Oscuridad, es lo único que podía ver, ni había ni una sola persona a su alrededor. Camino un poco tratando de buscar a alguien, sin éxito alguno. Hasta que algo empezó a brillar entre toda esa oscuridad. Avanzo tratando de alcanzarla, como si fuese una polilla atraída por ella, estiró su mano para que no se alejada.

«Abre los ojos....»

Una voz lejana resonó, pero sus pies no se detenían, tenía que alcanzar esa luz a como de lugar. Pronto, esa luz iluminó el lugar, cegandola brevemente.

✨✨✨

«Abre los ojos....
Abre los ojos....»

Lenta y pausadamente empezó a abrirlos, viendo extrañas cosas a su alrededor.

«Despierta....
Linkle.»

¿Linkle?, Ese debe ser su nombre. En lo que estaba sumergida desapareció de forma casi inmediata. Se sentó viéndose sola en el lugar, un lugar que le daba una sensación familiar. Salió de esa cosa, encontrándose en paños menores, avanzo un poco viendo algo entre toda la niebla, algo azul que brillaba. En una esquina, sentada e inmóvil, una momia. Retrocedió asustada al ver el cuerpo, avanzo rápido hacia la base que brillaba, algo temerosa, miro el artefacto que se alzó en cuando se acercó.

«Toma la piedra Sheika. Te servirá de guía ahora que has salido de tu letargo.»

Tomo la piedra confusa, viéndola fijamente un largo rato. Primera vez que la veía, pero le daba una sensación familiar, de que la había visto en algún lugar.

La puerta se abrió, pero se fijó en la momia, que se había levantado de la nada, soltando extraños ruidos y acercándose a ella. De el susto, la empujó más adentro, hasta ver una nota en la piedra Sheika, cumpliendo lo escrito en esta y lanzandola a la cama de agua, que se había llenado y cambiado su profundidad.

Se alejo corriendo en cuanto la puerta se abrió y avanzo a la siguiente sala, viendo varios baúles, abrió uno encontrando ropa que le quedaba pequeña, pero aún servía, se puso unas botas. Se giró por última vez sin ver a la momia salir. Al ver que no ocurría nada, salió de el lugar, trepando las rocas y saliendo al exterior, cubriendo sus ojos en cuanto el sol le dió en la cara, viendo por última vez atrás, avanzo escaleras arriba luego que la voz le diera indicaciones respecto al uso de la piedra Sheika.

Escucho aves cantar y paisajes verdes, avanzo hasta la orilla de un acantilado, viendo un castillo en ruinas a la distancia, un extenso bosque, un volcán activo y montañas enormes.

Vio un poco más a su derecha viendo a un anciano y detrás de el las ruinas de una iglesia, lo vio avanzar a un lugar, por lo que decidió seguirlo. Tomo una rama por su no era alguien en quien confiar.

Tomo algunas setas que se encontraban en su camino, volviendo a escuchar la voz llamarla nuevamente.

«Linkle.... Linkle. Dirigité al lugar señalado en el mapa que aparece en  la piedra Sheika.»

Le indico. Avanzo para localizar el lugar, solo para ver al anciano de nuevo.

- Hum.....-miro la manzana y escucho su estómago gruñir con fuerza, la tomo sin siquiera preguntar empezando a comerla.-¡Oye, tu, ladronzuela! ¡Esa manzana asada es mía!-iba a devolver la siguiente que tlml antes siquiera de darle el primer mordisco.-¡Jo, Jo, Jo! Es broma, puedes quedartela. Ya verás se las manzanas están mucho más risas asadas....-le calmo, viéndola comer la manzana de forma casi desesperada, como si llevará mucho tiempo sin comer algo.-Hum. es extraño verte por aquí. Hace mucho que no recibo visitas.

- "¿Quien eres?"-artículo con sus dedos confusa, comiendo otra manzana.

- ¿Que quien soy? Eres una tipa curiosa. Yo.... Solo soy un anciano. Hace ya muchos años que llevo una vida solitaria en estas tierras. Lo cual me lleva a preguntarte: ¿Que haces aquí, joven?

- "¿Dónde estoy?"-volvio a gesticular confusa, comiendo otra manzana.

- ¿No te han enseñado que es de mala educación responder una pregunta con otra? Estos jóvenes....-se quejo el anciano.-No obstante, ya que nuestro encuentro no parece ser fruto de la casualidad, te lo diré. Estás en la Meseta de los Albores, el lugar donde se construyeron los cimientos del reino de Hyrule.-lo vio ponerse de pie y señalar las ruinas trae de el.-Aquel edificio que ves a lo lejos era un templo donde se oficina ceremonias importantes. De eso ya hace cien años. Ahora no es más que un montón de ruinas, al igual que el antiguo reino.-se volvió a girar hacia ella.-Como ves, este lugar a caído en el olvido. No es más que la sombra de lo que un día fue.

