movie; jungkook
usuario: melxkp
todos los créditos a ella/él
aviso: smut, contenido +18
movie; jungkook
Una película de terror, que maravillosa idea.
Odiabas las películas de terror, pero sabías exactamente que lo que menos harías en casa de tu novio (ambos solos) era ver la película.
Jungkook y tú no se veían hacía una semana. Te fuiste con tus amigas de vacaciones, solo las chicas. Todos los novios quedaron fuera del plan, y sabías que al regresar, un caliente Jungkook te iba a estar esperando.
Kook es un chico con mucha energía, y tener sexo es la única manera de calmarlo. Por supuesto morías de ganas de verlo, de estar en sus brazos, de sentir su calidez, su olor. Pero estabas cansada del viaje y conociendo a tu novio, por la gracia de estar una semana en abstinencia, no te iba a dejar dormir en toda la noche.
Aún así accediste porque lo extrañabas demasiado, y su plan de ver películas de terror en su casa, a pesar de ser obvio, era perfecto para estar a su lado. Pero aunque estabas mentalmente preparada para varias secciones de sexo rudo, lo que a tu cuerpo le apetecía eran caricias, y un sexo vainilla. Sentirlo, pero con calma, disfrutar de su olor, de sus labios, de cómo sus manos te solían tocar.
- Ahí está...
- Condones, no queremos sorpresas. -Tu hermana reía al ver tus nervios.
Hacía un tiempo ya que no usaban condones. En cambio, al hacerse más formal su relación tres meses atrás comenzaste a tomar pastillas.
Te despediste sonriendo mientras bajabas las escaleras para, al salir, verlo parado al lado de su auto, más perfecto que nunca.
Tenía tatuajes nuevos y esa sonrisita de conejito que contrastaba con su aspecto de fuckboy. Lo cierto es que era toda una ternura, fuera del ámbito sexual claro, ahí si cumplía con su apariencia fuerte e intimidante.
Sus brazos te envolvieron y sentiste su maravilloso olor. Sus abrazos sabían a hogar. Lo extrañabas demasiado y era mutuo, pues ninguno quería soltar el abrazo.
- ¿Lista para horrorizarte? - bromeó y pusiste los ojos en blanco.
Jungkook amaba bromear con tus miedos y tus debilidades, porque esos juegos eran parte de su personalidad. Y sabía que las películas de terror te asustaban demasiado, incluso las más malas.
- No pasa nada, yo estaré a tu lado todo el tiempo para defenderte si algún demonio te quiere llevar...
- Eres muy gracioso. Vamos antes de que me arrepienta.
El camino fue tranquilo, para nada incómodo, más bien un poco coqueto, pero eso era normal entre ustedes. Jungkook se dedicaba a pasar una de sus manos (cuando estaba libre del volante) por tu cabello, pellizcaba una de tus mejillas o te sonreía de lado.
Sabias que estaba caliente, pero que se estaba conteniendo para no dañar el romanticismo.
Sus padres habían ido de vacaciones a Jeju, así que tenían la casa sola el fin de semana. Y tu novio, siendo el mejor del mundo te había preparado toda una experiencia.
Las tenues luces, los snacks, la gran pantalla con la película lista: "El Conjuro". Habias escuchado sobre esa película y lo cierto es que, te aterrorizaba de más la idea de saber que era basada en hechos reales.
- Tiene tres partes, así que tenemos para rato.
- Estás mal de la cabeza si crees que voy a ver esa película Jungkook. ¿No puede ser mejor, "Vivo"? Dicen que está hermosa.
- No, de terror. - besó la punta de tu nariz y sonrió divertido. - Así cuando te de miedo, puedo cuidarte y protegerte.
Sonreíste. La verdad si querías que te cuidara, aunque pensabas cerrar los ojos a la mínima cosa oscura que pasara.
(...)
Los primeros veinte minutos de la película fueron bastante normales. A excepción de dos o tres escenas en las que te dio escalofríos, como la del rostro de esa muñeca tan horrible.
Jungkook se divertía viendo como morías del miedo, y cada dos por tres te asustaba en algún momento de tensión de la película, que no eran pocos.
Llevabas una blusa de tirantes muy fina y un short bastante corto que ya tu chico te había visto antes. Él vestía unos pantalones de algodón grises, y mantenía su torso desnudo bajo la manta con la que se tapaban.
