Optimus respiraba agitadamente. Recuperándose un poco, miró el desastre que hizo Megatron en ella. Miró su propio cuerpo en el espejo; le dolía verse en esa forma en la que se encontraba, hasta que entró la joven que había llegado hace unos momentos.

—Mi consorte, déjeme ayudarle a quitarle ese vestido y ponerle otro —habló con tranquilidad, mirándola y acercándose a ella — Por cierto, traigo otro conjunto de parte de Lord Megatron —

Mostrando una caja con un listón negro, al abrirla miró por dentro. Se veía muy provocativo y, peor aún, Megatron le quitó su armadura y solo estaba en protoforma.

— Déjeme explicarle por un momento lo de la ceremonia, mi consorte —Paró de hacer lo que hacía — Primero será una pequeña fiesta de bienvenida; después, usted vendrá con nosotros, irá a un vestidor donde se pondrá el conjunto y esto — mostraba una capucha que se veía que prácticamente tapaba todo su cuerpo. — Los Decepticons claramente no sabrán quién es usted porque estará en algún lado apartado. Yo la llevaré donde es; después de eso, la llevo al vestidor, se le pondrá esto y, en el salón donde están la mayoría de Decepticons, entrarás tú por la alfombra que se encuentra en el centro, que va en dirección al trono de Lord Megatron. — Le explicaba a Optimus lo que haría mientras Optimus asentía a las palabras dichas por la joven. Esta rápidamente le puso el otro vestido; este ya no era tan apretado.

La femme, al terminar, salió de la habitación dejándola sola. Se miró nuevamente en ese espejo, observando sus curvas. Miles de preguntas pasaban por su mente: ¿Por qué Megatron la eligió, habiendo muchísimas chicas mejores que ella? ¿Cuál era la razón? Y más así.

Volvió a entrar Megatron. Decidió no mirarlo y prefirió seguir preguntándose sobre eso, hasta que sintió las grandes manos de Megatron en su cintura. Quería preguntarle, pero tenía algo de pena. Se armó de valor y buscó las mejores palabras para decirlo.

—¿Por qué yo? —fue lo único que dijo Optimus, mirando a la cara de Megatron en el enorme espejo—.

—Eres especial para mí. Lo supe cuando me infiltré en la base en busca de venganza de Magnus y enterándome de que tenía una preciosa hija —apretó un poco la cintura de Optimus, mientras sonreía de una forma confusa para Optimus.

—¿Una hija? —desconcertada, Optimus miró a Megatron—. ¿De qué hablas? —rápidamente volteó a verlo.

—Claro, una hija muy preciosa, con lindas curvas y que la tengo enfrente de mí —tomando a Optimus de su barbilla, haciendo que lo mire, Optimus se encontraba en un estado de shock.

Megatron besó a Optimus para sacarla de su shock, viendo cómo Optimus reaccionaba y se soltaba de su agarre. Sentándose en la litera, tomó sus piernas y escondió su cara entre sus rodillas.

—¿Qué pasa, pequeña? —se acercó a Optimus abrazándola—. Magnus jamás te dijo quién era tu portador. Eso desconcertó más a Optimus; si Magnus era su padre, ¿quién era su portador?

—No... —de su vocalizador salió solamente eso, en un tono bajo pero audible para Megatron—. Quien me crió fue Ratchet y lo tomé como mi portador; él era lo que me decía. —Alzó un poco su cara, mientras pequeñas "lágrimas" salían de sus ópticos, resbalando sobre su faz.

—Claro que no, Magnus lo ocultó todo; no quería que nadie supiera de ti —dijo Megatron en un tono algo enojado — Pero yo lo descubrí y te utilizaré a mi placer. Serás la ruina de Magnus cuando se entere de que su hija está cargando los hijos de su némesis — Besó la frente de Optimus, se levantó de la litera y salió de la habitación.

Optimus rompió en llanto; jamás esperó ser utilizada de esa manera, menos ahora que se acababa de enterar de todo. Era algo difícil para ella de procesar, pero debería tranquilizarse; la ceremonia estaba acercándose y necesitaba verse presentable. Sin embargo, no quería ir a esa ceremonia; sería una humillación para ella. Quisiera estar con sus amigos, entrenando y hablando con Ratchet sobre algunos temas personales, pero ya no era así. Ahora será utilizada en el bien de Megatron. No sabía qué tipo de amenazas podría poner Megatron a Magnus. Miró su faz derrotada; se veía a sí misma mal.

Se arregló un poco más lo del vestido e intentó acomodarlo de modo que no mostrara mucho. Nadie la vería, pero sentiría miedo y algo de inseguridad. No había pensado en cómo sería al frente, pero claro, sería de lo peor. Ahora era la puta de Megatron y nada más. Otra vez volvió a llorar al recordar eso; jamás pensó que sería así. Siempre lo imaginó con las propuestas, los regalos, así como lo había leído en las datapads que había conseguido de la biblioteca de la base, pero no era así. Se decepcionó de sí misma por pensar en eso.

Abrazándose a sí misma, juró salir libre de esto, aunque no estaría sola y más si seguía así.

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