Las 500 de Indianapolis
13 años después.

-bienvenidos fanáticos del automovilismo a las 500 millas de Indianapolis, donde daremos inicio a una espectacular temporada de este deporte que amamos que se llama NASCAR... hoy hay unos cuantos novatos en las filas que darán todo por ganarse un puesto... pero las cámaras van al campeón, Lincoln Loud, portando el número 72, corriendo con su Chevrolet, y bajo el patrocinio de EA Sports.

Zona VIP
Gradas.

-Lola, decídete donde te vas a sentar -gruñó Luan con su hijo en brazos- debo quedar junto a Benjamin y lo sabes.

-ya voy, ya voy -respondió con enojo- pero no me sentaré en el asiento flojo.

-literalmente no hay asientos flojos, Lola, estamos en la zona VIP -respondió Lori sentada junto a Roberto.

-Lincoln debió conseguirnos una zona mejor -se quejó la rosada.

-estamos en la zona VIP, ¿qué más querías? ¿Sentarte En la pista? -se burló Lynn Jr- agradecele que él paga nuestros pasajes de avión.

-meh, tengo mejores cosas que hacer que verlo dar quinientas vueltas en ese auto... y siempre vamos a verlo, todas tenemos cosas por hacer -siguió la rosada.

-él también va a vernos cuando hacemos algo que amerite publico -defendió Lisa- los Stand Up de Luan, los conciertos de Luna, los ensayos que yo presento, los recitales de Lucy, visita a Lily y le paga la universidad, vive con Lana, va a cenar en el restaurante de papá, Mamá es su dentista, Lori le ayuda con sus gastos, va a las competencias de Lynn, le compra ropa a Leni... nunca nos olvida, devuélvele el favor. Sin embargo, me gustaría que fuera más presente, ya casi no lo vemos.

-bien, tienes un punto -resignó la rosada sentándose junto a Leni y Lynn Jr- y me refiero al hecho que básicamente es un fantasma, ya casi ni se aparece en casa.

El anunciador avisó que la competencia empezaría en cualquier momento, llenando de alegría y emoción a las chicas... excepto Lucy, ella casi nunca grita o celebra o... esta feliz.

-Lynn, me enteré que perdiste la temporada pasada de Rugby ¿te sientes bien? -le preguntó Lori.

-mmh -gruñó enojada- no quiero hablar de eso, no es algo de lo que quisiera recapitular. Con ver a Lincoln ganar me siento mejor, así que no me lo arruinen.

-alguien despertó con el pie izquierdo -comentó Luna.

-solo te alegra verlo ganar a él, pero con nosotras te suele dar igual ¿que pasa? -le preguntó Lola.

-porque es mi Hermano más cercano y porque nos apoyamos mutuamente más de lo que lo hago con ustedes... además ¿que acaso no puedo?

-relajate Lynn, solo era un comentario -intervino Rita.

Los autos comenzaron a salir de sus garajes y se acomodaron en la pista, los pilotos salían y las Loud buscaban con la mirada a Lincoln, quien no estaba aún en la pista.

En el garaje de Lincoln.

-Linc, mira esto -le llamó Lana- hay una carta pegada a la entrada del garaje.

-¿mmh? -se cuestionó quien podría ser- traela.

-justo eso iba a hacer, va dirigida hacia ti.

Lincoln abrió la carta, definitivamente era para él. Una carta de un amigo que tuvo hacía muchísimos años y que no había vuelto a ver.

"Hola Linc, te escribo porque en realidad nunca guardé tu número (o lo cambiaste, no se). Ahora vivo en Fairheaven con mi hermano y mi cuñada... cuando nos dejamos de ver decidí reunirme con él y pedirle perdón por todo, creo que ahora estamos bien.
Te he visto competir por la TV, no me pierdo ninguna carrera. Sin embargo me he dado cuenta que has tenido una racha de derrotas muy seguidas. Sé que debe ser horrible, pero quiero que sepas que a pesar de todos estos años sigues siendo un orgullo para mi y para muchos que te ven correr a 300km/h en ese Camaro. Si tienes algún problema nunca dudes en buscarme.

Con aprecio
-Brian"

La carrera había comenzado, y a pesar del esfuerzo Lincoln no ganó, pero tenía un sentimiento de tranquilidad en su interior. Sabía que tarde o temprano debía retirarse, pero sabía que contaba con sus amigos y familiares. Debía dejar su vida profesional de lado y conectar Más con su familia... sin embargo tenía agentes y representantes y debía responderles a ellos primero antes que nada, sino perdería el contrato.

Lincoln no se despidió de su familia, y los Loud volvieron enojados y algo decepcionados a sus respectivos hogares.