Mina y Sana: el misterio de las amistades
Sana y Mina se miraron a los ojos, era obvio quién sentía amor por quién, así que estaba de más hacer una charla sobre el por qué se siente amor hacia la persona. Porque para las dos el hablar de sentimientos era una de las cosas más difíciles que podrían llegar a tener entre sí.
Cuando Sana se dió cuenta de lo que Mina sentía por ella, no dijo nada sino más bien se dio de la vista gorda porque tenía mucho miedo de lo que podría llegar a pasar con su amistad y es que no quería perderla, se había convertido en uno de los más grandes pilares que tenía en su vida y el simple hecho de pensar que en algún momento no podía estar porque ya no podría aguantar lo que sentía por ella, la terraba de tal forma que le podría hasta quitar el sueño.
Cuando Mina se enteró que su mejor amiga sabía lo que sentía por ella, estuvo todo el día llorando, porque sabía muy bien que su amor era completamente no correspondido y ella tampoco se escapaba de tener miedo a perderla, porque dejando de lado el tema amoroso que sentía hacia la mayor, tampoco puede dejar de lado la gran amistad que habían tenido en estos años.
Es por eso que las dos decidieron tomar un voto de silencio, porque era obvio que ninguna de ellas iba a dar su brazo a torcer para poder hablar sobre el tema, sin embargo, ahora están en una habitación donde hay alcohol, comida e incluso cigarrillos, encerradas por su "amiga" Yoo Jeongyeon, ya no tan amiga por hacer este experimento con ellas.
La idea es que hablaran sobre todo lo que está pasando con ellas y que tomaran la decisión en todo ese tiempo de elegir con qué persona querían quedarse o la decisión de preferir irse una a una por su lado.
Y es que la coreana de cabellos rubios era consciente de lo mucho que sufrían cada una por su parte, dándose cuenta así, con mucha rapidez porque era evidente, que el que las cuatro estuvieran juntas no estaba para nada bien porque se destruían mutuamente.
Al ser personas que apreciaba, tomó la decisión de hacer lo que está haciendo, probablemente cada una de ellas tome la decisión de alejarse solo de ella más no de las demás, pero le da igual, lo único que espera es que tomen la mejor decisión para sí mismas.
"Bueno chicas están aquí en diferentes habitaciones en donde ninguna de ustedes a menos que esté en la misma habitación puedan escuchar la conversación que tienen". Mina miró hacia la pared. "Esto es más que un experimento, es mi más grande ayuda como la amiga que soy de cada una de ustedes, lo que menos quiero es que les llega a pasar algo malo y es por eso que espero que tomen la mejor decisión que sea para ustedes mismas, se vale de todo si la otra persona está de acuerdo, eso sí espero sepan que lo único que se va a grabar será el audio, luego se les entregará una copia del mismo y podrán hacer con el lo que les salga...de saben dónde".
Con eso dicho se escuchó una puerta cerrada y el inicio del cronómetro que estaba en la pared, lo segundo parecía que iban a convertirse en horas, eso fue lo que pensó Sana al darse cuenta de lo lento que iba.
Veintitrés horas, con cincuenta y nueve minutos y treinta segundos.
Ambas se miraron y el darse cuenta de la presencia de la otra, como si ya no lo supieran, fue el detonante de sus emociones.
Los ojos de la menor se llenaron de lágrimas porque sabía muy bien a que se iba a enfrentar, a su más grande miedo en el mundo y eso era la posibilidad de perder a la mejor amistad que ha tenido en toda su vida.
Sana al ver la reacción que tenía su mejor amiga hizo el intento de acercarse, moviendo un poco la mano hacia ella pero al poco tiempo dejó de hacerlo porque tenía demasiado miedo de lo que llegara a pasar si es que había algún acercamiento entre ambas.
