xi. rey del drama


𝑫𝑹𝑨𝑴𝑨 𝑲𝑰𝑵𝑮 !

𝑫𝑹𝑨𝑴𝑨 𝑲𝑰𝑵𝑮 !

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— ¿Hiciste algo divertido el viernes por la tarde?

— Bueno, tú no viniste a ver películas conmigo y todos mis otros amigos están muertos o demasiado viejos para recordarme, así que la respuesta es no.

Natasha rió, mientras acomodaba correctamente su intercomunicador.

— Aw, soy la única amiga del capitán américa. —Natasha palmeó el hombro de Steve, y Steve no pudo evitar sonreír, pensando en lo maravillosa que Natasha se veía bromeando y sonriendo. — Pero hey, Tony, Bruce y Clint también son tus amigos, no dependas solo en mi Rogers.

— Me gusta depender solo de ti.

— Definitivamente debemos encontrarte una novia, Capitán. — Steve hizo una mueca, mientras se preparaba para saltar del Quinjet. — Si invitas a Kristen de estadística probablemente diga que sí.

— No creo que Kristen sea la indicada.

El viento que entraba por las puertas del Quinjet evitó que Steve escuchara nuevamente la risa de Natasha, terminó de abrochar correctamente su casco, y se posicionó en la rampa de salto.

— ¡Hey, Rogers! ¡Tú paracaídas! —Natasha gritó por sobre el viento, con un paracaídas extra en sus manos— ¡No hagas lo de la ultima vez!

— ¡Muy tarde!

Natasha rodó los ojos, y preparó su paracaídas para saltar junto a todos los demás, aterrizó con gracia junto al capitán, quien volvía a poner el escudo tras su espalda.

— No puedo creer que me hayas vuelto a hacer lo mismo, ¿Sabes lo peligroso que es que saltes sin un paracaídas? ¡Y justo al océano! ¡Ya caíste al océano una vez, y saliste de ahí 70 años después! — La pelirroja le comentó un poco molesta, apenas sus pies tocaron el suelo.

— Asegura el cuarto de motores y después escucharé tu charla sobre los peligros de saltar sin un paracaídas.

— ¡Soy multitareas, Rogers! ¡Multitareas!

Natasha se abrió camino hacia los motores, mientras escuchaba la suave risa de Steve en su intercomunicador. El primer hombre que se encontró estaba de espaldas, colocó su mejor sonrisa coqueta, y espero a que este se volteara.

— Hey, marinero.

No demoró en darle una patada detrás de su rodilla, haciéndolo caer frente a ella. En un movimiento rápido ya tenia la cuerda que la haría bajar hacia los motores amarrada al cuello del contrario, tomó impulsó, y bajó, disparando certeramente a los hombres que se encontraban allí.

— STRIKE en posición. — La voz de Rumlow se coló por el intercomunicador, mientras la espía seguía golpeando y deshaciéndose de los guardias que Barloc había asignado a el cuarto de motores.

— Natasha, ¿cuál es tu status? — Steve no escuchó respuesta los primeros segundos, su preocupación comenzando a golpear lentamente su mente. — Tu status, Natasha.

— ¡Espera un momento! — El soldado escuchó los quejidos ahogados, los golpes, ¿y un hombre electrocutado?, para luego escuchar a la pelirroja tomar un respiro y afirmar: — Cuarto de motores seguro.

Dio un ultimo golpe certero a uno de los hombres que se volvían a levantar, y se dirigió al cuarto de comunicaciones, con cierto sentimiento de culpa al mantener en secreto de Steve la misión que Nick Fury le dio justo antes de que partieran hacia el quinjet.

Su intención de mantener el mandado de Fury en secreto, y hacer todo antes de que Steve volviera a necesitar su ayuda, quedó solamente en intención cuando vio al super-soldado entrar de golpe por una de las ventanas junto a Batroc.

— Esto es incómodo. — Le dedicó una sonrisa juguetona, mientras su mente trataba de idear una manera de hablarle sin que Steve terminara enojado. —

— ¿Qué estas haciendo aquí? —El soldado verificó que Batroc siguiera inconsciente antes de acercarse a la pelirroja.

— Haciendo una copia del disco duro, es un muy buen habito. 100% recomendado.

— Rumlow necesitaba tu ayuda, Natasha. ¿Qué diablos estas haciendo aquí? —Steve caminó hasta estar junto a ella, observando en las pantallas como la espía pasaba información de varias carpetas a una pequeña unidad USB, respondiéndose solo a su pregunta. — Estás guardando información confidencial de SHIELD.

— Estoy llevando todo lo que pueda llevarme.

— Nuestra misión era rescatar a los rehenes. —Natasha ya podía percibir el tono enojado del soldado, y volvió a mirarlo con una suave sonrisa. —

— No, esa era tu misión. —Sacó el USB, sin dejar de sonreírle suavemente. — Y lo hiciste de maravillas.

— Pusiste en riesgo toda la operación. —Steve la tomó del antebrazo, inconscientemente acercándola más a él. —

— Ok, ahora estas exagerando. Ambos sabemos que Rumlow y su grupito de mucho musculo, poco cerebro pueden llevar sin daños a los rehenes de vuelta al quinjet.

