Capítulo 52

"Te estoy mirando con ojos llenos de seguridad. Palabras que quieres escuchar, cosas que quieres tener. Quiero hacerlo todo por ti. "
-Day6 (1 to 10)






THE LAWYER

La ley del más fuerte.

La luz del sol se colaba por las ventanas de aquel despacho que Namjoon había visitado con cada vez más frecuencia en los últimos meses. Con la llegada de la primavera los días parecían más largos y la temperatura ya era lo suficientemente alta como para que Kim Seokjin tuviese que desprenderse de su chaqueta de traje, permitiendo que su bonito suéter del color de la canela destacase en conjunto con sus ojos marrones.

El abogado había dejado una pequeña parte de la ventana abierta por lo que la suave corriente del mediodía lograba que la estancia se mantuviera fresca. El interior de aquel despacho podría ser asfixiante para muchas personas pero no para Kim Namjoon, ese era más el sitio en el que trabajaba su pareja que el lugar en el que debía encontrarse con su abogado. Y quizás él debería aprender a crear una separación entre esas dos cosas, pero sencillamente no podía cuando ambos parecían haber colocado una costumbre de confianza que crecía con fuerza cada vez que se abrazaban.

Era cursi, extraño y realmente lo llenaba de esperanza. Namjoon nunca había dicho cosas como “te quiero” con tanta facilidad como con Jin. Ese chico que ahora se encontraba situado ante sus ojos, era el mismo que cada día dormía a su lado con el gesto cansado después de una tarde de trabajo. Seokjin lo daba todo para lograr que sus clientes obtuviesen las mejores resoluciones posibles a sus casos, no era una persona que se rindiera fácilmente en la tarea de luchar por aquello que le parecía justo.

-Bonito. - Namjoon sonrió, apoyándose por un instante en el marco de la puerta antes de empujar el carrito de Seung hacia el interior del despacho de su pareja. - Las cosas han cambiado bastante desde la primera vez que vine a este sitio, ahora incluso hay color.

Seokjin sonrió, apartando la mirada de su ordenador para posar los ojos sobre esa persona que últimamente le regalaba el ánimo suficiente como para modificar el tono de su vestimenta e incluso la decoración de la casa que compartían. Su despacho también estaba sufriendo modificaciones inspiradas por el chico que ahora se acercaba sin prisa hasta él, algunas plantas suculentas se encontraban ordenadamente colocadas en el alfeizar de la ventana mientras que las bonitas orquídeas blancas y amarillas se mantenían brillantes descansando en el bonito jarrón que unos días atrás Namjoon le había regalado.

-¿Seguirás regalándome flores cuando te conviertas en notario? - preguntó con una sonrisa. - Eso es lo que está ayudando un poco con el color, por lo demás solo hay libros y estanterías.

Namjoon se encogió de hombros, caminó hacia el abogado tras acomodar a Seung en su carrito y se inclinó para depositar un beso tranquilo sobre los labios de este. El despacho de Seokjin tenía su encanto impregnado, si bien en un primer instante había estado algo vacío ahora ya contaba con gran cantidad de libros, marcos y plantas que ayudaban en la tarea de hacer del sitio de trabajo una zona confortable.

Las primeras tardes entre aquellas paredes habían estado marcadas por el sonido de las gotas de lluvia contra las ventanas y el constante teclear de Seokjin en su ordenador, en aquel momento el frío invernal había igualado el de los ojos de su abogado. Ahora la primavera cálida se estaba encargando de derretir cada pequeña zona helada.

-Estoy seguro de que si logro atravesar todo el camino y finalmente convertirme en notario, podré encontrar la manera de seguir regalándote flores siempre que quiera. Quizás con más frecuencia de lo que lo hago ahora. - Namjoon posó un segundo beso sobre la mejilla de Seokjin. - Puedes creer que no estás haciendo demasiado pero en realidad me ayudas constantemente en la tarea de olvidarme de la morfina. Sigo sintiendo la tentación, la abstinencia me provoca temblores sin importar cuantas veces me diga a mí mismo que es lo mejor. Tu presencia, Seung y mi familia, me estoy centrando en vosotros para obtener un empujón de energía.