No es que fuera algo sexual, sino más bien qué tal acercamiento podría llegar a confundir las intenciones que tiene en ese momento y es dejar las cosas bien claras, porque al analizar se da cuenta de que está enamorada de Tzuyu, está segura que no habrá nadie en el mundo que la pueda igualar y eso le da demasiado miedo porque sabe que va a lastimar a Mina.
"¿Quién diría que por Jeong, íbamos a por fin hacerle frente a lo que siento?". Por más que sentía un profundo dolor en el pecho, iba a decir la verdad y esperaba que fuera rápido, no tan doloroso y que le quitara el gran peso que tiene en la espalda. "Sana, tú y yo sabemos lo que siento por ti, desde que estaba pequeña te he tratado como nunca he llegado a tratar a otra persona y al poco tiempo me di cuenta de que estaba enamorada de ti". Minatozaki la quiso interrumpir pero no se lo permitió. "Sé muy bien que amas a alguien más pero ¿Por qué nunca me diste la oportunidad de expresar lo que sentía o incluso de decirlo en voz alta?". Preguntó.
Solo ellas sabían a qué se refería, y es que hubo una vez en que la pelinegra decidió decírselo pero no le dio la oportunidad de hacerlo, así que en un movimiento para que se callara la boca, la besó, Mina nunca ha olvidado ese día, de hecho de vez en cuando lo recuerda y no puede evitar sentirse como si se encontrara en la luna, pero luego cae en cuenta de que la única razón por la que eso sucedió es que quería callarle la boca.
La tristeza vuelve al igual que el dolor, porque su tonto enamoramiento que sigue creciendo cada día se ve manchado por ese momento, porque aunque sienta esperanza esta no es real y nunca lo será.
"Mina...sentía que se iba a arreglar nuestra amistad y es por esa razón que hice todo lo posible por callarte". La primera lágrima había caído y ni siquiera había pasado media hora, Myoui era demasiado sensible cuando se trataba de Sana, es como si se tratara de su kriptonita. "Te besé y luego me comporte como una idiota que parecía que no tenía ningún tipo de cariño hacia ti, lo hice con la finalidad de que te alejaras porque no quería decírtelo en la cara, no encontraba las palabras ni la fortaleza para romperte el corazón". Explicó y un leve sollozo del otro lado de la habitación hizo que se callara la boca.
"Me rompiste el corazón tratándome como alguien que no conocías, para mí hubiera sido mejor que me callaras y dijeras que no sentías absolutamente nada por mí, que no había esperanza para este amor que siento por ti, en vez de besarme y evitarme". Existía un gran rencor debido a esa situación en la que estuvieron envueltas. "Mucho tiempo pensé que eras una maldita cobarde, ahora creo que mi amor me está nublando y no entiendo por qué mierda quiero perdonarte por eso".
Tomó un cigarrillo, podía sentir la textura de este en la yema de sus dedos, hacía ya demasiado tiempo que no tenía uno cerca y es que tal adicción la había dejado hace un par de años, cuando se enteró que su padre sufría de cáncer de pulmón y que una de las principales razones por las cuales había comenzado, era por ser fumador compulsivo.
"¿No crees que la vida sería más fácil si estuvieras enamorada de Chaeyoung?". Cuestionó, eso fue suficiente para que las cejas pobladas de la chica frente suyo se fruncieran, sabía muy bien que era un tema demasiado complicado y que podría llegar a romper a más de una persona.
"Para mí la vida sería más fácil si tú estuvieras enamorada de mí y Chaeyoung de Tzuyu". Estaban empezando a tocar terreno que no era muy bueno de explorar, aún más cuando abrió levemente la ventana y encendió el cigarrillo, tomó una gran calada y con la vista fija en los zapatos de marca que estaba usando Sana, exhaló. "Sabes muy bien que tú y yo hacemos muchísimo mejor pareja que con las otras". Las palabras salían con veneno, Sana la conocía bien, así que dejó de prestarle tanta atención para que se desahogara.
