Hola, pequeña Luna de 13 años.

Si te soy sincera, siempre me ha dado demasiada vergüenza escribirte, siendo está la primera, y probablemente la única vez que lo haga en esta vida. Se que te he fallado en demasiadas ocasiones, sin tu merecerlo, me he vuelto tu némesis en lugar de ser tu aliada y también soy consiente de que te he he causado mucho más daño que cualquier otro ser humano en el universo.

Yo, y nadie más que yo, te hice creer que no eras suficiente, te volví en contra de cada centímetro de tu cuerpo, de tu historia y tu alma, te obligué a intentar ser la niña perfecta cuando tú solo querías ser una niña feliz y no paré un solo segundo de juzgar cada pequeña cosa que hacías, fuera incorrecta o no.

Me tomó demasiado tiempo descubrir mis repetidas equivocaciones y lo mucho que te había hecho cambiar a consecuencia de estas, hasta el punto de convertirte en todo aquello que juraste nunca ser, pero te aseguro que estoy haciendo todo lo humanamente posible por enmendar cada uno de mis errores y aunque se que tal vez sea un poco tarde, no dejaré nunca de intentarlo.

Por eso, te juro que jamas le voy  a entregar mi corazón a alguien que no lo merezca, no dejaré que nadie más decida quién debo o no ser, tampoco volveré a dejar que ninguna de mis inseguridades tomen posesión de mi cerebro y te prometo que ya no pienso aspirar a la aceptación de nadie más.

Aún así, si pudiera, incluso por un instante, estar frente a tí, te diría lo increíblemente hermosa que eres, por dentro y por fuera; te mostraría que no necesitas que nadie más que tú entienda y acepte las rarezas que te hacen ser esa maravillosa niña que eres, y te mostraría aquello que ya sabes pero que por alguna razón tiendes a olvidar: que eres trillones de veces más fuerte y valiente que cualquiera de los miedos que la cobarde de tu yo adulta puso en tu corazón.

Así que, pequeña yo de hace diez años, lo siento tanto, te amo muchísimo, por hoy y por el resto de la eternidad, y sobretodo, gracias por no rendirte conmigo, a pesar de todo.

~Luna🌙