Capítulo 64

" ¿Y si te dijera que te amo? ¿Me dirías que me amas también? ¿Y si te dijera que te extraño? ¿Me dirías que me extrañas también? ¿Y si te dijera que te necesito? ¿Me dirías que me necesitas, si? Si te dijera todos mis sentimientos. ¿Me creerías, si? "
-What If I Told You That I Love You
(ALI GATIE)








THE LAWYER

La ley del más fuerte.

Kim Seokjin tenía un plan. Un "casi perfecto aunque no tan buen plan".

Si bien no había sido aceptado como parte del personal de la empresa de su padre todavía, le quedaba la oportunidad de viajar durante su periodo de vacaciones a Nueva Zelanda. Además de descubrir cada uno de los paisajes que Namjoon le había prometido enseñarle, tal vez tendría la posibilidad de comenzar a construir sus propias ideas de futuro. Después de todo, un gran abogado necesitaba una gran experiencia, y puede que mezclarse en un ambiente completamente diferente le ofreciera nuevos y diversos casos con los que ampliar su pericia profesional.

Por eso precisamente Seokjin tenía un "casi perfecto aunque no tan buen plan". La teoría era increíblemente sencilla, podría incluso ser el sueño de muchos… Pero la realidad era que empezar de cero en un lugar desconocido, incluso con la ayuda de su novio, sin duda alguna sería un riesgo. Más todavía cuando él realmente ansiaba llegar a tener su propio bufete algún día.

Namjoon no se encontraba en una situación completamente estable. Habían pasado solo dos meses desde el momento en el que llegó a Nueva Zelanda y este seguía haciendo malabares con los horarios y el idioma. Incluso si a medida que pasaba el tiempo sus días parecían obtener cierto equilibrio que últimamente incluso le regalaba horas libres.

Pero no importaba. No lo hacía porque nada de aquello prometía un puesto de trabajo estable para Jin o la posibilidad de que pudiera abrir su propio bufete y obtener éxito desde el inicio. Su esperanza seguía viva ante la posibilidad de lograr algo, por eso no tenía planeado rendirse todavía. Si tenía que esforzarse por primera vez en mucho tiempo, entonces sencillamente lo haría. Al igual que Namjoon él quería buscar su propio futuro y construirlo poco a poco no sonaba del todo mal.

Hyuna había sido abierta en cuanto a prestarle opiniones al respecto. Su jefa fue concisa al especificar que para llevar un bufete de abogados no solo se necesitaba dinero, sino también un enorme conocimiento acerca de leyes y situaciones que Seokjin solo había visto en sus libros de derecho mientras estudiaba.

-"Deberías ampliar tus horizontes, estoy de acuerdo con eso. Ganar experiencia en cuanto a tu ámbito laboral es la clave para un buen ascenso y añadir un nuevo idioma a tu currículum no es ninguna idiotez. Sé que no todos los abogados son felices haciendo labores de carácter solidario pero brindan mucha sabiduría." - su jefa sonrió levemente. - " Así que si lo que quieres es mi consejo, creo que deberías presentarte voluntario como parte de algún equipo de abogados especializados en Derechos Humanos. Las defensas son realmente complejas en ocasiones, casi tanto como la forma de llevar los casos en función de cada país. Sabes cómo enfocar las cosas aquí, sin embargo te tocará aprender a hacerlo en Nueva Zelanda si tu plan es lograr un trabajo estable allí. No te apures, piensa bien las cosas y toma mi ayuda si llegas a necesitarla. Tu contrato finalizará dentro de cinco meses, tienes tiempo para pensar en lo que deseas hacer. Si decides renovarlo tendrás las puertas abiertas, si prefieres irte a Nueva Zelanda podrás contar con mi apoyo. Sea como sea, empieza por aclarar en tu mente cuál es el plan inicial y cómo deseas avanzar a través de este. "

Habría una cierta cantidad de coreanos que estarían encantados de obtener un asesoramiento legal de alguien que hablase su mismo idioma, sobretodo cuando el tema implicaba algún derecho humano. Por asquerosa que le resultaba la idea, el racismo hacia las comunidades asiáticas continuaba estando excesivamente presente en el extranjero. Así que aunque él estaba seguro de que no le daría para vivir bien mientras no aprendiera el idioma que le ayudara a sostener un trabajo estable… Al menos sería un inicio.

Podría ayudar a personas que lo necesitaban mientras se hundía en la experiencia de la justicia de un país completamente diferente al suyo.

Sin embargo, Jin era completamente consciente de que quizás el porcentaje de coreanos residentes en Nueva Zelanda que precisamente se encontraban buscando un abogado que hablase su idioma perfectamente, podría ser mínimo. Muchos pondrían su futuro en manos de la primera persona fiable que entrase dentro del presupuesto que lograsen permitirse.