"Mina, aprecio la gran amistad que hemos tenido todo este tiempo, me has apoyado como nunca nadie me ha apoyado y yo lo he hecho contigo". Una iba a dejar las cosas claras y la otra a lanzar veneno. "Pero no puedo verte con otros ojos que no sean de amistad, y si admito que en algún momento sí logré verte como una mujer...lamentablemente ahora no porque estoy enamorada de Tzuyu".
Aquello le había dolido en lo más profundo de su corazón, si es que todavía seguía teniendo uno, aún así mantuvo la compostura e inmediatamente dejó de llorar, porque iba a hacer todo lo posible para sacar todas las cosas que nunca pudo llegar a decirle.
"¿Por qué nunca me dijiste que sentías cosas por mí?". Golpeó varias veces su mejilla interna con la lengua tratando de aliviar sus emociones. "Carajo Sana, ¡Pudiste decírmelo y así toda esta mierda lo hubiéramos evitado!". Exclamó. "Pero no, como siempre tú haciendo todo para que no salgas destruida, sinceramente siento que te vale verga lo que me pasa". La señaló, las cenizas ardientes del cigarrillo chocaron contra sus dedos, bajando lentamente por el vacío y cayendo al suelo.
En la trayectoria de estos, habían dos almas rotas viéndose directamente a los ojos, porque las dos sabían que una de ellas había hecho mal y que por esa razón existe la gran grieta que tiene la amistad.
"No te permito que vuelvas a decir que me da igual lo que te pase". Se acercó, aquellos pasos firmes que dió resonaron en toda la habitación. "Soy la única que sabe por todo lo que has pasado y me he quedado aquí apoyándote en todo, así que lo único que no voy a permitir es que sueltes bazofia de la boca".
"Perdóname". Había entrado un poco en razón. "Es que, joder, ¿Por qué no me amas como yo te amo?". Esa pregunta salió cómo un leve suspiro comparado con el canto de los pájaros de fondo, tan triste y apagado que Sana ni siquiera supo que contestar. "¿Qué hay de las tantas veces que compartimos juntas?".
"Los aprecio más que nadie pero no las veo como tú las ves". Myoui apretó las manos contra la reja de la ventana y miró hacia el cielo, iba a ser un largo día. "Y respondiendo a la anterior pregunta que hiciste, tú y yo sabemos que sí decía lo que sentía por ti se iba a convertir en lo peor que yo podría llegar a hacer". Sana era consciente de la persona que ella era. "Solo sexo ¿Querías que nuestra amistad se rompiera por eso? No nos engañamos, sabemos muy bien que no iba a salir nada lindo de eso".
Mina se lamentó en silencio, sentía lastima por sí misma por actuar de esa forma frente a la chica que ama, siempre creyó que nunca iba a caer tan bajo por alguien pero ha sido todo lo contrario, cada vez cae más y más por alguien que solo la ve como una gran amiga.
Que no la valora como mujer y a la cual le ha dado la posibilidad de romperla si es lo que desea, no es nada más que un titere de aquel amor que tanto desea que se haga realidad.
"Por lo menos hubiera disfrutado viviendo en una mentira que me hubiera creado, imaginando que tú me amabas y que lo nuestro no solo eran encuentros esporádicos en una cama". Dijo, Minatozaki cerró los ojos intentando mantener la compostura.
Por más que creía que tenía la razón de esas palabras por parte de la menor, se sentía enojada, ya que quería ver cómo esta comenzaba a valorarse como persona.
"¿Por qué no piensas esto con Chaeyoung?". Otra vez volvía la coreana a la conversación. "Ella es una excelente persona y se nota que quiere hacerte feliz, ¿Recuerdas cuando fue con un gran ramo de flores? Apenas se veía que estaba ahí".
Eso sacó una pequeña risa de la contraria. "Estaba emocionada".
