Capítulo 66
"En el deslumbrante futuro, mi resplandeciente futuro. Sueño radiante, brillante. Mi sueño se quedará aquí, no me rendiré. "
-Dream Flow (BTS)
THE LAWYER
La ley del más fuerte.
Kim Seokjin y Kim Namjoon no se habían enamorado de la nada, ellos aprendieron a quererse el uno al otro por las circunstancias que la vida puso en su camino. Y probablemente su amor nunca hubiera surgido si los dos no se sintieran dispuestos a abrir sus mentes un poco más de lo que estaban en un inicio para recibir en sus vidas aquello que nunca creyeron que podría llegar a estas.
Mientras Namjoon pasaba las manos por la ancha espalda de su novio y depositaba suaves caricias con sus labios sobre el pecho de este, no podía dejar de preguntarse qué hubiese pasado si Seokjin hubiera decidido abandonarlo cuando meses atrás él trató de engañarlo haciéndole creer que había pagado por obtener sexo. Todavía era capaz de recordar la forma en la que aquella noche decidió jugar con la cordura del abogado al notar que este se había emborrachado, lo que pretendía ser una broma terminó con ese hombre al que ahora se aferraba. El mismo chico que estaba rescantándolo a través de gestos repletos de sinceridad y cariño. Porque eso era exactamente lo que Jin había hecho al ofrecerle un apartamento y darle la oportunidad de tener una vida decente, ya ni siquiera importaba si la decisión fue tomada en base a un abogado que estaba interesado en ganar su primer caso ante una importante figura como lo era el viejo Jung o si en realidad su pareja siempre había tenido esa enorme solidaridad escondida bajo todas las capas de frialdad que tiempo atrás cubrían sus ojos. Él lo había rescatado y se había mantenido a su lado para hacer de su trayecto algo menos complicado.
Kim Seokjin no podía dejar de observar con ojos cariñosos a su pareja, era increíble la forma en la que unos meses de distancia lograban que su cuerpo respondiese con mucha más intensidad al estímulo de tenerlo cerca de nuevo. Namjoon no era el mismo chico de cabello rosado y mirada rebelde que su mente le hizo rechazar en la primera ocasión que se vieron, ese chico que ahora se fundía contra sus caricias no se parecía en absoluto a aquel que un día se hincó de rodillas en las duchas de un gimnasio para seguir una mentira que Jin había descubierto con facilidad. Ni tampoco era el mismo al que él le ofreció quedarse en el apartamento que perteneció a su hermano y actualmente ocupaba la familia de Namjoon. Para el abogado había sido importante tratar de ir a juicio y ganar en persona el primer caso que se le había asignado, para la persona la posibilidad de que pudiesen perder debido a causas externas lo obligó a preferir un acuerdo amistoso. Si hubiese sido otra persona, Jin se habría empeñado en luchar contra su rival en los tribunales pero se trataba de Namjoon y eso derivó en que sus pasos se viesen frenados por el raciocinio.
Ahora Kim Namjoon estaba lejos de Corea, ejerciendo un papel de intermediario entre dos grandes empresas, obteniendo una buena cantidad de experiencia laboral y terminando los estudios que años atrás había dejado a medias. Si tenía que ver la situación como abogado, quizás el resultado no había logrado que su nombre apareciese en portada de periódicos pero mientras lo veía con los ojos del ser humano que era y amaba a su pareja, Seokjin estaba perfectamente feliz con el modo en el que los sucesos habían tenido lugar a través del acuerdo.
-Namjoonie. - Jin sonrió, dejándose hacer cuando su novio lo invitó a estirarse sobre la cama cómodamente. Era más pequeña que la que solían compartir en Seúl, probablemente pensada para una única persona, pero lo suficientemente acogedora como para que los dos pudieran sentirse completamente bien. - Últimamente he estado pensando en el inicio de todo. - confesó el abogado, suspirando en el instante en el que sintió el frescor del lubricante rozar su entrada, unos segundos antes de que un dedo se hundiese en su interior para prepararlo. - Y te juro que creí que eras un completo idiota. No sabías nada acerca de la vida o lo que querías, no tenías manera de vivir por tí mismo y aún así parecías completamente orgulloso.
Namjoon sonrió, dejando que su aliento caliente tropezase sobre las clavículas de su pareja mientras lo consentía con besos cariñosos.
-Para ser honestos, lo era un poco. - no estaba mintiendo. Había sido un poco idiota al creer que podría vivir por sí mismo abandonando su hogar sin nada más que un par de cosas en sus manos. - Y para ser honestos, tú tampoco me agradabas demasiado al inicio. Odiaba esa forma de mirar que tenías, recuerdo haber pensado que me gustaría hacer desaparecer tu molesta expresión de superioridad en la cama. Supongo que he logrado esa parte, ahora pareces definitivamente mucho más cálido que por aquel entonces.
El abogado sonrió.
-Físicamente… - balbuceó, arqueando su cuerpo cuando un nuevo dedo se coló con facilidad en su entrada. - Debo confesar que físicamente sí que me gustaste desde el inicio. Eras el tipo de chico que siempre había mirado desde lejos mientras me mantenía recatado.
