Un Poco De Ayuda
Nuevo capitulo... Wow, eso no tardo tanto, hasta yo me sorprendí.
Bueno,sin más que decir, disfruten el capitulo de hoy.
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Después de una tormentosa pelea nocturna, Logan y Pancho llevaron al niño inconsciente al interior de la casa, sintiendo un peso de responsabilidad sobre sus hombros mientras lo llevaban a su habitación. Después de todo, solo era un niño que no parecía tener más de 10 años.
Al entrar al cuarto, Logan recostó al niño en su cama.
— Okey... Y ahora ¿Qué vamos a hacer con él, Logan? —preguntó Pancho, mirando a Logan, esperando una respuesta sensata.
Logan frunció el ceño, pensando en las opciones disponibles.
— Bueno... No lo sé, Pancho. Pero definitivamente no podemos dejarlo ir. Podría lastimarse o volver a robar o...
— Que buena idea, llamaré a la policía y que ellos se encarguen. —sugirió Pancho, mientras buscaba su celular.
Logan negó con la cabeza de inmediato.
— ¡No! , ¿Qué te pasa? No podemos hacer eso. ¿Recuerdas lo que sucedió en la tienda? Si lo entregamos, en lugar de ayudarlo lo arrestarán por los robos de estos últimos meses y además, no queremos meternos en problemas mayores.
— ¿Meternos en problemas? ¿De qué rábanos estas hablando?- decía Pancho, mientras le jalaba la oreja a Logan.
-ay...ay...Piensalo, si lo entregamos, posiblemente creerán qué nosotros fuimos sus cómplices o algo por el estilo. - respondió Logan
-¿Si entiendes que este problema es tuyo verdad? Yo estaba bien dormido y tranquilito, soñando con... Bueno, eso no importa. - respondió Pancho, en un tono amenazante.
— Si... Pero eres mi hermano mayor, y tu no dejarías solo a tu hermanito ¿verdad? - respondió Logan, mientras hacia una carita de perrito.
Pancho, simplemente soltó la oreja de Logan.
— Eres un torpe sin remedio, y como siempre, yo tengo que resolverte tus problemas... Pues esta vez te va a costar. - Exijio Pancho.
— Claro... Veamos, ya se, te daré mi paga del restaurante durante Un mes. - Ofreció Logan.
— Qué sean dos y Acepto.
Sin más remedio, Logan acepto las demandas de su hermano.
— Oye,ahora que lo pienso ¿Para que estas juntando tanto dinero? No creas que no he visto que tu caja fuerte ya se esta quedando sin espacio. - pregunto el peli blanco.
— Eso no importa ahora, mejor pensemos en que vamos a hacer con este niño. - dijo Pancho rápidamente, evadiendo las preguntas de su hermano.
Logan se puso a pensar, tratando de encontrar una solución.
— ¡Ya sé! Podríamos... adoptarlo —propuso, tratando de mantener una expresión seria aunque una chispa de diversión brillaba en sus ojos.
Pancho lo miró con incredulidad.
— Estás bien pasado, ¿verdad?
Logan soltó una risa nerviosa, intentando mantener la compostura.
— Bueno, tal vez no adoptarlo en serio, pero podríamos cuidarlo hasta que se despierte y averiguar de donde viene.
Pancho negó con la cabeza, cruzando los brazos sobre el pecho.
— Logan, esto no es momento para bromas. Tenemos que tomar una decisión seria sobre esta situación Y que se quede aquí no es opción, más aun con mamá embarazada.
Logan suspiró, dándose cuenta de que su idea no había sido bien recibida.
— Lo sé, Pancho. Pero no puedo evitar pensar en lo que pasaría si lo dejamos solo. Podría lastimarse o necesitar ayuda médica y no estaríamos allí para ayudarlo.
Pancho miro a Logan.
-No lo entiendo, por que te interesa tanto ayudar a este niño, ni siquiera lo conoces.
Logan bajo la mirada por un momento.
-Por que... Cuando me quede solo y me senti perdido, alguien me ayudo a encontrar el camino. ¿Lo recuerdas? Tu no me conocías en aquel entonces y aun así, me ayudaste. — respondió Logan, Mirando a Pancho.
Pancho se quedo sin palabras, recordando como Logan, en su afán de buscar respuestas sobre su, en ese entonces, desconocida familia, termino perdiéndose en Great Lake City, eso hasta que el lo encontró y lo ayudo a buscar a su padre.
