Capítulo 1

Narrador Lincoln Loud

Solo visualizar el habiente de mi habitación, hace resaltar el cambio brusco de mi motivación. El cual siempre me hacía levantar con ganas de ayudar al quien lo necesite, como un héroe. Cada póster pegada en mis cuatro paredes me levantaba el ánimo de seguir ayudando. Aun tenía cierto grado de gusto por los cómics que tenía guardado en mi cajón debajo de mi cama.

Mire hacia mi adelante y no me sorprendió que mis padre hubieran comprado cosas costosas para mí, una laptop, una montaña de cómics y una nueva consola. No tenía ni ganas de tocar esas cosas.

Imprevisto dolor de mi pierna, provoco tomara mi bastón para ayudarme a ponerme de pie. Después de fijarme la hora, 6:01 Salí de mi habitación, por el bastón cada paso que daba retinaba por las paredes. Despacio baje por las escaleras para solo sentir el olor del desayuno, mire toda la sala con un poco de modestia, nunca me gusto el gusto de mis padres, ni siquiera me moleste en fijarme quien cocinaba tan temprano, no tendría clases por una más, para acostúmbrate a vivir con mi "familia".

Hoy tenía ganas de salir, respirar el aire fresco tal vez.

Tome una pequeña nota de un cuaderno cerca y escribí que iba salir, que regresaría para la cena.

Con tranquilidad Salí de casa, para encontrarme con una refrescante brisa, el cielo estaba aún azul oscuro, ya se podían distinguir la pequeña luz que producía el sol asomarse.

Deje contemplar el ambiente y deje ser tan cerrado, seguí adelante con una sola dirección la biblioteca, esa cosa aburrida donde encuentras miles de libros para leer y reforzar nuestros procesos psicológicos.

Porque hacer algo tan aburrido y absurdo como ir a esa cárcel con libros. Solo era necesidad del momento.

O solo era una excusa para no estar con mi "familia".

Siempre elige lo cual me haga sentir bien conmigo mismo, aunque sea miserable.

Narrador

Nuestro protagonista solo se dedicó a estudiar todo el día, su dedicación fue tal que no paro un para darse el lujo de un manjar en la tarde, parecía que el hambre se le había olvidado.

Esto no paso desapercibido por la bibliotecaria, quien veía de vez en cuando a nuestro protagonista. Cada vez que ella lo ve, le interesaba más lo que pasaba por la mente del chico. Y así paso del día de la señora, dirigiéndole miradas de curiosidad al albino.

La señora simplemente dejo de verlo para acercase al joven.

_ señora, puedo llevarme este libro a mi casa _ una niña de tez morena interrumpió a la bibliotecaria.

_si querida, dame tu tarjeta y te lo puedes llevar_ algo apresurada dijo la bibliotecaria.

_ ¡ah! Si... tome _ la niña dijo, entregando su tarjeta de la biblioteca.

_espere un momento, tomara un segundo_ la cara de la niña se llenó de felicidad por aquella noticia.

Un minuto paso y la registración de los datos de la niña se alinearon al ordenador de la biblioteca.

_bien, puedes llevártelo, recuerda traerlo el miércoles_ la niña asintió en afirmación, dejando a la encargada un poco orgullosa de la niña.

Ella volvió a mirar a la dirección de su compañía albina, para encontrar una mesa vacía. Suspiro en resignación, solo tenía la pequeña esperanza que el peliblanco vuelva mañana.

Momentos antes con el albino. El joven al mirar por casualidad por la ventana de la habitación, se sorprendió de que haya perdido la noción del tiempo, estudiando variedades de cursos. Dejo en pausa su lectura, acomodo los libros y luego los re-ubicó. Fijándose que nada se le había olvidado salió de la biblioteca.

El joven solo camino despacio con favor a su bastón, llego hasta la puerta de su hogar reflexionando si entrar o no, al final solo entro, dejando ver a una preocupada madre.

_ ¡en donde carajos te metiste! _ una preocupada Rita, alzo la voz por la preocupación y enojo del descuido de su hijo.

El albino no se asustó o sintió lastima por su madre, realmente se sentía cansado para tener una discusión con ella ahora mismo y lo más inteligente ahora sería solo decir la verdad. O según su verdad.

