Me casé con todas las Unloud - Parte 1

Bienvenidos nuevamente a un nuevo capítulo del fic en donde siempre es halloween. Esta vez tomaré prestadas a las Unloud, ya saben quienes son y si no, pues busquen el fic en fanfiction "The Loud House: Entre la oscuridad" y si ya las conocen, pueden empezar a leer el capítulo sin riesgo a preguntarse "¿Y estas quienes son? ¿Qué esta pasando? ¿Metal-DragonGX es un loco salido de Asylum?

PD: Este es un universo alterno.

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Tierra - 23335.

Unlucy se encontraba llorando la muerte de su hermano mayor, al cuál todas amaban y tenían sexo con él. Lincoln demostró tener un valor y una fuerza de voluntad temible, ¿Y cómo lo hizo? Pues cuando terminaron siendo capturados por aquel grupo de plagados y llevados a su campamento, Lincoln fue infectado pero antes de caer en la locura absoluta, pudo usar esa fuerza y resistencia que daba el virus del pecado para acabar con todos los plagados que habían asesinado a sus padres y arrojado a su hermana bebé a un abismo.

Por suerte Lisa pudo crear un suero que los hacía a sus hermanas y a él conservar un poco de su cordura, además de tener poderes que les permitían ser peores que los plagados.

Los años pasaron y Lincoln y sus hermanas lograron seguir adelante, más o menos. Al principio fue difícil lidiar con los cambios de actitud de sus hermanas, sobre todo Lynn y Lola, pero al poco tiempo pudo saber como tratarlas.

Pudieron reclutar a sus amigos que habían sido convertidos en plagados, como Bobby y Ronnie Anne, pero esta última murió en un ataque militar efectuado por la resistencia. Un grupo de personas que los atacaban solo por que eran diferentes.

La lucha fue dura pero al final Lincoln pudo resolver todo y solo necesitó infiltrarse junto con Bobby a la base de la resistencia para buscar un anillo de compromiso, follarse a la esposa embarazada del general y dejar que todos se infectaran por si solos.

Todo iba bien desde la caída de la resistencia, Lincoln se iba a casar con Lynn. Pero, un día él simplemente... Murió. Nadie sabe como y por que, pero ya nada importaba. Lincoln se fue y solo podían llorar lágrimas negras por su muerte.

—Oh hermano, ¿por que te fuiste y me dejaste sola? —preguntó la líder de las Unloud a la nada.

—P-pues... Quién sabe, murió tan repentinamente y sin dejar rastro de culpables —habló Unlana a sus espaldas. La rubia de vestido azul se veía muy nerviosa y muy extraña.

Unlucy la miró con una mirada triste y se le acercó.

—No te sientas mal Lana, Lincoln debe estar en un lugar mejor... Yo desearía estar donde esta... —Dijo Lucy.

Unlana puso su mano en su hombro y la consoló por el resto del día. Ya ninguna de ellas tenía motivos para seguir, los plagados no las satisfacían lo suficiente, la resistencia fue vencida hace tiempo y su hermano Lincoln murió muy misteriosamente. Según Lana, él empezó a actuar como loco y se ahorcó a sí mismo. Ella no pudo hacer nada, por que...

—¿Lana? —le habló Lucy.

—¿Si? —respondió ella.

Se le acercó y la miró a los ojos.

—¿Por que no detuviste a Lincoln? —preguntó con seriedad.

Lana se quedó sin habla, empezó a sudar mucho y sus ojos miraban a un lado y a otro.

—P-pues ya sabes... —No supo que decir. —C-crei que jugaba jeje. —Se reprendió mentalmente al decir la excusa más estúpida de todos los tiempos en todas las tierras de todas las dimensiones.

—Oh... Ya veo —Unlucy la dejó de ver y bajó la cabeza.

Se alejó de allí dejando sola a una estupefacta Unlana. La cuál no podía creer que le creyera.

Más tarde, todas las Unloud estaban reunidas en un salón muy deteriorado, Unlisa las había convocado a una reunión urgente para discutir algo muy importante según ella.

Habían enterrado a Lincoln hace una semana y ya ninguna estaba de humor para nada.

—Lisa, ¿¡Quieres decirnos que demonios quieres de una buena vez!? —Unlynn habló. Se veía muy furiosa y amenazaba con golpear a todos con su bate con clavos.

—Si, Lisa. Ya dinos, tengo que seguir haciendo ropa para cuando Linky despierte —habló Unleni, la chica aún no daba crédito a que su hermano se haya ido para siempre.

La mayoría soltó un suspiro cansado y unas pocas un suspiro de pesar.

—Leni... —Unlori intentó explicarlo por novena vez pero...

—No, déjala. Tendrá que entenderlo con el tiempo —habló Unlola con tono molesto. Ella a veces odiaba la estupidez de su hermana mayor.

Unlori asintió con pesar y se quedó callada.

—Hey sis, ¿Nos diras lo que quieres o que? —Unluna no sonaba muy a gusto de estar allí.

—¡Si ya dinos por un demonio! —gritó Unluan inclinando su cabeza a la izquierda. —Hay que ser pacientes y dejar que nuestra querida hermana menor nos diga lo que se le ofrece. —Dijo nuevamente inclinando su cabeza a la derecha.

—Si, Lisa ya dinos —dijo Unlana, ella por alguna razón quería irse lejos de allí.

Unlisa tomó un poco de café y se dirigió a todas.

—Cómo ya sabrán, nuestro hermano Lincoln murió hace poco —dijo Unlisa.

—No Lisa, el fue a un campamento a visitar a nuestros padres y a Lily y pronto volverá con nosotras, ¿No lo recuerdas? —Dijo Unleni con una sonrisa que irradiaba felicidad.

Unlisa entre cerró los ojos y se dirigió a ella.

—¡Es cierto! —luego se acercó a la rubia y la encaminó a la salida. —Es por eso que debes terminar la ropa que le prometiste, lo antes posible. —Le dijo con calma y una sonrisa fingida.

Unleni la miró mal por unos segundos y cuando la genio creyó que la atacaría por pensar que era tonta.

—¡De acuerdo! —dijo ella con felicidad para después salir por la puerta.

Unlisa volvió al frente de todas y se dirigió nuevamente a sus hermanas restantes.

—Será lo mejor, no quería darle falsas esperanzas —dijo con un dejo de tristeza.

—Pero, ¿De qué hablas? —Preguntó Unlana.

Unlisa se aclaró la garganta y les empezó a explicar sobre la existencia de otras dimensiones, que podría encontrar una en donde todas pudieran viajar y ocupar el lugar de las versiones de ellas en esas tierras y así estar con Lincoln, nuevamente.

Pero lo malo es que aun no había encontrado ninguna y debía seguir buscando.

—¡Entonces que esperas! —Unlola la tomó en sus brazos y la arrojó a su laboratorio.

—¡AAAAHHH! —gritó Unlisa mientras volaba por los aires.

«Crash»

Se escuchó muchas cosas de vidrio romperse.

—¡Veremos a Lincoln, otra vez! —Unlori estaba muy emocionada.

Bueno, todas lo estaban pero había una que estaba más feliz que todas. Tanto que decidió ayudar a Lisa a buscar otras tierras, pero a su modo.

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Unlucy estaba en su habitación, se encontraba sentada en su cama y tenía una esfera de cristal, la cuál usaba para intentar buscar otras dimensiones.

—No se si funcionará pero lo intentaré... —Agitaba sus manos frente la esfera, al principio no obtuvo ningún resultado, pero siguió intentando por horas, hasta que...

Tierra - 23336

Un Lincoln de unos treinta y un años se levantaba de su cama. Tenía su cabello blanco muy largo, le llegaba hasta la espalda, tenía una sonrisa radiante, media 1.78 de alto y se veía muy musculoso. Además de un brazo izquierdo robotico, este brazo era biomecanico osea que era muy resistente y lo sentía como si fuera su brazo real.

Se levantó con pesar y miró hacia la ventana.