Pancho simplemente suspiró, reconociendo que su hermano era un torpe sentimental, pero al final del día, tenía razón.
— Está bien, Logan. Tu ganas. Te ayudaré, pero será más tarde. Tengo mi clase de natación ahora mismo. —dijo Pancho, mientras se cambiaba de ropa.
-¿Enserio? ¿Ahora? ¿En este momento? - respondió Logan,con un poco de frustración en su tono de voz.
—Tu sabes bien que esto es importante para mi, estamos cerca de las finales y no quiero fallarle a mi equipo. — contesto el pelinegro, mientras tomaba sus cosas.
— Pero, Pancho, ¿qué voy a hacer yo solo con él niño? No quiero estar solo aquí con el. ¿Qué tal si despierta? — se quejó Logan, mirando a su hermano con ojos suplicantes.
Pancho simplemente se acerco a su hermano para darle unas palmaditas en el hombro con una sonrisa sarcastica.
— No te preocupes, hermanito. Solo mantente cerca de él y todo estará bien. Además, no estarás solo por mucho tiempo. Volveré lo más pronto posible.
Logan simplemente cayo al piso, cruzando los brazos.
— Está bien, vete a nadar como patito al agua, ojalá se te pierda el traje de baño, mejor aun, ojalá se te caiga y todos te vean. - contesto Logan, mñhaciendo un puchero ante la decisión absoluta de su hermano.
—Eso es. Buen chico, quedate ahí hechadito.
—Oye, ¿Y qué hago si mamá aparece? —preguntó Logan.
Pancho se detuvo en la puerta, girándose para mirar a Logan.
— No dejes que mamá vea al niño. Y tampoco lo dejes salir de este cuarto, ¿entendido? Y Si necesitas algo, solo llámame. Nos vemos luego, Logan. —dijo, antes de salir de la habitación.
Logan se había quedado solo.
—Y... Me dejaron. ¿Como le pueden hacer esto al protagonista?
El pequeño entonces empezó a roncar, cosa que llamo la atención de Logan.
—Mmmm... Si ignoramos la suciedad en el cabello, su cuerpo, su ropa... Bueno, básicamente en todo su ser, me parece que es un mocoso adorable.
Logan seguía viendo con detalle el rostro del niño.
—Y ahora que lo veo mejor, es extraño, pero siento que ya lo había visto en algún lado... Y si, se que ustedes también, pero continuemos con el drama, eso nos da de comer... O al menos lo haría si nos pagaran por esto.
Logan seguia tratando de recordar donde había visto el rostro de aquel niño.
Logan tomo entonces la prenda qué cubría el rostro del niño, la cual también le parecía familiar.
— Oye, esto es de...
Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos por un olor desagradable que invadió la habitación, haciendo arrugar la nariz a Logan.
— ¡Ugh, guacala, qué olor tan horrible! — exclamó Logan, cubriéndose la nariz con ambas manos y retrocediendo hacia la puerta.
—Demonios, y yo que crei qué las calcetas de papá eran apestosas, ese niño es radioactivo.
De repente, el estómago de Logan empezó a emitir varios ruidos.
—¿Oyeron eso? Mis tripas exigen comida, y ¿quien soy yo para negarme?.
Logan bajó las escaleras y entró a la cocina, buscando algo para comer para el y para su "apestoso invitado".
Sin embargo, al entrar, hizo un ruido involuntario al mover un par de utensilios del lugar, llamando la atención de Ronnie Anne, quien aun seguía durmiendo, pues aun era temprano.
— ¿Quién anda ahí? —preguntó Ronnie Anne, frunciendo el ceño y mirando hacia la entrada de su habitación, pero aun con los ojos cerrados.
Logan, tratando de mantenerse tranquilo, respondió:
— ¡Nadie, es el comal platicando con la olla!.
Ronnie Anne soltó un suspiro,dejando caer su rostro justo en su almohada.
— ¿En serio? No tengo energía para lidiar contigo y con la ollas aun. Solo asegúrate de no hacer ningún desastre en la cocina, por favor. Estoy muy cansada para limpiar después.
Logan soltó una risa nerviosa y sin mas se dirigió a la nevera en busca de algo para comer.
Mientras tanto, en la habitación de Logan, otro suceso se llevaba acabo, pues el pequeño ladrón comenzaba a despertar lentamente.
