Al lograr subir y llegar a lo alto, vieron al anciano en una pequeña torre, en dónde debía estar anteriormente, una campana.

- No esperaba menos de ti. Supongo que a llegado el momento de mostrarte mi verdadera identidad. Mi nombre es Rhoam Bosphoramus Hyrule. Yo fui el último monarca de Hyrule, un reino que existió hace muchos años.

Ambos tuvieron que cubrirse sus ojos a causa de la luz que iluminó el cuerpo de el anciano, cuando está se extinguió, ante ellos había un hombre bien vestido con ropas azules, elegantes y una corona sobre su cabeza.

- Rey Rhoam.....-murmuro Gan mientras se arrodillaba, pero la rubia seguía de pie sin creerse lo que sus ojos veían, mejor dicho, negandose a arrodillarse. El hombre solo suspiro, comenzando su relato.

- El gran Cataclismo devastó mi reino y a todas sus gentes hace cien años, como ya te conté antes. Fue entonces cuando perdí la vida, más conseguí que mi espíritu permaneciera anclado en este mundo. Contarte toda la verdad al despertar solo te habría confundido más.... Así que asumí otra identidad para poder guiarte.-giro su cabeza para verla apenado.-Discúlpame. ahora ya estás preparada para saber que ocurrió hace cien años.

El Gerudo apoyo su mano en el hombre de la chica, calmando los temblores de su cuerpo, ella se giró a verlo, preparándose para lo que iría a escuchar.

- La verdadera naturaleza de Ganon se pierde en la noche de los tiempos. El rey Demonio nació en este reino, más la malicia lo devoro y convirtió en lo que ves ahora. Las historias de Ganon se transmitieron en forma de leyendas y cuentos. Sin embargo, en algún momento del pasado, llegó a nuestros oídos una ominosa profecía. Rezaba así: <Numerosas señales evidencian el retorno de Ganon.... Aunque el poder para plantarle cara sigue latente en el reino.>

Ambos se vieron mutuamente, volviendo a ver al espíritu de el rey, quien continuo.

- Decidimos hacer caso a la profecía y comenzamos a excavar por todo el reno. Gracias a ello descubrimos múltiples reliquias que nuestros antepasados habían diseñado. Por un lado, las Bestias Divinas, cuatro gigantescas reliquias de forma animal que dirigían lo elegidos. Y por otro, los guardianes, unos soldados mecánicos que luchaban con voluntad propia. Todos esos hallazgos se ajustaban a las leyendas que durante años habían circulado por el reino. La princesa de la familia real con un poder sagrado, y una doncella elegida por la espada de la leyenda.... Ambas habían confinado a Ganon en el pasado remoto con la ayuda de las reliquias.

Linkle vio su mano derecha, dónde se veía un extraño tatuaje con forma de triángulo, en dónde el lado inferior derecho se veía obscurecido de un tono verde. Vio la mano de el Gerudo, que tenía la misma marca, pero la zona de arriba de el triángulo de tono rojo.

- Hace cien años también existía una princesa con el mismo poder, y una doncella excepcional. Decidimos tratar de repetir el plan que habían diseñado nuestros antepasados. Seleccionamos a cuatro valientes de todo el reino que poseían un gran talento.... Y pusimos en sus manos la difícil tarea de controlar las Bestias Divinas.

Gan apretó sus puños, recordando a cierta mujer que el había valorado y tuvo que morir al cumplir su misión.

- La princesa asumió el papel de líder del grupo, y los nombró ‹elegidos› para aumentar su motivación. Ahora que contábamos con la princesa y los cinco elegidos, estábamos seguros de la victoriano

Le vieron guardar silencio drásticamente, Linkle preocupada y Gan sabiendo a dónde iba el asunto.

- Sin embargo.... La maldad de Ganon no conocía límites, y regreso con un plan que superaba nuestras expectativas. Surgió de los cimientos del castillo de Hyrule.... Y se apoderó de los guardianes y las Bestias Divinas, volviéndolos en nuestra contra. Tanto los habitantes del castillo como los valientes héroes perdieron la vida. La doncella elegida sufrió graves heridas y cayó inconciente mientras defendía a la princesa. Y fue así como el Cataclismo Ganon, acabo destruyendo el antiguo reino de Hyrule.

