Una Mirada Rota (Capítulo Especial)

Amigos míos, este capitulo tendrá una narración un poco diferente. Espero lo disfruten.

....

Esta historia ocurre  5 años atrás, en un lugar, bastante peculiar.

Puerto vallarta, Jalisco, México.

Un niño, de playera blanca y pantalones cortos de color verde, corría feliz por la orilla del mar.

Los lugares cercanos eran bastante pintorescos, se podría decir que eran "mágicos", y aquel niño de tan sólo 6 años era feliz recorriendo cada uno de esos lugares.

Pero todo cambiaba al llegar a su hogar.

Este no era colorido o algo así, era muy lúgubre.

- ¡¿Donde esta ese chamaco?! .- se escuchaban unos gritos a lo lejos.

El niño ya sabía lo que sucedería, y aún así, se arriesgo a entrar.

- ¿Aquí estoy papá? - decía el niño, entrando poco a poco al lugar.

- Ya era hora... - decía el hombre, quien tenía una expresión muy seria en su rostro, mientras se acerca a al niño rápidamente.

En un abrir y cerrar de ojos... El hombre tomó entre sus brazos al niño, para poder abrazarlo con todas sus fuerzas.

- Jejeje, ¡papá! - decía el pequeño entre risas.

- Te fuiste de nuevo al mar ¿verdad?.

- Fui a ver a los clavadistas, ellos dicen que incluso yo podría unirme a ellos.

- Eso sería estupendo, pero preferiría que primero crecieras un poquito más, chaparrito.

- Ya soy un niño grande.

- Ya veo, en ese caso, ¿que te parece si me ayudas a pintar toda la casa?

- ¿toda?

- Eso mero.

- Yo... ¿Ehhh?.

En el lugar apareció una mujer de rostro bastante amigable y una bella sonrisa.

- Panchito, ¿sigues aquí? ¿Acaso no ibas a ayudar a Doña celestina y a su perrita? Dijiste que ya había tenido a sus cachorros y que te habias ofrecido a cuidarlos un rato. - hablo la mujer, mientras acariciaba el rostro del niño.

- Ahhh, es verdad... Pero Papá quiere que pintemos... - decía el joven, mientras miraba con ojos de cachorro a su padre, esperando una aprobación.

- (suspiro) Muy bien, tu ganas, ve antes de que me arrepienta. - contestó con una sonrisa resignada el mayor.

- Gracias papá - Decía feliz el niño, mientras saltaba de los brazos de su padre, para salir corriendo del lugar.

- Este Pinche chamaquito ayuda a todos, menos a su padre. - decía el hombre con una sonrisa.

- Está bien, además, tu aún eres lo bastante fuerte para encargarte.

- ¿Lo dices para motivarme y para hacerme sentir mejor?.

-... Si.

- Lo sabía...

-...

- tu siguele.

A veces, las apariencias engañan, e incluso en las cosas más lugubres , puedes encontrar una enorme belleza y felicidad.

Sin embargo, a veces también, la vida quita más de lo que da.

Un pequeño pierde a su padre por cuestiones del destino, cuestiones naturales.

El niño aprende lo dura que puede ser la vida.

La madre del niño no puede mantener una vida estable para ella y su hijo.

Todos ayudan, pero no es suficiente.

Y al final, alguien, una muy mala persona, busca aprovechar esta situación.

3 años pasaron en un abrir y cerrar de ojos, y aquel niño, aquel niño que tenía mucha felicidad en su corazón, ahora sólo encuentra temor al llegar a su hogar.

- Ahí estas niño, ¿donde esta mi bebida? - decía un hombre bastante grotesco en apariencia, en un alto estado de ebriedad.

- No lo tengo, yo lo olvidé. - decía un poco asustado el niño.

- Eres un mocoso inútil, ¿así me agradeces el que me haya casado con tu madre? Al menos podrías tener un poco de agradecimiento. - Decia aquel hombre, mientras se acercaba de manera amenazante hacia el niño.

- Prometo que no volverá a...

Aquellas palabras son interrumpidas, el hombre golpea al niño con tanta fuerza, que el pobre cae casi inconsciente al suelo.

- Prometo, prometo... ¿Solo eso sabes decir?. - nuevamente, el mayor se fue acercando al niño.

Las cosas pudieron salir mucho peor en aquella ocacion, pero no fue el caso... Eso no quiere decir que las cosas mejoraron.

La botella con la que el hombre había golpeado al niño estaba Rota... Un poco más y el chico habría perdido el ojo.

Durante todo ese tiempo, el niño jamás hablo sobre los golpes que recibía... Su madre ya tenía suficiente dolor como para hacerle sentir aún más, era lo que el niño pensaba.

Era duro continuar viviendo así, pero estaba dispuesto a hacerlo solo por su madre... Poco fue lo que duro.

Ahora, el niño pierde a su madre, esta vez por cuestiones diferentes, cuestiones que involucran a cierta persona aprovechada.

El sujeto escapa, el niño queda totalmente solo y desamparado... Terminando en un hospital, sin hablar con nadie...

Pero, una enorme tristeza, trae consigo una enorme felicidad.

- Hola, ¿puedo pasar? - sonaba una voz femenina en la entrada de la habitación del niño.

Cuando el pequeño la mira, por unos instantes logra ver a su mamá.
Emocionado, el niño corre para abrazarla, pero se detiene a unos pocos centímetros de ella, pues se da cuenta que aquella mujer no era su madre.

Aún así, eran bastante parecidas.

- ¿Tu eres Francisco? - pregunta la mujer.

El niño sólo asiente.

- Mi nombre es Ronnie Anne, quizás no lo sabías, pero tu madre y yo eramos primas.

El niño sigue observando.

- Se que ella, falleció hace unos días y yo... De verdad lo lamento.

El chico baja la mirada.

- Si hay algo que pueda hacer... Yo...

- Ella... ¿Ella ya no volverá?.

- No... Ella no se fue, ella estará contigo... Cuidando de ti, desde el cielo. - decía la chica, mientras acariciaba el rostro del niño.

- ¿Tu haz perdido a alguien? - contestó el chico.

- Bueno... Hace años perdí a mi mejor amigo... Pero a pesar de todo, se que el esta conmigo... En mi corazón.

El chico permite que ella lo abraze.

Y ambos se vuelven amigos, para en un futuro, ser algo más que eso.

Y decir que Apartir de ahí, todo volvió a ser como era antes, sería mentir, ya nada sería igual para el niño.

Tuvieron que pasar tantas cosas para que el chico volviera a sonreír, pero esa...

Esa es otra historia.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top