Royal Woods, un tranquilo suburbio americano, jamás imaginó el horror que se avecinaba. La vida de los Loud, una familia numerosa conocida por su caos y amor, estaba a punto de dar un giro macabro. Lincoln, el único chico de la casa, estaba jugando videojuegos cuando escuchó un ruido extraño proveniente del exterior.

"Chicos, ¿alguien vio mi cargador?", preguntó Lincoln, sin prestar mucha atención.

"¡En el baño, tonto!", gritó Lori desde su habitación.

De repente, un grito desgarrador rompió la tranquilidad de la casa. Era la voz de Clyde, el mejor amigo de Lincoln, que vivía al lado.

"¡Lincoln, corre! ¡Algo está pasando!", gritó Clyde a través del teléfono.

Lincoln no comprendía lo que ocurría, pero la urgencia en la voz de su amigo lo impulsó a salir corriendo. Al llegar a la casa de Clyde, se encontró con una escena que lo dejó petrificado. Los vecinos, antes amables y cordiales, ahora eran monstruos deformados, con ojos inyectados en sangre y una sonrisa grotesca que revelaba dientes afilados.

"Clyde, ¿qué pasó?", preguntó Lincoln, su voz temblorosa.

Clyde, con los ojos llenos de terror, señaló a un hombre que antes había sido su profesor. El hombre, ahora una criatura monstruosa, se abalanzó sobre Clyde, gritando obscenidades y tratando de morderlo. Lincoln reaccionó por instinto y empujó a su amigo fuera del alcance del infectado.

"¡Corre, Lincoln! ¡Es la plaga!", gritó Clyde mientras huía.

Lincoln no entendía nada, pero sabía que tenía que escapar. Corrió a casa lo más rápido que pudo, pero al llegar se encontró con una imagen aún más aterradora. Sus hermanas, sus padres, todos habían sido infectados. Sus rostros, antes llenos de vida y alegría, ahora eran máscaras de puro odio y locura.

"Lincoln... ¿por qué no estás con nosotros?", preguntó Lori, su voz apenas reconocible.

"¡No lo hagan, hermanas!", suplicó Lincoln, pero fue inútil. Sus hermanas, ahora criaturas irracionales, se abalanzaron sobre él.

La Plaga

Lo que estaba sucediendo en Royal Woods era solo el principio. Una misteriosa plaga se había extendido por todo el mundo, transformando a las personas en seres crueles y violentos. Los infectados, conocidos como "Los Cruzados", eran impulsados por un instinto primario de destrucción y muerte. Su única misión era infectar a todos los que pudieran, convirtiéndolos en nuevos miembros de su ejército.

Los Cruzados eran más que simples zombies. Eran seres conscientes, capaces de sentir dolor y placer, pero su humanidad había sido corrompida por la plaga. Su único objetivo era propagar el caos y el sufrimiento. Eran capaces de usar herramientas, comunicarse entre sí y organizar emboscadas.

Lincoln, junto a un pequeño grupo de sobrevivientes, tuvo que luchar por su vida en un mundo que ya no reconocía. La casa Loud, antes un refugio seguro, se convirtió en un lugar lleno de horrores. Lincoln tuvo que enfrentar a sus propias hermanas, a sus vecinos y a desconocidos infectados, todos ellos ansiosos por devorarlo.

En este nuevo mundo, la inocencia de la infancia se había perdido. Lincoln, un niño que antes se preocupaba por las bromas de sus hermanas y por conseguir un cómic, ahora tenía que enfrentarse a los horrores de la supervivencia. La plaga había transformado a Royal Woods en un infierno, y Lincoln era uno de los pocos que aún conservaba un atisbo de humanidad.