Hola amigos... Hoy vengo a tocar un poco sus pequeños corazoncitos.
Disfruten el capítulo de hoy.

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Empezaban a formarse varias nubes oscuras en el cielo, dando lugar a una de las tormentas eléctricas más fuertes qué Logan había presenciado en su corta vida.

Definitivamente era algo digno de conservar en su cámara de video, pero en ese momento la mente del niño estaba concentrada en el pequeño cachorro qué traía en brazos.

Logan Loud era un amante de los animales, le encantaba jugar con ellos desde que era prácticamente un bebé, sobre todo con los perros y los gatos, pero irónicamente, su padre jamás le permitió tener uno.

Lincoln, quien sólo se dedicaba a conducir, de vez en cuando volteaba a ver a su hijo, la manera en que cuidaba a un animal qué no le pertenecía le recordó muchas cosas de su pasado.

También le gustaban los animales, pero no de una manera tan intensa como a Logan.

El mayor estaba feliz de ver a su hijo con tal actitud, proteger a cualquiera qué lo necesite y brindar apoyo y ayuda de la misma forma, esa era la forma en la que Lincoln trato de educar a su hijo, y no podía estar mas orgulloso de el.

Aún así, Logan seguía siendo un niño, y un niño jamás podría mantener sólo cierta responsabilidad, el cuidar de otra vida era sumamente difícil, más aún cuando no tienes ni la menor idea de como hacerlo.

Lincoln había tenido mucha suerte, pero eso era algo que no se repetiría.

- Papá... ¿sucede algo? - Pregunto el niño al ver a su padre, que parecía estar preocupado por algo.

- No, no es nada, ¿como va nuestro pequeño invitado? - contestó el mayor, evadiendo el tema principal.

- Aún le duele, pero creo que por lo menos, ya no tiene frio.

Lincoln entonces recordó algo que había visto hace unos momentos.

- Logan, revisa su cuello, recuerdo que vi un collar con una placa, tal vez ahí está la dirección de su hogar.

El niño, obedeciendo a su padre, revisó dicho collar, en efecto, tenía una placa con una dirección grabada en ella.
Esto hizo que Logan se sintiera feliz por el animalito, ya que regresaría a su hogar, pero también hizo que se deprimiera un poco.

Logan esperaba poder conservarlo, al fin tendría un amigo con quien jugar todo el día, alguien que lo escucharía y alguien que sería perfecto interpretando monstruos que comieran ciudades para sus pequeñas películas, pero si eso significaba apartarlo de su verdadera familia, entonces no lo haría, jamás.

- Aquí hay una dirección.

- Muy bien, creo que lo mejor será llevarlo directamente con su familia, ellos se podrán hacer cargo mejor que nosotros.

Lincoln aceleró aún más, y en poco tiempo ya podían ver algunas luces que iluminaba la oscuridad del bosque. Esa era el pueblo de Sumterville.

El lugar era más pequeño que Orangewood, pero sin dudas, tenía una especie de aire muy pueblerino, cabañas, algunas granjas, era un lugar en el que Logan podía vivir tranquilamente.

A decir verdad, a el no le hubiera molestado para nada tener una vida de granjero, cultivando plantas y vegetales, cuidando animales y todo eso, cualquier cosa era mejor que vivir el una enorme casa solo para dos personas en un pueblo donde todos son aburridos y donde no tenía ningún amigo que lo extrañara.

- Oye papá, ¿qué te parece si nos mudamos aquí? - decia el niño, sin dejar de ver por la ventana con unos ojos sumamente brillantes por la emoción.

- Es un bonito lugar, pero yo no soy un hombre de campo hijo.

- Pero yo si.

- Pues cuando seas mayor, podrás vivir donde tu quieras.

El niño simplemente se alejó del vidrio y tomó asciento otra vez. Ahora parecía estar deprimido, algo que Lincoln pudo notar.

- ¿Qué sucede?.

- Me gustaría no tener que crecer y así poder pasar juntos toda la vida.

- Yo se que es difícil crecer y eso, pero es muy importante también.

- Lo se...

Después de unos minutos de búsqueda, los Loud habían encontrado la casa que indicaba la placa del animalito.

Era una casa un poco grande y algo lujosa.
Lincoln y Logan salieron del auto, dirigiéndose a la entrada de la casa.
En ese pequeño trayecto, varias cosas llamaron la atención de Lincoln.