-Supongo que mi chico rico siempre necesitó a alguien que lo empujase a salir del todo del armario. ¿No es así, mi King? - Namjoon relamió sus labios, alzando su mirada para observar la preciosa expresión de su pareja.
Seokjin tan solo podría asentir ante aquello, había estado tan encerrado en su propio mundo de lo correcto que hasta la llegada de Kim Namjoon ni siquiera logró preguntarse si aquello era lo que realmente quería. Jin podría haberse mostrado cómo realmente era mucho antes, especialmente cuando sabía que su hermano mayor estuvo dispuesto a sacrificarlo todo para dejarlo ser. Y aún así, incluso sabiendo que él tenía más libertad de la que hubiese tenido si hubiese sido el primer o único hijo de sus padres… Todavía sintió miedo de dejarse ver por un largo período de tiempo, tanto que la frialdad se hizo un sitio entre las facciones de su cara.
Ahora podía sentirse feliz con sinceridad, sonreír parecía mucho más sencillo. Sus expresiones ya no eran tensas o forzadas, con Kim Namjoon sus actos estaban repletos de naturalidad y no suponían una condena para su mente repleta de incógnitas sobre lo que sería correcto o lo que no. En definitiva, ahora era lo que siempre había querido ser. Nada más y nada menos que un chico que no escondía aquello que lo hacía ser la persona que era.
-Oh, en cierta manera no te equivocas. Hoseok siempre quiso sacarme del todo del armario pero por algún motivo no me sentía completamente preparado para dar un paso adelante con él. No cuando los ojos de su abuelo estarían directamente sobre nosotros, se supone que teníamos la mejor situación para ser libres porque nuestras familias tenían negocios en común que nuestra unión como pareja mantendría a salvo pero… En ocasiones parecía que era un trabajo en lugar de amor. - Jin se relamió los labios, disfrutando de cada toque de Namjoon mientras se miraban a los ojos. - Contigo fue natural. Cuando me besaste en esa exposición de arte se sintió bien porque pude notar como todas esas personas que siempre me habían mirado con ojos críticos tenían que aguantar las ganas de decir lo que realmente pensaban. Me he pasado la vida escuchando palabras bonitas de gente de negocios que solo buscaba agradar a mi padre, siempre noté lo mucho que por dentro les desagradaba saber que era homosexual y eso me empujaba dentro del armario al punto en el que prefería no darle demasiado la mano a mi pareja o…
-Forma parte del pasado. Es bueno que te sientas valiente de dar un paso adelante cuando estás conmigo, nadie debería estar con una persona por el simple hecho de que sus familias tienen una buena relación laboral y eso ayuda a que los acepten. - Namjoon llevó sus labios hasta los de su novio y depositó sobre estos un beso repleto de ese cariño que en ocasiones parecía curar las heridas de Seokjin.
Porque en realidad Jin también sentía que Namjoon lo había rescatado. De alguna forma este le ayudó a reconocer que su relación con Jung Hoseok no iba hacia ningún sitio cuando los dos se sentían atrapados en una rutina aburrida. Le cedió la oportunidad de sentir lo fuerte que el corazón podía llegar a vibrar en su pecho cuando alguien lo besaba con el afán de retar a todas esas personas que se atrevían a mirarlos con ojos antipáticos. Con el afán de retarlo hasta a sí mismo y de hacer que los esquemas que formaban su personalidad se tambaleasen por completo.
Kim Namjoon llenó su vida de flores, color y esperanza. Le permitió comenzar a soñar con la idea de tener una pareja que de veras lograse hacer a su cuerpo reaccionar como si las caricias quemasen sobre su piel cuando los dos se sumían el uno en el otro.
-Cierto. Es el pasado. - Jin rodeó con sus brazos el cuello de Namjoon. Podía notar el glande de su pareja rozar su entrada sin prisa, dedicando todo el tiempo necesario a la preparación que evitaría hasta la más mínima sensación de dolor. - Tú eres mi presente y soy feliz con eso.
A veces era inevitable para Seokjin pensar en lo que había sido su relación con Hoseok y comparar, incluso si era consciente de que aquello podría parecer injusto. Para él era un mantra que llegaba a su cabeza para recordar que en el instante en el que el amor pareciese ser algo que debía autoimponerse, entonces ya no era amor.
Con Namjoon no tenía que obligarse a sonreír porque las risas fluían solas sobre sus labios. Con él no debía mostrarse enérgico cuando estaba cansado. Y Seokjin sabía que así sería para su mejor amigo también, porque Jung Hoseok de algún modo siempre había sido eso en lugar de una pareja. Un amigo que nunca abandonaría y que sabía que pronto podría encontrar también el amor en la persona adecuada.