—Hace más de veinte años que todas ustedes se fueron y me dejaron solo, a excepción de Lucy... —El hombre de cabello blanco se levantó de la cama y se dirigió a la habitación de su amada.

Al entrar vio a una mujer rubia de veintiocho años, vestida de rosa en su totalidad, acostada boca abajo en su cama mientras mensajeaba con su teléfono.

Ella al notar la presencia de su hermano, le habló sin verlo.

—Si vienes a fastidiar con que necesitas desahogarte, pues olvídalo. Hoy perdí dos seguidores en Twitter y no estoy de humor para tus estupideces —le dijo de mal humor.

Lincoln se le acercó aun así después de que le habló tan feo.

—Pero mi amor, hace mucho que no me dejas tocarte... ¿Dónde esta esa hermosa niña de nueve con la que me case? —preguntó con dolor.

Lucy lo observó con enojo.

—Osea, ¿No tienes que irte a trabajar? —dijo con molestia.

Lincoln intentó abrazarla pero ella no lo dejó.

—Aun tengo un par de horas antes de que mi turno en los vengadores inicie —dijo con un tono coqueto.

—Oh que bien, entonces tienes tiempo para hacer el desayuno, sacar la basura y llamar a Papá y Mamá —dijo Lucy mientras volvía su vista a su celular.

Lincoln se sintió dolido y decidió cambiar de tema.

—Pero Lucy, ni siquiera me has dicho como vas en ese conjuro que estabas practicando para traer a nuestras hermanas de vuelta a la vida —ya estaba al borde del llanto.

La rubia de ojos azules se levantó de la cama y se dirigió a una repisa de donde extrajo una bola de cristal.

—Tienes razón, voy a practicar ahora —dijo con una sonrisa fingida. —Ya te puedes ir, debo practicar a solas.

Le habló con enojo. Lincoln sintió un nudo en la garganta y sin decir nada más salió de la habitación.

Después de que él salió, Lucy dejó la bola de cristal en la cama y volvió a tomar su celular para seguir navegando en internet.

—Jajajaja como si fuera a revivir a esas perras, me costó mucho averíar la van para que todas tuvieran ese accidente y así poder quedarme con Lincoln, para mi sola... —Se tomó una selfie. —Pero no es como lo creí, se a vuelto muy odioso.

No se dio cuenta cuándo que alguien la vigilaba a través de la bola de cristal.

Tierra - 23335

—¡Lo hice! —Gritó Unlucy con emoción. —Ahora solo debo intentar crear un portal para ir a ese mundo.

Tomó la bola en sus manos y la puso en su pecho. La sostuvo así por unos segundos hasta que esta empezó a brillar. De pronto una luz la cubrió por completo. Su cuerpo de volvió líquido y este empezó a entrar a la bola de cristal. Tardaría unos segundos en llegar a la otra tierra, ya que uso un conjuro correcto.

Tierra - 23336

—¿Uh? —La Lucy fresa estaba confundida por lo que veía.

La esfera empezó a brillar de la nada y eso no era todo.

—¡Aaahh! —Gritó Unlucy al momento de salir de la bola y caer de cara al suelo. Se levantó algo desorientada y se veía muy sorprendida por lo que veía.

La otra Lucy le habló de forma molesta. Pero Unlucy la miró con odio, había escuchado lo que ella le hizo a sus hermanas y lo que le dijo a Lincoln.

—Osea, oye mugrosa —la llamó. —Te informo que esta es mi casa y no un refugio para indigent-¡Agh! —intentó ofenderla, pero Unlucy la tomó del cuello.

Sin mediar palabra enterró su garra en el pecho de la fresa, sacó su corazón al instante y lo llevó a su boca, lo masticó con fuerza.

—¡Agh...! —la fresa murió a los segundos.

—Yo seré mejor hermana para Lincoln y lo protegeré de todos —empezó a devorar el cuerpo de su otra versión que por alguna razón era igual de rubia como ella.

Al terminar de comer intentó transformarse en esa chica, sin resultados. O si los hubo, solo que cómo las dos eran idénticas, pues no cambio en nada.

—Creó que simplemente me cambiaré de ropa y listo —se quitó su ropa de Unloud y se dirigió al armario y al abrirlo. —¡Wow! —Se sorprendió al ver la cantidad exagerada de ropa que tenía su otra versión.

Sin pensarlo, optó por ponerse un vestido de cóctel rosa y unas zapatillas de tacón alto de color rojo. Se peinó un poco y se dirigió a la salida.

Al salir miró a todas partes, parecía estar en una mansión.

—¿Donde estará Lincoln? —se preguntó y cuándo iba a ir a buscarlo.

—Oye Lucy, ya termine de hacer todos mis pendientes... —Habló Lincoln haciendo apto de presencia, luego vio a su esposa con ese sexy vestido y optó por intentar llevarla a la cama otra vez. —Grrr...

Se acercó a paso lento. Lucy sonrió con alegría. Ese Lincoln se veía mejor que el fornido con el que tenia sexo todos los días, lo analizó de pies a cabeza y dedujo que podría tener sexo con este todas las horas del día. Aunque aún extrañaba a su otro hermano.

Se alarmó cuando él la abrazó de la cintura y acercó su rostro al suyo.

—Sabes mi amor —dijo con tono seductor. —Ese vestido siempre me a gustado y no puedo resistirme a hacerte mia un par de veces antes de irme al cuartel.

Unlucy no lo podía creer, ¿Acaso eran esposos? ¿No era ilegal que los hermanos se casarán?

No pudo seguir pensando ya que él le dio un beso en los labios. Por un momento se sorprendió, este beso era diferente. El la besaba con pasión, incluso le metía su lengua hasta el fondo.

Lincoln la metió a su habitación sin romper el beso. La recostó en la cama y la ayudo a quitarse ese gran vestido, seguidamente se puso de pie y se quitó la chaqueta con todo y camisa.

Lucy se sobre excito mucho al verle los músculos y sin esperar le manoseo los pectorales.

Lincoln sonrió un poco.

—Vaya, no pensé que extrañaras tanto a este par —levanto varias veces sus pectorales causando una mayor excitación en la Unloud.

Ella lo abrazó del cuello y lo atrajo hasta ella, le plantó un muy apasionante y muy largo beso en los labios, al separarse Lincoln la vio con intriga pero lo dejo pasar. Al fin tenía un momento a solas con ella y no iba a desperdiciarlo.

Poso su lengua en uno de los grandes pechos de Lucy y empezó a chuparlo con delicadeza, causando un sin fin de emociones en la rubia.

—¡AAHG! —gimió ella al momento de alcanzar el clímax.

Lincoln se levantó y procedió a quitarse los pantalones, al dejar libre su miembro, la rubia abrió los ojos con sorpresa y emoción mezcladas.

—¡Por los más oscuros secretos del inframundo! —gritó ella. —¿¡Cuánto mide esa cosa!? —preguntó al ver lo bien equipado que estaba.

Lincoln la vio raro nuevamente y sonrió de forma divertida.

—Lucy ya sabes que mide veinticinco centímetros, tu misma lo mediste hace poco jeje —rió Lincoln.

Unlucy ladeo la cabeza a un lado mientras miraba esa cosa, tenía ocho centímetros más de tamaño que la del Lincoln de su mundo.

—"Un momento... ¿Entonces si estamos casados?" —Se volvió a preguntar.

Hubiera seguido pensando pero...

—Lista o no, allá voy —dijo él para luego empezar a meter su miembro en el interior de ella. Pero lo volvió a apartar al instante. —Bromeaba, ¿Lista? —Preguntó.

Lucy no lo pensó y asintió rápidamente con la cabeza como unas diez veces. Estaba deseosa de sentir algo caliente llenar su interior.

Lincoln sonrió, volvió a pensar que algo pasaba pero lo dejó pasar y procedió a entrar en su hermana de una vez por todas.

Lucy apretó los dientes y empezó a babear a medida que esa cosa entraba, no lo iba a negar, era lo mejor que probaba desde... Hace una semana.

—¡Ah si! ¡No pares! —gemia con fuerza mientras su hermano la embestía con fuerza, era muy agresivo.