- " Un tazón de comida justo en el jardín pero... No la veo por ningún lado, la puerta... La puerta es normal... Un palo con latas amarradas con cuerdas... Santo cielo, espero estar equivocado" - se decía el mayor en su cabeza.

- Papá, ¿Qué pasa? Otra vez estas...

- Logan. - hablo el padre del chico en un tono algo firme.- presta atención, quiero que te vayas al auto.

- ¿Qué?, pero ...

- Obedece Logan, vete al auto y llévate al perro contigo, ¡Ahora!.

Logan pudo notar a su padre más serio de lo normal, y sin discutir, el chico obedeció las palabras del mayor. Ya dentro del auto, el niño saco su cámara de video sin que su padre se diera cuenta.

*cámara encendida*

Lincoln entonces tocó la puerta.

- " Vamos, que todo esto sólo sea un error mío, por favor" - decía Lincoln en su cabeza.

De repente, por la puerta salió y hombre de mediana edad, a simple vista parecía un tipo común y corriente.

- Hola, buenas noches señor. - saludo el peli blanco de manera educada.

- ¿Qué quiere? - contestó el hombre de forma algo tosca.

- " Oh oh, Empezamos mal" - decía Lincoln en su mente.- Bueno, verá, encontré a un perrito bastante lastimado abandonado en la carretera, tenía una placa con la dirección de este lugar y pensé en traerlo de vuelta.

"Bueno, parece que alguien no sabe controlar la bebida" - se decía el peli blanco en su mente.

- ¿Y? ¿Ahora quiere una recompensa?.

- Para nada, sólo quiero que ...

- Usted lo encontró, ahora usted cuide de ese animal. Honestamente ya estoy harto de el, lo único que hace es llorar y ladrar desde que lo compré.

- ¿Disculpe?

- Lo que escuchó, pero si no le parece, simplemente déjelo botado en algún lado, como lo hice yo.

- Usted...

- Si, ese estupido animal era una molestia, trate de enseñarle quien era el jefe pero sólo lloraba y ensuciaba mi casa, los peores dos meses de mi vida, a mis hijos ya les aburrió jugar con el desde que se lastimo, así que me decise de el hace un par de días, para que la natureza hiciera su "trabajo".

Lincoln solo veía al hombre de forma normal, fingiendo que no pasaba nada. Muy alejado de lo que sucedía en su interior.

- Ya veo, entiendo, lamento haberlo interrumpido... - contestó Lincoln, listo para irse.

- Como sea, ahora váyase, tengo cosas más importantes que hacer.

Lincoln entonces se detuvo, volvió a ver al hombre con una sonrisa en su rostro.

- Jejeje, si señor... Pero antes de irme, sólo quiero decirle una cosita.

- ¿Y ahora que demonios ...

El hombre no pudo terminar de hablar, debido a un fuerte puñetazo en la cara qué lo había derribado.

El hombre, quien empezaba a recuperarce, alzó la mirada hacia donde estaba la persona que lo había golpeado, pero su rostro se tornó de un color sumamente pálido al ver la expesion de aquel sujeto.

Lincoln estaba furioso, como nunca antes lo había estado, pero aún con toda esa rabia, el peli blanco pudo contenerse, no quería asustar a su hijo, quien seguía en el auto con la boca abierta.

- Personas como tú... Personas que lastiman a animalitos indefensos y que no tienen respeto por nadie, me dan asco, es mas, nisiquiera mereces que te llame "persona", eres menos que eso, y tu familia va por el mismo camino.

- Eres un maldito...

El sujeto trato de levantarse, pero Lincoln en un movimiento rápido, puso su pie en la pierna del tipo, algo que lo había lastimado bastante.

- Sabes algo, me considero una especie de pacifista desde que era un niño, y tampoco soy fan de esas reglas, pero ya sabes: ojo por ojo.- contestó Lincoln de forma un poco siniestra, mientras presionaba más la pierna del sujeto.

- Llamaré a la Policía... Pagarás por esto.

- Muy bien, diles que un hombre te dio tu merecido, por haber golpeado a un animal inocente por dos largos meses. Quizás lo que hago ahora está mal, pero lo que tu hiciste... Ohh amigo, créeme qué el dolor que sientes ahora no se comparara.

