Capítulo 36

"Te llevaré antes de que tropieces. Me quedaré a tu lado hasta que sobrevivas. Tengo la esperanzas de que florecerás."
- Winter Flower
(Younha ft RM)





THE LAWYER

La ley del más fuerte.

A pesar de que los padres de Seokjin le estaban dedicando una sonrisa, Namjoon sentía que los ojos de estos se posaban sobre él como cuatro dardos envenenados. Esas miradas estaban vacías y le recordaban a los gestos fríos que el abogado le había dedicado en un primer momento, cuando sólo se conocían a través de la primera impresión. Había cierta cordialidad, mas parecía algo producto de un comportamiento educado y no de un acto sincero.

-Es bueno poder conocer al hombre que ha hecho que mi hijo se olvide de Hoseok. - parloteó el padre de Jin con aire irónico. - Puedes dirigirte hacia mi como señor Kim de momento.

El padre de Seokjin era un hombre más mayor de lo que Namjoon había esperado, sus ideas parecían fluir de un modo incluso más antiguo que la marca de soju que este le señalaba a uno de sus empleados. Su cabello negro ya dejaba ver algunas canas blancas entre el engominado peinado y vestía un traje negro, tan apagado y pulcro como los que el abogado solía llevar cuando lo conoció meses atrás. Sus dedos estaban cubiertos de anillos de oro, siendo su alianza la única pieza sencilla entre ellos.

Incluso si en apariencia parecía humilde, la mayoría de cosas que lo rodeaban chillaban que el hombre tenía dinero y disfrutaba de abundancia.

-No se lo tengas en cuenta. - susurró Jin, Namjoon podía notar el nerviosismo que su propia pareja mostraba ante la situación y la actitud cerrada de sus progenitores empezaba a resultarle irritante. - Es un hombre tradicional, le costó entender que yo soy homosexual y en cierta manera solo fue flexible al respecto debido a que Jung Hoseok suponía una buena estrategía de negocio familiar. Mi padre no nació con dinero, así que siempre busca la manera de conservarlo. Él suele decir que no quiere que el resto de generaciones de nuestra familia pasen hambre como sus padres y abuelos la pasaron.

-Está bien, puedo… llegar a lidiar con ello. Me preocupa decir algo indebido. - Seokjin sabía cuán fácil era para Namjoon perder el control de sus palabras cuando una situación lo asfixiaba demasiado. - Ayúdame si notas que me acerco a arenas movedizas Jinnie.

Jin le regaló una leve sonrisa, esa bonita expresión amable dibujandose en sus labios a medida que caminaban hacia el comedor. Una expresión que Namjoon había comprobado por cuenta propia que el abogado no mostraba ante cualquiera, porque Seokjin era más tímido y cerrado a la socialización de lo que cualquiera podría adivinar a simple vista. A menudo sus mejillas se teñían de rojo entre personas con las que no sentía la suficiente confianza y se trababa con sus propias palabras.

-No le des demasiadas vueltas. - trató de animarlo el abogado.

Namjoon podía notar como el oxígeno se estancaba en sus pulmones y garganta, una mezcla entre la falta de morfina y la ansiedad que parecía amenazar con tumbarlo por completo en cualquier instante. Su mirada recorrió la estancia del comedor de aquella enorme casa donde los lujosos cuadros decoraban las altas e impecables paredes blancas, por un instante se preguntó en silencio qué era exactamente lo que él hacía allí. No encajaba, nada de lo que lo rodeaba se parecía en lo más mínimo a su zona de confort y el recuerdo de la exposición de arte a la que había ido con Jin días atrás, lo golpeó instantáneamente. Aquello era un poco así, claustrofóbico.

Los ojos que se posaban sobre él para juzgarlo no eran como los de aquella ocasión. A Namjoon le había gustado desafiar a todas esas personas con rebeldía besando a Jin, pero no podía actuar del mismo modo cuando eran los padres de este quienes lo observaban.