De pronto vino a su memoria cuando su verdadero hermano lo hizo con ella en el campamento de los plagados. Ella sabia que ambos lo quisieron hacer en ese momento, por lo que extrañaba a su hermano y mucho.

Empezó a llorar y Lincoln notó eso, por lo que se detuvo.

—¡Lucy! ¡Oh no! ¿¡Te lastime cierto!? —Unlucy lo volteó a ver, sintió algo que no sentía hace semanas... La preocupación de su hermano mayor, desde que Lincoln le propuso matrimonio a Lynn, solo se preocupaba por la deportista, dejando a las demás olvidadas.

—N-no —habló ella. —S-solo estoy feliz... —Dijo con una sonrisa.

Lincoln relajo su expresión y le dio un beso en la frente.

—Cielos, por poco creí que te había hecho daño... —Dijo con un tono triste.

Unlucy no lo soportaba más, este Lincoln era como su Lincoln, solo que mejor. Era fuerte, gentil y muy cariñoso, se preocupaba por ella más de lo que el otro Lincoln lo había hecho.

—Estoy bien... Estoy segura contigo... Ahora, por favor hazme tuya las veces que quieras —dijo con alegría.

—Siempre te protegeré, mi Lucy... —Le dio un beso en la boca y siguió con las embestidas.

Tierra - 23335

Habían pasado un par de horas y Unlana no encontraba a Lucy. Uso su olfato y no podía sentirla cerca.

—¿Dónde se habrá metido? —se preguntó la chica de vestido azul y siguió buscándola. Lisa la necesitaba para quien sabe que.

Tierra - 23336

—¡Oh Lincoln, ya casi acabo! —gritó Unlucy.

—¿En serio? ¡Por que yo aún no! —dijo Lincoln con una sonrisa mientras la penetraba con rapidez.

—¡Aaah! —Gritó ella al momento de venirse.

Lincoln sintió como una descarga de líquidos de Lucy empujó y rodeó su miembro pero aún así siguió.

Cambio de posición y ahora estaba detrás de ella, la abrazaba de la cintura y le besaba el cuello, mientras la seguía embistiendo.

Unlucy estaba en el cielo, no supo cuando se quedo paralizada por tanto líquido que su entrepierna derramó. Lo único que sabía era que no se quería ir nunca de esta dimensión.

—¡Te amo Lincoln! —gritó al momento de venirse por sexta vez.

—¡Y yo a ti Lucy! —Metió su miembro hasta el fondo y se corrió en interior.

Lucy sentía las potentes descargas que llenaban su interior, no sabia por que sentía que eso no era semen, si no, amor, puro y real amor.

El albino la abrazó y la empezó a besar del cuello y los cachetes.

—Discúlpa que sea mucha, Lucy. Pero es que hace mucho que no me dejabas tocarte jeje —se disculpó él.

Ella se acomodo más pegada a su cuerpo y cerró los ojos. Quería estar así por siempre.

—Descuida Lincoln, yo también lo necesitaba jeje —rió ella.

Lincoln le dio otro beso en la mejilla y cuando iba a sacar su miembro, desistió y lo volvió a introducir nuevamente.

Ella soltó un gemido de placer y más cuando él empezó a penetrarla nuevamente.

—Lo siento, pero dije que lo haría un par de veces y pienso cumplir mi palabra ¡oh! —siguió penetrandola por un buen rato.

Un rato después.

Lucy le chupaba los dedos de la mano a Lincoln. Sentía como torrentes de esperma caliente salían de su interior.

Ninguno quería levantarse pero Lincoln tuvo que hacerlo.

—¿En serio no te puedes quedar? —Le pidió ella con tono coqueto a su hermano.

Lincoln la beso en la boca y se separó.

—En serio quiero quedarme —dijo con una sonrisa. —Pero debo ir al trabajo. —Bajo la cabeza ante eso último.

Lucy lo abrazó, debía simular hasta encontrar una forma de quedarse para siempre en este mundo.

—P-pero yo... ¡Cof cof! —tosió un poco, lo que llamó la atención de Lincoln.

—¡Oh no, te estas enfermando! —Dijo con un tono asustado.

Lucy rió y cuando le iba a decir que no se procurará.

—¡Ven! ¡Hay que ir a la cápsula atomizadora! —Dijo al momento de tomarla de la mano y jalarla fuera de su habitación, la guió por toda la casa, si, ambos estaban desnudos aún.

Para Lucy era una buena vista verlo así, pero le intrigaba lo que el dijo.

—"¿Cápsula de que...?" —Se preguntó ella.

No tardaron en llegar al tercer piso, entonces Lincoln abrió una puerta y ambos entraron a una habitación. Parecía la sala de un hospital, solo que se veía muy lujosa.

Pero Lincoln la condujo hasta estar frente de una especie de cama, esta se veía rara y al lado tenía una especie de puerta de cristal con una computadora encima.

—Acuéstate aquí —le pidió pero fue él, quién la recostó sin esperar a que ella lo hiciera. Se veía asustado y preocupado.

Unlucy se encontraba acostada sobre la cama.

—¿Qué es esto Lincoln? —se arriesgó a preguntar.

Lincoln sudo un poco y se puso nervioso.

—P-pues... Es la cápsula atomizadora, esa de la que tanto hablan en internet... Ya sabes, esa que atomiza tu cuerpo y lo limpia de cualquier tipo de enfermedades jeje —explicó él, causando una impresión mayúscula en la rubia. —Perdón, se suponía que era una sorpresa para nuestro aniversario...

Unlucy lo pensó un poco, odiaba tener el virus del pecado y si esta cosa podía curarla pues lo intentaría.

—Pues... Pruebala —dijo ella con rapidez pero luego le dijo. —Y descuida, luego te daré el regalo que quieras y... —No pudo terminar.

—¡Quiero un bebé! —Dijo rápidamente causando un brinco de sorpresa en la rubia, por lo que se retracto de inmediato. —L-lo siento, se que no quieres arruinar tu cuerpo pero... —Tampoco pudo terminar.

—¡Hecho, tendremos una bebé! —Dijo con emoción. El otro Lincoln nunca la dejó embarazada, por lo que si este otro bombón podía, pues con gusto lo haría.

Lincoln se sentía feliz, tanto que la beso en los labios para después encender la maquina.

Al instante el vidrio cubrió la cama y una barra de acero paso por su cuerpo, seguido de un contador que llegaba desde uno a cien por ciento.

En ese momento se sintió normal, ya no tenía esas ganas bestiales de coger con su hermano.

Aunque al voltear a verlo y notando que estaba desnudo, sus ganas volvieron pero no de una forma tan demente.

Atomización completa

Se escuchó hablar a una computadora. Para después que el vidrio se hiciera a un lado, dejándola libre de salir.

Unlucy se levantó de la cama y se examinó un poco el cuerpo, se vio las manos y miró a Lincoln. El cual acababa de entrar a la cápsula y también se reviso por si tenía algo mal en su cuerpo.

Después de usarla y de recibir el mismo aviso de la maquina esa. Se disponía a levantarse de la cama pero un par de labios se lo impidieron.

Unlucy lo beso pero esta vez era un beso diferente, era uno cargado de amor y cariño.

—¿Qué tal si empezamos a trabajar en tu regalo? —Preguntó ella.

Lincoln se emocionó de más y la penetro sin decir nada.

Un rato después.

—Quédate por favor —le suplicaba ella.

Pero Lincoln con todo el pesar del mundo tuvo que vestirse y dirigirse a la salida con Lucy tomándolo de la mano, ella se puso una bata rosa.

—Volveré pronto para que sigamos estando juntos —le dio un beso en los labios. —Lo prometo.

Lucy lo soltó y salió por la puerta e iba caminando al lado del buzón.

—¡Te amo! —le gritó ella.

El se dio la vuelta y le sonrió con alegría.

—¡Yo te amo a ti! —le gritó él.

Lucy se sentía muy feliz por todo lo que había pasado.

Lincoln hubiera seguido diciéndole cumplidos a su esposa pero alguien los interrumpió.