_estuve en el parque observando a las personas _ contesto con tranquilidad.

Provocando que su madre se enojara más con él, pero ella se calmó por el bien de su hijo.

_ ¿y porque no avisaste? _ ella pregunto.

_claro que lo hice, te deje una nota, por si no lo has leído, dice que vendría para la cena _ el albino empezó a caminar hacia su habitación.

_acaso, no te importa mi preocupación, no sabes lo que preocupada que estuve todo el día _ ella le dijo a su hijo antes de que el siquiera pisar un escalón.

_ me importa, por eso lo hago_ simple y sencillo el albino respondió a su madre.

La señora se quedó callada por la respuesta de su hijo, no aguantaba esto solo observo como su hijo subía las escaleras hacia su habitación.

Lincoln, al subir solo encontró a una persona, el chico se confundió por un dilema de sentimientos hacia esa persona, él debía odiarla, pero no sentía nada por ella, siempre pensó que al ser la más inocente y gentil hermana, ella detendría su abuso, pero no fue así parecía no importarle en lo absoluto. En su expectativa ella era única y especial.

Ella fue alguien que también lo ayudo a comprender que "no esperes mucho de nadie, así no te decepcionara".

Uno de los factores más importantes normas.

Solo pasó de largo, no queriendo intercambiar palabras con ella. Solo para ser interrumpida por un delicado abraso.

_discúlpame linki _ el albino sintió las lágrimas de su hermana, mojando su polo.

_dame una razón coherente para perdonarte_ el albino exigió.

_porque yo te quiero _ la hermana dijo melancólicamente.

_y no lo dudo, Leni, pero eso no es una respuesta _ tajadamente dijo hacia su hermana mayo.

Ella sollozo, tal espectáculo era visto por la mayoría de hermanas del albino, él se dio cuenta de eso, pero no le importo.

Leni Loud, solo lloro aún más, pero no soltó a su hermanito, la culpa la carcomía por dentro.

_tú me dijiste que si era una respuesta, me enseñantes que el amor es la respuesta para todo, es lo único que llegue a aprender de ti _ ella se quejó.

_me equivoque _ el albino intento salirse de los brazos de su hermana, pero nada.

_ Leni, tal vez me ames y tal vez no, eso no me interesa realmente _ él dijo al fin soltándose de Leni, que cayó al piso.

Alzo la voz para que todos los presentes escucharan, su madre que estaba en la escalera y sus hermanas en cada uno de sus habitaciones.

_amo estar solo... o al menos me convencí de que así estaba mejor. Llegue a quererlos a ustedes, habiendo tantas posibilidades que las odie, las ame, ustedes lo cambiaron todo... Y luego se fueron, estamos mejor solos, sufrimos solo, morimos solos, no importa su eres un hermano modelo o las hermanas del año _ el albino llego a su habitación aun con la puerta abierta dijo _ mañana será igual _ cerrando las puertas de este, dejando una familia con culpa de haber cambiado a hijo/hermano.

Esas palabras causaron un pesar en los corazones de su hermana y su madre, habían cambiado a Lincoln.

Cada una tenía sus propios pensamientos de las palabras de su hermano, ellas tenían intención de disculparse con él en la mañana, pero no estaba presente en el hogar para eso. Sus dudas fueron reacomodas por el monologo de su hermano.

Quería alejarse de ellas, él quería apartarlos de su vida.

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otra mañana se presentó en la casa Loud.

Con un aura deprimente las Hijas ruidosas, salieron de su cuarto a hacer sus actividades, todas se quedaron observando la puerta de su hermano, creyendo que estaba ahí.

Lynn Loud, fue la única que tomo el valor de arreglar las cosas con su hermano, aunque fuera un milagro que eso pase.

Toco la puerta decidida, pero no tuvo respuesta, normalmente esperaría que su hermano abra la puerta, pero esto era una situación muy especial, ella quería su perdón.

Abrió la puerta despacio, gracias que el de su cuarto era el única que no tenía seguro. Avanzo nerviosamente para solo encontrarse con una habitación vacía, pero se sorprendió de no ver el cambio de este, según ella recordaba antes de accidente que causo con sus hermanas.