"Ese es el tipo de persona que mereces en tu vida, de seguro te ama y quiere hacerte feliz". Para Mina era doloroso el simple hecho de imaginarse teniendo una vida con otra persona, supone que es porque ha estado enamorada de Sana de toda la vida, cuando amas a una persona y tienes todo un futuro planificado en tu cabeza, el imaginarte por un segundo que eso no va a hacerse realidad, duele, como si te estuvieran abriendo el corazón sin anestesia y sacándolo como si fuera una basura. "Eligela a ella antes que a mí, porque yo no te voy a hacer feliz como tú quieres".
Un profundo silencio se hizo presente en la habitación, solo el sonido de los transeúntes era lo que se escuchaba, además del pitido de los autos que al parecer estaban demasiado impacientes por ir a su destino, Myoui quería eso, llegar a un destino en el que Sana la esté esperando en casa, probablemente con una pequeña niña y un par de perros.
Un hermoso deseo que cuando cerraba los ojos se había hecho realidad, pero que al abrirlos notaba que nada de eso era real y que hay momentos donde lo que imaginamos es mil veces mejor.
"¿Recuerdas cuando fuimos de vacaciones a Londres?". Preguntó de pronto, quería sacar otra conversación y nada mejor que el recuerdo de sus hermosas aventuras.
"Esa chica londinense que te besó toda la noche si que era hermosa". La menor rió por lo que dijo su amiga, por un instante volvieron a hacer esas dos chicas que se hacían bromas y disfrutaban de hermosos momentos juntas. "Luego de eso recuerdo que al despertar estaba ella en tu habitación y tu preparando el desayuno con una cara de que no querías repetir el posible coma etílico que pudimos tener".
"Londres no es solo té". Se cruzó de brazos y apoyó la espalda contra la pared, justo al lado de la ventana. "¿Tu no estuviste con una chica?".
"Nunca estuve". Negó con la cabeza. "En esa época fue lo de...". Se miraron a los ojos. "Vi en tí una persona completamente nueva y me sentí muy atraída". Admitió y la forma en la que lo dijo fue una pincelada para el dolor más profundo que pudo haber llegado a vivir, Mina no era esa clase de chica que se guardaba lo que sentía y mucho menos ahora que tenía la oportunidad de poder expresarlo todo pero lo que sintió justo cuando lo dijo fue suficiente como para que el cigarrillo que se mantenía entre sus dedos fuera apretado sin importar que la estuviera quemando.
Se supone que ya había tranquilidad la conversación que estaban comenzando a tener pero aún así existía un gran dolor el cual no iba a poder desaparecer con facilidad y es que pudo tener la oportunidad apreciada de estar junto con la persona que ama pero esta en un arranque de querer ser mejor persona no la dejó experimentar algo con lo que sueña desde que tiene uso de razón.
"Es curioso como dos personas llegaron a amarse al mismo tiempo y se quedaron calladas". Dijo y suspiro mientras miraba por la ventana. "Sé que nunca llegaste a amarme pero por lo menos hubo gusto hacia mí". Sonrió sintiéndose un poco mal.
"Eso no debería ser suficiente para ti". Sana estaba muy clara y la única cosa que le molestaba de su mejor amiga es el hecho de que siempre parecía que todas las personas eran más que ella cuando no era así sino todo lo contrario. "Chaeyoung te ha demostrado que puede darlo todo por ti pero tú aún así sigues apegada la idea de que te ame cuando sabe muy bien a quién amo". Myoui no quería responder lo que acaba de decir pero sabía muy bien que era la única oportunidad y el único momento donde se tocaría ese tema.
"Lo que pasa es que cuando amas a alguien lo mínimo que esperas es que esa persona también te ame, ¿A ti no te pasa con Tzuyu?". Ambas se miraron, no existieron palabras porque estaban de más solo miradas que decían y a la vez ocultaban todo lo que en algún momento ha llegado a pasar por su cabeza. "Tú la amas pero ella ama a Chaeyoung, yo te amo pero Chaeyoung me ama y tú no". Se cruzó de brazos sintiéndose mal por lo que el destino les había jugado, cómo si tuviera algo en contra de ellas, almas puras que solo sentían amor, lamentablemente uno no correspondido. "Las cosas hubieran sido más fáciles si todo estuviera en su lugar".
