Prólogo: Un Día Importante
Muy bien amigos, comencemos con esta historia.
Espero que la disfruten.
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Royal Woods. Un pequeño pueblo lleno de gente en su mayoría amable y lugares bastante interesantes.
Justamente en uno de esos lugares empieza nuestra historia.
Recostado en una pequeña colina, un chico de cabellera blanca y cara pecosa, retozaba feliz, observando el cielo, perdido en sus pensamientos… Por así decirlo.
Nada fuera de lo normal para ese chico…
Un chico llamado Logan Loud.
Tranquilidad.
Pura y silenciosa tranquilidad.
La verdad, es que siempre he conocido el sentimiento, pero a diferencia de hace un año, esta tranquilidad no se siente triste y solitaria.
Esta tranquilidad se siente cálida y alegre, por que se que cuando vuelva a mi hogar, habrá alguien ahí, esperándome…
Pero hoy haremos una excepción…
Oigan, hace años que no hablo con ustedes. ¿Cómo están?…ah, cierto, cuarta pared.
En fin, me gustaría ponerme al día con ustedes sobre lo que pasó en estos últimos meses, pero hoy no puedo distraerme, hoy es un día muy importante. Quizás uno de los más importantes del año.
Así que… Mejor continúen la lectura, esto se pondrá bueno.
De un pequeño salto, Logan se levantó del lugar en el que estaba, para inmediatamente correr en dirección al pueblo. Aquel día era un día bastante importante.
Logan empezó a recorrer las calles del centro, buscando un lugar en especial. Cuando por fin logró hallarlo, al chico solo le tomó 10 minutos entrar y salir, solo que ahora, en sus manos llevaba una caja pequeña de color azul.
De pronto, el celular del peli blanco empezó a vibrar.
-Hola. – respondió Logan, tratando de no dejar caer al piso la caja que llevaba en sus manos.
-Logan, ¿Dónde estas? Ya solo faltan Pancho y tu.- contestó una voz femenina. Se trataba de una chica de cabellera negra con un tono púrpura y tez morena. Una mujer llamada Ronnie Anne.
-Lo siento, mi sesión de terapia se alargo un poco, pero llegare en unos momentos, y Pancho tuvo su práctica de Natación, pero supongo que ya va de regreso a casa. Dato de vital importancia, me alegra informar que el paquete está seguro. – respondió orgulloso el chico.
-Muy bien hijo, eso es perfecto. Traten de llegar lo más pronto posible, recuerda que hoy es un día importante. – contestó la mujer, haciendo hincapié en esas últimas palabras.
-No te preocupes mamá, así será. – respondió el peli blanco, mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.
La llamada había terminado.
Las cosas habían cambiado bastante en muy poco tiempo, y ciertos lazos que apenas se habían formado, empezaban a cobrar más fuerza.
Eso es verdad, desde que me mude con papá a Royal Woods, las cosas han cambiado bastante.
Por ejemplo, la casa y mi habitación se hicieron 3 veces más pequeñas, y honestamente no tengo ningún problema con eso.
La señorita Ronnie Anne ahora vive con nosotros. Después de la boda, ella y el abuelo Lynn decidieron unir sus restaurantes, algo así como una expansión masiva. Y ya que el abuelo y la abuela están de viaje por todo el mundo, mamá se encarga de dirigir todo, y de verdad ha sido un éxito en el pueblo.
Jejeje, saben algo, todavía me da un poco de pena cuando la llamo “mamá”, pero también me siento muy feliz cuando lo hago. Es complicado de explicar.
Por otro lado Papá ahora trabaja en una editorial de cómics y literatura infantil. Escribir y dibujar es lo que en verdad lo hace feliz… Y hacer pequeños trucos de magia… Y hacer cosplay… Bueno, la verdad es que jamás lo había visto tan feliz en toda mi vida.
Ambos hacen lo que más quieren, se tienen el uno al otro y nos tienen a mi y a…
El peli blanco no pudo continuar, pues alguien había hecho que el gorro de su sudadera le cubriera los ojos, evitando así que siguiera su camino.
-Miren nada más lo que acabo de encontrar, un tamalito mal amarradito. – contestó un chico de cabellera oscura, de tez morena, con una pequeña cicatriz en el ojo derecho.
-Gracioso… Muy gracioso, Panchito. – contestó Logan, mientras tenía una expresión bastante seria en su rostro.
