x. mal presentimiento.


𝐵𝐴𝐷 𝐹𝐸𝐸𝐿𝐼𝑁𝐺 !

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El terror constante que Wanda Maximoff sentía en cada fibra de su cuerpo se hizo cada vez más real cuando cerró sus ojos y posó sus manos sobre el arca que le daba vida al nuevo cuerpo de Ultrón.

Su mente le mostró un planeta totalmente destruido, mientras el androide se levantaba entre el polvo, con piedras de colores incrustadas en su pecho y la castaña no puede evitar soltar un grito de dolor, mezclado con el arrollador miedo que la consume. Su gemelo no tarda en acobijarla entre sus brazos, tratando de lograr que su hermana controle nuevamente su respiración.

— ¿Cómo pudiste? —Wanda enfrenta al robot, cubriendo a su hermano con su cuerpo, mientras sus manos se envuelven en aquella energía escarlata.

— ¿Qué?

— Dijiste que destruiríamos a los Vengadores para mejorar el mundo...

— Será un mundo mejor. —Ultrón le interrumpe, poniéndose cada vez más a la defensiva.

— ¿Cuándo todos estén muertos?

— ¡Eso no es...! Los humanos tendrán todas las oportunidades para mejorar. —El androide intenta explicar, justificarse. Pero no es mucho el movimiento que puede hacer con los cables que le conectan al arca.

— ¿Y si no lo hacen? —Ahora es Pietro quien habla, hay seriedad en su voz, así como también una gran furia escondida.

— Pregúntale a Noé.

— Estás demente.

Wanda no deja que Ultrón siga hablando sobre los muchos eventos de destrucción masiva antes de sacar a Helen de su ensoñación, desconectando con aquella misma energía escarlata el gran cable conectado a la cabeza del robot.

Y una sola mirada a su hermano lo hace tomarla entre sus brazos y salir corriendo de allí, antes que la bomba de tiempo que era Ultrón explotara.

Pietro corre hasta que están seguros en un pequeño mercado de la gran ciudad que es Seúl, y apenas sus pies paran y los de Wanda están tocando nuevamente el suelo, vuelve a acariciar su rostro para asegurarse que ella está bien.

— Ya salimos de allí. Se acabó.

Que equivocado estaba.

Después de que Bruce los orientara en por qué Ultrón iría tras Helen Cho, no tardaron en salir con un plan. Los espías y el Capitán irían a Seúl, el multimillonario tomaría al Soldado del Invierno e irían a lo que Nick Fury llamó como el nexo, mientras que este último volvería a la torre de los Vengadores, en compañía de Bruce Banner.

— Si Ultrón está construyendo un cuerpo...

— Será más poderoso que cualquiera que nosotros, o todos juntos. —Tony completa la oración empezada por Steve, ambos con una mueca de preocupación en el rostro, y las miradas de todo el equipo fijas en ellos.

— Un androide diseñado por un robot. En verdad extraño la época donde lo más raro que había inventado la ciencia era Steve. —Bucky soltó de la nada, mientras todos caminaban hacia el jet, con los primeros rayos del amanecer brillando en sus cabezas.

No demoraron mucho en dejar a Stark y Barnes en Washington, y mucho menos en parar para que Fury y Banner se reunieran con Hill en Nueva York. Clint tomó el papel de piloto desde allí, mientras su mejor amiga y el capitán se retiraban a descansar unos breves momentos antes de llegar al destino.

— ¿Estás segura que te encuentras bien? —Steve le preguntó a la pelirroja cuando ya estuvieron algo más alejados de los oídos de Clint. — Sabes que con Barton podemos bajar y tú quedarte sobrevolando el área.

— Estoy bien, Steve. —Natasha le sonrió, acariciando con suavidad la mejilla del súper soldado. — Además, nunca se me dio bien ser piloto, y necesitamos a Barton con la mirada arriba, es la única manera de que sea útil.

— Escuché eso. —Clint les interrumpió, haciendo reír suavemente a la pelirroja.

— Solo digo verdades, Hawkeye. Solo verdades. —Natasha le guiñó un ojo a su compañero, para luego volver a enfocarse en el semblante preocupado del Capitán. — Cariño, de verdad estoy bien. Es solo una misión de reconocimiento, bajaremos, quizá patearemos algunos robots, pero al final del día volveremos juntos a casa. Te lo prometo.

Las suaves palabras de la rusa borraron el ceño fruncido de Steve, quien terminó por dedicarle una pequeña sonrisa y acercarla por la cintura para plantarle un pequeño beso en los labios. Las mejoras que Tony le hizo al quinjet les permitieron pisar la tierra surcoreana en pocas horas, y cuando los techos de las casas y edificios de Seúl entraron a su plano de visión, un mal presentimiento se instaló en el pecho del soldado.

Pero Natasha le sonrió y besó antes de bajar del quinjet, sin darle cabida a ninguna palabra más.

Ese fue el primer error que Steve cometió ese día.

Apenas pisó el laboratorio y lo único que le recibió fue el silencio, fue cuando supo que todo saldría mal, y lo confirmó, cuando se encontró con trabajadores heridos, y una Doctora Cho igual o peor que ellos.

— Se está subiendo al cuerpo. Ultrón. —Helen logró decir entre quejidos, mientras Steve ponía presión en su herida. — No es letal, debes irte.

— ¿Dónde está?

Helen solo negó, dando a entender que no tenía idea, mientras tomaba un poco más de aire para formular las siguientes oraciones.

— El poder real está dentro del arca. La gema... su poder es incontrolable, no pueden solo hacerla explotar. Debes llevársela a Stark, y ve, puedo... puedo curarme sola.