El niño, al recuperar por completo la conciencia, se sintio confundido y desorientado al encontrarse en un lugar desconocido. Al darse cuenta de que estaba en una habitación extraña, su corazón empezaría a latir rápidamente y la ansiedad se apoderaría de él.
El niño miro a su alrededor con ojos asustados, buscando una salida.
Al percatarse de que la puerta estaba cerrada con llave, el niño entro en pánico y comenzo a actuar como un animal enjaulado, golpeando la puerta y rasgandola en búsqueda de libertad, cosa que no funciono.
Desesperado, el niño se dirigio hacia la ventana, pensando que podría ser su única salida. Pero al asomarse y ver la altura a la que se encontraba, el miedo se apoderaría de él y retrocediendo casi al instante, temeroso de lanzarse al vacío.
Logan, que estaba en la cocina preparando algo de comer, escucharía los ruidos procedentes de la habitación.
Escucharon eso ¿verdad?...
Espera... Mi error...
Leíste eso, ¿verdad?... Si, mejor voy a investigar... Creo que ya no quiero ser el protagonista.
Logan subió rápidamente las escaleras para luego entrar en la habitación.
Al llegar, el peliblanco se encontró con el niño de cabello castaño y ropa sucia tratando desesperadamente de salir del lugar. Al mirar a Logan, el niño inmediatamente empezó a retroceder, soltando pequeños gruñidos.
Logan se mantuvo tranquilo, tratando de calmar la situación.
— Tranquilo, yo ser amigo... Yo no hacerte daño. Yo ser amigable.
El niño frunció el ceño.
— Estás bien pasado, ¿verdad?- Respondió el niño, confundido por la forma de hablar de Logan.
— Oh bueno... Al parecer esa será la frase del día. Qué lindo.
Logan se rascó la cabeza,tratando de empezar otra vez.
— Escucha, no quiero lastimarte.solo quiero preguntarte unas cosas.
El niño bufó con desdén, pero finalmente se detuvo por unos momentos.
— Está bien, pero que sea rápido.
Logan asintió, agradecido de que el niño estuviera dispuesto a escuchar, pues ciertamente una pelea escándalosa no era una buena opción en esos momentos.
— Entiendo que estés asustado, pero descuida, no pasará nada malo. ¿Por qué no me cuentas por que entraste a mi casa?
El niño se encogió de hombros, sin perder su actitud desafiante.
— Yo... Yo solo tenia hambre y un poco de frio... Vi esta casa y... Y..
Logan asintió.
— Comprendo. Pero lo que hiciste estuvo mal, no puedes entrar a las casas de las personas de esa forma. Pero tranquilo, no pienso llamar a la policía o algo así.
— ¿Ah no? — El niño miró a Logan fijamente por un momento, listo para actuar.
Logan sonrió, aliviado creyendo que el niño lo entendía y que estaba dispuesto a cooperar.
— Jeje, bien. Ahora, ¿por qué no nos sentamos y tomamos algo para comer mientras hablamos un poco más?
Sin embargo, mientras Logan tomaba asiento en el piso, el niño misterioso inmediatamente saltó sobre Logan, golpeándolo en la cabeza y escapando de la habitación.
Logan se levantó, frotándose la cabeza adolorida.
— Este definitivamente no es mi día... Y recién esta empezando.
Sin perder más tiempo, Logan salió corriendo de la casa, decidido a atrapar al niño antes de que fuera demasiado tarde.
Logan corrió por las calles de Royal Woods, buscando al niño sin éxito. Su respiración se volvía más pesada con cada paso, y el miedo de que algo malo le hubiera pasado al pequeño comenzaba a crecer en su mente. A medida que avanzaba, notaba la presencia de varios policías patrullando el área, y su ansiedad aumentaba.
—Rayos... ¿Dónde te metiste? —murmuró Logan para sí mismo, deteniéndose un momento para recuperar el aliento.
Observó a su alrededor, temiendo que el niño ya hubiera sido capturado.
—Okey... No me queda otra opción, así que... Diablos.
Sin saber qué más hacer, Logan decidió buscar a Pancho en su clase de natación. Corrió hacia la piscina de la escuela secundaria, sintiendo la presión de cada segundo que pasaba.
Al llegar a la piscina, Logan se encontró con un grupo de estudiantes entrenando vigorosamente. Buscó a Pancho entre ellos y finalmente lo vio nadando con fuerza. Se acercó al borde de la piscina, agitando las manos para llamar su atención.