-Oye, No te enojes, tu tienes la culpa por estar hablando solo y no poner atención al camino. – decía el peli negro, aun burlándose del otro chico, mientras que le ayudaba a quitarse el gorro.
-No es hablar solo, es pensar en voz alta.
-Claro… Por supuesto. – contestó Pancho, sin entender por completo de lo que hablaba Logan.
¿Recuerdan a este tarado de aquí?, pues antes era mi amigo, luego fue mi mejor amigo… Y ahora es mi hermano. Yo definiría nuestra relación como “una lucha interminable por demostrar quien es el hermano superior”. Y para futuras referencias, vamos empatados.
La vida de Logan y Pancho había cambiado por completo. Sus historias pasadas eran similares, ambos sabían eso. Y a pesar de todas la diferencias, los dos chicos se consideraban hermanos de toda la vida.
Se apoyaban el uno al otro sin dudarlo.
Definitivamente todo lo sucedido en el último año había cambiado a los Loud y a los Santiago de manera magistral, y todo había sido para bien.
Entre bromas, platicas y peleas, Ambos chicos continuaron su camino en dirección a su hogar.
-Oye, ¿pudiste conseguir… “Eso”? – susurro Pancho.
-Claro que si, aunque temo decir que no quedo nada de nuestra mesada de estos 5 meses.- contestó Logan.
-Genial… Pobres otra vez. Parece que nos tocara trabajar otra vez en el restaurante este fin de semana.
-¿A quien quieres engañar? A ti te gusta estar ahí.
-Claro que si, a mi me gusta ayudar.
-Claro, y nada tiene que ver que te comas los tacos dorados especiales que prepara mamá ¿Verdad? – respondió Logan.
-Es que esos tacos son supremos, y con la salsa de la abuela Rosa es mucho mejor.- contestó el peli negro, mientras que de su boca escurría todo un río de saliva.
-¿Para que es la salsa?
-Para más placer… Digo, sabor.
Después de aquella pequeña caminata, los dos chicos ya habían llegado a su casa.
Luego de lo sucedido tiempo atrás, la casa Loud había sido reconstruida en su totalidad, justo como era es sus mejores años… Con unos pequeños agregados.
Los chicos ya se encontraban dentro de la casa.
-¡Ya estamos en casa! – Gritaron los chicos al unísono.
Válgame la redundancia… ¿Verdad?
-Hola niños. – Respondió Ronnie Anne. – Todo esta listo, solo falta que su padre llegue a casa.
-Conociéndolo, seguramente está en camino.- contestó Logan.
-Okey… Ahora solo hay que esperar ¿no?- respondió Pancho.
-Así es. ¿Tienen la caja lis… Esperen, ¿Por qué la caja esta arrugada y doblada?. – Pregunto Ronnie, temiendo por la respuesta.
De repente, se escucho la bocina de un auto. No había duda de que ese sonido era bastante familiar.
Todos adentro de la casa corrieron de un lado al otro, en total descontrol. Descontrol que pudo ser escuchado por casi todo el vecindario.
Afuera de la casa, alguien no dudo ni por un momento en detenerse a escuchar esa ruidosa melodía.
-Ohhh si, música tranquila para mis oídos. – decía un hombre adulto de cabellera blanca, con tres mechones largos, un par de dientes con una pequeña quebradura, vestimenta anaranjada y lo más resaltante, un brazo metálico del mismo color.
Hace tiempo que no nos vemos, ¿Cómo han estado?.
Yo la verdad estoy bastante bien. Verán después de la boda… Un momento, ¿Por qué parece que ustedes ya saben lo que voy a decir?…, Ohhh, ya lo saben. Rayos, malditas filtraciones.
¿Quién esta Spoileando la trama?
En fin, supongo que eso me dejará sin mucho diálogos, pero al menos esto avanzará rápido.
Y bueno, hoy en especial fue un día de locura, en la mañana recibí llamadas de mis hermanas, de mis padres, de mis sobrinos, de mis amigos… De absolutamente todos a los que conozco.
Y eso… Es raro y a la vez muy hermoso. Extrañaba esa sensación cuando vivía en Orange Wood. Pero lo curioso es que hoy no recibí ningún saludo de Logan, Pancho o Ronnie. De verdad es… Curioso.
Quizás esto no se note mucho por que estas leyendo esto, pero justo ahora estoy usando un tono bastante sarcástico.
