La vida es corta.

No te das cuenta cuando empieza a avanzar, sin siquiera esperar a que estés listo.

Un día puedes estar tomando café tranquilamente -o algo que no sea café y no en algún lugar precisamente tranquilo- con tus amigos hablando de cosas irrelevantes, verdaderamente irrelevantes y estúpidas. Y en otro día, tu vida puede cambiar drásticamente.

Problemas económicos, sociales o físicos.

En ese momento en que la vida cambia, te preguntas sin parar: ¿Por qué demonios eras, como eras?
¿Por qué te importaban tantas estupideces, tantas cosas irrelevantes?
¿Por qué estabas tan preocupado de tu vida social, en lugar de tu vida personal?
Dónde las personas te necesitaban, y tú no estabas para ayudar.

Cuando la vida cambia, te das cuenta de los verdaderos amigos y de los falsos. Te das cuenta de lo cegado que estabas por tus amigos y por tu status social. Te das cuenta sobre los amigos hipócritas, sobre los amigos que estaban contigo solo por conveniencia, solo porque les podías dar algo a cambio. Sólo en ese entonces, tomas conciencia de que los verdaderos amigos se pueden contar los dedos de una sola mano.

Cuando la vida cambia, te reprochas a ti mismo tú forma de ser: ¿Por qué juzgar a alguien solo por la apariencia?

¿Por qué juzgar a esa persona que ríe todo el tiempo? Esa persona puede tener un horrible pasado, puede que la esté pasando mal, puede que quiera esconder toda esa tristeza bajo una sonrisa y felicidad fingida, pero que parece real.

¿Por qué juzgar a la persona callada y solitaria de la clase? Puede que a esa persona solo le guste la soledad. Puede que esa persona no esté tan ciega como para dejarse llevar por todos o por creer en sus mentiras. Que esté sola no significa que sea un suicida depresivo o un rarito.

El ser humano tiene miedos. Desde miedos irracionales hasta miedos totalmente lógicos. Uno puede luchar en contra de esos miedos, o puede dejar que ellos te dominen.

¿Para qué sirve el humano?
¿Para destruir? ¿Para construir?
¿Para matar? ¿Para amar?

El ser humano no tiene garras o colmillos enormes como los de un león u otro animal salvaje. No tiene vista o audición ultra desarrollada como los de un gato o un perro.

El ser humano solo tiene cuerdas vocales y algo de raciocinio. Puede hablar y razonar. Es lo que lo hace diferente de los animales.

El ser humano puede trasmitir lo que piensa, puede crear algo llamado música. Algo que es simplemente hermoso para quien ve a la música desde otro punto de vista. No sólo como música. Sino, como algo más profundo, algo que trasmite sentimientos, un mensaje en su letra o en su ritmo.

El ser humano puede trasmitir emociones y sentimientos. Ya sean buenos o malos. Puede hacer que otras personas se sientan queridas, amadas. O puede hacer que alguien se sienta solo, triste, o como un ser despreciable... Sí. Las personas pueden ser así de crueles.

El ser humano tiene solo dos funciones en el mundo. ¿Por qué se siente tan importante? ¿Por qué nos sentimos tan superiores?
¿Por qué cree que puede llegar a el hábitat natural de algún animal y simplemente destrozarlo? El humano necesita que algo pase.

Necesita que su vida cambie drásticamente para que pueda cambiar.

El ser humano sueña. Todo el mundo en algún momento de su vida a tenido un sueño. Y no me refiero a los sueños de cuando dormimos y nos vemos bailando en un arcoiris junto a un unicornio. Me refiero a los sueños... Reflejados como metas. Sueños que sean totalmente alcanzables y a corto plazo, o sueños que requieren más trabajo, más empeño, una meta que puede ser realizable a largo plazo, siempre y cuando seas tú el que se proponga ese sueño o meta.

Dicen que para ser el mejor uno tiene que competir contra los mejores. Claro, una teoría totalmente válida. Pero... Para ser el mejor hay que competir contra uno mismo. Cuando haces algo bien, a la próxima tiene que ser mejor, cuando es mejor, a la próxima tiene que ser perfecto.

Así se logran los sueños.

La vida es corta. Tú decides como la quieres vivir. Tú decides que quieres hacer con ella. Tú decides si quieres hacer el bien o el mal. Ser un progreso para la sociedad o ser una escoria más que se gana las cosas a base del esfuerzo de otras.

La vida es corta, tienes que aprender a vivirla tratando divertirte y de no tropezar en el intento.

Yo soy solo otro ser humano que se dió cuenta de lo que era la vida, después de que ella cambiara totalmente.

Solo otro humano que juzgó.

Solo otro humano que era una escoria de persona.

Solo otro humano que después de que algo le pasara, se dio cuenta de los verdaderos amigos.

Solo otro humano que tenía sueños.

Solo otro humano que se dio cuenta lo corta que es la vida, pero que de alguna manera, a pesar de lo horrible que sea, existe una pequeña luz que te impulsará para seguir adelante.

|∞|

Salut! ^-^

Esta historia se quedará en "próximamente"
Probablemente la empiece a subir a partir del diez de agosto.

¡Espero que les guste!

Por si no se han dado cuenta, esta historia es un fanfic.

¡Hasta pronto!

~Em.