"Para tí, ¿Qué es que este en su lugar?". Sus ojos se cristalizaron, por más que hacían lo posible para poder entablar una conversación amistosa volvían a lo redundante. "Para mí es algo muy diferente que lo que te pasa a ti y lo siento mucho por eso pero se supone que aquí estamos para dejar las cosas claras".
Sana no era una chica que llorará, normalmente era quien consolaba a las personas a su alrededor por la fortaleza que había construido desde que está muy pequeña y es que sus padres le enseñaron que lo mejor que podría llegar a hacer era luchar por lo que amaba, y no destrozarse de la vida pensando las cosas malas y llorando, como lo hacían la mayoría de las personas.
Pero en este caso, por primera vez en toda su vida sus ojos se llenaron de lágrimas y sintió un fuerte dolor en el pecho porque esa brecha que se había creado con la mejor amistad que había tenido en toda su vida era suficiente como para herirla, tanto que consideraba que nunca la vida iba a poder superarlo porque Mina lo era todo para ella como una hermana, sin embargo; para la otra era mucho más que eso.
"Que tú me ames y que las otras se arreglen". Sana se sorprendió por las palabras de su mejor amiga y es que esta se supone que tenía un gran corazón, no es como que de pronto haya desaparecido, pero sí que se llenó de algo inexplicable y lo puedo notar por la forma en la que pronunciaba cada palabra, con ese odio y rencor que solo una persona herida podría llegar a experimentar.
Minatozaki la observó, ojos rojos y mirada perdida, labio inferior tembloroso y manos inquietas, pudo ver y sentir que lo único que necesitaba la otra persona con toda su alma era su amor y se sintió tan mal en no poder con responderla que pronto comenzó ella misma desmoronarse, convirtiéndose por completo en una persona que no tiene la capacidad para poder tranquilizarse y fue entonces cuando estalló.
Había cambiado y le había hecho daño a la única persona que ella consideraba que era su familia, a esa chica que había conocido de toda la vida y con la que había crecido, la misma con la que tenía un salón de baile en donde le daba clases a las personas y con quién, por más que no quería admitirlo, había hecho cada una de las cosas buenas que tiene en este momento y quién logró encarrilarla al mejor camino que pudo llegar a tomar.
Myoui Mina, esa pelinegra que todo el tiempo estaba con ella apoyándola en todo momento lo ha sido todo para ella de toda la vida pero también es la misma que está destruida frente suyo por su culpa, por no sentir lo mismo que ella siente y que no sea recíproco, por un momento se lamentó por ello y al poco tiempo entró al rato porque no tenía la culpa de amar a alguien más que no fuera ella, porque no podía controlar a su corazón y tampoco tenía ganas de hacerlo.
La menor se dió cuenta de que había algo extraño en la contraría, Sana, no era una persona que no te mantuviera la mirada ni mucho menos, pero ahora estaba intentando hacer todo lo posible para evitarla y no dejaba de mirar hacia el suelo cosa que en algún momento de su vida llegó a decirle que era la peor forma de poder combatir con algo y ahora lo estaba haciendo, cosa que le extrañó tanto que caminó hacia ella para ver qué era lo que le sucedía solo que esta se apartó y no le permitió ni siquiera un roce.
"¿Qué sucede?". Desvió por un instante la mirada y sus ojos se abrieron por la sorpresa de darse cuenta de que habían pasado cuatro horas, no sabía si todo estaba pasando demasiado rápido o demasiado lejos pero lo que sí comprendía es que lo que estaba sucediendo iba a ser un antes y un esfuerzo para la amistad que han tenido.