Se que me esperan adentro de la casa y voy a fingir que no lo sabía… No soy aguafiestas, pero estamos de acuerdo en que los niños no saben como ocultar secretos y Ronnie Anne tampoco es muy buena en eso. Jejeje.
Así que, si me permiten, hoy planeo pasar un día tranquilo con mi familia.
Lincoln si dirigió a la puerta de la casa, en ese momento, todo el ruido de la casa se desvaneció en un gran y profundo silencio.
Al abrir la puerta, ahí estaba la razón de su felicidad. La persona que en el pasado fue su mejor amiga y que ahora era su amada y querida esposa y sus dos pequeños que de hecho, ya estaban a punto de dejar de ser sus pequeños. Todos ellos con pequeños gorros coloridos, mientras gritaban al unísono…
-¡Feliz Cumpleaños!
El peli blanco no pudo evitar mostrar una enorme sonrisa, y contrario a lo que el había pensado, está era cien por ciento auténtica.
Lincoln estaba feliz de tener su vida de vuelta, una vida en el lugar donde el siempre amo estar, una vida cerca de las personas que el amo desde su infancia y a las personas que llegaron a hacer a un más feliz esa vida.
El peli blanco mayor sintió como varios brazos lo rodeaban por completo en un fuerte y amoroso abrazo.
-Feliz cumpleaños papá. – decía Logan mientras abrazaba con todas sus fuerzas a su padre.
-Muchas felicidades señor Loud. – respondió Pancho
Ronnie Anne por su parte, le dio un pequeño pero cariñoso beso en la mejilla a su esposo.
-Muchas felicidades. – contestó la peli negra, para inmediatamente abrazar al mayor.
-Tenemos un regalo para ti. – dijeron los chicos, mientras corrían en dirección a la cocina, dejando a los adultos a solas.
-¿Tu también me darás un regalo? – pregunto Lincoln.
-Eso te lo daré más tarde. – respondió Ronnie, con una sonrisa en su rostro.
-Jejeje, hoy toca . – respondió el peli blanco con una sonrisa pícara.
-Lamento decirte que no me refería a eso.
-Ósea… ¿Ósea que no habrá sex…
-¡Lincoln!
-Pero es jueves pozolero… Ay… Adoro ese nombre.
-Lincoln, los niños te van a oír.
-Ronnie, ese par de mocosos ya casi tienen 14 años, honestamente, creo que tu y yo quedaríamos más traumados con lo que ellos seguramente ya conocen que con lo que tu y yo conocemos.
-¿Quieres que te de un zape?
-Ahhh, será salvaje entonces.
En ese momento, Logan y Pancho ya se encontraban de regreso en la sala de la casa.
-Muy bien aquí está tu… ¡DEMONIOS! ¿Papá que te paso?.- grito Logan al ver que su padre ahora tenía un enorme chichón en su cabeza.
-Yo… Me caí por las escaleras. – contestó el mayor disimulando el dolor.
Los chicos decidieron continuar.
-Bueno, este regalo es de muestra parte, ojalá y te guste. – decía Pancho, mientras el y Logan abrían lentamente la caja azul que habían llevado a casa.
-He aquí, un pastel helado de chocolate y fresa con la forma de la portada número uno de las nuevas aventuras de Ace Savy. – decía Logan orgulloso de que su regalo al fin sería entregado.
Pero la expresión de Lincoln al ver dicho regalo no mostraba alegría o asombro, lo único que mostraba era una enorme confusión. Mientras que Ronnie Anne únicamente soltó un enorme suspiro, mientras llevaba una mano directo a su rostro.
Cuando Logan y Pancho observaron el pastel, se dieron cuenta del por qué sus padres mostraban esos rostros.
Lo único que había dentro de la caja era un enorme masa de varios colores, como si una bomba de pastel hubiera estallado.
-… Okey, nota mental: jamás pelees con tu hermano mientras llevas una caja que dice claramente “No agitar”. – decía Logan.
Ambos niños se vieron el uno al otro. Aquel regalo era la mayor muestra de amor hacia su padre en aquel día tan especial, y ahora estaba arruinado… O al menos eso creían ellos.
Lincoln no dudo en tomar la caja en sus manos, para inmediatamente tomar un poco del contenido que había en esta.
Lincoln mostró una sonrisa de satisfacción.
-Mmmm, esto está delicioso, de verdad me encanta. – contestó Lincoln mientras mostraba una enorme sonrisa.
-Pero… Se suponía que… Lo sentimos papá. – contestó Logan, avergonzado de lo que había pasado.