No habías podido admirar mucho pues se había quitado el abrigo que traía bajo la manta, cuando sus cuerpos entraron en calor y vio innecesario quedarse con la prenda puesta. Eso, y que también quería provocarte, lo conocías muy bien. Jungkook estaba más que seguro de que caerías ante sus encantos cuando sintieras su piel desnuda y pudieras apreciar mejor sus tatuajes tan gloriosos, así como lo tonificados que estaban sus brazos, su pecho y sus abdominales. Pero si alguien tenía autocontrol en la relación, eras tú. Más bien todo el autocontrol, porque minutos más tarde, su traviesa mano ya acariciaba cada vez más cerca tu entrepierna.
Había comenzado acariciando tu vientre, sonriendo mientras miraba la película y te veía estremecerte del miedo fingiendo que lo que hacía no te afectaba. El miedo era mayor, pero cuanto más se acercaba a la zona sensible, ibas dejando de prestar atención a las escenas de terror, para centrarte en su suave y tortuoso toque.
Unos gritos te sacaron del trance justo cuando Jungkook había tocado la piel de tus pliegues con sus dedos. Te sorprendiste y con el susto te apartaste un poco, a lo que él retiró su mano para luego sentarse mejor en el mueble.
- ¿Qué pasa amor?
- ¿Qué pasa? Que me estoy cagando del miedo Kook, eso es lo que pasa.
- Ven aquí. - su voz estaba mucho más gruesa. Te miró serio y suspiró.
Hizo un gesto para que te colocaras encima de él, mientras se apartaba la manta y te dejaba admirar bien ese cuerpo tan perfecto.
Sabías lo que venía. Sabías que estaba más caliente que nada y el bulto en sus pantalones solo te lo confirmó una vez más. Él no dijo nada. Te miró con sus ojos bien abiertos y sus pupilas muy dilatadas. Miró tus labios y se mojó los suyos. No sé habían besado desde tu regreso. Un par de picos no contaban como besos cuando sabías que a él le gustaba la intensidad.
Con sus manos acarició tu trasero por encima de la ropa y casi gimió cuando te moviste un poco. Solo te estabas acomodando mejor pero a él lo acababas de encender con ese gesto tan insignificante. Habías rozado tu entrepierna con su bulto y no podías ocultar que a ti también te había gustado ese toque.
La película seguía al fondo, a tus espaldas. Podías sentir los gritos de las chicas siendo aterrorizadas por los fantasmas y demonios, mientras tu chico intentaba sin casi nada de disimulo liberar tus pechos.
Lo logró con facilidad cuando alzaste los brazos y muy rápido se deshizo de tu blusa. Te empujó hacia él, ahora si con su característica fuerza y atacó tu boca con muchas ganas.
Se le escapaban gemidos mientras sus lenguas chocaban y él daba todo en ese beso. No necesitabas hacer mucho porque él estaba necesitado por ambos, y se encargaba de encenderte, y de encenderse más.
Sus manos pasaban por tu espalda, tus brazos, tus nalgas. Metía las manos en el short, en tu ropa interior, todo para sentir tu piel desnuda bajo sus dedos. Apretaba ahí mientras mordía tus labios y pasaba su lengua por ellos para aliviar el dolor de sus descuidadas mordidas.
Sentías su miembro crecer bajo tu entrepierna y la forma en que su toque se hacía más desesperado.
Otro grito en la película te hizo girar a ver de la sorpresa pero Jungkook tomó tu rostro y lo volteó con fuerza hacia él. Chupó tu labio inferior y luego sonrió de lado.
- ¿No tenías miedo? -succionó la piel de tu cuello con fuerza por unos segundos. Sabia lo fácil que era marcarte y tú sabías de sobra, que cuando él te marcaba era porque se estaba reteniendo con todas sus fuerzas.
- Kook... -lo regañaste apenas con un hilo de voz mientras seguía estimulándote y dejando más chupones por tu piel.
- Una semana sin vernos... Tendrás que ayudarme bebé...
Te dio una nalgada bien fuerte y se levantó contigo encima. Su sonrisa había desaparecido y ahora solo quedaba una expresión salvaje, oscura y muy caliente.
Te llevó a la cama y te acostó debajo suyo. Estiró tus brazos y te ordenó dejarlos estirados a lo largo de tu cabeza. Quería tocarte y disfrutarte sin ser interrumpido por ti.
Se deshizo de tu ropa y de la suya en cuestión de segundos, quedando ambos desnudos, tú tendida en la cama, y él parado delante, brindándote la gloriosa vista de su cuerpo tallado. Todo en él parecía estar hecho para ser perfecto. Incluso su lindo pene que se erguía brillante por el líquido pre-seminal, con aquellas venas bien marcadas y su tamaño más que adecuado.