—¡Loud! —Gritó el señor Quejon el cual se veía igual, solo que tenía como unos cien años y aun molestaba a Lincoln con sus quejas.

Lincoln lo volteó a ver con una sonrisa.

—¡En mis tiempos, los hermanos no hacían tales cosas! —Le gritó él. Al parecer escuchó los alaridos de placer de Lucy, aunque todo el vecindario pudo escucharlos.

Lincoln rodó los ojos y le respondió.

—Hola señor Quejon y pos si, en sus tiempos, Adam y Eva estaban indecisos en tener hijos con usted espiandolos jajajaja —se burló Lincoln.

Lucy empezó a reír por lo que escucho, hace tiempo no escuchaba un buen chiste y los de Unluan no contaban.

El señor Quejon volteó a un lado y luego sacó un bastón.

—¡Ahora verás muchacho del demonio! —caminaba a paso lento hacia Lincoln.

—¡Adiosito! —se despidió Lincoln mientras salía huyendo pero antes de irse. Se dio la vuelta y vio a Lucy riendo por el chiste que dijo hace poco. El albino le lanzó un beso al aire.

La rubia simuló atraparlo y poner sus manos en su pecho.

Lincoln vio eso y se sorprendió, seguramente Lucy ya superó su fase de alejamiento de él.

Sin más que decir, activo su brazo y una especie de jetpack salió de este y se colocó en su espalda. No tardó ni dos segundos en salir volando a velocidad super sonica.

Unlucy quedó boquiabierta por lo que acababa de ver. Tardó un par de minutos en recobrar el sentido.
Agitó la cabeza varias veces y luego vio por donde se había ido volando ese Lincoln, no tardó en quedar boquiabierta de nuevo, al ver una especie de nave espacial volar por los cielos.

—Sin duda este mundo es interesante, esperen a que Lisa se enter... —Se corto a media frase. Aun no sabia si decirle a las otras o quedarse ella sola en este mundo.

Entro a la casa y se sentó en el sofá de la sala, era muy grande y la televisión de ciento cuarenta y tres pulgadas le daba miedo.

—Cielos, este Lincoln debe ser millonario... —Dijo a la nada.

De pronto pensó en algo. Como aquella maquina la curó, tal ves podía curar a sus hermanas y traerlas a este mundo con ella y Lincoln.

—Y así puedan buscar un trabajo y una casa lejos de aquí para yo poder vivir con Lincoln para siempre ¡Siiiii! —Levantó las manos al aire con alegría y un par de rayos salieron disparados de estas. Rápidamente se miró las manos y sonrió. —Al parecer aun tengo mis poderes, ¡Si!

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Pasaron un par de horas y sintió mucha hambre.

—¡Wow! —miraba con asombro el interior del refrigerador. El cuál era enorme y parecía tener todo un supermercado en su interior. Intentó buscar algo comestible y se le hizo agua la boca al ver una bandeja de lazaña entera en una esquina. —Ummm, según los pocos recuerdos que logré absorber de la otra Lucy, debo calentarla un poco.

Buscó con la vista un microondas y al encontrarlo, calentó su comida.

Olfateo un poco y olía delicioso. Buscó unos cubiertos y se sentó en la mesa, se sirvió un vaso de jugo para acompañar su comida.

Un rato después, se sentía muy satisfecha en todos los sentidos. Encontró un mejor mundo, otro Lincoln, tuvo sexo, se curó por completo, volvió a tener sexo, rió nuevamente de felicidad y comió mucho y muy pronto tendría una hija con quien amaba tanto.

—Nada puede arruinar esto... —Se recostó en el sofá de la sala y cuando estaba a punto de dormir. —¡Aich! Mis hermanas... —Dijo con algo de enojo.

No tenía opción, debía ayudarlas.

Tierra - 23335

—¡Lucy! ¡Luuuucyyy! —La llamaba Unlana pero nada. —¿Donde rayos estará? Lisa la necesita.

Unlana llevaba un buen rato buscando a su hermana pero no estaba, aun no la encontraba por ninguna parte.

—¿Qué pasa Lana, aun no das con el paradero de Lucy? —Preguntó Unlisa a sus espaldas.

La rubia se dio la vuelta y la miró, solo para negarle con la cabeza.

—Rayos, necesito de su ayuda para encontrar un mundo mejor —dijo la genio. —Ni modo, te ayudaré a buscar.

Y así ambas se pusieron a buscar a la líder de las Unloud, la cuál estaba cerca pero a la vez, muy lejos.

Tierra - 23336

Unlucy miraba con enojo su bola de cristal, no quería volver a ese feo mundo. Pero no podía dejar a sus hermanas allí, necesitaba por lo menos ver que estuvieran bien.

Se preparaba para volver pero notó que el celular de la otra Lucy sonaba.

Con algo de cautela se acercó a el y lo tomó. Era un mensaje, usando los conocimientos de la Lucy que devoró, leyó el mensaje.

De Haiku:

—La oscuridad este contigo mi amiga de alma de colores alegres, debo notificarte que en una hora habrá un recital con los mejores poetas del mundo y me gustaría saber, si quieres venir.

Unlucy abrió los ojos completamente. Esa Haiku se oía como su antigua amiga, bueno, antes de que se convirtiera es un plagado que esperaba su turno con Lincoln.

Además que extrañaba la poesía, no tenía ningún libro de poesía en el otro mundo, ya que la mayoría fue destruido por las bombas.

Así que sin pensarlo dos veces, le escribió una respuesta.

Para Haiku:

—La oscuridad este contigo querida, claro que estaré allí, pasa por mi cuanto antes te sea posible, besos, bye.

Después de enviar el mensaje, recibió uno casi al instante.

De Haiku:

—Te lo agradezco, voy para allá.

Dejó en visto a su amiga y guardó el celular de la otra Lucy digo, su celular en su bolsillo.

—Creo que me vestiré para la ocasión jeje —Se dirigió al baño y después de ducharse. Se vistió de forma elegante, se puso un vestido rosa con falda corta, un chaleco de un tono rosa más oscuro, medias blancas y zapatos rosas. Tomó su bolso y vio que había mucho dinero en el. —Wow, Lincoln si que mantenía bien a esta zorra, digo... Lincoln si que mantiene bien a esta linda rubia jeje. —Se señaló a sí misma y guardó su celular en su bolso.

Espero un par de minutos hasta que sonó el timbre. A paso calmado se acercó a la puerta de la entrada y la abrió.

Se sorprendió al ver a una chica de cabello negro un poco más alta que ella, ojos cafés, piel pálida, con sombra en los ojos y con los párpados de color morado, vestido igual que el de ella solo que de color morado oscuro, chaleco negro, medias cafés y zapatos de tacón alto color morado. Su cabello era muy largo, le llega hasta la cintura y traía un bolso morado.

—Hola Haiku —la saludó ella con una sonrisa.

—Hola Lucy, ¿Lista para irnos? —Preguntó ella con una pequeña sonrisa.

—¡Andando! —Dijo Unlucy, usando los recuerdos de la otra, supo como comportarse con su mejor amiga.

Enganchó su brazo con el de ella y se sonrieron mutuamente. Cerró la puerta de la entrada y ambas se encaminaron con rumbo al club de poesía, que además era un lugar en donde se reunían los hipsters, los fresas y los góticos.

Unas cinco horas después.

Unlucy estaba en su habitación, estaba que irradiaba felicidad. Su día fue de lo mejor. Primero fue a un club de poesía que era el mejor en la ciudad, segundo fue con su amiga al cine, no sabia de que trataba la película pero le encantaba sentirse como una chica normal después de casi dos décadas. Tercero ambas fueron a comer, la comida era deliciosa y después de años de solo comer carne podrida de plagados se sentía en el paraíso al probar postres tan exquisitos.

—El pastel de cangrejo sabe maravilloso —se dijo a si misma.

Cuarto, fueron al parque, el cuál se veía enorme. Sin duda este mundo se veía mejor que el suyo en ruinas y lleno de monstruos depravados.