Continuo su camino hasta llegar a la ruina, luego de derrotar a chuchu's y bokoblin's. Siguió avanzando hasta llegar a un acantilado.

Pero antes de eso, encontró otra terminal diferente, vio la misma base y coloco la piedra Sheika. Solo para que una torre se alzará junto a las demás en diferentes zonas de las regiones que conformaban el reino y zonas lejanas.

Tras obtener el mapa,volvió a escuchar la voz, girandose a ver el castillo, avanzando para verlo mejor.

«Recuerda.... Intenta recordar.... Haz memoria.... Has estado sumida en un letargo de cien años.»

Volvió a temblar, solo para ver una cosa salir del castillo rodeándolo y una pequeña luz que brillaba en medio de eso.

«Cuando la bestia recupere su auténtico poder.... Será el fin de nuestro mundo. Por ello.... Debes actuar antes de que sea demasiado tarde.
¡Deprisa!»

Empezó a descender de la torre para continuar su viaje, ya que la voz se escuchaba cada vez más débil y cansada.

Un grito se escuchó, fue que vio al anciano llegar y aterrizar a lado suyo.

- Vaya, vaya, menudo susto. De repente han empezó a elevarse torres por todo Hyrule. Diría que algo a despertado el poder de estás tierras. ¿Que a ocurrido ahí arriba?-pregunto el anciano viéndola fijamente.

- "He oído una voz...."-comento a través de sus dedos confusa ante eso.

- Mmmmmmmhhh..... Así que has oído una voz que procedía de ese castillo. ¿No reconoces de quién es la voz?

- "No...."-nego suavemente, no mentiría, no recordaba la voz ni sabía en dónde la escucho por última vez.

- Vaya. Es una lastima.-se giraron a ver el castillo.-Ya habrás visto esa aura siniestra que rodea el castillo. Tiene nombre propio.... Es Ganon.-empezo a relatar.-Hace cien años, en estas tierras se encontraba el reino de Hyrule, que gozaba de paz y prosperidad. Hasta que ese ser maligno despertó, y con su inmenso poder, arrasó con todo. Muchas vidas se perdieron.... Sin embargo, consiguieron recluirlo en el castillo de Hyrule, que simboliza la grandeza de estás tierras. Cien años han pasado y aún sigue ahí encerrado, esperando el momento de terminar lo que empezó.-se giró a volver a verla.-Dime, joven, ¿Tienes intención de ir a ese castillo.?

- "Si...."-asintió decidida, viendo el castillo.

- Lo suponía. Por si no te has dado cuenta, la meseta en la que nos encontramos está completamente aislada por un precipicio. Es imposible bajar de un salto desde esta altura, no te recomiendo que lo intentes. ¡Lastima que no tengas una paravela tan útil como la mía!

- ¿Me la das?"-pregunto extendiendo sus manos.

- ¡Jo, Jo, Jo! ¿Porqué no? Me caes bien. Pero no creas que te la voy a dar por tu cara bonita. Déjame pensar....-la vio en silencio un largo rato.-¿Que te parecería intercambiar por un tesoro que duerme oculto en cierto lugar? Ven sígueme....-avanzo hacia cierta zona, hasta que ella recordó.

- "¿Sabe algo sobre momias?"-le pregunto cuando lo vio en silencio buscando algo.

- ¿Momias? Un poco, casi nada, solo que para estudiarlas deben hidratar un poco sus cuerpos para estudiarlas más a fondo y ser tratadas con cuidado.... ¿Porque la pregunta?

Ella negó suavemente, viendo el camino por dónde vino, mientras observaban el paisaje buscando algo.

✨✨✨

El Santuario de la Vida, en completo silencio hasta que alguien salió de el agua, completamente desnudo mientras veía a su alrededor buscando algo. Fue directo a la puerta abierta y abrió los baúles, sacando la ropa que se encontraba allí frente suyo

«Ayudala.... Ayuda a Linkle. Explícale todo y ayudala a recordar.... Ahora que ambos han recuperado sus energías luego de un letargo de cien años.... Deben ayudarse mutuamente. »

Fue lo único que se escuchó en cuanto el abandono el lugar, para buscar a la chica nombrada. Viendo el castillo en ruinas a distancia y siguiendo el sendero para dar con la nombrada.