"Porque soy tu hogar. Un lugar donde puedes llorar. Un lugar donde puedes venir."
- HOME (SEVENTEEN)

THE LAWYER

La ley del más fuerte.

Cuando Seokjin le dijo que su primo era una persona bastante normal, Namjoon no se imaginó el hecho de que este literalmente fuese la persona más normal del mundo. La casa de los tíos y la abuela de Jin se encontraba en una pequeña zona tranquila de Gwacheon por lo que habían tenido que utilizar el coche durante algo más de una hora, a pesar de las quejas de Seung debido a que el pequeño se mareaba.

Kim Namjoon se inclinó mostrando respeto ante los familiares de su pareja con el cabello todavía completamente despeinado y el traje hecho un verdadero desastre maloliente, sentir algunos tirones de cabello por parte del niño quizás había sido lo más suave de todo aquel viaje de ida a Gwacheon. Kim Seung era tan demandante como su tío, y eso significaba que cuando se encontraba mal comenzaba a lloriquear con chillidos hasta que alguien ponía solución a su malestar. Pero nada había servido, ni siquiera cuando el abogado aparcó el coche a un lado de la autopista y caminó junto a Namjoon pensando que el aire fresco del invierno calmaría el mareo de su pequeño.

Namjoon comprendía que Seung estaba mareado y tremendamente cansado, por lo que no protestó cuando éste vomitó todo el desayuno sobre la lujosa chaqueta de su nuevo traje. Incluso se apuró a sonreír un poco en el preciso instante en el que su pareja se acercó con una botella de agua y algunas toallitas húmedas para tratar de ayudarle a limpiar no solo la boca de su pequeño, sino también el desastre que este había escupido por la misma.

“-Lo siento mucho.” - se había disculpado Jin. - “Yo tendría que estar cuidando de Seung, estás soportando la peor parte y…”

“-Estás conduciendo.” - Namjoon se había encogido de hombros, sintiendo el aire frío del invierno calarlo debido al húmedo y asqueroso vomito de Seung. - “No tienes superpoderes, y Seung es solo un bebé que se está sintiéndose enfermo a pesar de esas pastillas para el mareo que el médico nos recetó. Paremos en una gasolinera, cuando mi hermana se mareaba de pequeña mi madre siempre le daba aceitunas. Puede sonar extraño pero realmente funcionan para aliviar la sensación de mareo producida por los malditos vehículos en movimiento. La opción secundaria es chupar un limón, pero creo que Seung nos lo tirará a la cara si nos atrevemos a tan siquiera intentarlo.”

Kim Seokjin había sonreído ampliamente, todavía con una expresión preocupada mientras le sacaba la chaqueta a Namjoon para verter agua sobre esta. La siguiente mala noticia es que tuvieron que retrasarse al menos media hora hasta que el pequeño se tranquilizó y encontraron algunas aceitunas en una gasolinera.

Así que a pesar del empeño que Jin había mostrado antes de salir del coche por esparcir perfume sobre él, repeinarlo con las manos y darle su abrigo extra del maletero del coche… Kim Namjoon realmente parecía un ser humano agotado y maloliente delante de los familiares de su novio.

-Seung se ha mareado. - se adelantó a hablar Seokjin. - Namjoon siempre está al pendiente del pequeño mientras yo conduzco, paramos para tratar de rebajar su mareo pero terminó vomitando sobre la chaqueta del traje de Nam… y nos retrasamos buscando algunas aceitunas para que pudiese mordisquearlas un poco. Ayudan a combatir el mareo y Seung parece haber descubierto un nuevo alimento que le gusta.
Seokjin forzó una sonrisa posando su mano sobre la baja espalda de Namjoon.

-¿Por qué no acompañas al chico al baño? - la voz de su madre llegó desde la cocina y todos giraron la cabeza hacia ella. - Deja que se asee y pídele a tu tío que le preste algo, el vómito de un bebe no es un olor agradable para compartir una comida familiar.

Namjoon se apuró a inclinarse levemente al notar la presencia de la madre del abogado. Tras esperar a que Jin extendiese un regalo para su primo de doce años y obtener un feo suéter del armario del tío del abogado, los dos caminaron hacia el baño con Seung ahora medio dormido.

-En mi defensa debo decir que tu perfume no ha ayudado para nada a disimular el mal olor. - Namjoon protestó, apoyando su cadera contra la repisa del lavabo mientras Seokjin le ayudaba a quitarse la camisa. Seung se mantenía sobre la alfombra, con los ojos apenas abiertos tras el agitado viaje en coche. - Ha sido peor de lo que me imaginaba, ni siquiera quiero imaginarme lo que sucederá si alguna vez tratamos de viajar por más de una hora.