Solo la mano de Seokjin contra su espalda y su mirada calmada lo sacaron de su pequeña burbuja de pensamientos aterradores. Su novio, por eso estaba allí. Había acudido a ese lugar a conocer a los padres de Jin porque para este su familia era un punto muy importante que no estaba dispuesto a dejar de lado. Por eso Namjoon tomó aire y se obligó a calmar la ansiedad que amenazaba con empujarlo a escabullirse, como siempre hacía con todo aquello que parecía ser demasiado difícil.

No podía huir, tenía que hacer eso por Jin. Era su turno para ayudarlo después de todo lo que Seokjin había hecho por él, su pareja había sobrepasado la línea entre cliente y abogado en gran innumerable cantidad de ocasiones para ofrecerle una mano cuando estaba solo. Él le había dado una casa, un trabajo y la sensación de ser un ser humano útil en el mundo. Así que sentarse a comer con sus padres, fingir que no veía aquellas miradas repletas de rencor silencioso, era lo menos que podía hacer a cambio. Al menos durante esa primera comida... Ellos eran la perfecta muestra de cuán equivocadas podían ser las primeras impresiones, así que estaba dispuesto a esforzarse un poco más de lo que normalmente haría.

-Me comportaré. - susurró casi para sí mismo.

Seung se movió incómodo en sus brazos, pareciendo notar la ansiedad que emanaba. Y Seokjin lo percibió con facilidad también, había notado la manera en la que el gesto afable de su pareja se descomponía, haciendo que desapareciese toda la fuerza que generalmente lo ayudaba a deslumbrar ante sus ojos.

Las manos de Namjoon temblaban un poco y sus ojos parecían mostrar más cansancio de lo normal, Jin había percibido que en los últimos días su pareja parecía encontrarse débil. Como si estuviese empezando a enfermarse, eso lo preocupaba pero a pesar de su insistencia el chico siempre se negaba a acudir al médico argumentando que solo era un sencillo resfriado. Que pronto se le pasaría.

-Quiero que seas tú mismo. Di lo que sea que tengas que decir si te ofenden, tienes que gustarme a mí y no a ellos. - Jin llevó una de sus manos hacia la barbilla de Namjoon para animarlo a mirarlo - Eres Kim Namjoon, el chico que se está enfrentando a un Jung porque pintó un mural de temática lgtbi+ en los muros de una de sus antiguas fábricas y se negó a suplicar perdón por ello. Mis padres no deberían suponer un gran reto.

Pero lo suponían. A él no le importaba el viejo Jung, ni tampoco Hope's Enterprise, pero le importaba Jin y en consecuencia no quería ser alguien mal visto por parte de los padres de este. Así que cuando se sentó al lado de su pareja dispuesto a comenzar lo antes posible con aquella comida, se dijo a sí mismo que solo por esa ocasión fingiría ser un poco más reservado y recatado de lo que realmente era. Escondería al Namjoon torpe e impulsivo por un par de horas, dejaría enterrado su odio por las personas con dinero. Después de todo ya había comprobado que era un sentimiento absurdo, que solo permanecía en su interior debido a los malos recuerdos de infancia ligados a niños ricos que creían ser dueños de todo aquello que se situaba ante sus ojos.

-Y dime muchacho. - el padre de Seokjin dejó a un lado el soju que anteriormente le había indicado a uno de sus empleados y levantó la mirada hacia él. - ¿A qué te dedicas?

Seokjin posó una de sus manos sobre la rodilla de Namjoon y acarició sin prisa la extensión de su rodilla en un acto cariñoso.

-Trabajo en una floristería por las mañanas y en ciertas ocasiones también por las tardes. Muchos de los centros y floreros que Jin me encarga son para ustedes, así que soy el responsable de algunos de estos. - Namjoon señaló uno de los floreros con jacintos que se podía observar en la distancia - Además de eso me encargo de cuidar a Seung, se puede decir que soy su niñero cuando Jin tiene demasiado trabajo. -Namjoon jugueteó con su comida, sintiéndose patético al lado de un hombre que había creado riqueza desde la pobreza. - Aunque en el futuro me gustaría acceder a una buena universidad si tengo la oportunidad.