Si prestaba sus servicios a organizaciones sin ánimo de lucro era probable que obtuviese el cariño de sus clientes, además de la amplia experiencia sobre la que había hablado Hyuna. Él simplemente se conformaría con un trámite un poco más emocionante que un divorcio, custodia o disputa causada por una herencia.

Y de nuevo, su plan sonaba perfecto pero no era del todo bueno.

-¿Ocurre algo? - Namjoon dejó a un lado sus fideos y fijó la mirada sobre la pantalla de su teléfono. Esa tarde Seokjin parecía un poco más cansado que de costumbre. - ¿Estás trabajando de más o algo así? ¿Un caso difícil?

Jin sonrió levemente. Bueno, él siempre había querido casos difíciles pero ahora era su vida la que se había tornado en el caso más difícil.

-¿Hay muchos coreanos en Nueva Zelanda? - preguntó, ignorando en cierta manera la duda de su pareja. Planeaba darle una sorpresa a Namjoon acudiendo a Nueva Zelanda durante dos semanas en verano pero si pensaba bien en ello quizás lo más lógico sería cuadrar las fechas de las vacaciones de ambos. El plan inicial había sido que su novio regresara a Corea, en cambio ahora necesitaba modificarlo todo para lograr inspeccionar el terreno antes de tomar una decisión sobre qué hacer con su futuro.

A eso se le sumaba que Namjoon ya tenía una vida en aquel país, un estricto horario que cumplir basado en el trabajo y los estudios… Incluso una rutina semi estable que su presencia podría desestabilizar.

E ahí el motivo que creaba inseguridad en Seokjin una y otra vez mientras dibujaba un plan mental que seguir.

-Bueno… Los hay en la empresa y en algunas zonas donde se pueden  encontrar buenos restaurantes de comida coreana. Pero supongo que es normal, la empresa de tu padre en Nueva Zelanda no deja de estar ligada a la de Corea y en los restaurantes coreanos se reúnen muchas personas que echan de menos la comida de su país. Como me sucede precisamente a mí.

Jin asintió, dándole vueltas a sus propios fideos.

-¿Recuerdas que planeamos ir al festival de la flor de Loto? - Jin suspiró levemente, sabía que Namjoon ya había pedido que sus vacaciones coincidiesen con la fecha del festival. - ¿Qué opinarías de dejarlo para el próximo año? Estoy pensando en ir a Nueva Zelanda con Seung durante el verano, he hablado con tus padres y ellos estarían encantados de viajar también.

Namjoon frunció el ceño levemente, confundido por la repentina pregunta que Jin le había hecho.

-Bueno… Si mis padres quieren venir me gustaría pagarlo por mí mismo. Se puede decir que he estado ahorrando creyendo que volvería a Corea durante quince días en verano. - Namjoon sonrió levemente. - Pero no lo entiendo… Estaba casi seguro de que te ilusionaba la idea de ir al festival de la flor de Loto.

-Y me ilusiona la idea de ir contigo y Seung, pero también tengo ganas de visitar algunos de los lugares de los que me has hablado. Conozco Corea, quiero pasar mis vacaciones en un lugar nuevo… Incluso podría pedirlas quince días antes que las tuyas si el festival te resulta especialmente interesante. De esa forma tu familia y yo podríamos pasar unas semanas en Nueva Zelanda y volver a Corea un poco antes de que tú obtengas tus propias vacaciones o incluso al mismo tiempo. Es un lío, lo sé, pero podría funcionar. ¿No crees?

Namjoon solo sonrió, llevando los fideos hasta su boca mientras observaba la imagen de su abogado hablando especialmente rápido tras la pantalla de su teléfono.

-¿Qué estás planeando Kim Seokjin?

Seokjin dió un trago a su bebida, tratando de mostrarse impasible ante la pregunta de Namjoon.

-Ei, yo solo quiero disfrutar la mayor cantidad de tiempo posible de mi pareja. Piénsalo, si organizamos nuestras vacaciones bien tú podrás venir a Corea y nosotros podremos ir a Nueva Zelanda. Dos semanas no son lo mismo que cuatro, venga. Piénsalo Namjoonie.

-Lo pensaré pero no puedo prometer tener mucho tiempo para vosotros si llegáis quince días antes de que mis vacaciones inicien. - Y con todo eso Namjoon ya tenía una respuesta certera, lo había convencido del todo el simple hecho de ver la ilusión que se encontraba brillando en los ojos de su pareja. No le importaba tener que ahorrar un poco más o retrasar unos días su quincena de vacaciones de verano para cuadrar fechas con su novio. Tampoco le importaba apretar su horario para disfrutar de las personas que quería. - Avísame cuando sepas la fecha de tus vacaciones. Sabes cuándo obtendré las mías.