El hombre no hablo, sólo se quedó callado.

Logan, quien vio todo por la ventana, estaba sorprendido por las acciones de su padre.

*cámara apagada*

- Asombroso, bueno, es decir, Jamás había visto a mi padre hacer eso, y definitivamente no lo quiero experimentar, pero qué rayos, eso fue increíble. ¿No es así amiguito?...

Logan volteó a ver al cachorro, pero su manta estába llena de sangre, y el pobre parecía que no se movía.

- No, no, no, por favor, no te mueras, no te mueras, por favor, por favor. ¡PAPÁ! ¡PAPÁ!- gritó el niño entrando en pánico.

Lincoln, al escuchar a su hijo gritando de forma desesperada, corrió al auto, dejando al otro tipo tirado.

- Logan ¿Qué pasa?

- Papá, su pata está sangrando, no se mueve, papá, no se mueve, no...

- ¡Logan, cállate!... - gritó el mayor, mientras revisaba al cachorro.

- ¿Papá? - decía Logan con lágrimas en los ojos.

- Aún respira... Pero no tenemos tiempo, si continúa así, posiblemente morirá.

- Papá... - Lincoln volteó a ver a su hijo, quien lo veía con unos ojos sumamente tristes, apuntó de derramar una lágrima.

Lincoln entonces colocó un mano en la cabeza de su hijo para poder tranquilizarlo.

- Descuida, eso no pasará.

Lincoln entonces subió rápidamente a su auto, no sin antes ver a aquel sujeto otra vez, con una mirada totalmente llena de ira.

Después de unos minutos en auto, Logan y Lincoln ya estaban cerca de la dirección que Lisa les había dado.

- Vamos amiguito, resiste un poco más. - Decia Logan, asustado por la condición del cachorro.

- Vamos, vamos... Ahí está. - gritó Lincoln al ver el lugar que buscaba con tanta desesperación:

Veterinaria L. Loud.

- Es aquí, sólo espero qué...

Logan no escucho las palabras de su padre, bajo del auto con el perrito entre sus brazos, corriendo directo a la entrada del lugar con Lincoln detrás de el, justo donde se encontraba una mujer con una bata Blanca, la cual estaba cerrando el lugar. Al ver a esa chica, Lincoln no avanzó ni un centímetro más.

- Por favor señorita, ayume por favor. - decía Logan sumamente desesperado.

- Lo siento niño, pero ya está cerrado y... - decía aquella mujer sin siquiera mirar al niño.

- No, se lo suplico, por favor... Por favor... - Logan no lo soporto más y calló de rodillas, derramando miles de lágrimas.

La mujer volteó a ver al niño, quien entre sus brazos llevaba a un cachorro bastante pequeño. Pero algo en ese niño y ese perro le resultaba familiar, muy familiar.

- Niño, dime algo... ¿Te conozco?

- No.

- ¿Qué fue lo que pasó?

- Mi padre y yo lo encontramos abandonado en la carretera.

- ¿Tu padre?.

La chica volteó a ver al sujeto que estaba detrás del chico... Un hombre con una camisa anaranjada, cabello blanco y dientes peculiares.

- Tu... Tu...

- Hola Lana, ha pasado tiempo. - hablo el mayor, tratando de romper aquella tensión.

- Lana... Lana Loud... ¿Tu eres mi tía Lana? - decía el niño, quien se encontraba en medio de ellos dos.

Cuando Lana volvió a ver al niño, pudo comprender aquella sensación familiar, este niño era la viva imagen de su hermano mayor cuando el era más pequeño. Pero aún tenía unos vagos recuerdos de el.

- Dios, tu eres Logan. - contestó la chica, quien no podía contener la emoción, pero ese no era el momento apropiado.

Lana entonces empezó a revisar al cachorro, está muy lastimado.

- ¿Qué sucedió?

- Logan lo encontró en la carretera. - decía Lincoln.

- Quisimos llevarlo a su hogar... Pero... -

Lana pudo notar la expresión de tristeza en el rostro de Logan y la furia en el de Lincoln. Ya tenía una idea de que había pasado.

- Bien, Está muy débil, pero lo que más me preocupa es su pata, tendré que operarlo, así qué no hay tiempo que perder. - Lana volvió a abrir el consultorio solo para poder salvar la vida de aquel pobre animal.