Gan recordó ese día, alguien le había retirado el sello que le habían impuesto separando al Cataclismo de él y a ambas chicas huyendo asustadas. Linkle tuvo recuerdos borrosos de ese momento.

El Gerudo solo se limito a observar el castillo y una leve luz que se veía.

- No obstante.... La princesa logro sobrevivir, y tuvo que enfrentar a Ganon en solitario.

«Linkle.... Debes ocuparte del resto.... ¡Contamos contigo!
.... No te rindas.»

La rubia volvió a ver su mano, que brillo al mismo tiempo que la luz que se encontraba en el castillo reteniendo a la Calamidad.

- Esa princesa es Zelda.... Y era mi hija. Y la doncella que la protegió hasta su último aliento....-se giró a verla con una expresión triste, mientras suspiraba-Esa eras tú, Linkle.

La chica se acercó a el lentamente, mientras sus recuerdos poco a poco se aclaraban y escuchaba el llanto desesperado de la chica.

- Ese día, estuviste al borde de la muerte. Pero.... Te trajeron al santuario de esta Meseta, dónde has estado dormida durante cien años. Al despertar, has oído una voz que intentaba guiarte en tu empresa, ¿Verdad?

Ella asintió, mientras Gan veía con cierta preocupación el castillo, dónde la luz continuaba conteniendo la maldad acumulada con el pasar de los siglos.

- Esa voz es la de Zelda, que sigue luchando en el castillo de Hyrule para contener a Ganon. Más el poder de mi hija pronto se agotara. Cuando eso oscura, nuestro enemigo quedará libre y destruirá esta tierra de una vez por todas.

La chica miraba a ambos sin creerle, mientras el Gerudo se mantenía en silencio su mano, que igual brillaba junto a la luz de el castillo. Pero las tres se extinguieron cuando la Calamidad terminó obstruyendo esa luz.

- Linkle....-la llamo, con tristeza y dolor en su voz, la rubia se giró a verlo preocupada.-Lamento enormemente tener que colocar está carga sobre tus hombros.-apretó su mano.-Pero aún debo pedirtelo. Derrota a Ganon, te lo suplico.-señalo al hombre Gerudo, quien de acercó a ambos.-El te ayudará a partir de este punto.-continuo.-Salva a nuestra gente y a mi hija. Pero.... Debes saber que Ganon aún controla a las cuatro Bestias Divinas. Del mismo modo, varios guardianes siguen activos en el castillo de Hyrule. En tu estado actual, entrar en el castillo sería una temeridad....

Se giró a verlos, mientras la rubia trataba de digerir todo lo mejor posible, pero tenía al Gerudo, quien lentamente empezaría a decirle detalles de su pasado con calma. Nada ni nadie la detendría.

- Les sugiero que vayan a visitar a una aldea que se encuentra hacia el oeste. Se llama Kakariko.-señalo la distancia, viendo al Gerudo.-Llévala hasta allí y busquen a una mujer llamada Impa. Ella podrá guiarlos en su misión. El mapa de la piedra Sheika les mostrará el camino hasta dicha aldea. Deben seguir la senda que atraviesa Picos Gemelos y tomar la ruta del norte.

Lo vio sacar algo y extenderselo, ella tomo el artefacto que era algo grande y pesado para ella.

- Tomen.... Aquí tienen mi paravela, tal como había prometido a Linkle. Ahora ya podrán descender de la meseta con total seguridad. Linkle.... Ganondorf.... Les he confiado todo cuánto se. Cuento con ustedes.

Lo vieron desaparecer frente a sus ojos, la rubia asintió decidida, dándole la paravela al Gerudo.

- "Tómala, me trepó a tu espalda para bajar."-comento entregándosela, mientras veía el mapa. Señalando el destino con una runa.

- Es grande y resistente, agarrate fuerte, que el viaje será algo agitado.-le advirtió cuando ella se aferró a él al trepar a su espalda. Cuando el tomo impulso saliendo de la meseta, para ir a buscar a una mujer que la ayudaría en su aventura para salvar a todo Hyrule.