Jin no pudo evitar sonreír, sus manos se posaron por un instante sobre la chaqueta vaquera que llevaba Namjoon y se inclinó para besar los labios de este antes de señalar la silla en frente de su despacho.

-Me encanta saber que estoy siendo de ayuda. - sonrió. - Y me encanta que estés aquí a tiempo porque necesito tu opinión con respecto al modelo de disculpa pública que haremos para el acuerdo con Hope´s Enterprise. He tratado de ser conciso, hablaremos acerca de lo ocurrido sin regalarle el papel de víctimas… Leelo y dame tu opinión.

El abogado giró la pantalla de su ordenador, permitiendo que un documento quedase ante los ojos de su pareja. Escribir aquello había sido duro debido a dos factores principales: Kim Namjoon era su novio y no le gustaba lidiar con el hecho de que una disculpa pública pudiese presentarlo ante las personas como un simple delincuente. Y el viejo Jung tenía demasiados contactos como para que las palabras comenzaran a resultar complicadas.

Jin ni siquiera sabía qué escribir, no le hubiese importado en exceso decirle a un cliente normal y corriente que lo adecuado en un país lleno de injusticias como el suyo sería arriesgar o sencillamente bajar la cabeza. Sin embargo, no podía poner en una balanza el futuro de Nam. No cuando sabía que este tenía muchos sueños y que de estos dependían demasiados factores en su futuro cercano.

La familia de su pareja había puesto tantas esperanzas en ese acuerdo como ellos mismos. Tenía que lograr que Kim Namjoon pudiese continuar con su vida sin ingresar a prisión, quería para él un futuro un poco más limpio de cosas que pudieran hacer dudar al responsable de contratarlo cuando llegase el momento. Su pasado ya estaba lo suficientemente manchado con delitos menores derivados de esa rebeldía que continuaba recorriendo la sangre del hombre ante sus ojos. Amaba eso de Namjoon, saber que este no se avergonzaba de su persona era realmente atractivo pero a la par era consciente de que juntos habían acordado forjar un camino más estable que le permitiese vivir felizmente. Sin baches, ni curvas demasiado complicadas de tomar.

-Quiero que pienses en una cosa, te lo digo constantemente pero me siento en la necesidad de repetirlo. - habló con seriedad, sus ojos buscando los de su pareja. - Un par de meses, tres como mucho. Eso es lo que Hoseok me ha dicho que le llevará hacerse con el control de la empresa familiar. Él es el chico que la gente cree que perdió a sus padres en un trágico accidente de coche siendo solo un niño, Jung sabe que su nieto va a tener la atención completamente sobre cada una de sus decisiones y no será idiota. Ese viejo va a dejar muchas trampas en el camino, personas de confianza que tardarán en ser relevadas hasta que Hoseok se gane el respeto de cada accionista y empleado, por sus propios méritos. - añadió. - Dedicate a hacer tu trabajo lo mejor que sepas, aprende de cada una de las cosas que veas y empápate del ambiente empresarial que te regalará experiencia. Pero salvo ningún concepto confíes tus opiniones a personas que no conoces bien, cuando ocurra algo ven a mí o a Hoseok. Yo como tu abogado, y él como alguien que sabrá apreciar la sinceridad desde un lugar neutro. No dejes que tus impulsos te controlen Kim Namjoon, he empezado a conocerte bien y ese es el defecto que podría hacerte perder esta oportunidad. Olvídate de la impulsividad, cada vez que quieras gritarle a alguien o decir cosas que puedan tener consecuencias demasiado negativas, llamame. Sabes que estaré dispuesto a ayudarte con todo lo que pueda.

Namjoon mantuvo sus ojos quietos sobre la expresión preocupada de Seokjin, el sol que se colaba a través de la ventana creaba rayos de luz alrededor del perfil de su pareja.