Seokjin percibió al instante el tono de voz inseguro de Namjoon.

-A Namjoon le gusta el arte papá. - Jin dirigió los ojos a su padre, quién ciertamente se consideraba un seguidor de gran cantidad de pintores - Quiere estudiar otra cosa, pero tiene talento para la pintura.

Eso pareció llamar la atención del padre de Seokjin por unos segundos.

-¿Por qué quieres dedicarte a otra cosa si tienes talento? ¿Eres bueno con la pintura pero trabajas como florista y niñero? - el hombre frunció el ceño - Y quieres estudiar otra cosa. No puedo encontrarle el sentido a…

-El arte es algo que me aporta tranquilidad. Mi mente se relaja cuando estoy pintando. - Namjoon suspiró levemente - Para mí no tendría sentido convertirlo en un trabajo, siento que eso haría que la naturalidad del acto de pintar se consumiese por completo.

El señor Kim mantuvo su expresión seria esperando a que Namjoon terminase de hablar.

-¿Qué pretendes estudiar entonces? - preguntó con una sequedad que activó los nervios de Namjoon.

-Escuché que los abogados trabajan bastante mano a mano con los notarios, he estado pensando en esa posibilidad. No solo por Jin sino porque… me parece un trabajo interesante. A la mayoría de la gente el papeleo le resulta aburrido, pero para mí no son más que trámites que deben realizarse y estar sumido en un proceso judicial ha logrado que el derecho me interese. ¿Cuántas injusticias más de las ya hay se cometerían en el mundo sin la figura de un abogado para defender a los inocentes? Me gustaría intentar obtener una carrera así… algo que tenga que ver con la justicia. - Namjoon miró a Jin y no pudo evitar sonreír al comprobar que sus ojos mostraban sorpresa - Solo es una idea.

-Para ser notario debes graduarte, licenciarte u obtener un doctorado en derecho. ¿Estás seguro de que es lo que quieres? - Jin sonrió ampliamente poniendo toda su atención sobre Namjoon, sus padres pasando a un segundo plano por completo. - Puedo ayudarte en lo que necesites, si es lo que realmente te interesa no dudes.

Seokjin podría haberle dicho muchas cosas a su novio, empezando por el hecho de que este todavía debía terminar sus estudios secundarios. Puesto que Namjoon nunca había llegado a terminar el instituto, esa sería la primera barrera.

También podría haberle mencionado que había opciones más fáciles, pero él sabía por su propia experiencia que los sueños no deben reemplazarse sin tan siquiera intentarlo. Su hermano mayor le había aportado la fortaleza necesaria para animarse a seguir con su ilusión de estudiar derecho, él haría lo mismo con Namjoon. Podría apoyarlo en todo lo que este necesitase sin la necesidad de pedirle que se rindiera.

Sí, el camino podría ser duro pero era un camino que su novio necesitaba recorrer para obtener sus propios sueños y un futuro estable-La

-Ser notario no es algo sencillo chico. - el padre de Jin intervino. - No solo tendrás que estudiar duro, sino que pocos logran graduarse a pesar de sus esfuerzos. Obten esa carrera y estarás solo a un paso de ser lo suficientemente bueno para mi hijo siempre que lo trates bien. Sería bueno si Seokjin no tiene que mantenerte por el resto de ...

-Papá. - la voz de Jin sonó cortante. Estaba cansado de aquellas miradas repletas de desconfianza - Tú no podías tan siquiera pagar un anillo de bodas para mamá antes de que la empresa familiar empezase a funcionar bien. Ahora te atreves a valorar a una persona en función de su trabajo, ¿no mencionas siempre que solías limpiar la grasa del suelo antes de abrir tu primer taller?

La madre de Jin, quién se había mantenido en silencio hasta ese instante, sonrió levemente antes de golpear levemente el brazo de su marido.