Aquello pareció enfurecer más al soldado, quien no alcanzó a replicar antes de que tuviera que evitar una granada de un -ahora despierto- Batroc, agarró a la espía por la cintura, mientras ella rompía una de las ventanas con una bala, y escapaban apenas de la explosión.

— Mi error.

— Claro que sí.

Steve se contuvo de preguntarle a la pelirroja si estaba bien después de ver sus muecas de dolor, porque el enojo de que la misión pudo haberse arruinado más del encuentro con Batroc, era más grande. Se levantó de entre los pedazos de vidrio y fierro, y se dirigió al quinjet.

Allí, evitó constantemente la mirada de la ojiverde, evitó mirarla cuando le curaban los pequeños cortes que se había hecho en la espalda gracias a la explosión, evitó mirarla cuando la escuchó decir su nombre antes de aterrizar, y evitó mirarla cuando escuchó aquel resoplido de enojo. Sabía que no era completamente la culpa de Natasha, que Nick Fury seguía siendo su jefe, pero en definitiva le hubiera gustado que la pelirroja compartiera aquel secreto con él.

"¿Cómo lo iba a compartir si apenas te enteraste reaccionaste como el rey del drama?"

Apartó sus pensamientos antes de llegar a la oficina del espías de espías, donde este defendió con obviedad el objetivo de la agente Romanoff, le dijo que nadie compartía secretos cuando nadie los sabia, y que se calmara, y le compartió uno de los últimos secretos de SHIELD, el proyecto Insight.

— Sabía que te encontraría aquí.

Steve levantó la mirada, encontrándose con aquellos ojos verdes y aquella sonrisa que a veces lo hacia enfurecer tanto, pero a la vez le encantaba tanto. La voz de Peggy se escuchaba en el fondo, hablando de como el capitán américa había salvado a miles de hombres, incluyendo a quien más tarde se convertiría en su esposo y padre de sus hijos. La pelirroja lo esperó hasta que el video terminó, para tenderle su mano y caminar junto a él hacia las afueras del Smithsoniano.

— ¿Es terapéutico para ti venir al museo?

— En especial si están construidos en mi honor.

Natasha rió, mientras entrelazaba su brazo junto al del capitán, y emprendían camino hacia uno de los parques cercanos.

— Hey, lo siento por lo de Batroc, y no decirte sobre Fury mandándome a misiones bajo tus narices.

Steve solo negó con la cabeza, restándole importancia.

— Él sigue siendo tu jefe, y yo debo entender que ya no estoy en la milicia. Además, reaccione como un rey del drama. —Natasha volvió a reír, contagiando al rubio. —

— Déjame comprar comida china y vamos a ponernos al día con las mil películas que aun debemos ver.

— Hay algo que debo hacer primero, pero si quieres, puedes acompañarme.

— Guíeme el camino, capitán.

Volvieron a caminar, con Natasha colgada de su brazo, pasando desapercibidos entre los tumultos de gente en las calles de Washington DC. Bromearon un poco en el camino, fueron señalando las cafeterías que visitarían en algún futuro cercano, hasta llegar al edificio de veteranos.

— Descubrí que Peggy Carter está viva, hace unas semanas atrás. —Steve se sinceró en la entrada, y Natasha apretó su mano. — Y sé que ella no es mi alma gemela, porque la marca apareció muchísimo después de haberla conocido, de haberla besado en el 45. Pero cierta parte de mi...

— ¿Desea nunca haber despertado en este siglo y que ella fuera la indicada? —Natasha luchó para que aquello no saliera con su voz quebrada, pero no lo logró. Así que evitó la mirada del rubio, sin soltar su mano, porque aún no quería hacerlo.

— A veces, sí. Cuando recién desperté. Pero después algo cambió, y, lo que quería decir, era que parte de mi sigue deseando lograr lo que Peggy logró, encontrar a mi alma gemela, vivir junto a ella, formar una familia junto a ella.

Natasha solo le dedicó una sonrisa comprensiva, y, aun con sus manos unidas, lo hizo pasar hacia el edificio. Habló con la recepcionista, pidiendo el numero de la habitación de la agente Carter, mientras sentía la mano de Steve apretar la suya.

— Ve, yo esperaré aquí con un café.

Steve asintió, y entró a la habitación, encontrándose con una mujer en sus noventas, rodeada de fotografías, flores en su mesita de noche, y cuadros reconociendo su labor hecha por el país. Conversaron unos largos minutos, ella lo reconoció, y Steve le mostró las líneas brillantes en su muñeca. Líneas brillantes que poco a poco eran menos difusas, pero aun no formaban las supuestas iniciales que debían formar.

— Aún no forman las iniciales, pero estoy rogando que formen las iniciales de cierta persona que conocí después de salir del hielo. Ella es verdaderamente increíble, y sé que la amarías apenas la conocieras.

Peggy tomó su mano, sonriéndole.

— Si sientes aquella conexión única con ella, solo es cosa de esperar hasta que sus iniciales tomen forma en tu muñeca, cariño. 

n/a: LES DEBO COMO MIL DISCULPAS, PERDÓN. entre exámenes médicos, vida universitaria, bloqueos, no actualice en muchos días y de vdd perdón por aquello, pero aquí les traigo un nuevo cap, y cada vez queda menos para q estos dos se den cuenta, anyways, espero q les guste :( ¡Gracias por las nuevas lecturas, los votos y comentarios!

lxs amo. 

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