iii. ¿recuerdas cuando...?
𝑹𝑬𝑴𝑬𝑴𝑩𝑬𝑹 𝑾𝑯𝑬𝑵 ?
𝑹𝑬𝑴𝑬𝑴𝑩𝑬𝑹 𝑾𝑯𝑬𝑵 ?
𝑹𝑬𝑴𝑬𝑴𝑩𝑬𝑹 𝑾𝑯𝑬𝑵 ?
Steve se vio envuelto, en un abrir y cerrar de ojos, en un grupo con un dios, un científico, un millonario excéntrico y dos de los mejores espías que habían existido en la historia.
Habían logrado capturar a Loki, el hermano del dios asgardiano -que ahora también era parte del equipo ideado por Nick Fury-, luego Loki se había escapado, pero habían logrado recuperar a Clint Barton.
Steve no logró evitar fijarse en como Natasha Romanoff se veía mucho más aliviada luego de recuperar al arquero. Y tampoco supo explicar la sensación en su pecho al verlos tan cercanos, con un comportamiento tan cómplice. Como tampoco supo como explicar la enorme preocupación y el sentimiento de mantener a salvo a la pelirroja después de escuchar que se había enfrentado a Hulk ella sola.
Pero debía mantener aquellos pensamientos y sensaciones en lo más recóndito de su mente. Phil Coulson había fallecido enfrentándose al dios del engaño, no sabían donde estaba Thor, y menos sobre la ubicación del doctor Banner después de que Hulk apareciera.
Y Loki seguía suelto por Nueva York.
Caminó por los pasillos del helicarrier de SHIELD en busca de Tony Stark, las imágenes de su cara en las tarjetas de Coulson, manchadas de sangre, se aparecían frente a sus ojos cada vez que sus parpados se cerraban. No demoró en encontrar al multimillonario, Tony Stark se encontraba mirando fijamente el lugar donde el agente Coulson había sido asesinado por Loki. El rubio sabía que ambos sentían una enorme cantidad de impotencia, pensando en las miles de posibilidades de haber podido salvar al agente si no se hubieran puesto a discutir quien tenia el ego más grande.
— ¿Era casado? O, ya sabes, ¿tenía a su alma gemela? —Preguntó, mientras se apoyaba en las barandas y cruzaba sus brazos.
— No. Había una chelista, creo. No estoy seguro si eran almas gemelas o si tenía su marca.
— Lo siento, parecía un buen hombre.
— Era un idiota, por enfrentarse a Loki solo. — Stark soltó con molestia, mientras se acercaba al rastro de la sangre seca del agente.
— Estaba solo haciendo su trabajo, Tony. — Steve trató de acercarse al pelinegro, mientras este solo seguía moviéndose, tratando de sacar la presión de su garganta, y la rabia de su mente.
— Era demasiado para él. Debía haber esperado, debía... ¡No lo sé!
Tony seguía caminando por el pasillo del helicarrier, su reactor brillando bajo su camiseta, su mente nublada por el enojo, por la pérdida de Phil.
— A veces es la única opción, a veces no hay alternativas. ¿Es la primera vez que pierdes a un soldado? —Steve trataba de calmar al hombre de la única manera que sabía, relacionando todo a su época, a los últimos momentos de su vida antes de congelarse, y de verdad estaba intentando entender al millonario, pero las tensiones seguían en el ambiente, y la presión de la muerte de Coulson seguía arriba de sus cabezas. Y quizás no había usado la mejor elección de palabras.
— ¡No somos soldados! — Stark explotó, ambos se tomaron un segundo antes de decir las próximas palabras, pero el pelinegro fue más rápido al hablar, mientras su expresión se suavizaba lentamente. — No marcho al mismo ritmo de Fury.
— Yo tampoco lo hago, Tony. Sabemos que no es de confianza, que tiene la misma cantidad de sangre en sus manos que Loki. Pero debemos dejar eso de lado. Loki necesita energía...
El genio le miró, sus ojos iluminados con una idea después de retirar su mirada del lugar donde el cuerpo del agente había sido encontrado.
Ya sabían dónde tenían que dirigirse, Tony Stark había descifrado el plan de Loki.
— Ya sabes, te pegué realmente fuerte en la cabeza.
Natasha sonrió mientras se sentaba en la camilla de Clint. Había recuperado a su mejor amigo después de semanas sin saber de él, había recuperado a la única persona que la había hecho sentir que podía enderezar su camino. Desabrochó las ataduras que SHIELD le había puesto a Barton, negándole cualquier pregunta que atormentara más su mente. Sabía lo que se sentía ser controlado mentalmente, y le dolía saber que él había tenido que pasar por ello. Le aseguró que nada era su culpa, que todo aquello era nuevo, monstruos y magia por la cual nunca habían sido entrenados.
— Sé que hará su ultimo movimiento, su ultima jugada. Hoy. — Clint le comentó a la pelirroja, mientras bebía un poco de agua que esta le había servido.
— Entonces debemos detenerlo. Tenemos que detenerlo. — Natasha afirmó, decidida, como nunca se le había visto.
