Un día en la academia, todo transcurría con normalidad, hasta que el sonido de emergencia se activó. Algo grave estaba ocurriendo. La evacuación comenzó rápidamente, pero de un momento a otro, el grupo liderado por Optimus se encontró cara a cara con varios Decepticons. Eran enemigos formidables, y la tensión se palpaba en el aire.

De repente, se escucharon pasos fuertes que infundían miedo y pánico. Era Megatron. Su mirada buscaba algo, o alguien, hasta que fijó su objetivo. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro mientras avanzaba con determinación. Sentinel, amigo cercano de Optimus, se colocó frente a ella en un acto de protección, adoptando una postura defensiva. Su expresión se tornó desafiante, mientras los ojos de Megatron lo miraban con desprecio. Uno de los soldados Decepticons levantó su arma, amenazándolo.

-Quítate del medio, escoria -dijo Megatron con su profunda y aterradora voz, provocando un escalofrío en el grupo de Optimus.

Sentinel, valiente y decidido a demostrar su coraje, especialmente ante la chica que le gustaba, respondió con firmeza:
- No lo haré. No mientras se trate de protegerla.

Sin embargo, sus palabras no tuvieron mucho efecto. Un golpe brutal impacto en su "estómago", dejando una abolladura visible en su armadura.

-Ahora si te apartarás- gruñó Megatron mientras lo levantaba por las hombreras y lo lanzaba al suelo con fuerza.

Optimus, preocupada por su amigo, se acercó rápidamente a ayudarlo. Pero ese gesto atrajo la anteciom de Megatron. La observó con una mezcla de frialdad y, extrañamente, algo que podría interpretarse como ternura. Sin previo aviso, la tomó entre sus enormes manos, cargándola como un trofeo.

-¡Retirada! - ordenó Megatron a sus tropas. Había conseguido lo que buscaba.

Elita-One, horrorizada, contempló la escena mientras ayudaba a Sentinel, que había quedado inconsciente tras el brutal golpe.

Mientras tanto con Optimus...

En la base decepticon, Megatron entregó a Optimus a Shockwave.
-Llévala a mis aposentos. Tengo cosas que atender.

Optimus intento resistirse, golpeando a Shockwave, pero este sacó rápidamente un tranquilizante y la dejo inconsciente. La cargo hasta los aposentos de Megatron, donde la coloco sobre una enorme litera. Antes de salir, Shockwave confiscó todas las armas de Optimus y aseguró la puerta, bloqueando cualquier entrada o salida.

Momentos después...

Optimus despertó desorientada. Observó su entorno, que era extraño y lujoso, nada parecido al apartamento que compartía con Elita-One y Sentinel. Pensó que quizás era una broma de Sentinel para llamar su atención. Intento abrir la compuerta, pero estaba sellada. Golpeó con fuerza buscando una salida, pero fue inútil.

En su desesperación, reviso su subespacio, pero descubrió que todas sus armas habían desaparecido. Entró en pánico. De pronto, escucho ruidos al otro lado de la puerta y las maldiciones de alguien que parecía estar desbloqueandola. Sin pensarlo, se escondió bajo la gran litera.

Cuando los recuerdos de su captura por Megatron volvieron a su mente, la realidad la golpeó: estaba en los aposentos del líder Decepticon. No tenía manera de enfrentarlo, incluso si recuperaba sus armas.

Los pasos firmes de Megatron resonaron al entrar a la habitación. Se detuvo y y hablo con un tono autoritario:
-Sal de donde te escondes, solo quiero proponerte algo, encantadora autobot.

Optimus intento mantenerse en silencio, pero al moverse debajo de la litera, golpeó su cabeza, dejando escapar un pequeño quejido. Megatron se agachó y, al describir su escondite, la tomó de una pierna, levantandola con facilidad.

-Vaya vaya... Así que estabas escondiendote de mi - dijo con una sonrisa de autoridad mientras la colocaba suavemente sobre la litera - Escucha, tengo una propuesta para ti.

Acarició la mejilla de Optimus con sorprendente suavidad, lo que la llenó de temor y confusión.

-Dímela - respondió con voz temblorosa, intentando parecer decidida.

Megatron se levantó, tomó una datapad y comenzó a explicar:
-Tengo tres opciones para ti. La primera, te convierte en mi consorte, mi reina, la madre de mis herederos. La segunda, te entrego a mis soldados para que hagan de ti lo que desean. Y la tercera, te vendo al mejor postor... Aunque tal vez decida quedarme contigo yo mismo.

Optimus enrojecio de vergüenza y miedo ante las palabras de Megatron. Intentó responder, pero las palabras no salían. Finalmente hablo con un hilo de voz:
-¿Podrías darme algunos ciclos para pensarlo?.

Megatron sonrió con malicia
-Claro, aunque si elijo la segunda opción, no garantizaré que salgas intacta. Mis generales tienem gustos peculiares. Especialmente Shockwave.

Optimus reflexionó, consciente de que ninguna de las opciones era realmente viable. Sin embargo, tomó una decisión. -Quiero pedir algo a cambio - dijo con determinación - Me entregaré a ti, pero solo si acabas con esta guerra. Quiero paz para todos.

Megatron la miro con interés y, por un momento, pareció considerar sus palabras.

-¿Una tregua, eh? Si te entregas a mi entonces si... Pero primero, demuéstrame tu compromiso.

Su mirada se lleno de lujuria, mientras una sonrisa perversa se formaba en su rostro.

Optimus, llena de vergüenza, respondió en voz baja :
-Entonces... Empecemos.