-Bien, creo que podré hacer eso. Cada vez que alguien me moleste acudiré a mi abogado. - bromeó con una pequeña sonrisa. - Lo haré bien Jin, si tu padre accede esta noche durante la cena… prometo esforzarme para lograr algo. Quiero un futuro decente ahora que alguien me está ofreciendo la oportunidad de empezar desde cero.

Seokjin le devolvió la sonrisa a Namjoon.

-Mi padre accederá, lo hará si mi madre intercede por nosotros. Ocúpate de controlar tus impulsos y yo me ocuparé de convencer a la persona clave de este maldito acuerdo. ¿Trato hecho?

Seokjin extendió su mano hacia el muchacho que se encontraba ante sus ojos. Hacia su novio, hacia la persona que inevitablemente se había creado un pequeño hueco en su vida. Hacia ese ser humano que en algún momento dejó de ser solo un simple delincuente para convertirse en una persona que él no podía dejar de admirar.

Porque Kim Namjoon era fuerte, su pareja nunca dejaba de demostrarle que las primeras impresiones podían resultar en algo completamente contrario a la realidad.

-Trato hecho. - aceptó Namjoon.

Azucenas.

Esas eran las flores que Jin le había pedido a Namjoon para su madre, y su novio había cumplido perfectamente con el pedido.

-Mamá. - Jin sonrió, depositando el ramo de flores sobre la mesa del salón antes de acercarse a su madre y depositar un suave beso sobre la mejilla de esta. - Hay algo de lo que me gustaría hablarte.

Sus manos temblaron un poco mientras atendía al ceño fruncido repleto de confusión que su progenitora le estaba dedicando en ese instante.

-¿Ha ocurrido algo malo? - la mujer se inclinó levemente, llevando su mano por instinto hacia la mejilla de su hijo. Percibiendo con gran rapidez como los ojos de este parecían mostrar esa especie de miedo que de vez en cuando se asomaba a su mirada.

Jin nunca había tenido que pedir demasiadas cosas, desde que era un niño su hermano mayor se había adelantado a cualquier petición complicada. Sin embargo, él ya no estaba y ahora debía enfrentarse por sí mismo al abismo que suponía tener que convencer a su madre para que intercediera por Namjoon en el acuerdo que el viejo Jung les había propuesto.

-Sé que papá está preocupado porque no tiene un heredero que se vaya a ocupar de la empresa de forma directa. - suspiró. - Namjoon ha tenido algunos problemas con el abuelo de Hoseok debido a que dibujó sobre la pared de una de sus antiguas fábricas creyendo que el edificio estaba abandonado…

A su madre le gustaba el arte, mas Seokjin solo había observado sobre las paredes de su casa cuadros basados en pinturas paisajistas. Amaneceres en campos de arroz, la noche precipitándose sobre el río Han, montañas repletas de de colores… Nada parecido a un grafiti reivindicativo como el que su novio había dibujado sobre el muro de aquella vieja fábrica.

Un suspiro más se precipitó desde sus labios.

-¿Te he contado que Nam viene de una familia humilde? Su pasado no fue sencillo, él y su hermana tuvieron que convivir con el acoso de idiotas que usaban sus privilegios para salvarse de cualquier cosa mientras estudiaban. Para él las personas como nosotros siempre habíamos sido lo más parecido a villanos, Namjoon estaba completamente seguro de que yo tan solo era un niño rico sin sentimientos cuando nos conocimos. - Seokjin se apuró a continuar hablando antes de que su madre protestase. - Pero mi pareja es una persona con la mente abierta, puede ser impulsivo y tener un complejo de chico malo, sin embargo a fin de cuentas solo es alguien que ha tenido que lidiar con muchas cosas en su vida. Sigue lidiando con mucho.

-¿A dónde quieres llegar con esto Jin? - su madre mantenía la expresión de confusión en esos ojos que él mismo había heredado. Ella podía parecer fría, pero no lo era.