Steve se aseguró de que Helen estuviera en mejores condiciones antes de correr fuera del laboratorio, con las voces de Clint y Natasha en su oído, confirmando todo lo que Cho había dicho.

— Hay un Jet privado despegando del otro lado de la ciudad. No hay información de los pasajeros, podría ser él. —Natasha le habló a Barton, quien no dejaba de observar los vehículos que pasaban por el puente bajo ellos.

— Nop, ahí está. Es un camión del laboratorio, justo sobre ti Steve. En la curva del puente. Son ellos, tres con el arca y uno en la cabina. Puedo encargarme del conductor.

— ¡No! Si el camión estalla con la gema destruiría la ciudad. Hay que sacar a Ultrón.

Lo último que Natasha escucha es el sonido del escudo chocando con el techo del camión, y como Steve les informa que el robot no está nada feliz con su llegada, que servirá perfectamente como una distracción.

Es mientras escucha los golpes, los discursos de Ultrón sobre como a Steve no le gustaría que el mundo evolucionara y los casi inexistentes quejidos del soldado cuando el robot acierta en algún golpe, cuando Natasha sale del quinjet en una de las increíbles motos que Stark le había obsequiado hace unos meses atrás.

— Se abrió un espacio. —Clint le hizo saber. — En cuatro, tres, dos... Acabalo.

Natasha rió mientras aterrizaba con la moto en la carretera, acelerando cada vez más, tratando de alcanzar el camión en el cual Steve y Ultrón seguían peleando, frunciendo el ceño cuando vehículo siempre se veía un poco más lejos.

Su ceño fruncido abandonó su rostro cuando vio de reojo un familiar escudo tirado en medio de la calle, soltó un suspiro y ladeo levemente la moto mientras pasaba, recogiéndolo con facilidad.

— Siempre resolviendo sus problemas...

— Ya no los tengo en la mira, el puente los escondió.

— ¿Por dónde?

Clint comenzó a guiarla entre atajos y caminos llenos de gente, hasta encontrar el camión. No tardó en entregarle el escudo a Steve, así como Ultrón no tardó en dase cuenta de su presencia y levantar un pedazo de concreto para bloquear su camino.

Frenó y no demoró en tomar un atajo para volver a reencontrarse con el camión, y poder asegurarse que Steve seguía bien. Esquivo personas, dando señales para que se movieran de su camino.

No volvió a encontrar a Steve, pero encontró el camión sin vigilancia. Saltó de la moto, lamentando que esta se rompiera en pedazos, y comenzó a apretar todos los botones que tenía el arca, pero ninguno le dio un acceso para sacar la piedrecilla brillante. Así que tenía que recurrir al plan B.

Ese fue el segundo error que cometieron ese día.

Cortó las amarras que mantenían al cuerpo sintético firme en el camión, y antes de que los robots que mantenían la carga a flote se diera cuenta, saltó afirmada de la caja metálica.

Solo que el arca fue lo único que aterrizó en el quinjet ese día.

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Steve sabía que algo andaba mal.

Perdió comunicación con Clint, sus golpes parecían caricias al lado de lo que Ultrón hacía, y no había manera en que detuviera el tren que se acababa de salir de control.

Y cuando los Maximoff aparecieron en la fotografía, pensó que aquel iba a ser el fin. Ultrón se llevaría la gema, y no habría tiempo para volver a detenerlo.

Pero cuando ambos hicieron todos sus esfuerzos para detener aquel tren, salvando a la gente que había por delante y ayudándole a luchar contra el mal invento de Stark y Banner, el mal presentimiento que acompañaba al super-soldado se disipo un poco.

Los gemelos eran asustadizos, aunque ambos no quisieran admitirlo. Eran jóvenes con demasiadas ganas de cambiar el mundo, y cuando se les dio la oportunidad, no miraron si el camino que estaban tomando era el correcto. La ansiedad, la energía, la adrenalina que les provocaba utilizar sus poderes contra lo que creían que era el bien mayor, no era nada comparada con lo que recorrió sus cuerpos cuando usaron de verdad sus poderes para ayudar a todas las personas que podrían haber muerto en un cerrar de ojos gracias al desastre provocado por Ultrón. Y aunque estuvieran jadeantes, y aunque las piernas de Pietro temblaran, solo sentían calma.

Hasta que el capitán les informó el nuevo destino del arca.

La historia se repetía, estaban seguros de que se repetiría.

— Hará lo que sea porque las cosas salgan bien de nuevo. —Wanda trató de explicar, con la voz temblorosa, pero con su mirada firme. Llena de seguridad, fielmente creyente de las palabras que salían de sus labios. Escuchó como el soldado trataba de comunicarse con el multimillonario, pero cuando no obtuvo respuesta, sabía que todas sus sospechas eran verdaderas. — Ultrón no sabe distinguir entre salvar el mundo y destruirlo, ¿De quién crees que lo aprendió?

Steve no quería creerle, quería pensar que era otro de los juegos mentales de la joven. Pero el mal presentimiento no lo abandonaba.

Así que los convenció de seguirlo, y después de unos momentos, los tres viajaban de vuelta a Nueva York. De vuelta a la torre Vengadores, de vuelta a Natasha.

Solo que Natasha no estaría ahí para recibirlo. 

n/a: estOY VIVAAAAAAAAA. no podía dejar que el 2021 se fuera sin actualizar este pedacito de felicidad. muchísimas gracias por leerme, por votar, por comentar y compartir conmigo aquí. por un 2022 lleno de felicidah para todos, les amo un montón. <3 

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