No sabe muy bien si al final van a quedar como amigas o solo conocidas y eso es lo que más le aterraba cuando tomó la decisión de hacerle caso Jeongyeon para poder adentrarse a ese experimento en donde podría llegar a decir cada una de las cosas que sentía y sintió pero en ese momento se dio cuenta de que podía estar actuando de forma muy egoísta porque en ningún momento llegó a pensar en cómo se sentía su mejor amiga de que ella sintiera algo por ella y que la orillara a tener esa conversación donde probablemente la amistad se acabe.
"No hemos solucionado nada". Murmuró en un pensamiento que fue demasiado alto y que hizo que Sana la mirara, fue entonces cuando pudo ver aquellos ojos que siempre se mantenían con una sonrisa tan apagados que comprendió que en la mente de la contraria eso era una despedida y todos esos momentos que vivieron juntas fueron pasando por su cabeza como si se tratara de una película en la que ellas dos eran las protagonistas de un amor que lamentablemente nunca iba a poder hacerse realidad.
"No puedo cambiar lo que siento por ti y no quiero perderte pero parece que la única forma de que me olvides es que yo me aleje". Mina sintió un pinchazo en el corazón típico de cuando te acabas de decir algo trascendental. "Creo que luego de esto necesitamos distanciarnos para poder pensar y espero que no sea un problema, porque necesito alejarme de ti". Sabía muy bien que esas palabras podrían llegar a salir de la boca de la mayor pero lo que no tenía muy claro era el dolor que iba a sentir porque por más que lo había pensado en algún momento de su vida, no había experimentado directamente el dolor como lo está haciendo ahora.
"¿Por qué te alejaras de mí?".
"Porque no te amo como tú me amas, yo amo a Tzuyu y Chaeyoung te ama, no quiero perderte como amiga ni como una hermana pero si esa es la única forma de que no te destruyas más ni que esperes migajas de mí entonces voy a tener que hacerlo". Se escuchaba y veía tan decidida que se dio cuenta de que lo estaba diciendo de todo corazón, le dolió como nunca antes había llegado a experimentar el dolor pero una parte de ella lo había comprendido porque sabía muy bien de que lo único que estaba intentando hacer era protegerla de la mejor forma posible o como ella siempre lo había intentado hacer.
El único problema es que eso significaba de que se iba a alejar de la persona que amaba y más allá de todo eso de su más grande familia, no sabía cómo vivir sin Sana porque había estado toda su vida viviendo con ella y su mente se nubló, su alma se apagó como si la otra tuviera un interruptor y su vida se detuvo abruptamente al caer en cuenta de que esas veinte horas que le quedaban era las últimas que iba a tener hasta nuevo aviso junto a la mujer que ama.
"Es una puta mierda cuando una amistad se acaba por el amor". La pelinegra había sido tan directa que la contraria solo asintió. "Pero está bien, si debes alejarte de mí después de esto lo voy a entender pero eso si, hazlo hasta el punto en el que ni siquiera pueda verte y olerte, hazlo al punto en el que se me olvide lo que siento por ti y quién eres". Se acercó. "Porque me temo que si sé en dónde estás voy a perseguirte porque estoy...loca, me he vuelto loca por el amor que siento por ti".
No hubo respuesta ni siquiera una mirada, solo el silencio se hizo presente en ese lugar, así pasaron las próximas horas en donde ni siquiera quisieron pronunciar ninguna palabra porque sabía muy bien que iba a ser mal interpretada por la otra persona o causar más dolor del que ya habían causado, hace demasiado tiempo que habían evitado tener esta clase de conversación y ahora se dan cuenta de la razón por la cual es que lo estaban haciendo, la amistad se había fumigado por completo y ya no existía nada más que recuerdos los cuales, con mucho pesar, automáticamente se convertía en cosas que las hacían discutir o solo sentían dolor por eso.
Ambas estaban esos pensamientos.