Jin sonrió un poco, disfrutando de la vista de los pectorales de su pareja antes de humedecer una toalla para limpiar las zonas de su piel ante sus ojos. Su boca se movió cariñosamente hacía la parte de la comisura de los labios de Namjoon y depositó un beso suave. Podía notar como las manos de su chico temblaban un poco, quizás porque la ansiedad de conocer a nuevos miembros de su familia hacía aflorar la necesidad de morfina en su organismo. O quizás, y Seokjin prefería esa opción, porque realmente se encontraba nervioso ante la perspectiva de conocer a sus tíos, abuela y primo.

-Lo has hecho realmente bien Joonie. - Jin sonrió dejándose besar cuando Namjoon hizo chocar sus labios en un beso un poco más íntimo que el que él le había dado. - Yo ni siquiera sabía que las aceitunas podrían ayudarle a Seung con el mareo, mucho menos me imaginaba que su sabor fuese a agradarle.

Namjoon sonrió, sintiendo de nuevo esa extraña sensación cálida que a menudo recorría su cuerpo cuando el abogado se encontraba a su alrededor. Jin podía llegar a ser impresionantemente dulce cuando se lo proponía.

-Lo hemos hecho bien. - Namjoon susurró sin dejar de mirarlo. - Somos un equipo, ¿no es cierto?

El abogado asintió con una enorme sonrisa antes de hacerle levantar los brazos para ayudarle a ponerse el suéter. A Kim Namjoon nunca le habría parecido interesante una persona vistiendo a otra, él solía preferir el antónimo de tal acción… pero cuando se trataba de Seokjin incluso ese sencillo acto estaba repleto de significado y sentimientos.

-Somos un equipo.- Seokjin asintió de acuerdo una vez más para a continuación estirar su dedo meñique esperando que Namjoon entrelazase el suyo propio con este. - Los tres.

-Los tres.

Y como si Seung notase que se referían a él, un pequeño chillido llegó hasta sus oídos por parte del pequeño.

-Deberíamos ponerlo a dormir. ¿Quieres que baje al coche a por su carrito?

Seokjin sonrió, abrazando por la cintura a ese ser humano que le había devuelto la ilusión a sus días. Con Kim Namjoon la rutina era bastante difícil de mantener.

-Eso sería genial Nam.

Después de unos minutos ese equipo de tres se encontraba de pie ante la entrada de la cocina mientras Seokjin movía lentamente el carrito del pequeño en un intento por hacerlo dormir. Su abuela continuaba parloteando acerca de que nadie sabía cómo hacer kimchi lo suficientemente bien porque se habían vuelto unos caprichosos niños ricos, mientras su padre trataba de escabullirse de la ira de esta ocultándose en el pequeño balcón.

-¿Y tú qué chico? - la abuela de Seokjin alzó la mirada hacia Namjoon. - ¿También eres un aburrido empresario que ha decidido aprovecharse de la buena fe de mi nieto? Él podría tener a una bonita chica si…

-Él podría tener a una bonita chica si realmente quisiera pero eso no es lo que Jin quiere. - contestó Namjoon, había sido el instinto escalando hasta su boca de forma completamente inevitable, un destello del chico rebelde e impulsivo que siempre fue desde que la memoria lo alcanzaba. Sabía que esa señora no aceptaba la decisión de su nieto de ser abiertamente homosexual, el propio Jin lo dijo en un par de ocasiones… sin embargo, no lograba lidiar con la idea de tener que escuchar a la abuela de este tratando de convencerlo para buscar a una mujer como la suya propia lo había hecho varias veces. La abuela de Kim Namjoon estaba tan cerrada a la idea de verlo compartiendo expresiones de amor con otro hombre como la de Seokjin. - Mi abuela también trata de convencerme para que busque a una chica, a ella ni siquiera le importa si es lo que quiero o no. Así que puedo entender lo que su nieto debe estar sintiendo en este preciso instante, probablemente Jin estará experimentando tristeza y ansiedad debido a sus palabras. Lo quiero, por lo que aunque no estoy en el derecho de hacerlo me gustaría pedirle que no siga haciendo eso, si continúa pidiéndole que busque una chica solo logrará acabar con su felicidad.

La señora frunció el ceño con expresión enfadada. Y aunque a Jin no le solía gustar que hablasen por él, ese día simple y sencillamente sintió su corazón llenarse de calidez ante la defensa que su novio le estaba haciendo. Eso era como un empujón para sí mismo, él pocas veces se había enfrentado a su abuela y ninguna de las veces en las que había reunido el valor suficiente para ello logró algo más que las malas miradas de sus padres, quienes creían fielmente que debía mostrarle respeto incondicionalmente y excusaban los insultos de su abuela con la edad que la mujer tenía.

Seokjin estaba completamente cansado de esas faltas de respeto, de escuchar cada afirmación acerca de que solo había elegido pasar su vida con hombres porque sus padres lo habían maleducado o porque simplemente era un inconformista lleno de vicios.

Él solo era una persona normal amando a otra persona normal. ¿Por qué siempre trataban de buscarle una explicación a eso cuando había problemas mucho más graves en el mundo? Jin ni siquiera podía entender realmente como su propia familia le hacía eso a pesar de haberle prometido que lo aceptarían. Ellos solo se conformaban, no habían aceptado absolutamente nada que tuviese que ver con sus decisiones.

