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Habían pasado solo unos minutos desde que las puertas se habían cerrado y los mellizos seguían discutiendo por la decisión del otro, aunque para Minho los dos se veían como unos idiotas, realmente creía que los novatos tenían complejos suicidas.
—¿Estás loca? —Thomas la miraba más que enojado—. Eres a la única persona que se le ocurre entrar al laberinto —____ rodó los ojos por lo estúpido que aquello había sonado, ya que por si Thomas no lo había notado él también había entrado al laberinto y no solo eso él había tenido la idea.
—Si yo estoy loca tu estas igual o más loco que yo, te recuerdo que también estas aquí dentro, además de que fuiste el primero en correr hasta acá —Thomas boqueó un par de veces, pero se mantuvo en silencio no podía contra lo que su hermana había—. Thomas eres mi mellizo y también la única familia que tengo, no pensaba dejarte solo aquí adentro —sonrió un poco a pesar del miedo que sentía, quería que Thomas se sintiera tranquilo, ella sabía cuidarse y no necesitaba que su hermano le hiciera de niñero.
—Lamento interrumpir su tierna conversación de hermanitos, pero quería decirles que hicieron un gran trabajo —Minho habló por primera vez haciendo que los hermanos le miraran, este tenía la respiración agitada, el sudor aún recorría su rostro y tenía el ceño fruncido, era de esperarse que estuviera de esa manera, había cargado a Alby desde que le encontró sin ayuda alguna—. Es suicidio lo que hicieron.
—¿Qué? —preguntó Thomas confundido, realmente no esperaba que el chico les tratara de aquella manera, ya que básicamente habían entrado al laberinto solo para ayudarlo—. No podíamos quedarnos allá y abandonarlos aquí —tanto Thomas como ____ se pusieron de pie, el chico de ojos oscuros se quedó parado mientras que la castaña había caminado hasta Alby y se había hincado a un lado del chico aun inconsciente.
—¿Y de qué nos sirves a nosotros? —contestó Minho irritado—. Como quieras, rompe la regla número uno, mátense, no me importa —suspiró mirando hacia otro lado, no lo demostraba, pero tenía miedo, era la primera vez en todo su tiempo como corredor que aquello ocurría y quizá sería la última.
—De nada idiota. Solo tratábamos de ayudar y tú te comportas como un garlopo miertero —____ estaba enojada, tanto que había hablado como un habitante sin siquiera pensarlo, Thomas la miraba sorprendido, él a duras penas podía recordar las palabras tan raras que usaban en el claro y su melliza parecía ya estar acostumbrada—. ¿Qué le pasó? —se atrevió a preguntar después de varios segundos intentando calmarse, sus dedos pasaron por encima de la herida que estaba a un costado de la cabeza de Alby, su mirada se posó en otra herida que parecía estar bajo la camiseta del chico, esta estaba rota y con algo de sangre en ella.
—No quiero hablar de eso —Minho rodó los ojos antes de seguir hablando—. Digamos que los penitentes saben hacerse los muertos muy bien —en ese momento la castaña recordó lo que Newt le había dicho en una ocasión, había preguntado más sobre los penitentes y por primera vez él le había contestado sin rodeos, los penitentes no picaban, ellos pinchaban con unas extrañas agujas que tenían adheridas a su horrible cuerpo.
—¿Qué le pasó en la cabeza? —Thomas miraba como ____ limpiaba la herida con la manga de su camisa.
—Hice lo que tenía que hacer —Thomas me miró confundido a Minho, quiso preguntar más sobre lo que había ocurrido, pero como había ocurrido antes escucho la voz de ____ en su cabeza.
—Thomas no digas nada —____ no sabía si realmente funcionaría, pero en cuanto Thomas la miró con los ojos más abiertos de lo normal supo que él en verdad le había escuchado, ninguno sabía por qué podían escuchar al otro, pero era mejor mantenerlo en secreto.
—No preguntaré cómo demonios podemos hacer esto, estoy seguro que tú tampoco sabes la respuesta —su ceño se frunció sin quitar la mirada de su hermana—. Ya no preguntaré nada del tema —esta vez miro de reojo a Minho , conocía a su hermana tanto como ella lo conocía y ella siempre le hacía mantenerse al margen y no preguntar más de lo que les querían decir.
—Tenemos que ver que haremos para sobrevivir a este laberinto, los cuatro debemos sobrevivir, no pienso morir esta noche ni las que siguen, Tommy.
—Andando —ambos dieron por terminada su extraña manera de comunicación y prestaron atención a lo que sucedía a su alrededor, Minho ni siquiera había notado que se habían quedado mirándose más de lo que era normal.
—Muy bien ayúdame a levantarlo —Thomas había visto a Minho levantarse y creyó que este iría hacia Alby para poder cargarlo, pero él miró en dirección contraria.
—Hay que correr, el laberinto está cambiando —miró a los lados intentando recordar la mejor opción para huir, pero le era imposible saber por dónde no sería una muerte segura sobre todo por el ruido que hace el laberinto demostrando que este estaba cambiando como cada noche.
—¡Minho! —la chica había gritado el nombre del chico al ver que este daba unos cuantos pasos, a pesar de esto él ni siquiera los miro, ____ sabía que estaba igual de aterrado que ellos, pero aquello no era excusa alguna para abandonar a Alby.