Quinto, fueron a casa de Haiku, era otra mansión. Ella tenía muchos libros y lo mejor de todo es que le presto muchos sin poner peros.

—Adoró a esta Haiku, la otra solo pensaba en Lincoln y estaba loca —Unlucy ahora leía uno de los libros que Haiku le prestó, uno llamado "Oscuridad entre las sombras" de John L. Darwhite. Era muy interesante.

Y sexto... Eso lo estaba planeando e incluía a Lincoln.

—Le tengo una sorpresa preparada para cuando llegue, ojala las demás me... ¡AAAAH! —Soltó un gritó de enojo, otra vez había olvidado a sus hermanas.

De mala gana tomó su bola de cristal y se dispuso a volver a su mundo, tal vez si las traía y las curaba una por una, todo sea más fácil.

Se quedó parada viendo la bola de cristal por un momento, estaba muy indecisa en sí ir por ellas o no, no es que no las quisiera, solo era que ella ya estaba grande y desde hace años que deseaba formar su propia familia, amaba a sus hermanas pero a la vez quería tener una vida propia lejos de ellas.

Luego recordó a Lincoln y lo bien que la había tratado. Sin pensarlo, dejó la bola de cristal en el escritorio y empezó a preparar su sorpresa para Lincoln, su Lincoln.

Tierra - 23335

—¿Lucy? —la llamó Unleni, hace un par de días que no la habían visto y ahora todas las Unloud la buscaban.

Unlola puso a todos sus esclavos sexuales a buscar y les prometió una buena recompensa que incluía su cuerpo si la encontraban.

Unlana la buscaba en los alrededores. Ella usaba su olfato para rastrearla pero era como si se hubiera ido del planeta.

Unlisa la buscó en una base militar abandonada que estaba cerca de allí. Pero de repente vio una sombra que se ocultó cuando ella dio la vuelta.

—¿Hola? —la llamó. Ella pudo ver un cabello rubio claro, claramente no era Lucy, si no que otra persona. Decidió buscar más a fondo. Ya tenía una leve sospecha de quien podría ser esa persona.

Las demás se cansaron de buscar a Unlucy, realmente estaban seguras de que andaba cerca, ella antes era una maestra en eso de pasar desapercibida y seguramente volvió a sus raíces.

—¿Hola, Lucy? —Unleni llevaba tres horas buscando en la habitación de su hermana pérdida. Revisaba y revisaba los mismos lugares pero al parecer, olvidaba que había buscado allí por lo que volvía a buscar nuevamente.

De pronto su vista se posó en la bola de cristal de su hermana y con sumo cuidado la levanto del suelo.

—Esta es la bola de cristal de Lucy, como que, ella siempre la usa para buscar cosas... —La vio fijamente. —Tal ves me lleve a donde se encuentra Lucy.

Dicho esto, la bola de cristal empezó a brillar y entonces como si su deseo hubiese sido escuchado, su cuerpo se volvió líquido y fue absorbido por la bola.

Tardaría unas veinte horas en llegar a donde estaba Unlucy por lo que será mejor regresar a la otra tierra.

Tierra - 23336

Lincoln llegaba del trabajo, se veía feliz. Él y los demás vengadores pudieron detener a ese loco de Thanos y hasta les quedó tiempo para ir a comer.

Pero el decidió llamar a Lucy y preguntarle sobre su día. Su esposa antes de colgar le dijo que le tenía una sorpresa.

—¡Ya llegue...! ¿Uh? —Se sorprendió al momento de entrar y ver las luces apagadas.

Las hubiera encendido pero un camino hecho con velas y un letrero que decía "Sígueme" le llamó la atención. Sonrió y empezó a seguir el camino.

Subió por las escaleras y notó que el camino se dirigía a la habitación de Lucy.

Con mucha emoción entró de forma cautelosa a esta y allí la vio.

—Hola Lincoln o mejor dicho, mi amor —Lucy estaba acostada en la cama completamente desnuda.

La habitación estaba a oscuras y era iluminada por muchas velas rojas, las cuáles estaban en el suelo.

—¿Para mi? —preguntó Lincoln. —No te hubieras molestado. —Dijo con una sonrisa traviesa provocando un risa en su amada.

Se despojó de sus prendas quedando en boxers de color naranja, si que le gustaba ese color.

Se acercó a la cama y tomó uno de los pies de Lucy para empezar a besarlo. Repartió besos un cada centímetro del pie. Al finalizar con uno, prosiguió con el otro, le encantaba la sensación de la suave y pálida piel de ella, podría estar pegado a ella todo el día si pudiera.

Lucy por su parte empezaba a experimentar el éxtasis provocado por las caricias de su amado, lo observó fijamente, no cansaba de decirse que se ganó la lotería, este probablemente sea el mejor Lincoln de todas las dimensiones, después de su hermano muerto, claro.

—¡Ah! —gimió al sentir como Lincoln le daba un beso de lengua en sus labios, pero no en los de la boca. —¡Oh! —Arqueo la espalda hacia atrás, la intensidad era demasiada, antes había tenido sexo con caricias, pero no uno tan bueno. Pero el otro Lincoln amaba más a su hermana Lynn y no a ella. —¡Ah si! —Gimió nuevamente. Pero en este tipo de sexo si había amor, demasiado para ella, Lincoln era muy gentil. Primero la hacia sentir cómoda y luego, sexo salvaje y muy placentero. —¡AAAH...! —Se vino en la cara de su hermano, él simplemente se relamio los labios.

Lincoln le sonrío y ella hizo lo mismo.

—Muy bien, hora de la mejor parte —dijo él. Acto seguido se quitó lo último de su ropa y procedió a entrar en su hermana.

—¡Aah si, esto es de lo mejor! —Gritó Lucy, haciendo que Lincoln se extrañará por eso. Pero lo dejo pasar, tenía ganas de tener una bebé y no tenia tiempo que perder.

Una hora, tal vez más, después.

Ella se encontraba recostada sobre su pecho. Tenía mucho sueño, pero el remordimiento no la dejaba descansar a gusto.

—Buenas noches Lincoln, te amo —dijo ella.

Lincoln sonrió y le dio un beso en la mejilla.

—También te amo, descansa —deseo él, la abrazó contra su pecho y cerró los ojos.

Lucy sintió ese calor que su hermano plagado le transmitía a veces y poco a poco se empezó a quedar dormida.

____________________________________

—¿Tienes que trabajar? —preguntó ella, bloqueandole el paso, para evitar que saliera de la casa. —Ya somos ricos, no veo necesario que sigas trabajando.

Lincoln sonrío, le encantaba cuando ella se ponía posesiva con él.

La abrazó de la cintura y dio una vuelta con ella dejándola en dirección opuesta de donde estaba.

Lucy iba a volver a bloquearle el paso pero él salio de la casa.

—En verdad quiero quedarme pero ya sabes como es esto, debo cumplir con mi deber y luego, me dejarán ir —habló con tono triste, Lucy también se puso triste, pero luego él le sonrío con algo de reproche. —Además tu tienes que practicar ese hechizo del que hablaste, sobre revivir a nuestras nueve hermanas, ¿Recuerdas? —Entre cerró los ojos.

Lucy miró a todos lados, aunque tuviera los recuerdos de la otra, habían cosas que no entendía, pero sabía muy bien que le mintió a Lincoln cuando le dijo eso de revivir a sus hermanas, cuando fue ella quien las mató.

Una enorme sonrisa se formó en su rostro, no tenía valor para decirle la verdad, antes tenía que intentarlo.

—Esta bien, me atrapaste. Practicare todo el día y te prometo tener algo cuando regreses jeje —dijo de forma nerviosa.

Lincoln sonrío también, después de agradecerle y despedirse de manera cursi con muchos "Te amo" y "Te esperaré", él se fue de la misma manera que lo hizo ayer.

Lucy entro rápidamente a la casa, debía intentar algo pero no tenia ni idea de lo que debía hacer para revivir muertos, ya lo había intentado con sus padres y Lily, pero no pudo hacer mucho ya que no tenía los libros adecuados para algún ritual.

