamarada se extinguirá. Y claro no hay que olvidar a tu pequeña hermanita, chica ruda, pero lograremos controlarla de una forma u otra —Thomas se movió con más brusquedad y gritó por la frustración que le causaba las palabras del hombre, no permitiría que se acercase siquiera a su hermana—. La pregunta es quiénes van a quedar con vida después de todo —se acercó a Teresa y quitó de las manos de esta un frasco que contenía la cura realizada con la sangre de Thomas—, y gracias a ti al fin podremos elegir un futuro construido por nosotros —levantó su manga dejando ver que este también había sido afectado por la llamarada—. A tu salud —estuvo por inyectarse la cura, pero se vio interrumpido cuando Teresa rompió uno de los frascos en su cabeza provocando que cayera inconsciente, tomó la cura y se acercó a Thomas para ayudarle a soltarse, pero no logró liberarle por completo cuando Janson se colocó detrás de ella sin que le notase.
—¡Teresa! —Thomas vio desesperado como Janson lastimaba a la chica por obtener la cura, intentó deshacerse del último amarre lo más rápido posible, pero esto no ocurrió hasta que Janson golpeó la cabeza de la chica contra una de las mesas dejándola inconsciente. Thomas se bajó de la mesa y corrió en dirección del hombre embistiéndole, provocando que ambos atravesaran una de las compuertas de vidrio.
La lucha entre ambos por obtener la cura empezó, por cada golpe que Thomas recibía este lo regresaba con el doble de fuerza hacia Janson, pero aún con ello no lograba ganar, el hombre era más experimentado que él, además de un completo cobarde siendo que en cuanto logró tumbar a Thomas sacó su arma y le apuntó con ella, estuvo a nada de disparar contra Thomas, pero una explosión le detuvo.
Teresa ayudó a Thomas a colocarse de pie en cuanto vio que Janson estaba en el suelo, los dos corrían por el pasillo para huir de ahí antes de que Janson se levantase, lo que no contaban era que este ya estaba de pie y les apuntaba.
—¡Teresa! —Thomas le cubrió con su cuerpo y le guio por otro pasillo escuchando los disparos dirigidos hacia ellos. Los dos se ocultaron en uno de los laboratorios.
—Hay que salir de aquí —Thomas miró a los Cranks que había en el laboratorio, intentaba idear algún plan por lo que giró a ver a Thomas, pero este se tomaba del costado cuando giró a verla—. ¿Thomas? —Thomas no logró mantenerse más de pie, la sangre manchaba su playera, había recibido uno de los disparos de Janson, mismo que hubiese terminado en Teresa si no le hubiese protegido—. Thomas —Teresa se agachó con él cuando este terminó en el suelo a causa del dolor que le provocaba la herida, Thomas levantó su playera dejando a la vista el orificio de la bala, lo que significaba que esta había salido de su cuerpo y aquello era relativamente bueno—. Ok, por aquí debe de haber algo —comenzó a buscar con desesperación algo que pudiera detener la hemorragia, lo único que logró encontrar fueron gazas, mismas que presionó contra la herida del chico—, haz presión —le ordenó al castaño, este respiraba agitado y a duras penas lograba moverse.
—Tienes que irte, tienes que irte.
—No, no me iré sin ti —el ruido que causaba la descompresión al entrar al laboratorio llamó su atención y lograron ver a Janson entrar con el arma en alto listo para matar a Thomas.