Parecía ilegal tocar siquiera tan majestuosa obra de arte... Pero era tuya esa obra.
Jungkook era tuyo y se encargaba de demostrarlo cada segundo.
Su boca le hacía maravillas a tu vagina, y con sus manos aguantaba tus piernas para que te mantuvieras quieta. Kook era muy bueno en el sexo oral. Aunque ¿en qué no es bueno ese hombre?
Cuando te sintió vibrar rendida ante su experta lengua, se alzó lo justo para que su miembro quedara a la altura de tu boca. Debías devolver la acción, y más que por él, por ti, para lubricarlo bien y aguantar así las duras embestidas que venían a continuación.
Porque él no se detendría hasta saciarse, y saciarte, incluso de más. Probablemente al otro día no ibas a poder ni pararte de la cama.
- Él también te extrañó ¿sabes? -te decía mientras te follaba la boca sin delicadeza. Disfrutabas de tenerlo dentro, pero en esa posición solo le facilitaba a él hundirse más aún en tu garganta, hasta sacarte aquellas arcadas que lo incitaron más. -Ahhh... No sabes cuánto necesitaba esto...
Cuando te sintió casi ahogada lo sacó, y agradeciste internamente por eso, aunque ver su expresión de satisfacción hacía que todo valiera la pena.
Jungkook depositó un suave beso en tus labios para luego colocarse en tu entrada. Cerraste los ojos cuando lo sentiste empujar poco a poco. La intrusión te sacó un gemido, lo cual lo hizo sonreír.
Sabias que él amaba verte gemir bajo su cuerpo. Aunque disfrutaba más tus gritos desesperados.
- Estás tan... Apretada... - no esperó mucho para comenzar su ritmo duro y firme. Admiraste como contraía su mandíbula, y la vena de su cuello se hinchaba. Él no aguantaría mucho, y eso solo te decía una vez más lo mucho que te extrañaba y necesitaba. - Dios...
- Tranquilo bebé, no te retengas... Tenemos toda la noche...
Susurraste y sus ojos se abrieron un poco más. Estuvo unos segundos mirándote, conectando contigo, dejándote admirar el brillo de estos y lo lindos que eran.
Ambos gimieron cuando aceleró aún más su ritmo. Te besaba torpemente mientras maldecía bajito. A pesar de lo intimidante que era tenerlo penetrándote así, se te hacía tierno que quisiera durar más cuando sabías que si se desesperaba, su cuerpo se desahogaba mucho más rápido. Era normal.
Jungkook solía durar mucho, y varias rondas, pero eran unos tres días sin sexo y toda su energía acumulada le pasaba cuenta, haciéndolo terminar mucho más rápido. Sabias que lo frustraba porque siempre buscaba tu placer, y se sentía bien cuando lograba un orgasmo a la par.
Pero en ese momento tú no estabas tan cerca como él, aunque igual no te importaba mucho cuando lo único que querías era estar a su lado. Además sabias que luego vendría una buena recompensa. Tu chico no era nada egoísta, más bien, todo lo contrario.
- Puedes terminar dentro bebé...
Viste las venas de sus brazos pronunciarse de más, así como las de su cuello y su frente. Introdujo uno de sus dedos en tu boca y te sorprendiste por como a pesar de estar más que listo para desbordarse, siguió pensando en ti. Chupaste su dedo y sonreíste en medio de un gemido de placer cuando comenzó a estimular tu clítoris a la par de sus embestidas.
- Te amo... - susurró mientras trabajaba más duro en estimularte.
Y lo estaba logrando. No se iba a dar por vencido, y no lo hizo, hasta que no aguantó más y se desbordó dentro tuyo. Regresó a tu boca de inmediato aún vaciándose del orgasmo intenso que había tenido, y fue quizás eso, esa sensación de sentirlo otra vez, más su estimulación muy bien trabajada lo que te hizo terminar, ganando una sonrisa de alivio de su parte.
Los créditos de la película se plasmaban en el televisor cuando regresaron a la sala en busca de bebidas para aliviar la sed. Ambos totalmente desnudos, con sus cuerpos marcados por los dedos, chupones y mordidas del otro.
- Mira... "El Conjuro 2", ¿la vemos?
Pusiste los ojos en blanco y te acercaste al mueble para sentarte a su lado y quitarle del helado que comía.
- Solo si prometes no asustarme ni hacerme gritar...
- Oh tranquila amor, cuando salga el primer fantasma ya me tendrás dentro completamente... Y ahí si gritarás de verdad.
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