—Tal vez encuentre algo en la biblioteca —rápidamente corrió hasta el segundo piso.

Se dirigió a su habitación y se cambió, se puso una muda de ropa nueva, pero idéntica que la de ayer.

Buscó la bola de cristal y la vio en las manos de su hermana mayor, Unleni.

—Leni, dame eso —se la arrebató de las manos.

—Lo siento Lucy, es que estaba en el suelo y la levante —dijo de forma inocente su hermana.

Unlucy rodó los ojos y lo dejó pasar.

—Si, si. Ahora necesitó total calma, ¿Por que no vas a jugar con las demás? —le sugirió.

La rubia esbozo una enorme sonrisa.

—¡De acuerdo! —dijo emocionada. Pero luego se quedo viendo a los alrededores, como si estuviera confundida. —Pero... Como que, no recuerdo esta parte de nuestra casa...

Unlucy ya estaba saliendo de la habitación pero la alcanzó a escuchar.

—¡Solo regresa por donde viniste! —le gritó. —Vaya, no se que haré con esta chica, a veces me gustaría que Lisa le...

Abrió los ojos lo más que pudo. Su respiración se detuvo y el tiempo pareció detenerse.

Lentamente se dio la vuelta y vio a su hermana mayor parada detrás de ella. Le sonreía y al parecer le iba a pedir algo.

Fue entonces que Unlucy gritó.

—¡Leni!, ¿¡Cómo llegaste aquí!? —gritó a los cuatro vientos.

Unleni se le acercó y señaló la bola de cristal.

—Pues, a través de tu pelota de vidrio —tocó la bola. —¿Me la prestas? Dijiste que volviera por donde vine y como que, vine por allí. —Señaló la bola de cristal nuevamente.

Unlucy observó su bola y enseguida se puso a pensar, era obvio. Cómo ella llegó por allí, seguramente las demás lo podrían hacer. Al pensar en eso se alarmó.

—¡Leni! —la tomó de los hombros. —¿Alguna de nuestras hermanas te siguió? —preguntó con miedo.

Leni se puso a pensar, luego se puso a contar con los dedos de su mano, Unlucy ya lo esperaba, seguramente todas estaban...

—No, ninguna —dijo Leni.

... En la otra dimensión. Si, debía haber adivinado que Leni era tan inocente cómo para seguirla sin darse cuenta de donde estaba.

Unlucy se relajó y rápidamente recordó lo que Lincoln le dijo sobre revivir a sus hermanas.

Miró a Unleni y los ojos rojos y dientes puntiagudos darían en que pensar, Leni siempre olvidaba ocultarlos como siempre lo hacía ella o las demás, no podía llevarla a consumir a otra Leni por que no había otra Leni. Se puso a pensar en una forma para curarla, hasta que...

Sonrío de forma alegre y tomó la mano de Leni.

—Sígueme querida hermana —la jalo hasta el tercer piso.

—¡De acuerdo! —dijo Leni con una sonrisa enorme mientras se dejaba llevar.

Un rato después.

—¿Esta es una cama de bronceado? —preguntó Leni la cuál estaba metida en la cápsula atomizadora.

—Claro, ahora relájate y espera a que tu bronceado este listo jeje —dijo Lucy mientras encendía la maquina.

Leni se emocionó y se quedó quieta. Cuando el proceso de curación acabo, empezó a llorar. Se sentía bien y ya no tenía esas ganas horribles de tener sexo, ahora lo comprendía todo, Lincoln estaba...

—Ya, ya Leni —la abrazó Lucy al salir de la cápsula. —Ven, hay que alistarte por mientras llega Lincoln.

Eso alegro a la rubia.

—¿Linky esta bien? —preguntó ella.

—Si, muy bien —dijo Lucy casi babeando.

Leni no lo notó y simplemente la siguió.

Unas horas después.

Unlucy la llevo al mall y le compró mucha ropa. Después de eso la alimento y la ayudo a asearse.

Ahora estaba vestida con un vestido largo de color verde claro, unas gafas de sol nuevas y unas pantuflas como las que usaba antes.

—Cómo que, me veo super —dijo con emoción.

Unlucy la abrazó, ahora sabia que hacer. Traería a todas sus hermanas, una por una y las curaria a todas. Luego que se buscarán donde vivir para ella por fin vivir a solas con Lincoln.

Ahora venía lo difícil, explicarle a Leni como actuar con su hermano de esta tierra.

Unas tres horas después.

—Por trigésima vez Leni, solo debes decir que yo te revivi y listo —explicó Lucy.

Leni se rascó la cabeza y la miró raro.

—Pero no recuerdo haber muerto... ¿O si morí y luego revivi? ¿¡Puedo comprar más ropa para mi entierro!? —Preguntó emocionada.

Unlucy ya se estaba cansando. Iba a darle una paliza y meterla en la bola de cristal para luego romperla en mil pedazos y que se pudra junto con sus otras hermanas.

Pero no pudo...

—¡Ya llegué! —Se anunció Lincoln.

Ambas voltearon a verlo, Unlucy se maldijo por estar en la cocina justo en frente de la puerta de la entrada. Ya era tarde, sus dos hermanos intercambiaron miradas.

—¿... Le-Leni? —dijo él en un hilo de voz.

—¿Linky? —Ella empezó a derramar lágrimas y estas bajaron por sus mejillas.

Lincoln sin esperar nada más, corrió hasta su hermana mayor y ella hizo lo mismo. Unlucy miraba todo con algo de pena. Se sentía muy mal al engañar a su esposo pero ya no podía hacer nada.

—¡Leni! —la abrazó y levantó por los aires.

—¡Linky te extrañe tanto! —dijo ella en pleno llanto.

—¡Perdóname por no haber estado allí cuando más lo necesitabas! —él también rompió en llanto.

Leni sintió una sensación extraña en su interior, por fin su Linky se había disculpado por haberla cambiado por Lynn, era lo único que ella quería.

—¡Te amo Linky! —dijo ella con todas sus fuerzas.

—¡Y yo a ti Leni! —Aumento la fuerza del abrazó.

Así estuvieron por unos minutos hasta que se separaron.

Lincoln se acercó a Lucy y le dio un beso en la boca. Sorprendiendo a la gótica de estilo fresa.

—Gracias Lucy por haberla traído de vuelta —la abrazó con delicadeza. Lucy lo abrazó también, al parecer se la había creído. —¿Y las demás? —Preguntó con emoción rompiendo el abrazo, viendo a todos lados.

Lucy trago saliva y sonrío de forma nerviosa.

—Están en el otro mundo aún —habló Leni.

Lincoln la volteó a ver y luego a Lucy.

—Oh vaya.... —Dijo en voz baja. —Esta bien, tomate tu tiempo mi amor. —Le dio un beso a Lucy nuevamente.

Lucy asintió, gracias al cielo él entendió otra cosa o si no, ya la estuviera interrogando quién es ella y dónde esta su verdadera esposa.

—Descuida, muy pronto estaremos todos reunidos nuevamente —dijo con muchos nervios, pero Lincoln sonrío con alegría y se llevó a Leni a su nueva habitación. Lucy aún no sabia como convencerá a las otras de curarse, sobre todo a Lola que se cree una diosa aunque Lisa les explicó que pueden morir si les quitan el corazón. Y con Lily, ella si estaba muerta. No tuvo opción que dejarlo para después y ayudar a Leni a instalarse en su casa temporal.

Un rato después.

—Oh Linky, verás que haré muchísima ropa con toda esta tela —dijo Leni emocionada. En una hora Lincoln le arregló su nuevo cuarto como una tienda de ropa, con telas, maniquís y mucha pero mucha tela. Sin mencionar el amplio guardarropa que le compró.

—Me parece perfecto, siéntete libre de hacerme ropa a mi y a Lucy —dijo él con una sonrisa. —Y si se te acaban las telas, me avisas y te iré a comprar todas las que quieras. —Le aseguró con su puño en su corazón.