—Lo admito, Teresa. Me engañaste, creí que éramos amigos —Janson no veía señal de ninguno de los chicos, un ruido le hizo girar con rapidez, pero no encontró nada—. Tal vez sea tu naturaleza traicionar a los más cercanos a ti —otro ruido le alertó, pero esta vez disparó—, ¿Qué esperas? No prolonguemos más esto —sonrió con malicia, en verdad deseaba ver la sangre de Thomas correr a causa suya—. Ambos sabemos que no ha salida, no lo hagamos más doloroso de lo necesario —mientras tanto Thomas se movió con dolor queriendo ver que la chica estaba bien, Teresa se movía haciendo ruido para alejar a Janson de Thomas y a su vez evitar ser vista por el hombre—. Thomas. Teresa —canturreó los nombres de ambos caminando a paso ligero en espera de escuchar cualquier movimiento y cuando escuchó a la chica se colocó frente a ella apuntándole con el arma—. Creo que tienes algo mío —Teresa se había estado arrastrando de espaldas para evitar ser lastimada, ella si le temía a morir, no deseaba morir, Teresa se puso de pie y le mostró la cura—, eso no, ¿dónde está él?
—Esto es lo que quieres, ya no le hagas más daño —Teresa intentó razonar y desviar la atención de Janson.
—¿Qué hay entre ustedes dos? —se burló, en el fondo le interesaba la chica, de una manera sexual más que nada—. ¿Crees que él es especial? Es un fenómeno. Nació con un don al igual que su estúpida hermana, jamás lucharon por él, jamás se lo ganaron —murmuró entre dientes denotando cuanto odiaba a los mellizos, pero a Thomas no solo le odiaba, le aborrecía al punto de querer asesinarle con sus propias manos—. No lo merecen.
—Tal vez, pero es de ellos.
—¿Qué me dices tú, Thomas? ¿No tienes ya suficiente sangre en las manos? No fuiste capaz de dispararle, pero yo sí —seguía apuntándole a la chica, pero giro solo en espera de alguna respuesta, Thomas por su parte sabía que este hablaba de Ava Paige—. Está bien, como quieras —avanzó hacia la chica.
—Janson —Thomas gritó llamando la atención del hombre, quien se agachó justo a tiempo para esquivar aquello que Thomas había lanzado.
—Fallaste, idiota —Thomas sonrió a medias.
—¿Crees?
Janson y Teresa giraron a ver el vidrio que mantenía cautivos a los Cranks mismo que empezó a fracturarse, uno de los Cranks se abalanzó contra este cayendo sobre Janson y el otro le siguió, el hombre gritaba piedad mientras era mordido por los Cranks sintiendo su carne siendo arrancada de una mordida.
Teresa corrió hasta Thomas y le ayudo a ponerse de pie, técnicamente estaba cargando la mitad del peso del chico, como pudo logró llegar al techo del edificio aún con Thomas medio inconsciente, vieron todo a su alrededor en llamas, ya no quedaba nada de lo que alguna vez fue la ciudad, intentaron volver, pero el fuego se los impidió, Thomas no aguantó más y se dejó caer, Teresa le sostuvo viendo como este no dejaba de sangrar.
Teresa no aguantó más, comenzó a llorar viendo cuanto daño había causado por lo que ella había creído lo correcto, no solo había traicionado y lastimado a sus amigos, sino que ahora la persona de la que estaba enamorada estaba muriendo poco a poco entre sus brazos.
Thomas también lloró creyendo que aquel era el final de todo, no había logrado llegar hasta su mejor amigo y su melliza con la cura, no se había despedido de nadie, no se había despedido de su melliza a quien adoraba más que a su propia vida, no habían disfrutado la vida que tenían por delante, no había recuperado aquellos años que le habían sido arrebatados junto a su melliza.
—Lo siento, lo intenté —sollozó la chica sin despegar su vista del castaño.
—Lo sé —Thomas acercó sus rostros hasta que sus labios se encontraron, su primer y último beso juntos, se separaron y solo esperaron su final, sin contar que los faros de una nave les iluminara, misma en la que se encontraban los amigos del chico.
—Levántate —Teresa ayudó a Thomas como pudo para que caminaran más cerca de la nave, pero esa complicado tomando en cuenta que Thomas básicamente ya no era quien sostenía su propio cuerpo, sino que ahora Teresa era quien le cargaba, la chica no dejaría que este muriera, no importaba lo que pasara con ella, no se perdonaría al ver morir nuevamente a alguien que quería.