Las paredes limpias, ningún poster pegado en las paredes, lo bárbaro de su habitación se había desaparecido. Solo una cama y una pequeña carpeta llena, sorprendentemente, solo libros, ningún comic de los que leía su hermano. Su cama tendida perfectamente, todo estaba ordenado.

Por curiosidad se acercó al escritorio de su hermano, solo encontrándose con un par de dibujos, muy buenos, parecía completamente hecho a manos de un gran artista profesional, aunque ella no esté al tanto del arte.

_ sabes que él se va enojar si sabes que entraste...suspiro... _ una familiar voz espanto a la deportista, provocando un brinco de la sorpresa y el miedo.

_ ¡hay! ¡Lucy! Deja hacer eso, por poco se me para el corazón _ Lynn dijo con fastidiada.

_bueno, eso agraria el día de Lincoln _ melancólicamente, Lucy Loud hablo.

_ ¿qué?_ la deportista dijo con dudad.

_dije que él se alegraría que la fuerza del más allá, hiciera justicia y nos pase algo más crudo que la muerte _

La deportista comprendió el mensaje de su hermana, no era de extrañarse que todas se sintieran que aún no recibían su merecido, pero dudaba que su Lincoln, le guste ver como alguien de la familia sufra.

_no creo que Lincoln, sea le agrade que nos pase algo malo, sé que nos quiere _ Lynn dijo con determinación en la lengua.

_tal vez el antiguo Lincoln, pero no este nuevo, el cambio, aunque cueste creerlo, debemos enfrentarnos a la realidad Hermana, el ya no nos quiere en su vida, ayer mismo lo afirmo _ deprimente mente las palabras de la pequeña niña gótica, hicieron que Lynn tragara su llanto, ella no quería dejar de pensar que su hermano ya no la amaba.

Lucy se retiró del lugar. Dejando sola a su hermana.

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apartado del intercambio de palabras, en la biblioteca, se encontraba el albino en el centro del lugar público, una montaña de libros alrededor de este y un vaso de café. No dejaba que ninguna letra de aquellos libros se le escapara. La cafeína de su cuerpo comenzó a darle energía para seguir con el siguiente libro.

La bibliotecaria miraba atentamente a albino, ella estaba muy contenta de que el peliblanco allá regresado. Esta vez se fijó que nadie estuviera cerca de ella para interrumpirla, salió del escritorio para acercarse a hablarle.

Mientras que Lincoln solo estaba concentrado, ella se le coloco atrás.

_buenos días _la bibliotecaria saludo.

El albino no dejo de ver el libro, pero escucho a su acompañante y no quería ser descortés o sí.

_buenos días señorita, al fin se acercó a saludar _ él dijo, sorprendiendo y sonrojando a la chica.

_ ¡he!... n-no lo siente si lo fastidie, solo me dio un poco de curiosidad de lo que estaba leyendo ayer _ ella dijo aunque una verdad a medias.

_que alivio, creí que eras de esas señoras que le gustaba los niños _ aun con la mirada en libro, sonrojo más a la bibliotecaria por aquella descarada acusación.

_ ¡yo no soy de esas!, como puedes pensar en eso siquiera... ¿y un niño? _ Ella dijo toda roja, pero se cuestión de que dijo, el no parecía un niño. Así verdad el peliblanco parecía de 17 o 18, por el estiro que tuvo en los meses que estuvo en el hospital.

_bueno que una hermosa señorita se me quedara viendo todo el día, con cara de niña en dulcería, no es algo que no tome en consideración... y tengo 14 aun creo que eso se le considera como un niño pasando por la pubertad, según la ley_ el albino dijo con un tono inocente y coqueto, volteando la página se concentró en las siguiente par de líneas.

La bibliotecaria quedo sin habla por la vergüenza, bajo la mirada para ocultar el rubor de sus mejillas.

_pero así en verdad, puede de dejar de interrumpirme, molesta mi lectura _ el albino dijo para concentrarse en su libro nuevamente.

La mujer de 23 años no sabía que decir, el corazón se le acelero como nunca, era una nueva experiencia que alguien la llamara hermosa, como robot solo volvió a su lugar. Dejando en paz a albino.

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bueno lectores, me anime a segir escribiendo este fic, la verdad... pensaba dejarlo, pero alguna que otra cosa llego a mi espacio mental, y esta esto...

estoy en un 70% que la continuare escribiendo el fic.