-¿está seguro por donde va?-Tsukishima miro al azabache serio.

En realidad los tres jóvenes llevaban un rato "caminado" si bien les había pasado lo mismo que Hinata con su poca destreza con sus nuevos pies, pero a diferencia del menor Sugawara, Kuroo y Tsukishima habían aprendido a golpes lo que es caminar importándoles poco el andar desnudos por la orilla del mar.

-... como le iba diciendo, si no consigue una pareja-Kenma se quedó congelado al ver a tres hombres y desnudos.

-¿Qué sucede Kenma?-pregunto Sawamura y volteo a ver hacia donde el menor miraba sorprendiéndose.

-Esta no es una playa nudista, por favor, busquen prendas de vestir-Kenma hablo tranquilo saliendo de su leve shock inicial.

-lamentamos el estado en que nos encontramos, pero nos hemos separado de un compañero y lo estamos buscando-Hablo Tsukishima ignorando las miradas que el moreno le enviaba de forma reprobatoria.

-se llama Hinata Shouyo-hablo Kuroo como si el andar desnudo fuera lo más normal para él.

-...-Kenma poso sus orbes rasgados sobre aquel azabache y un brillo inundo sus ojos, al recordar quien era ese sujeto su salvador.

-¡AH! Son amigos de Hinata-Daichi sonrió, pero luego se percató que detrás de ambos altos había un chico, ladeó la cabeza un poco para tratarlo de verlo encontrándose con una cabellera platinada, una mirada penetrante y un hermoso lunar bajo su ojo izquierdo; al instante recordó al joven.

-...-Sugawara al escuchar nombrar al menor camino rápido hasta pararse frente al moreno y asentir animado y ansioso.

-primero que nada... necesitaran unas vestimentas-Kenma comenzó a caminar hacia un par de caballos que estaba a unos cuantos metros y de estos, saco unas prendas que siempre cargaba por prevención.

El "rubio" les dio las prendas y espero a que se las colocaran para luego junto con Daichi guiarlos al castillo.

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-Camina más rápido o te dejare atrás-Kageyama miraba divertido como el menor furioso trataba de alcanzarlo, si bien su técnica de hacerlo enfurecer había funcionado tanto como para que Hinata le diera por perseguirlo sin caerse; Yamaguchi se había retirado a preparar la cena mientas que Asahi y Noya veían cómicos la extraña persecución.

-¡Quédate quieto!-grito Hinata para luego caer sentado contra el suelo rendido para su desgracia.

-tomaremos un descanso-Kageyama se sentó en una silla.

Hinata se acostó en el frio suelo mientras respiraba profundamente y cerraba los ojos tratando de relajarse, Asahi había desaparecido por algo de agua mientras que Nishinoya se mantenía al tanto, Kageyama solo veía curioso al menor.

-¿nos conocemos?-el azabache pregunto al menor ya que tenía un vago recuerdo de haberlo visto en algún lado.

-mmm no estoy muy seguro-susurro para luego abrir los ojos y mirarlo sin levantar la cabeza.

-Hinata...-la puerta se abrió mostrando aun animado Daichi y a un neutro Kenma acompañados de tres personas muy conocidas para el mencionado.

-¡Sugawara, Kuroo, Tsukishima!-grito el de cabellera alborotada para luego levantarse y correr a abrazarlos.

-en los problemas que nos haces meternos-Tsukishima no correspondió el abrazo, es más se cruzó de brazos.

-enano, te has metido en un lío muy grande-Kuroo dijo con su tono burlón.

Sugawara solo se dedicó a abrazar con cariño al menor aferrándolo contra su cuerpo como si quisiese asegurarse que no se apartaría de su lado nuevamente, ya mucho tenía perder a sus padres para que ahora perdiera a su "hermano".

-¿Koushi?-Hinata lo miro preocupado al no recibir contestación y se separó para encontrarse con el de cabellos platinados el cual se mantenía con la cabeza gacha.

-el... perdió la voz-dijo Kuroo mientras se ponía serio.

Shouyo abrió los ojos sorprendido al instante la emoción de volverlos a ver se le fue y bajo su mirada hasta encontrar que tenían piernas... entonces todo encajo par el, su "hermano" mayor había dado la voz para poder estar con él; se mordió el labio inferior impotente por ocasionar desdichas hacia sus seres queridos por lo que sus ojos se cristalizaron al instante para luego de estos caer gruesas lágrimas por sus mejillas.