—No podemos dejarlo aquí —Thomas levantó el cuerpo de Alby con cierta dificultad, ____ tan pronto como lo vio le ayudo a sostener el peso de Alby, Minho se quedó en silencio varios segundos antes de soltar un sonoro suspiro y girar para caminar hasta ellos, hizo a la chica a un lado para él poder cargar a Alby.
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Llevaban caminando ya varios minutos, el cielo sobre ellos ya estaba oscuro indicándoles que ya había anochecido por completo y que aún les quedaba demasiado tiempo dentro del laberinto, los dos chicos sudaban mientras seguían cargando a Alby, aunque poco le importaba a ____, ella se había ofrecido infinitas veces a ayudarles, pero ninguno estaba dispuesto a dejar que cargara el cuerpo inconsciente de Alby, se excusaban diciéndole que ellos podían y ella era una chica y le sería imposible con tanto peso, la castaña estaba más que enojada por los comentarios tan fuera de lugar, quizá era una chica, pero estaba totalmente segura de que podían cargar con Alby.
—Más rápido —Minho apresuró el paso mientras giraban, pero se detuvo al igual que todos, frente a ellos había dos caminos, debían escoger rápido uno, no podían quedarse parados demasiado tiempo, no se habían cruzado con algún penitente y era mejor no tentar su suerte.
—¿Por dónde?
—Siéntenlo —____ indicó una pared que estaba cerca suyo para que pudieran colocar a Alby contra este y dejar de cargarlo, los dos chicos suspiraron de alivio cuando dejaron de sentir sus brazos entumecidos por el peso de Alby.
—Esto no va a funcionar, tenemos que irnos —Minho caminaba en círculos sintiendo los nervios de punta.
—No, no, no, tenemos que hacer algo, hay que ocultarlo —Thomas miró a su alrededor en busca de algún lugar para poder ocultar a Alby, era su mejor opción en esos momentos, sin el peso de Alby podrían correr hasta el amanecer.
—¿Dónde? —Minho estaba frustrado y sentía que estallaría por tanto optimismo por parte de los hermanos.
—No lo sabemos Minho, pero debe de haber un lugar en donde esconderlo —las palabras de la chica hicieron que la paciencia del chico de rasgos asiáticos se fuera por la borda, tan rápido como pudo tomó el cuello de la camisa de Thomas de manera amenazante.
—Escúchenme garlopos ¿Ok? —apretó más el agarre de la camisa, ____ se acercó a ellos y empujo a Minho lo suficientemente fuerte para que este soltara a Thomas—. ¿No se dan cuenta dónde están? No hay lugar a donde llevarlo —bufó mientras pasaba una de sus manos por su cabello con nerviosismo—. No entienden, este es nuestro fin —los hermanos se negaban en creer aquello, nadie moriría, ninguno lo permitiría. Miraron en distintas direcciones hasta que su vista se clavó en un mismo punto.
—¿Thomas, piensas lo mismo que yo?
—Sí —los dos giraron a ver a Minho que los miraba expectante a alguna idea grandiosa que les sirviera en algo, ambos giramos a ver a Minho que nos miraba expectante, en verdad ____ comenzaba a creer que a los únicos habitantes que les soportaban eran a Newt y a Chuck.
—Tenemos que subirlo —hablaron al mismo tiempo y señalaron las enredaderas que estaban en un muro no muy lejos, Minho suspiró sin muchas esperanzas, entre él y Thomas cargaron a Alby y ____ se encargó de escoger las enredaderas más fuertes, cuando estuvieron listas enrolló estas en el torso del moreno, los dos chicos tomaron los extremos para comenzar a subir al chico.
—1...2...3 —____ se les había unido, ahora los tres jalaban las enredaderas subiendo cada vez más a Alby, eran lo más rápidos posibles, pero el tiempo pasaba demasiado rápido y eso significaba que tarde o temprano encontrarían un penitente, o estos los encontrarían a ellos.
—1...2...3 —repitió Thomas, pero esta vez un ruido les detuvo, Minho se asomó a un lado en el mismo lugar en el que había escuchado aquel ruido y comenzó a temblar dejando de ejercer fuerza—. ¿¡Minho qué haces!? —gritó en cuanto dejó de sentir el piso bajo sus pies al igual que la chica, el peso comenzaba a ganarles.
—Tenemos que irnos.
—Espera, ¿Qué? —____ ejerció más fuerza en las enredaderas, sus pies a duras penas tocaban el suelo—. Solo un poco más.
—Lo siento —aquella disculpa salió de los labios de Minho y tan rápido como las dijo soltó las enredaderas haciendo que el peso de Alby levantara a los mellizos que hicieron su mayor esfuerzo hasta quedar de nuevo en el suelo.
—¿Qué?¡Minho! —gritaron al verlo negar y correr por uno de los pasillos, los había abandonado a su suerte, se apoyaron en la pared esta vez cada uno sostenía una enredadera, ejercían todas su fuerza y peso para seguir con el plan, pero un rugido les detuvo los dos sintieron que la sangre abandonaba su cuerpo.
—Thomas —susurró ____ muy bajo, Thomas le hizo una señal para que guardara silencio, le tomó de la cintura e hizo que ambos se escondieran debajo de las enredaderas donde había un agujero, tan solo pasaron unos segundos después de que se escondieran cuando frente a sus ojos pasaron unas patas metálicas sumamente puntiagudas y filosas, era su fin.
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.Editado.
Pelirroja W
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