Leni soltó un par de lágrimas de la emoción. Volvió a abrazar a su hermano y luego a Lucy, la cuál estaba un poco distante, por lo que vigilaba a Leni, ya que no quería compartir a este Lincoln con nadie.

Después de despedirse y dejar sola a su hermana mayor.

—¡Ahh! —Gritó al momento en que Lincoln la cargó en sus brazos y la llevó rápidamente a su habitación.

Ya estando allá, la depositó en la cama y la empezó a besar.

—Es hora de tu recompensa por devolverme a una de mis hermanas —dijo él al tiempo en que se quitaba su camisa revelando sus músculos.

Lucy sonrío, ahora con más rapidez traería a las demás aunque sea a la fuerza para curarlas, en fin. Se lo terminarán agradeciendo algún día.

Tierra - 23335

Unas horas antes.

Unluna miraba con curiosidad la bola de cristal de su hermana pérdida, ahora no solamente faltaba Lucy, si no que también Leni ya no estaba.

Esto empezó a preocupar a todas, ahora la rockera que podía manipular el fuego se encontraba buscando también a sus hermanas. No quería perder a nadie más aunque se llevarán mal a veces.

—¿Dónde demonios se habrán metido? —preguntó al aire. —Desearía saber en donde están y poder ir allí con ellas... —Dijo con enojo y tristeza mezcladas.

Igual como Unleni, la bola de cristal la absorbió.

—¡Woaaaahhh...! —Gritó ella mientras su cuerpo se volvía líquido y era transportado a otro mundo.

Tierra - 23336

Nuevamente Lincoln debía ir a trabajar. Igual que los días pasados, Lucy no lo dejaba ir, pero ahora era más difícil, ya que Leni tampoco quería dejarlo ir.

Con todo el pesar del mundo tuvieron que aceptar que su hermano y esposo, debía irse a trabajar.

Pero antes de irse se dirigió a Lucy.

—¿Y a quien reviviras hoy? —preguntó. Lucy se puso nerviosa. —¿Puede ser a Luan?, extraño sus chistes, algunos eran malos, pero la quería muchísimo como para decírselo.

Lucy se rascó la cabeza, Leni solo sonreía, no sabia de lo que ellos hablaban.

—P-pues... Es una sorpresa jeje —incluso para ella lo era.

Lincoln sonrió y soltó un chillido de emoción.

—Llegaré lo más pronto posible —dijo Lincoln con emoción. Le dio un beso rápido en la boca a Lucy y uno en la frente a Leni. Dejando a la rubia mayor con ganas de uno en la boca, iba a pedirle uno en los labios, pero Lincoln se fue rápidamente. Al estar lo suficientemente lejos, se fue volando como lo había hecho siempre.

Leni se quedó viendo todo fijamente.

—¡Wow! ¡Linky sabe volar como yo! —dijo con emoción.

Lucy negó con la cabeza.

—Si Leni, Linky es muy fabuloso —la tomó de la mano y la guió hasta el interior de la casa nuevamente.

Ya en el interior y dos horas después. Ambas se encontraban pensando en una forma de traer a sus hermanas a este mundo para curarlas y buscarles un nuevo hogar.

—¿Crees que a Linky le guste este suéter naranja? —Bueno, solo Lucy estaba pensando.

—Si Leni, le encantará —dijo ella sin ver el suéter.

Leni se emocionó mucho.

Unas dos horas después.

—Muy bien Leni, este es el plan —le iba a empezar a contar el plan. —Primero yo volveré al otro mundo y... —No pudo terminar.

—¿¡Dónde rayos estoy!? —Se oyó una voz muy molesta que provenía de la parte de arriba, cómo de la segunda planta.

—¡Luna! —Dijeron ambas al mismo tiempo, solo que Lucy estaba nerviosa y Leni muy feliz de oír a su hermana.

Rápidamente subieron al segundo piso y no hizo falta entrar a la habitación. Ya que Unluna estaba en el pasillo.

—¡Chicas, al fin las encuentro! —se acercó a abrazarlas pero se detuvo a medio metro. —Lucen diferentes... ¿Dónde estamos exactamente? —Preguntó con enojo.

Lucy iba a hablar pero Leni se le adelanto.

—Estamos en la mansión de Linky, él ya regreso del campamento, se ve muy bien y se ve más musculoso. Seguramente allá lo alimentaron bien —dijo ella de forma inocente.

Unluna abrió los ojos como platos, estaba sorprendida. Una sonrisa maléfica se formó en su rostro.

—Ah si, ¿Donde esta él? —miró a todas partes. —Necesito un tiempo a solas con él antes de que Lynn lo vea, si saben a lo que me refiero jeje... —Dijo la de acento británico.

Espero que sus hermanas rieran también, pero no lo hicieron. Las volteó a ver y ellas se veían preocupadas.

—¿Qué pasa chicas? —se acercó a ellas. —¿Que mosca les picó?

Unlucy se le acercó y le empezó a explicar todo. Como mató a la Lucy de esta dimension, que aquí no habían hermanas Loud gracias a su versión, que este era un mundo hermoso, que el Lincoln de aquí se veía muy fuerte, mucho más que todas ellas juntas y sobre todo, le explico que había una máquina que podía curarlas.

____________________________________

Ahora se encontraban frente a esa maquina.

—Así que... ¿Si me meto aquí, me curare? —Preguntó con seriedad la rockera.

Unlucy asintió y Leni negó.

Unluna cerro los ojos fuertemente y sin pensarlo entró a la maquina.

—¿Luna? —preguntó Lucy con algo de dudas.

—¡Solo enciendela, antes que cambie de opinión! —Gritó con enojo, un poco de fuego negro salió de sus ojos por un instante.

Unlucy asintió decidida y la encendió rápidamente.

Unluna se movía de un lado a otro, poco a poco, sentía que el mal abandonaba su cuerpo. Pasaron unos segundos y estaba listo, ya no era una Unloud.

—¿Ya? —preguntó abriendo uno de sus ojos. Se sentía normal, pero no estaba de más ser precavida.

—Si hermana, bienvenida a tu nuevo mundo —dijo Lucy.

—¡Si, feliz cumpleaños! —le deseo Leni, abrazándola después que salió de la cápsula. Unluna la hubiera ignorado pero la abrazó con lágrimas en los ojos.

—Gracias sis... —Dijo ella. Luego pensó en lo que Lucy le dijo sobre que aún podían tener sus poderes. Se separó de Leni y vio su mano. Se concentró un poco y una llama de color morado surgió de esta. —¡AWESOME! —Gritó con emoción.

Lucy se le acercó a hablarle.

—Muy bien Luna, debemos hablar de como te comportarás con Lincoln —dijo de forma seria la gótica fresa.

Luna asintió.

Un rato después no estaba muy a gusto. No podía acostarse con su hermano, ya que Lucy era la esposa de Lincoln en esta tierra. Algo muy injusto si se lo preguntan. Solo podía comportarse como una hermana revivida.

—Oye, si la Luna de este tiempo murió a los quince, ¿Lincoln no sospechara que me revivas como una Luna de treinta y cinco? —preguntó con dudas, causando que Lucy se pusiera a pensar.

—No se, no me preguntó nada por Leni... De seguro le importa poco su edad, con tal de tenerlas con vida, no te preocupes —dijo Lucy con más dudas, quería acabar con esto lo antes posible.

Ninguna estaba segura de esto. Pero no les dio tiempo de pensar en algo más, ya que la puerta del frente se abrió con rapidez y Lincoln entró rápidamente, se veía muy impaciente.

Miró fijamente a las dos chicas que estaban en el sofá de la sala y se emocionó al ver a la castaña.

—¡Lunaaaaa! —gritó con emoción mientras corría a abrazarla.

Luna se emocionó también, sin contar que tuvo un orgasmo al ver lo apuesto que él se veía.

—¡Lincooooln! —Dijo con felicidad, se levantó del sofá y salió hacía su hermano. Él sin dudarlo, la atrapó con sus brazos.

—¡Lucy eres la mejor! —le gritó Lincoln.

—No es nada, ya sabes. Es nuestra familia y se hace lo que se puede por ellos jejeje —rió de forma nerviosa.