-¿Y tú qué sabrás? Solo eres otro desviado como ese chico, les dije a sus padres hace mucho tiempo que debían corregir su comportamiento pero ellos seguían diciendo que no pasaba nada y que solo era una fase. Ahora mi nieto se quedará sin descendencia porque prefiere un culo que…

Jin frunció el ceño, bien, él había soñado con una familia completa y no era su culpa que su país siguiese negándose a permitir que las parejas del mundo LGTBI+ adoptasen. Maldita sea, ni tan siquiera les daban la opción de poder casarse porque no tomaban en cuenta el hecho de que las personas como ellos se amaban de verdad. Sin más razones que tan solo esa, el amor.

-Mamá, es suficiente. - la madre de Jin puso los ojos sobre la mayor de los Kim mientras continuaba con la tarea de mezclar los ingredientes del kimchi. - A nosotros tampoco nos gusta la idea de que Jin no vaya a casarse y tener hijos, pero esta familia ya ha estado sumida en demasiado dolor como para añadir una cosa más. Te lo pido por favor, deja que tu nieto sea feliz durante esta comida.

Seokjin no alzó la mirada, demasiado acostumbrado a ver escenas de ese tipo. Aunque no lo suficiente como para que estas le resbalasen por completo como lo haría el agua sobre el cristal, siempre dolía cuando las personas que quería le recordaban que sus elecciones de vida eran malas. Que él era la oveja negra de la familia.

Su hermano solía ser el único que salía en su defensa, ahora que este no estaba su madre parecía haber ocupado esa zona junto a Namjoon. Y aunque a Seokjin le gustaba pensar que la mujer que le había dado la vida comenzaba a aceptarlo con sinceridad, sabía que probablemente esta solo quería cortar el inicio de una pelea que se repetía en cada ocasión en la que su familias se juntaba.

-Mi padre suele decir que las familias siempre deben permanecer juntas pero no a cualquier precio. Esto me recuerda un poco a eso, Jin no va a seguir toda su vida bajando la cabeza como lo hace ahora. - Namjoon comenzaba a sentirse enfadado por tener que observar triste a la persona que le había regalado tantas cosas buenas. - En algún momento Corea y el mundo entero comenzarán a tener que aceptar que las personas como nosotros existen, que somos completamente normales y podemos formar una familia si ese es nuestro deseo. Sería bueno si se adelantan y apoyan a su hijo, mi familia no es el mejor ejemplo de apoyo pero al menos me han dado la oportunidad de demostrarles que mi amor por su hijo es lo suficientemente fuerte como para que ninguna mujer importe.

Jin llevó su mirada hacia Namjoon, en ese instante su interior estaba tan revuelto que ni siquiera sabía si quería pedirle que se callase o continuase hablando por una hora completa. Sin embargo, decidió hacer lo correcto.

-Si no somos bien recibidos podemos irnos en este instante. He venido aquí por mi primo, no para escuchar los mismos reclamos de cada año abuela. - Jin suspiró mirando hacia la mujer que tantos dulces le había regalado cuando era solo un niño. - Deja de ser cruel con la persona que presumes querer, si me quieres no deberías dañarme. Así que por favor, aparta de una buena vez por todas ese tema de tu cabeza porque no voy a buscar o casarme con una chica bonita. Estoy perfectamente bien con Namjoon, él sabe hacerme feliz e incluso Seung lo acepta. Se supone que yo tendría que ayudarle, sin embargo la mayoría del tiempo es él quien me ayuda constantemente. Lo quiero y quiero que nuestra relación funcione, ¿por qué es tan complicado para ti dejar que tu nieto sea feliz?

Su abuela suspiró, dejando caer el kimchi sobre el bidón que estaban usando para realizar la mezcla de condimentos.

-Bien, pero después ni se te ocurra venir llorando a mí como lo hacías cuando eras un niño.

Seokjin sonrió levemente, su abuela habría defendido a su pequeño nieto en el pasado. Cuando para ella este era completamente perfecto y normal en el sentido estricto que la sociedad narraba.

-No lo haré, ya no soy un niño y hace demasiado tiempo que no eres tú la que limpia mis lágrimas. Decidiste por ti misma apartarte de tu nieto con cada palabra dañina y cargada de sarcasmo.

Y aunque sabía que estaba perdiendo la oportunidad de ganarse el corazón de la abuela de Jin, Namjoon no pudo evitar sonreír.

-Su mente necesita evolucionar un poco señora. Cuando quiera un poco de información sobre el tema puede preguntarlo, le aseguro que su nieto es bastante razonable la gran mayoría del tiempo.

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Hiii!
Por un momento pensé que no me daría tiempo pero por suerte siempre logro subir capítulo el día de actualización. Espero que os haya gustado baes.

Un beso,
os amo
Mel
💜