-l-lo-lo lamento-susurro mientras mantenía la cabeza gacha para evitar que lo vieran llorar pero su voz quebrada y el pequeño temblor que su cuerpo mostraba lo había delatado por completo.

Kageyama solo se quedó callado viendo al menor tan vulnerable, quería calmarlo, quería que sonriera, quería cuidarlo. Con esos pensamientos se acercó al menor y coloco su mano sobre la cabeza del más bajito.

-no deberías de llorar enfrente de tu... hermano y amigos, eso los pondrá tristes-le acaricio los cabellos con cariño tratando de transmitirle toda su confianza.

-..-Hinata se acercó al azabache y lo abrazo mientras hundía su cabeza en el pecho del mayor, necesitaba descargar toda aquella frustración por el solo pensar en los problemas que le había causado a Sugawara.

Todos miraron sorprendidos aquella escena a excepción de Kenma que se mantenía inmutable, Kageyama después de salir de su estupefacción apoyo su cabeza contra la del menor y paso sus brazos alrededor de la espalda de este para acariciarla y tratar de calmarlo.

-Creo que será mejor que pasen la noche aquí, Hinata no está muy bien que se diga-hablo Daichi a los tres jóvenes recién llegados y luego miro sus descalzos pies los cuales tenían heridas-les mostraran sus habitaciones y curaran su heridas-hablo con calma mientras que los otros tres solo asentían y salían de la habitación guiados por Nishinoya.

Daichi decidió dejar a los menores solo y seguir a los otros junto con Kenma, cerró la puerta con cuidado y miro curioso al que iba de ultimo aquel chico de apariencia refrescante ahora estaba muy triste, se sintió mal por él y decidió acercarse para alegrarlo.

-¿te encuentras bien?-pregunto el azabache. Suga solo asintió algo desanimado-disculpa... por lo que escuche, ¿tú no puedes hablar?-el platinado nuevamente asintió-espero que recuperes tu voz, tengo curiosidad por que melodiosa voz tendrás-hablo sin pensar haciendo que el del lunar se sonrojara.

Al percatarse de lo que había dicho, Daichi se sonrojo levemente y rasco su mejilla nervioso, él no era de los que hablaban sin pensarlo cuidadosamente antes, por lo que le pareció algo extraño, pero su sonrojo se intensifico al igual que sus latidos del corazón al ver aquel hermoso rostro completamente sonrojado.

Kenma se adelantó ya que la idea de ver a su futuro rey cortejando a otro hombre no era de su incumbencia por lo que camino rápido dejándolo atrás pero sin darse cuenta termino chocando contra una gran espalda.

-oh, ten cuidado-Kuroo lo sostuvo de los brazos para evitar que el mas bajito se callera.

-...-levanto el rostro y vio aquella sonrisa burlona-...gracias...-se soltó de su agarre...

-no agradezcas enano-sonrió malévolo ante aquel apodo.

-...como sea-Kuroo se sorprendió ya que al contrario de Hinata el "rubio" no se había inmutado para nada.

-interesante-miro con curiosidad al pequeño rubio.

-deje de hacer contacto con ellos-Tsukishima le recrimino.

-lo dice el que le ayudo a un cocinero-Kuroo se rio al recordar lo que había sucedido antes de encontrarse con Hinata.

Al entrar al castillo vieron pasar a un chico pecoso el cual traía unas charolas muy pesadas y parecía que se caería en cualquier momento, Tsukishima lo vio pero ni se inmuto, cuando de repente se escuchó el golpe de los objetos metálicos contra el suelo y el chico arrodillado mientras se sobaba las piernas. El rubio suspiro y le tendió la mano a Yamaguchi y le ayudo a levantarse para luego recogerle las charolas y ayudarlo a llevarlas hasta la cocina.

Holis~
Aquí con un nuevo capítulo disculpen la tardanza, el trabajo me come la vida (?
Muchas gracias por leer y comentar n.n para l@s que siguen "Lo que calla el corazón 2" esperen el capítulo con ansias que se acerca~

Bueno~ hasta la próxima