Lo primero que le llamó la atención sobre Nueva Zelanda fue el paisaje. Kim Seokjin amaba la naturaleza de Corea, pero era inevitable disfrutar también de esa que se mostraba tan sumamente diferente mientras el taxi avanzaba hacia la residencia de Kim Namjoon. Los colores que podía observar a través del cristal eran ciertamente exuberantes.

A medida que el vehículo avanzaba le resultó inevitable poner sus ojos sobre las montañas repletas de verde que se reflejaban sobre el agua cristalina. Las mismas montañas que Namjoon había retratado muchas veces con palabras e imágenes.

-Es un lugar bonito. - el comentario del padre de Nam lo hizo abandonar su pequeña ensoñación y Seokjin se giró con una sonrisa mientras sostenía a un sorprendido Seung en su regazo. - Parece el tipo de lugar en el que una persona puede caminar durante horas observando lo que lo rodea.

-Opino lo mismo. - Seokjin no dudó en asentir. Lo era, aquel sitio era completamente diferente de las calles repletas de gente que acostumbraba a ver desde la ventana de su habitación. Las vistas no se parecían en absoluto a aquello que Gangnam ofrecía. - No hemos visto mucho todavía pero ya hay varios lugares que me gustaría poder visitar.

Visitar.

Jin planeaba buscar trabajo durante esos quince días de vacaciones que pasaría en Nueva Zelanda. Aún así visitar la gran mayoría de sitios sobre los que su pareja le había hablado, entraba dentro de los planes de futuro que le permitían soñar despierto.

Aquel parecía un hermoso lugar para que Seung pasase los primeros años de su vida. El perfecto sitio para obtener experiencia y comenzar una aventura en pareja.

-Es realmente precioso. Todavía no he visto bien la zona en la que Namjoon vive pero él dice que es bastante decente, está seguro de que nos gustará incluso si su apartamento es pequeño. Solo conozco el lugar a través de algunas fotos que vi en Google y nuestras videollamadas. - Jin sonrió levemente. - Cuando le ayudé con todo el papeleo los dos decidimos que se quedaría en Auckland debido a que la empresa está situada a solo diez minutos en coche del apartamento que finalmente seleccionó. No tendremos la naturaleza exactamente a nuestro alrededor pero a juzgar por todas las fotografías de sitios bonitos que Nam me ha estado enviando, podremos ir a multitud de zonas agradables.

Los padres de Namjoon asintieron con una sonrisa, incluso la hermana de este lo hizo. Y Seokjin respondió del mismo modo. No sabía exactamente cuándo o cómo, pero en algún momento de los últimos meses se habían convertido en personas cercanas no solo para él sino también para Seung.

Él realmente deseaba que su familia pudiera ser así con Namjoon. Sin embargo sus padres seguían un poco cerrados ante la idea de que el único hijo que les quedaba empezase una relación con un chico que no tenía una fortuna económica importante o alguna empresa que prometiese éxito.

-Estoy seguro de que será una buena experiencia. Nunca habíamos salido de Corea antes. - Soyeon se dejó caer contra el respaldo del asiento del taxi. - Ha sido agotador pero apuesto a que merecerá la pena. Podremos ver a mi hermano y disfrutar de lo que nos ofrece Nueva Zelanda.

Seokjin se limitó a asentir con los nervios bullendo en su pecho, esta vez llevando sus ojos hacia la ventana del vehículo. Tenía ganas de ver a Namjoon, más de las que creyó que podría llegar a experimentar.

Lo cierto es que ansiaba poder abrazarlo y besar esos labios que desde hace demasiado tiempo había observado tan solo a través de una pantalla de teléfono. Quería sentir la calidez que las palabras cariñosas de Nam siempre parecían regalarle.

-¿Son para mi hermano? - Soyeon señaló las flores que Jin había obtenido en la floristería del aeropuerto.

Había sido causa del destino toparse con la pequeña tienda de flores, él ni siquiera esperaba que sus pasos buscando algo de comer para su insistente sobrino lo llevasen hasta un lugar que olía a su pareja en multitud de aspectos.

Las floristerías tenían un aroma especial que él había aprendido a ligar al hogar. El olor de las plantas frescas siendo introducidas en calderos de agua le devolvía su mente a las primeras veces que visitó el sitio en el que Namjoon empezó a trabajar cuando los dos eran tan solo abogado y cliente.

-Lo son. - sonrió. - Jazmines y lavanda. A Namjoon le gusta el olor y color que la combinación de ambos crea. Él me dijo una vez que son plantas que parecen completamente salvajes, sin embargo cuando te tomas el tiempo de observarlas con cuidado son perfectamente regias.




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Hiii!!

Nuevo miércoles y nuevo capítulo que espero de verás que os guste.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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