Otra explosión en el edificio provocó que la mitad de este comenzara a venirse abajo, la nave tenía la compuerta abierta y ahora que estaban lo suficientemente cerca Teresa sabía que si empujaba a Thomas lo suficientemente fuerte este lograría subir sin problema alguno y eso fue lo que hizo, cuando lo consiguió sonrió aliviada, el ruido a sus espaldas le hizo girar para ver como el edificio completo comenzaba a caer, giró una última vez para ver a Thomas, grabándose cada rasgo del rostro de este.
—Adiós, Thomas —sonrió al mencionar el nombre del chico antes de sentir el suelo bajo sus pies desaparecer y con este ella, cayendo al fuego y a una muerta segura, su último respiro y pensamiento siendo dirigido al castaño quien gritaba su nombre. Thomas miró a cada persona, no escuchaba nada, veía a Brenda gritarle, pero algo no iba bien, no vió a su hermana, no vio a Newt, quiso preguntar por ellos, pero le fue imposible ya que se dejó llevar por la oscuridad que le brindaba la inconsciencia.
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Thomas despertó de golpe, tomó su costado en cuanto sintió una punzada de dolor, miró a su alrededor y no reconoció el lugar, las imágenes de los ocurrido pasaron por su mente, levantó su playera para ver su herida, pero está ya se encontraba bajo una gasa y ya había sido tratada. Se levantó con cuidado y salió de aquel lugar solo para encontrarse de frente al mar, lograba oír las olas romperse contra las rocas al igual que las gaviotas, giró al escuchar voces y se encontró con más cabañas como en la que había despertado al igual que a más personas.
Minho levantó la vista para ver lo que pasaba a su alrededor, sin esperar ver a Thomas caminando en su dirección, dejó todo y se levantó para acercarse al castaño, los demás le siguieron al también notar la presencia del chico, pero Thomas no pasó desapercibido el que su hermana no estuviese ahí, mucho menos Newt.
—¿Dónde están ____ y Newt? —nadie contestó a su pregunta—. Minho, ¿dónde está mi hermana? —Minho le miró buscando las palabras correctas, pero aquellos segundos parecieron una eternidad para Thomas, su mente comenzó a atar cabos. ¿Habían muerto? ¿Había perdido a su melliza? No podía ser cierto, él lo hubiese sentido, hubiese sentido que una parte suya moría si algo le hubiese pasado a su melliza, debió quedarse con ella, se suponía que él le protegería de todo y de todos.
—Thomas... —Minho le llamó al ver que este no le contestaba, el chico había estado en algún tipo de shock que ni siquiera había notado que se encontraba llorando en silencio—. Thomas, tranquilízate —Brenda se acercó a Thomas al ver que este no reaccionada, le tomó por la muñeca y le jaló con la intención de que comenzara a caminar.
—Thomas, sígueme —el chico no dijo nada, solo se dejó guiar por la chica, ya no importaba, Thomas se repetía una y otra vez que era su culpa, además de que su mente le jugaba una mala pasada recreando posibles maneras en las que su hermana había muerto al igual que Newt. Les tomó solo un par de minutos llegar frente a una cabaña, Brenda soltó un suspiro antes de adentrarse a esta jalando a Thomas con ella—. Lo siento, no debí dejarle ir sola —se hiso a un lado para dejar ver dos camas iguales en las que Thomas había despertado, en una se encontraba el cuerpo de la castaña y en otra el cuerpo de Newt. Thomas corrió como alma que lleva el diablo hasta su melliza, quiso tocarle, pero no se lo permitió sintiendo que todo era culpa suya.
—¿Qué pasó? ¿¡Qué mierda les pasó!? —posó vista en Newt quien parecía estar igual de pacifico que la chica.
—Cuando llegamos con el suero ambos estaban en el suelo, había mucha sangre, se había disparado el uno al otro —Brenda quiso decir algo más, pero el movimiento brusco de Thomas se lo impidió, este se había puesto de pie completamente furioso.