Ya adentro, Lana se preparó para poder operar al cachorro. Y antes de entrar, Lana se colocó en la cabeza su característica gorra roja, para sorpresa de Lincoln, quien ahora si reconocía en su totalidad a su hermana, y también para sorpresa de Logan, quien parecía estar viendo a una persona diferente.

- Wow, así que aún la conservas. -decía Lincoln con una sonrisa.
- Es mi gorra de la suerte, Jamás de libraria de ella. - contestó orgullosa la joven rubia.

Cuando todo estuvo preparado, Logan entregó al pequeño cachorro a su tía, aún muy preocupado, cosa que Lana noto al instante.

- Tranquilo, te juro por mi vida qué no lo dejaré morir.

Logan vio de nuevo la cara de su tía, tenía una expresión que reflejaba seguridad.

- Gracias. - contestó el niño.

Acto seguido, Lana entró a la sala con el cachorro en brazos. Ahora todo dependía de ella.

...................

Pasadas unas horas, Lincoln y Logan, quienes habían decidido esperar afuera de la sala de operaciones, se encontraban tratando de resistir el cansancio.

- Hoy ha sido un día muy pesado, verdad enano.- decía Lincoln, tratando de animar a su hijo, cosa que no había funcionado.

Logan sólo veía la entrada de la sala, esperando que nada malo sucediera con su nuevo amigo.
Fue entonces que Lincoln sentó a su hijo en sus piernas y poder darle un abrazo.
No soportaba ver a su niño de esa forma.

- Logan, no te preocupes, si alguien puede salvarlo, esa es Lana. - decía el mayor con una sonrisa.

El pequeño Loud, más tranquilo, decidió hacerle caso a su padre. Pero aún había una cosa que lo preocupaba.

- Papá... ¿Qué pasará con el?

Lincoln cerró los ojos por un momento, meditando aquella pregunta. Hasta que por fin pudo contestar.

- Bueno, no lo podemos regresar a la casa de ese hombre, es obvio qué no lo cuidaban de forma adecuada, eso lo noté cuando vi su tazón de comida en el patio, totalmente vacío, al igual que su puerta, no tenía ninguna entrada para perros y las latas amarradas a aquella vara... Bueno, seguro que eso era obra de los hijos de ese hombre.

- Entonces...

- Bueno, supongo que si colocó una entrada a un poco mediana en la puerta de la casa, quizás entre por ahí. Y también una casa de color rojo quedaría perfecta en el patio trasero.

Logan no lo podía creer.

- Papá... ¿quieres decir que...

- Logan, antes pensaba que eras muy irresponsable como para cuidar de un animal, pero hoy me mostraste que estaba equivocado, así que,...

- ¿Podemos... ¿podemos...

- Si Logan. El vendrá con nosotros.

El niño simplemente saltó a los brazos de su padre, la felicidad que sentía en esos momentos no se comparaba a nada.

- Gracias papá - susurró el niño.

....................

Faltaba poco para el amanecer, Lincoln aún seguía en la sala de espera, mientras que Logan, quien no pudo soportar más el cansancio, cayó dormido en las piernas de su padre.

De repente, de la sala de operaciones salió Lana, quien se veía sumamente cansada... Y algo triste.

Lincoln, tratando de no despertar a su hijo, se acercó a su hermana, temiendo lo peor.

- Lana... ¿Qué sucedió?

- Yo... No puede...

- ¿Qué?

- El perrito está fuera de peligro, logre salvar su vida...

Lincoln entonces soltó un suspiro de alivio, pero Lana seguía con la misma expresión.

- Lincoln.

- Lana, ¿qué sucede?.

- Lincoln, logre salvar su vida... Pero estaba muy lastimado de su pata... No tuve otra opcion. - contestó la joven rubia, derramando unas cuantas lágrimas.

- Quieres decir que...

- Asi es, el cachorro... Perdió su pata.

///y///

Bueno amigos, esto fue muy sad hasta para mi, y quizás algunos me odien por lo que hice, pero eso da paso a otro momento para el próximo capítulo.
Aún les debo las capturas de este y el capítulo anterior...
Pero como dice el Cap:

"Paciencia"

Bueno, sin más que decir, me despido.
Nos vemos./