— ¿Tenemos? ¿Quiénes?
— No sé, los que quedamos. Stark, tú, Rogers, yo.
— Bueno, meterle una flecha en el ojo definitivamente me hará dormir mejor.
Natasha rio suavemente, mientras volvía a tomar asiento a su lado.
— Ahora si suenas como tú. —Clint sonrió junto a ella.
— Pero tú no. Eres una espía, no un soldado. ¿Por qué te quieres meter en una guerra? ¿Qué te hizo Loki? O, mejor dicho, ¿Qué te hizo el capitán américa? — La sonrisa de Clint se hizo un poco más grande, un poco más divertida.
— Nadie hizo nada, Clint. — Natasha soltó un pequeño suspiro, para luego bajar un poco el cierre de su traje, y mostrarle la marca brillante, que se seguía dibujando y tomando forma bajo su clavícula. — Esto pasó. Además, ambos sabemos que estoy goteando números rojos, que necesito seguir un camino derecho.
— Nat, ¿tienes un alma gemela? ¿Cuándo te diste cuenta de que apareció la marca? ¿Lo conozco? ¿Es de SHIELD? — Clint abrió mucho sus ojos, sorprendido, su mirada siguiendo las líneas que se movían sobre la pálida piel de su amiga. —
— Al parecer sí, me di cuenta el día que recluté a Rogers, ni siquiera yo sé quién es quien hizo aparecer esta cosa, así que esas son las únicas respuestas que puedo darte. — La pelirroja volvió a subir el cierre de su traje, rodando los ojos. — Ahora ve a lavarte ese rostro, por favor. Aún tienes del polvo que te hice comer con la golpiza que te di.
La espía vio a Clint reír, mientras golpeaba con suavidad su hombro, para luego retirarse. Mientras Clint hacía lo suyo en el pequeño baño de la habitación, Natasha se permitió un momento para sentir todas las emociones que estaba reprimiendo desde que Loki había puesto un pie en el helicarrier.
Tener una alma gemela la tenía abrumada, sentir el ardor en su piel cada vez que estaba cerca de Steve Rogers la tenía abrumada, con un torbellino en su cabeza, porque no era posible que fuera él. Se negaba a creer en la mínima posibilidad de que él fuera quien hubiese activado el raro mecanismo del universo que dibujaba las líneas brillantes en su piel.
Concéntrate, Romanoff. No se han tocado, ni mucho menos besado, y las miradas no hacen aparecer marcas. Deja los sentimientos de lado, hay algo mucho más importante por lo cual concentrarse.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por quien los hacia agobiarse, Steve Rogers entró en el compartimiento para avisarle que era hora de irse, que le decía en el camino a donde se dirigían.
— ¿Puede manejar un jet?
Antes de que Natasha pudiese responder, Clint Barton salió del baño del compartimiento, secándose sus manos como si no hubiese estado días bajo el control de un dios loco.
— Yo puedo.
Steve intercaló su mirada entre Barton y Romanoff, su muñeca ardiendo bajo su traje, su pecho compitiendo contra el ardor de los celos. Pero aún así, espero la confirmación de la espía para darle el visto bueno al arquero. Necesitaban todas las manos posibles en la situación.
El soldado abandonó la habitación donde se encontró a los agentes, carraspeando suavemente para aligerar la presión de los celos en su pecho. ¿Celos? No, no, no. Apenas conocía a la pelirroja, apenas habían cruzado algunas palabras en conversaciones plenamente basadas en el trabajo, tenia que centrar su mente en Loki, en salvar Nueva York, y después podía sumergirse en sus pensamientos y en lo preciosos que encontraba los ojos de la rusa.
En pocos minutos, el capitán junto a los dos agentes sobrevolaban por Nueva York. Un Nueva York que estaba siendo atacado por aliens. No duraron mucho en el cielo, Clint debió aterrizar de manera algo brusca el jet en el que se encontraban.
Lo que vieron cuando bajaron, los dejó aún más sorprendidos. Por un momento no eran más que tres mortales frente a una amenaza a la cual ninguno había recibido entrenamiento, puesto que siempre pensaron que eran simples historias.
— Cap., ¿recuerdas cuando te dije que me debías 10 dólares y un hot-dog si encontraba algo que te sorprendiera? — Romanoff preguntó, tratando de aligerar un poco el ambiente mientras una gran cosa salía del agujero de gusano que se abría en el cielo de la ciudad. —
— Sí, creo que te debo una cita.
El capitán soltó sinmás, dejando a la espía muda, mientras ambas marcas ardían suavemente bajos sustrajes y una de las peleas más grandes de sus vidas comenzaba a reproducirsefrente a sus ojos.
n/a: todos sabemos que Steve desde ya está muy enamorado de Nat. fin. KLDJLASJD me salté media película de los vengadores, pero tengo tantas ideas, y hacer a Steve un poco más atrevido y divertido es una de ellas. ¡Espero que les guste el nuevo capítulo! espero sus votos y comentarios, lxs amo y cuídense mucho<33
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