Jin tomó aire antes de continuar hablando.

-Namjoon está dejando la morfina, poco a poco pero puedes estar segura de que todo parece indicar que va a conseguirlo. Antes de que me convirtiese en su abogado su padre lo echó de casa debido a que no aceptaba su condición sexual, y la sensación de que nunca lograría avanzar lo llevaron a consumir. Era la única forma en la que lograba quedarse dormido sin tener que lidiar con pesadillas constantemente. - Jin bajó la mirada, su madre no había dejado de acariciar su pierna mientras lo escuchaba. - Si te interesa mi opinión, creo que estaba pasando por un período de depresión… y creo… Estoy seguro de que cuando lo conocí yo también empezaba a hundirme en el mismo proceso depresivo. Mi vida con Hoseok era rutinaria y aunque lo quería, parecíamos funcionar por una rutina que nos obligabamos a cumplir. - no estaba mintiendo, a veces todavía se preguntaba hasta dónde habría podido llegar con Hoseok antes de finalmente entender que aquella relación estaba destinada al fracaso. - Cuando lo pienso, y después de la muerte de mi hermano… Podría jurar que Namjoon me curo y ayudó a superar el dolor de formas en las que ni siquiera ninguno de nosotros dos éramos completamente conscientes. Nos acostumbramos a convivir juntos, verlo tomar a Seung en brazos o encontrarme con las flores que me trae cada semana me aporta una bonita sensación de felicidad que creí que no volvería a sentir con nadie.

-Estás enamorado, sé eso. - interrumpió su madre. - Pero ahora mismo tu mirada parece bastante apagada para hablar de amor, ¿qué es lo quieres decirme? ¿Es ese asunto de la morfina? No me tranquiliza que estés saliendo con una persona adicta pero…

Jin negó, nuevamente manteniendo la mirada gacha. No sabía cómo lidiar con el hecho de tener que pedirle algo así a su madre, pero necesitaba hacerlo.

-No es eso. Como te dije, Nam llegó hasta mi vida como un simple cliente. Dibujó algo de caracter reivindicativo en un muro de una fábrica antigua de Jung creyendo que el lugar estaba abandonado. - Jin se permitió hacer memoria, a ese día en el que visitó la destartalada fábrica de Hope’s Enterprise con Namjoon y observó el colorido mural medio borrado. - En realidad el sitio realmente era un desastre, pero Jung decidió perseguir a Namjoon porque no era la primera vez que él dibujaba algo en aquella fábrica. ¿Te he dicho que mi novio es un poco rebelde? No quiso disculparse, por eso las cosas fueron a más. Habría sido sencillo si Namjoon hubiese aceptado un acuerdo amistoso desde el inicio pero mi chico también es impulsivo y en realidad no tengo nada en contra de esas pequeñas partes de su personalidad que lo hacen especial. Ahora ha decidido que quiere construir un futuro estable y retomar sus estudios, aceptará un acuerdo con Jung en el que se disculpará públicamente y pasará a trabajar como becario en Hope’s Enterprise. Un lavado de cara para la empresa de Jung y también una oportunidad para que gane experiencia laboral.

Su madre asintió con calma.

-Sigo sin saber a dónde quieres llegar con todo esto…

-Papá no tiene un heredero de sangre pero podría enseñarle a Namjoon lo necesario si quiere. Jung sabe que soy la pareja de Namjoon, quiere mantener los mismos beneficios que tenían nuestras empresas cuando Hoseok y yo estábamos juntos. - una nueva pausa, sus ojos buscando por fin los de su madre. - Quiere que Nam trabaje como intermediario entre las dos empresas y necesito que me ayudes a convencer a mi padre. Me gustaría que lo acepte o de lo contrario tendré que hacerme cargo de un juicio destinado al fracaso.




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Holii!!

Nuevo miércoles y nuevo capítulo de The Lawyer. Realmente espero que os guste, no dudéis en dejarme saber vuestras opiniones siempre que queráis.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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