— Oye Santiago, ¿ese de ahí no es tu hermano? —preguntó uno de los chicos que estaba dentro de la piscina junto a Pancho.
— Sí, desgraciadamente así es —contestó el pelinegro, mostrando una mirada bastante inconforme.
Al salir de la piscina, Pancho corrió en dirección a Logan.
— Logan, ¿qué demonios haces aquí? —preguntó Pancho, secándose con una toalla.
Logan bajó la mirada, listo para recibir el regaño de su hermano.
—El mocoso... se escapó. No pude mantenerlo en la habitación.
Pancho cerró los ojos y exhaló profundamente, tratando de mantener la calma.
—Una cosa, ¿no pudiste cumplir una simple cosa, Logan? Te dije que lo vigilaras. ¿Acaso era demasiado? —Pancho lo miró con desaprobación.
—Lo sé, Pancho, lo siento. Pero no esperaba que fuera tan rápido y astuto. El mocoso voló sobre mí y... espera, no, el rayo láser no viene al caso —se justificó Logan.
Pancho sacudió la cabeza, frustrado.
—¡No es momento para bromas! No podemos dejarlo solo por ahí. Podría meterse en más problemas o peor.
—Lo sé, lo sé, pero ya lo busqué en todo el pueblo y no lo encontré.
Pancho lo pensó por un momento.
—No, espera, el niño estaba cubierto de lodo y hojas. No estaba en el pueblo, así que seguramente está en la zona boscosa del pueblo —decía Pancho, frotándose la barbilla.
—Wow, mira eso, hasta sonaste igual a Batman —respondió Logan ante la deducción de su hermano.
—Lo sé, soy la mera... cuerda... El problema es que hay demasiados lugares así aquí, entonces seguimos en las mismas. Buscarlo por todas las zonas boscosas nos tomaría días o incluso semanas —contestó Pancho, frustrado por la situación.
Fue entonces cuando a la mente de Logan llegó un recuerdo. Un recuerdo reciente.
—¡El poncho!
—Hoy no vino, se reportó enfermo. Comió unos tacos que le causaron ardor en el...
—¿Qué? No, me refiero al poncho que cubría al niño, ese era un poncho de la preparatoria de Royal Woods. Tal vez haya algo ahí que nos pueda dar una pista.
Pancho asintió, viendo la lógica en la sugerencia de Logan.
—Está bien, vamos allá y busquemos en la zona boscosa al lado de la escuela. Es posible que se haya escondido ahí.
Los dos hermanos se apresuraron a la preparatoria de Royal Woods, esperando encontrar alguna pista sobre el paradero del niño. Al llegar, observaron el área, tratando de encontrar algún rastro que pudiera guiarlos.
— Bien, Logan, vamos a buscar en el bosque. Pero mantén los ojos bien abiertos. No quiero que nos sorprenda nuevamente —advirtió Pancho.
— Lo entiendo, Pancho. No te preocupes, estaré atento... Mira dos ardillas peleando en ese árbol.
— Logan, esas ardillas no están peleando.
— Oh... Ohhh.
Sin perder más tiempo, Logan y Pancho entraron en la zona boscosa, moviéndose con cautela entre los árboles y arbustos. El sonido de sus pasos se mezclaba con el susurro del viento y el canto de los pájaros.
—¿Ves algo? —preguntó Logan en voz baja.
—No, pero mantente cerca. Este lugar es grande y podría estar en cualquier parte. Además, no quiero tener que buscarte si te pierdes —respondió Pancho, escaneando el área con atención.
—Tú seguro piensas que en mi cabeza solo hay aire, ¿verdad?
—Eso y datos inútiles de Ace Savy.
—Oh ja ja ja, qué chistosito.
Después de unos minutos de búsqueda, Logan vio algo entre los arbustos.
—¡Pancho, mira! —susurró, señalando un pequeño trozo de tela azul enganchado en una rama baja.
Pancho se acercó para inspeccionar.
—Esto parece del poncho del niño. Estamos en el camino correcto —dijo Pancho, sintiendo una renovada esperanza.
Logan y Pancho continuaron adentrándose en el bosque, siguiendo los rastros que los llevaban a una parte más apartada. El día estaba nublado y algo frío, el viento soplaba suavemente entre los árboles, y los sonidos del bosque parecían amplificados por la tranquilidad del lugar. Finalmente, llegaron a una pequeña claro, y allí, entre los arbustos, vieron al niño de cabello castaño y poncho azul. Al notar la presencia de Logan y Pancho, el niño inmediatamente se puso a la defensiva,mostrando unos ojos verdes llenos de desconfianza y una postura lista para la lucha.