-Perdón señor Loud. – contestó Pancho, de la misma forma que su hermano.
Lincoln rápidamente se puso a la altura de los chicos para darles un enorme abrazo a los dos.
-Se que lo digo casi todo el tiempo, pero los quiero mucho chicos. Gracias por darme este gran regalo. – susurro Lincoln.
Aquellas palabras dibujaron una enorme sonrisa en ambos chicos, quienes no dudaron en devolver el abrazo. Todo esto ante la mirada de Ronnie, quien miraba feliz aquel momento.
-Vayan a buscar algunos vasos y cucharas para compartir juntos este helado. – decía Lincoln, mientras se levantaba del lugar en el que estaba.
-¡Si! – contestaron los chicos al unísono, para inmediatamente correr de regreso a la cocina.
Ronnie Anne se acercó nuevamente al peli blanco.
-Estaba segura que algo así pasaría, estos niños no tienen remedio. – decía la peli negra, mientras soltaba una pequeña carcajada.
Y sin que nadie se diera cuenta, Lincoln empezó a soltar un par de lágrimas… Lágrimas de felicidad.
Era verdad que el regalo no era bonito a primera vista , pero para Lincoln, este regalo era más que perfecto, pues era algo que venía directo del corazón de sus hijos, y era la prueba de su amor hacia el.
El sentirse amado de esa forma por sus hijos y su esposa, lo hacía sentir el hombre más afortunado del mundo.
Y así, el día transcurrió de manera normal, lleno de risas, y muchos momentos inolvidables.
Caída la noche, Lincoln y Ronnie ya se encontraban en su habitación, listos para una noche tranquila…
-Espera… ¿Si era enserió?¿Hoy no habrá sex…
-¡Ya te dije que no! Y ponte tu ropa. – grito Ronnie, mientras le lanzaba una camiseta a Lincoln.
-Eres muy mala conmigo. Primero me ilusionas y luego me quitas mi felicidad – decía Lincoln, mientras fingía un tono de tristeza.
-No seas tan llorón. – contestó Ronnie, mientras le daba a Lincoln una pequeña caja de color morado.
-¿Qué es esto?.
-Te dije que tenia un regalo para ti.
Lincoln abrió lentamente la pequeña caja frente a el. Al mirar lo que contenía, el peli blanco entró en un shock total. Dentro de la caja se encontraba una pequeña tableta de color blanco… Una tableta con dos líneas visibles.
-Ronnie… Tu… Tu… Tu… - balbuceo Lincoln, sin poder terminar su oración.
Lincoln no pudo continuar, pues Ronnie se había acercado rápidamente al rostro de Lincoln para darle un enorme y apasionado beso.
Lincoln seguía sin reaccionar del todo, pues un millón de emociones lo inundaron en aquel momento.
Felicidad, dicha, nervios, preocupación, miedo…
Ronnie noto esto inmediatamente.
-Escucha, se que esto no es fácil, después de lo que pasó con… Paige…
-No… No, es solo que…
-No Lincoln, yo se lo que esto significa para ti, y te prometo que no te haré pasar por el mismo sufrimiento. Estaremos juntos en esto. Te lo prometo. – decía Ronnie, mientras abrazaba a su esposo.
Lincoln no pudo hacer otra cosa más que sonreírle a su esposa.
-¿Segura que estarás bien?.
-Claro que si, tu confía en mi.
Ambos volvieron a darse un abrazo.
Y aunque Lincoln ya se sentía un poco más tranquilo, en su mente habían miles de pensamientos y recuerdos… Algunos bastante dolorosos.
Pero estaba dispuesto a hacerlos a un lado… Olvidar el pasado y caminar hacia el futuro…
Pero ese futuro estaba por volverse más extraño.
A las afueras de Royal Woods, miles de destellos de color verde empezaron a iluminar la carretera.
De una momento a otro, una explosión iluminó el lugar por completo, seguido de un destello parpadeante, el cual había arrojado “algo” hacia el bosque cercano al lugar.
Ese “Algo” empezaba a recobrar la conciencia.
¿Qué paso?
…
¿Dónde estoy?
…
¿Quién soy yo?
Los destellos habían cesado.
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Bueno amigos, hasta aquí llega el prólogo.
Espero que hayan disfrutado el inicio de esta nueva historia.
Cuéntenme que les pareció.
Yo los leere.
Hasta el siguiente capitulo.
Nos vemos.
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