Mina, que lo único claro en lo que podía pensar era el hecho de que ha estado todo este tiempo enamorada de una persona que nunca ha sentido nada por ella y es algo de lo que estaba clara desde el primer momento en el que comenzó a sentirlo, solo que ahora existe una única diferencia y es que ambas han dejado las cosas claras, de los labios de su amada salió el hecho de que nunca iba a llegar a tener una relación con ella y por más que le duela puede llegar a comprenderlo porque nadie puede ser obligado a amar a alguien.
Sana, por su parte, se había enfrascado en no llorar o por lo menos intentar no hacerlo porque sabía muy bien que eso iba a hacer que las cosas empeoraran sobre todo porque Mina era una persona que cuando veía a alguien llorar automáticamente también lo iba a hacer y más aún si se trataba de ella. No quería causarle más dolor pero al fin y al cabo iba a terminar haciéndolo porque se iban a separar después de esto, por lo menos por un tiempo hasta que ambas tengan el camino claro y la mente por completo despejada porque si no entonces van a seguir haciendo ese daño y una amistad tan linda como la que han forjado por tantos años no debería destruirse.
El sol ya se había ido y sólo quedaban ellas dos porque los transeúntes habían desaparecido, lo único que se escuchaba en esa habitación eran su respiraciones y de vez en cuando comían alguna cosa o tomaban algo pero de resto era un silencio sepulcral el cual parecía que no les daba tregua a ninguna de las dos porque la verdad es que todo lo que se tenía que decir ya se dijo y consideraban que no había nada más por lo que luchar.
Es por esa razón que luego de un tiempo se miraron a los ojos, ambas estaban demasiado tristes, era evidente, aún así debían hacer todo lo posible para poder afrontar lo que están viviendo de la mejor forma para que ninguna de las dos se siga destruyendo y que lo que han preservado por tantos años no se derrumbe, debían ser maduras y dejar de lado el amor que le tenía a la una a la otra, en el caso de Mina ese enamoramiento que no sabía ido ni siquiera un minuto de su cuerpo.
Cuando les dió sueño, ambas se dieron cuenta por la forma en la que bostezaron y no pudieron evitar sonreír porque se conocían tanto que ni siquiera tuvieron que comunicarse para caminar juntas hacia la cama, por más que no se estaban tocando se mantenían juntas y veían hacia el mismo punto del techo porque tampoco habían tenido el valor de ponerse de espaldas.
Sana volteó a ver a Mina y posteriormente esta hizo lo mismo. "Te amo como nadie y te extrañaré como nunca he extrañado a alguien pero es lo mejor". Myoui ya había conversado contigo misma en su interior y comprendió que era lo mejor.
"También te amo y también voy a extrañarte, eres mi querida hermana menor". Aunque esas palabras la habían dolido, las dejó de lado y con cuidado le acarició la mejilla a la mayor. "Voy a extrañar con darte cosas y escuchar tus aventuras".
"Yo lo voy a extrañar todo". Murmuró y le dió un beso a la mejilla como era de costumbre, posteriormente se reincorporó en el lugar en donde se encontraba pero eso sí ambas mantenían las manos juntas, no se querían soltar, no hasta que se cumplieran las horas. "Pero te voy a esperar y cuando decidas volver, sea para lo que sea voy a estar ahí para ti".
"¿Me perdonas?". Eso fue lo último que se escuchó en esa habitación y es que mina se había quedado profundamente dormida.
Minatozaki la miró hasta que sus ojos comenzaron a pesar y comprendió que lo mejor que podía hacer era dejarse vencer por el sueño que estaba apoderándose de cada parte de su cuerpo, con una pequeña sonrisa se despidió de esa última noche que iba a pasar junto a la persona que más quiere en el mundo.
En los sueños de una estaba el deseo de preservar la amistad y en la otra que nunca hubiera existido sino más bien una gran historia de amor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top