-Cariño, eso es cierto. - la mujer amplió un poco su sonrisa dedicándole a Namjoon una amable mirada. Quizás levemente más sincera que la primera - Pero sabes que tu padre ha trabajado lo suficientemente duro como para no querer arriesgar nada. Debido a que hemos conocido la pobreza no queremos regresar a ella, es bueno que ames a alguien con sinceridad pero será más bueno incluso si ese alguien tiene unos planes de futuro que ayuden a que los tuyos se estabilicen. No queremos que la balanza se rompa y acabes en una mala situación Jin...

Jin sonrió levemente, ese tipo de sonrisa que cortaba el aire y Namjoon había visto en su expresión la primera vez que se conocieron. La mirada de hielo recorría sus bonitos iris mientras se levantaba de la mesa.

-Sé que esto no es acerca de Namjoon. Él solo está pagando los platos rotos que yo he dejado al acabar mi relación con Hoseok y negarme a aceptar el puesto de director en la empresa. Esto no es acerca de si mi pareja tiene un futuro estable, sino acerca del futuro estable que vosotros queréis para mí. - Jin suspiró con nerviosismo - Soy homosexual, no solo ame a Hoseok porque estaba enamorado inicialmente sino que también me obligué a seguir durante meses a su lado aún sintiendome completamente vacío de la misma manera que él se sentía. Los dos nos ceñimos a complacer a otros en lugar de a nosotros mismos. ¿Y sabéis qué? Eso es aburrido, cansado y hace que me deprima. No voy a daros el futuro que vosotros deseáis, son mis propias decisiones y en algún momento tendréis que entenderlo.

Namjoon sostuvo a Seung en brazos antes de levantarse y caminar hacia Seokjin, quien había dado algunos pasos hacia atrás apartándose de la mesa.

-Jin, ¿necesitas que salgamos de aquí? - Namjoon podía notar como la respiración acelerada del abogado provocaba que las venas del cuello de este se marcasen.

Sus ojos se toparon con los de Seokjin por un par de segundos antes de sentir su mano contra la suya, buscando apoyo.

-La próxima vez que me invitéis a comer espero que vuestra mente esté más abierta. Mientras tanto podéis reflexionar solos, no soy ninguna marioneta. Sabéis que Woobin se sacrificó para salvarme de eso hace mucho tiempo…

Seokjin se obligó a detenerse, consciente de que la muerte de su hermano todavía era demasiado reciente. Sus padres no eran de piedra, ellos querían lo mejor para él pero en ocasiones se olvidaban de tener en cuenta la felicidad real. Aquella que no estaba medida por la cantidad de propiedades o el dinero en el banco.

Namjoon no quería sonreír, pero lo hizo. Frente a los padres de Seokjin dejó brotar la más complacida de las sonrisas y besó los labios de este castamente antes de dejarse arrastrar hacia la salida de la casa.

-Creo que me apetece una pizza hoy. - habló el abogado abriendo la puerta de su coche.

Namjoon sonrió de nuevo.

-¿Y qué tal un postre con mucho chocolate? - añadió.

-Oh, definitivamente sabes cómo hacerme feliz con cosas simples. - sonrió el abogado.

Los dos se miraron por un instante, la sensación agridulce de tener que abandonar aquella comida sobrevolaba todavía sus cuerpos.

-Mi hermana trabaja en una pizzería bastante buena. - añadió Namjoon - Podemos intercambiar la familia para esta comida. ¿Quieres conocer mejor a mis padres?

Jin abrió los ojos sorprendido.

-¿Crees que…

-Oh, por favor no te pongas nervioso. Ellos amaran que haya pasado de salir con tipos problemáticos a estar con un educado abogado. - Namjoon sonrió ampliamente - ¿Qué dices? ¿Quieres conocer el sitio en el que he vivido toda mi adolescencia e infancia?

-Yo… claro que quiero, Namjoonie.







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Hiii!!

Nuevo miércoles y nuevo capítulo, espero que os haya gustado. En mi opinión me ha quedado un poco flojillo pero llevo una semana algo estresante.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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