— ¡Ahí estás pequeño Tarzan región 4! —exclamó Logan, dando un paso adelante con los puños cerrados—. ¡Te voy a enseñar?no meterte con los nuggets de la gente!
¡Y si, se que eso se escucho mal, pero ustedes entienden!
El niño gruñó, listo para pelear con Logan.
— Logan, espera — dijo Pancho, jalando el gorro de la sudadera de su hermano, para así evitar su caminar—. No hagas nada tonto.
— Pero Pancho, este mocoso se metió con mis nuggets, me golpeó en la cabeza y luego huyó. ¡Se merece una patada en el trasero!
— Déjamelo a mí, Logan —respondió Pancho con calma—. No vamos a solucionar nada con una pelea.
Logan frunció el ceño, pero dio un paso atrás, permitiendo que Pancho tomara la iniciativa.
— Muy bien, madre Teresa, ya quiero ver como solucionas esto.
Pancho avanzó lentamente hacia el niño, levantando las manos en señal de paz.
— Tranquilo, no queremos hacerte daño. Solo queremos hablar contigo.
El niño, sin bajar la guardia, empezó a escuchar con atención.
— ¿Por qué debería confiar en ustedes? —respondió el niño con voz firme y desafiante.
— Entiendo que no tengas razones para confiar en nosotros —dijo Pancho, deteniéndose a una distancia segura—. Pero te aseguro que no queremos hacerte daño. Solo queremos ayudarte.
El niño permaneció en silencio.
— Mira, sé que todo esto es extraño para ti —continuó Pancho—. Pero si vienes con nosotros, te prometo que tendrás un lugar cálido donde dormir y comida en la mesa.
— ¿Por qué harían eso por mi? —preguntó el niño, con su desconfianza aún presente.
— Porque todos merecen algo de ayuda. —dijo Pancho con sinceridad, mientras volteaba a ver a Logan—. No parece que tengas un lugar donde quedarte, y este bosque no es seguro para un pequeño.
El niño frunció el ceño, considerando las palabras de Pancho.
— No soy un pequeño. Yo se cuidarme solo.
— Y Estoy seguro de que puedes —dijo Pancho—. Pero no tienes que hacerlo. Puedes quedarte con nosotros por unos días, descansar, comer bien y luego decidir lo qué quieres hacer.
El niño dudó por unos momentos.
— No sé...
— Escucha, no vamos a obligarte a nada —dijo Pancho—. Solo te ofrecemos un lugar seguro por unos días. Y después Puedes irte cuando quieras.
El niño miró a Pancho y luego a Logan, evaluando sus intenciones. Finalmente, asintió con cautela.
— Está bien. Pero solo por unos días.
— Genial —dijo Pancho, sonriendo—. No te arrepentirás.
Logan, sorprendido por el acuerdo, no pudo evitar mostrar una expresión de incredulidad.
— ¿En serio? ¿Así de fácil? —dijo Logan, aún con ganas de enfrentarse al niño.
— Sí, Logan. Así de fácil —respondió Pancho, con una sonrisa ganadora.
Sin embargo, Logan y el niño seguían mirándose como un par de perros rabiosos, listos para saltar si alguno hacía un movimiento en falso.
— Logan, deja al niño en paz. No queremos más problemas —dijo Pancho, jalando la oreja de Logan.
— ¡Oye, suéltame! —se quejó Logan, tratando de liberarse.
El niño observó la escena, y sin que Logan o Pancho lo notaran, una pequeña sonrisa se formó en su rostro.
— Vamos, Logan. Tenemos un invitado que cuidar —dijo Pancho, soltando finalmente a su hermano.
— Está bien, está bien —dijo Logan, frotándose la oreja—. Pero si intenta algo...
— No lo hará —aseguró Pancho, dirigiendo una sonrisa al pequeño.
Con eso, los tres chicos comenzaron a caminar de regreso a la casa.
Ciertamente el día había empezado de manera interesante.
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Bueno amigos, hasta aquí el capitulo de hoy.
Seguro se preguntan... ¿Quien es ese niño desconocido?
Bueno, eso pronto lo sabrán.
Solo diré que...
No es un personaje nuevo.
Ya dije mucho.
Nos veremos pronto.
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