Cuarenta y dos


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El movimiento en el campamento había iniciado desde muy temprano, el ruido fuera la carpa había provocado que ____ se despertara, al principio estuvo desorientada a causa de su reciente despertar y sueño que aún sentía, pero el agarre en su cintura le trajo de nueva manera a la realidad, recordó cada suceso de la noche anterior y sintió sus mejillas arder, en verdad estaba pidiendo porque nadie hubiese escuchado nada.

—Oh mierda —murmuró para si mientras escondía su rostro entre sus manos, se sentía muy feliz, a decir verdad, el solo recordar las moles de palabras y gestos que Newt le había regalado por la noche.

—Buen día, cariño —el susurro por parte de Newt hizo a la castaña estremecer por lo sensual que le parecía la voz del de ojos oscuros al estar recién despierto, además del mote que había utilizado con ella.

—Buen día —quitó sus manos de su rostro y giró para poder ver de frente a su pareja, este tenía el cabello desordenado, sus ojos ligeramente entrecerrados, su torso seguía al descubierto y aun así se veía maldita mente bien, más lo que llamó la atención de la chica fueron unas marcas rojas que provenían desde su espalda—. Oh santo penitente —susurró dicha expresión, pero Newt le había escuchado y no evitó reír por esta, no entendía mucho cómo su novia lograba sacar expresiones tan extrañas—. Newt, te dejé marcas.

—Yo no tengo problemas con ello, además no soy el único con marcas —sonrió cual niño tras realizar una travesura y acercó más a sí a la chica con el fin de ocultar su rostro entre el cuello y el hombro de la castaña.

—Thomas va a matarnos si se entera, Minho jamás dejará de burlarse y Sartén... es Sartén le conocemos.

—Solo puedo decir que valió la pena y no me importa si se entera alguien —____ sonrió ante esto y acarició el cabello del chico, solo disfrutaron unos minutos más de paz en compañía del otro, pero tuvieron que levantarse y cambiarse para poder encontrarse con sus amigos.

Thomas se acercó a sus amigos y hermana en cuanto logró saber su ubicación, estos estaban sentados en unas rocas en las que se lograba ver el campamento completo, Minho hablaba con Newt mientras este tenía a su novia abrazada por la cintura mientras estaba sentada entre sus piernas, misma que bromeaba con Sartén quien no dejaba de reír por las ocurrencias de esta.

—Ojalá Alby pudiera ver esto —murmuró Newt y todos guardaron silencio, sabían que el rubio había sido el que mejor relación con Alby tenía y también sabían que era el que más que cualquiera hubiese merecido salir del laberinto, cada muerte dentro del laberinto provocada por Cruel, todos ellos debieron ver y conocer lo que había fuera del laberinto.

—Y a Winston.

—Y a Chuck —esta vez fue atronador quien habló, este miraba el muñeco que Chuck le había confiado antes de morir. La mención del niño provocó un peso en el peso de la chica, quien hubiese deseado que nada malo le hubiese pasado.

—Estaría orgulloso, Tommy —Newt entrelazó su mano con la de ____, Sartén soltó un grito en modo de saludo hacia Aris quien le saludó de vuelta.

—Ha sido de gran ayuda.

—Si, aunque sigo sin confiar en él —las palabras de Minho provocaron la risa de los demás.

—Minho, tú nunca confías en nadie. ¿Quieres que recuerde todo lo que pasamos por no confiar en nosotros? —bromeó provocando que esta vez Minho se uniera a las risas.

El silencio reino entre ellos, todo parecía estar en completa paz, tanto que podía llegar a extrañar a los chicos, pero no se quejaban de ella y deseaban que esta siguiera prevaleciendo.

—Oye, ¿y Teresa? —Thomas miró hacia la pareja esperando la respuesta de alguno de ellos.

—Está por allá —Newt fue quien contestó al ver que su novia se negaba a hacerlo y señaló el lugar en el que habían visto a la chica, Thomas no tardó en levantarse y en ir hacia dónde estaba Teresa ante la mirada de su hermana. ____ había evitado mencionar a su amiga u entablar algún tipo de conversación con esta todo el día por el rechazo que sentía por parte de Teresa.

—Algo no me gusta.

—¿De qué hablas? —Newt no despegó su mirada de la de ojos azules en ningún momento, en cuanto esta notó que lo había dicho en voz alta, negó.

—No me hagas caso, olvídalo. Estoy siendo paranoica, ya sabes que llego a ser algo extraña —se encogió de hombros.

—Algo que he aprendido es que no tome a la ligera tus presentimientos, no podemos bajar la guardia ahora —la pareja asintió como si cerrase algún tipo de promesa, no volvieron a hablar y los cuatro observaron el atardecer desde el lugar en el que estaban.

—Vamos chicos, no tarda en anochecer —Minho aviso y los cuatro se pusieron de pie y bajaron con cuidado las rocas, al parecer bajaban justo a tiempo para la cena cosa que los cuatro agradecían inmensamente.

—Esto es genial —Sartén se estiró hasta el punto en el que varios de sus huesos sonaron al reacomodarse.

—Ni que lo dig... —las palabras de la chica quedaron el aire y los tres chicos la miraron expectantes por su repentina pausa, la chica había dejado de caminar y miraba a lo que parecía la nada.

—¿____? —la castaña levantó una mano indicando que guardara silencio, no estaba loca sabía que había escuchado algo fuera del campamento.

—¿Escuchan eso? —habló tras un minuto en silencio, los chicos agudizaron su oído intentando oír lo que la chica decía—. Parece el ruido de... naves —recordó la vez que tuvieron que esconderse de las naves de Cruel y el sonido de estas se escuchó cada vez más cerca hasta casi escucharse sobre ellos y La Paz se esfumó en cuanto la primera explosión se presentó en el campamento seguida de varias más.

—¡Vamos! —Minho fue el primero en gritar, los cuatro intentaron correr, pero una explosión cerca suya les hizo caer hacia atrás aturdiéndolos ligeramente, la chica fue de las primeras en levantarse.

—¡Vamos no podemos quedarnos! —todos corrieron y se escondieron de los soldados que estaban atrapando a todos aquellos que habían logrado escapar de Cruel en algún momento, unos barriles fueron suficientes hasta ese momento para esconderles.

—¿¡Dónde está Thomas!? —Minho logró preguntar sobre el ruido que había a su alrededor—. ¡Vince! ¡Harriet! —divisó a los nombrados y salió corriendo hasta estos seguido por los demás.

—¿Cómo los ayudamos? —Sartén al igual que los demás estaban listos para defender su libertad, no dejarían que les atraparan, ellos lucharían.

—¡Tienen que cubrirnos!

—¡Municiones! —gritóVince, más puso su atención en el chico de ojos rasgados—¿Oye, sabes usarla?—Minho a manera de afirmar esto recargó el arma— ¡Cúbreme, es nuestra únicaesperanza! —todos tomaron un arma y flanquearon el auto con tal de protegerle,____ disparó dos veces y sintió extraña el arma entre sus manos, muydistinta a las laxas y rocas que utilizaban en el laberinto, todo a sualrededor era un caos y debían luchar contra este.














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El final de prueba de fuego está cerca y el inicio de la cura mortal a la vuelta de la esquina, veamos cómo termina todo...




.Editado.

Pelirroja W

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