Jung Hoseok siempre había estado tan desesperado como él por sentir algo, pero ellos dos no lograron nada más que una rutina de mentiras cómodas en las que se sumieron fingiendo que tenían una relación perfecta. Se quisieron y se querían todavía, pero no era lo mismo. No. Ahora que Seokjin sabía lo que significaba poner las manos en el fuego por una persona en la que confiaba con todas sus ganas, en alguien por quien su corazón latía con fuerza a cada instante… Ahora, apreciaba el hecho de haberse atrevido a enamorarse de esa persona que hizo que todos sus instintos temblaran.
-¿En qué piensas Jinnie? - Namjoon empujó levemente, sus oídos captaron el leve gemido que abandonó los labios de su pareja cuando el punto adecuado fue tocado.
La vista que le regalaba su novio era perfecta. La preciosa imagen de Seokjin tendido en la cama para él, con los ojos cristalinos y los labios entreabiertos, era sencillamente inigualable.
-En que es bueno que los dos hayamos encontrado un equilibrio bonito que nos mantiene felices… y en que me gustaría que Hoseok también encuentre algo así.
Namjoon sonrió, sabía que en ocasiones Jin todavía sentía pena por el modo en el que las cosas parecían haberse tornado para Jung. Hoseok no parecía saber vivir solo, lo que lo había llevado a continuar entrando en relaciones que se acababan con pasmosa velocidad.
-¿Sabes? Podría ofenderme por el hecho de que estés pensando en otro hombre mientras me tienes dentro de ti, completamente dispuesto a darte todo el placer que quieras.
-Pero sé que no lo harás, porque eres consciente de que solo te quiero a ti. Sabes que si no fuésemos sinceros el uno con el otro, esto que tenemos no hubiese funcionado. He aprendido, la experiencia me ha enseñado una buena lección para el resto de mi vida y aprecio saber lo que es el amor ahora que lo tengo en mi rutina diaria.
Namjoon solo pudo asentir mientras se precipitaba hacia Seokjin para besar de nuevo sus labios, los dos fueron conscientes de la forma en la que ese simple movimiento marcó un cambio. Porque en el instante en el que los gemidos comenzaron a crecer en sus bocas y las caricias se hicieron más necesarias, nadie salvo ellos importó.
No importaba Hoseok, tampoco lo hacía el hecho de que su familia pudiese llegar en cualquier momento a casa o que las paredes de ese edificio fueran mucho más finas que las de su apartamento de Gangnam. Solo ellos dos y su necesidad por volver a estar juntos importó.
Por eso Seokjin se dejó ir en el placer que la mano de Namjoon provocaba al acariciar sin vergüenza su miembro, mientras las estocadas obtenían un ritmo cada vez más precipitado y sus piernas envolvían en el cuerpo del contrario mostrándose completamente dispuesto para este.
-Namjoonie… - el abogado gimoteo, sintiendo su orgasmo acercarse con cada toque contra su próstata.
-Jinnie… - Namjoon solo pudo sonreír, su mano derecha deslizándose sobre el miembro de su novio mientras la derecha se aferraba a las muñecas de este sobre la cama. - Te quiero.
Y ninguno de los dos pudo evitar sonreír con sinceridad, con los recuerdos de cómo su relación había evolucionado calentando sus cuerpos a la par que el orgasmo los golpeaba sin compasión.
-Puedes creerme cuando digo que esto… - Jin se relamió los labios, apartándose de la boca de su pareja por un segundo. - Solo es el inicio de muchos recuerdos que crearemos juntos.
-¿A qué te refieres exactamente? - Namjoon sonrió, llevando su boca hasta las mejillas de su pareja y dejando que sus piernas se entrelazasen a medida que salía de este. - ¿Qué has estado planeando? Sé desde el momento en el que te ví ayer que tienes algo en mente.
-Tal vez… - Seokjin dejó escapar de entre sus labios una enorme sonrisa mientras envolvía sus brazos alrededor de la nuca de Namjoon. - Supongo que lo sabrás pronto, deja que te sorprenda. He estado pensando mucho últimamente.
Kim Namjoon asintió, sabiendo que podía confiar por completo en la palabra de su abogado. Porque Kim Seokjin era la persona que lo había rescatado y ayudado en multitud de ocasiones pero también el chico al que amaba y ese que hasta el momento nunca le había mentido.
-¿Tengo que asustarme? - bromeó.
-Creo que no, de momento.
Ambos sonrieron.
-Bien, entonces puedes hacer todo lo que quieras. No insistiré en interrogarte, me basta con que de vez en cuando dejes alguna pista en el camino para que la espera se haga menos eterna.
-Entonces puedo decirte que tu cocina tendrá tantas flores como las que tú me has regalado en el último año, cada una de ellas irá llegando a diario. Una flor por cada día de la semana y un ramo por cada semana de cada mes del año.
Namjoon abrió los ojos, sintiéndose sorprendido debido a lo que esa frase podría significar.
-¿Quieres decir que…
-Te he dicho que será una sorpresa. No trates de averiguarlo antes de tiempo Namjoonie, o estropearas el resultado.
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Hii!!
Nuevo capítulo de The Lawyer que espero de verás que os haya gustado. Todavía no sé si habrá otro capítulo antes del epílogo pero sí os adelanto que habrá especiales así que no os preocupéis demasiado.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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