Lincoln se disculpó con Luna al igual que lo hizo con Leni, dejando a la rockera muy triste, ya que él no había hecho nada para hacerles daño, ni siquiera en el otro mundo. Pero tuvo que dejarlo pasar.

—Wow, que fuerte eres —Luna le tocaba los músculos del brazo, tenía unas ganas bestiales de llevarlo a la cama, pero debía resistirse. Ya que Unlucy la miraba fijamente.

Lincoln rió con timidez.

—Basta Luna, me avergüenzas... —Se sonrojo un poco.

Luna lo siguió molestando.

—Pero si eres muy guapo, si antes de pequeño eras lindo... Ahora eres más apuesto jeje —lo abrazó del brazo y lo miró con una sonrisa.

Lincoln también intento molestarla.

—Luna, deja de coquetearme o Lucy dirá que la estoy engañando contigo —dijo él, Lucy soltó una risita a sus espaldas.

Luna le sonrió de forma seductora.

—Ya te dije que no puedo, eres demasiado apuesto para mi débil mente femenina... —Cerró los ojos y apoyo la cabeza sobre el pecho de su hermano.

Después de la actuación dramática de su hermana. Ambos se echaron a reír, Lucy rió también pero de forma fingida.

—¡Listo, ya termine la ropa de Luna! —Aviso Leni entrando a la habitación.

Un par de minutos después.

—¡WOW! ¡Simplemente wow! —Unluna se miraba en el espejo. Se veía como toda una estrella de rock. Pantalón morado oscuro, camisa morada con mangas rotas y un cráneo en llamas en el pecho, tenis blancos. Además de una nueva guitarra que Lincoln le fue a comprar. Esta era de color morado también, además se corto el cabello. Aun lo tenia rapado de un lado pero aún si se veía muy bien. —Muchas gracias Leni. —Agradeció ella a su hermana.

—No me agradezcas a mi, si no a Linky. Él me compró todas las telas del mundo para hacer toda la ropa que quiera —dijo Leni con una sonrisa.

—No, no me agradezcas. Agradecele a Lucy quién fue la que te revivió y nos permitió estar juntos de nuevo —dijo él con una sonrisa y lágrimas en sus ojos.

Luna se molestó por eso, Lucy no hizo nada, solo descubrir un mejor mundo en donde ella estaba casada con otro chico más apuesto y gentil que nunca nadie haya conocido jamás. Era una perra al igual que Lynn.

—Les doy las gracias a todos y punto —dijo la rockera.

Todos se unieron en un abrazo grupal y allí estuvieron por mucho tiempo.

____________________________________

—Pero Lincoln, no era necesario que me compraras todos estos instrumentos. No es como que los vaya a tocar todos —dijo Luna, estaba en su gran habitación. Estaba sorprendida por lo exageradamente grande que era. Y no era todo, Lincoln la lleno con instrumentos de todo tipo.

Lincoln negó con la cabeza.

—Claro que era necesario, verás que en poco tiempo serás la estrella de rock que el mundo merece tener —dijo él con honestidad para luego abrazarla.

A ella se le aguaron los ojos por la legendaria preocupación de su hermano con ella, Lincoln era igual en todas las dimensiones, ¿O qué?.

—¡Oooh Lincoln, buaaaahhh! —empezó a llorar sobre el pecho de su hermano.

Lincoln la consoló por mucho tiempo. Debía estar con ella por siempre y para siempre, se aseguraría de que no les falte nada.

Luna de pronto se separó y lo besó en la mejilla. Hubiera deseado llevarlo lejos, pero tenía que esperar.

—Buenas noches Lincoln y gracias por todo —se despidió Luna, ya lista para dormir.

—Buenas noches Luna y no te preocupes, si necesitas algo más, me avisas —ella simplemente asintió. Él se despidió también y se fue a dormir.

Al llegar a su habitación encontró a Lucy profundamente dormida. Pero eso no le importó. Se recostó sobre ella y le empezó a besar el cuello.

—¿Lincoln? —Dijo ella mientras despertaba, estaba agotada por todo lo que estaba pasando y se dispuso a dormir.

—Shhhh.... Descuida, te daré tu recompensa lo más rápido que pueda, tu solo relájate, que yo haré todo el trabajo —dijo él con tono seductor.

La rubia solo asintió torpemente con una sonrisa. No podía negarse a una buena dosis de sexo con él.

Dos horas después...

¡Ah, ah, ah, ah si!

Luna se tapó los oídos con su almohada. Los gemidos de placer de Lucy taladraban sus tímpanos con fuerza.

¡Oh si, oh no, oooooh siiii!

Ella desearía estar en su lugar, ella siempre amo a su hermano, incluso antes de que todo se fuera al demonio, sufrió mucho al verlo pelear en el campamento ese pero no podía hacer nada, ella solo era una adolescente de quince años que no era fuerte.

¡Ah, quiero más, dame más... Espera, no tanto! ¡Es demasiado!

No quería seguir escuchando, quería ser parte de la acción. Pero... No podía arruinarlo todo, aún faltaban más de sus hermanas por ayudar, estaba Luan a la que quería mucho y era su mejor amiga, debía soportar hasta que estuvieran todas y no antes.

¡Aaaaah! ¡Te amo Lincoln!

Luna se cobijo con las sábanas, al parecer ya habían acabado.

¡Oh Lincoln! ¡Oh si, más más!

O tal vez no.

La rockera soltó un grito ahogado sobre su almohada. Al parecer iba a ser una larga noche.

Mientras tanto en la habitación de Leni.

—Zzzzz... Zzzzz... Zzzzz... —Ella si dormía plácidamente.

A la mañana siguiente.

—Aaaaah que buena noche —dijo Lucy entrando a la cocina, seguida de Lincoln.

—Si, es como si todo el estrés de mi cuerpo me hubiera abandonado —dijo Lincoln mientras la abrazaba por atrás.

—Bien por ustedes... —Luna les llamó la atención, estaba acostada en la mesa de la cocina. Tenía unas ojeras enormes.

Ambos la voltearon a ver pero fue Lincoln quien se le acercó para revisarla.

—¿Estas bien? —Le tocó la frente.

Luna negó con la cabeza.

—Basta bro, estoy bien... Solo no dormí bien, gracias a los animales que se aparean hasta tempranas horas de la madrugada... Buaaaahhh... —Dijo de mal humor, soltando un bostezo al final.

El rostro de Lincoln se puso tan rojo como un tomate al escuchar eso.

—L-lo siento... —Se disculpó de inmediato y a duras penas.

—Zzz... Zzzzz... —Luna se quedó dormida, al parecer tenía mucho sueño.

Lincoln tuvo que llevarla a su habitación y depositarla en su cama, la cubrió con las sábanas y salió de allí. Debía alistarse para el trabajo.

Se topó con Leni en el pasillo y la saludó.

—Buenos días Linky —saludó ella con una radiante sonrisa. Él le devolvió el saludo.

Al parecer ella no tuvo inconvenientes para poder dormir. Pero aún así debía asegurarse de ser menos intenso la próxima vez cuando lo haga con Lucy o hallar una forma de hacer su habitación para que no saliera el sonido.

—Pensaré en eso después, ahora debo correr —dijo él, ya estaba muy apurado.

____________________________________

Luna se despertó lentamente. Miró a su alrededor y notó que estaba en su habitación. No recordaba haber llegado allí.

Se levantó de la cama y se acercó a la ventana. Vio que su hermano se alejaba de la casa, al parecer iba a su trabajo. Se lamentó al ver que no pudo despedirse.

Pero abrió los ojos como platos al ver que él tenía un brazo izquierdo metálico, se veía mejor que el de Lisa. No lo había notado antes por lo feliz que estaba de volver a verlo.

De repente quedó boquiabierta al ver que se iba volando de forma épica y muy cool.

Sin perder tiempo, bajo a la cocina para hablar con sus hermanas acerca de lo que había visto y también sobre cómo traer a las demás a este genial mundo.

Continúa en el siguiente capítulo...



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