—¡Es culpa mía! —cerró los puños con tal fuerza que sus uñas se clavaron con sus palmas, no culpaba a Brenda, se culpaba a si mismo ya que si hubiese llegado con la cura nada les hubiese pasado.
—Thomas, cállate —se escuchó un murmuró, mismo que dejó helado a Thomas quien giró a ver a su melliza, ____ se encontraba a duras penas con los ojos abiertos, sentía las inmensas ganas de volver a cerrar los ojos, pero se negaba a hacerlo a menos de que Thomas cerrase la boca para dejarle descansar—. Deja dormir a las personas —su voz era ronca, se sentó entre quejidos solo para segundos después ser tacleada por su mellizo regresándola a la cama gracias al abrazo que este le brindaba—. ¡Mierda, Thomas me lastimas! —se quejó al sentir la punzada en su costado, mismo en el que había recibido un disparo cortesía de su novio—. Hace frío aquí —se quejó mientras volvía a sentarse en la cama, Thomas sintió un peso quitarse de sus hombros, ver a su hermana viva le alegraba tanto y ver que esta seguía siendo la misma le alegraba aún más—. En verdad espero que hayas traído la cura, tener a este shank inconsciente ha sido un tormento para todos y si no la tienes te golpearé —murmuró de mala ganas mientras se ponía de pie, el dolor mezclado con la falta de sueño le ponía de mal humor, aunque ver a su hermano despierto lo aminoraba considerablemente. La castaña se sentó esta vez en la misma cama que el rubio, mismo que seguía sin despertar a pesar del alboroto en el lugar—, dame la estúpida cura —el castaño rebuscó en su pantalón hasta encontrar el tubo con la cura que Teresa había hecho con su sangre y cuando la encontró se la dio a su hermana, la chica tomó una jeringa que habían dejado en el mueble junto a la cama y extrajo el líquido hasta llenar esta, tomó con delicadeza el brazo de Newt e introdujo la aguja en este inyectando a su vez la cura.
Las tres personas se vieron expectantes de lo que haría la cura con el chico, poco a poco frente a ellos las venas que resaltaban en el cuerpo y rostro del chico desaparecieron, un suspiro salió de entre los labios de Newt y un par de minutos después que parecieron horas para los mellizos lograron ver al chico moverse y abrir los ojos con lentitud.
—¿____? —la chica fue la primera persona en la que se enfocó, el esperaba ya en esos momentos estar muerto, además de que recordaba el haber disparado hacia su novia a causa de la llamarada, su vista se posó en sus amigos—. ¿Sigo vivo? —se sentó en la cama, ____ le veía sin creer que estuviese sentado y hablándoles, un sollozo salió de entre sus labios sin siquiera poder evitarlo, todo pasó muy rápido, la mano de la castaña se estampó contra la mejilla del chico provocando un sonido sordo que causó hasta que Thomas se quejase.
—Eso es por ser un maldito garlopodo, ¿¡Cómo mierda se te ocurre despedirte en una carta!? Una puta carta, ¿tienes idea de cómo me sentí? —____ estaba que echaba chispas cosa que todos notaron y prefirieron no entrometerse, la chica era peligrosa en ese estado.
—Yo... —tocó la zona afectada, quiso disculparse o decir cualquier cosa, pero los labios de ____ contra los suyos le quitaron las palabras de la boca, definitivamente la chica era impredecible.
—Y eso es porque te amo, maldito estúpido —sollozó más fuerte, se abalanzó contra él para abrazarle, ocultó su rostro en el pecho del chico mientras se permitía llorar todo lo que no había llorado esos días, Newt acarició la cabeza de la chica con cariño, no le sorprendía nada la manera de actuar de la chica, al fin y al cabo, estaba enamorado de cada parte de la chica y siempre le amaría.
.Editado.
Pelirroja W
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