Capítulo 30

“No sé qué hacer, ¿estoy viviendo esto de la manera correcta? ¿Por qué estoy solo en un tiempo y espacio diferente?”
- My Time (Jeon Jungkook)







THE LAWYER

La ley del más fuerte.

Tener que enfrentarse a su familia era algo desconocido para Kim Seokjin, quien siempre había sido el tesoro consentido de sus padres. Precisamente por eso sus manos parecían temblar más a medida que la comida con su madre avanzaba.

A pesar de que sus padres seguían lidiando con la gran pena que les había dejado en el corazón la muerte de Woobin, la casa parecía haber regresado a su estado de normalidad. Todo se mantenía limpio y ordenado gracias a los miembros del servicio que conocían cada detalle acerca de los gustos de su madre, incluso las flores se mantenían presentes en un ordenado centro sobre la mesa.

Nada había cambiado en el exterior, pero su interior estaba mucho más vacío y triste tras la pérdida. Jin podía notarlo en los enrojecidos ojos de su madre quien portaba todavía ropa negra a pesar del paso de las semanas. No estaba siendo fácil para ninguno de ellos, Woobin siempre había sido el hijo perfecto y fue para él también, el hermano perfecto. Nadie podía lidiar todavía con el hecho de que este no fuese a volver, su habitación permanecía intacta en el segundo piso, tal y como este la dejó la última noche que pasó en aquella casa, cuando su esposa y su pequeño llenaban de esperanza una vida que durante demasiados años había estado condenada a la rutina del trabajo como cabeza de la empresa familiar.

Cada vez que pensaba en todo el dolor por el que su familia pasaba, ese que él mismo estaba sintiendo en el interior de su alma, se le dificultaba la tarea de confesar que no quería condenar sus días al negocio de la familia.

-¿Cuándo empezarás a trabajar para la empresa Jinnie? - preguntó su madre llevándose el cubierto hacia los labios.

El tema regresaba de nuevo y él no podía ignorarlo mucho más, había retrasado su respuesta por demasiado tiempo… demasiadas semanas pidiendo un poco más de tiempo para aclarar sus ideas. Sabía que no quería tener nada que ver con el congelado mundo de los negocios en Corea, había estudiado derecho porque eso era lo que realmente le gustaba y aunque aquello no le diese una vida repleta de lujos a Seung, seguirían teniendo un buen hogar en el que no les faltaría absolutamente nada.

Jin tomó aire notando la ansiedad apretar su garganta a medida que las ganas de llorar escalaban hasta su boca. Sus padres siempre lo habían consentido hasta ese instante, no quería decepcionarlos pero mentirle diciendo que tomaría el relevo de lo que un día fue la vida de su hermano… No, no podía hacer aquello.

-Quiero ser sincero. - comenzó a hablar. Tras dejar a un lado su vaso de agua volvió a tomar aire, tratando de calmarse a sí mismo un poco - Lo cierto es que no tomaré el relevo, ayudaré a papá o quién sea que decida encargarse de la empresa, pero me mantendré aparte. Tengo mi propio trabajo, estudié duro para ser un abogado y eso es lo que pretendo ser por el resto de mis días.

La expresión de su madre se tornó sorprendida antes de que su mirada se enfriase, congelando por completo la única pizca de esperanza que Jin guardaba acerca de que sus padres pudiesen entender su decisión. Él sabía que no estaba siendo fácil para nadie, sin embargo no estaba dispuesto a sacrificar todos los días de su vida por una empresa a la que ni siquiera le guardaba un poco de estima.

Y con todo el peso que aquello le suponía a sus padres, su madre modificó su expresión para dedicarle una pequeña sonrisa. Necesitaban ayuda, todo se había quedado en el aire ahora que Woobin no estaba para encargarse de mantener en orden las cosas. Su padre era demasiado mayor para soportar el estrés de tener que viajar constantemente de un lado a otro para cerrar acuerdos.

-Seokjin, espero que lo pienses y llegues a un acuerdo con tu padre. - habló su madre, pero más que una sugerencia su voz parecía estar suplicando. Suplicandole que lo pensase de nuevo e hiciese lo que todos le estaban pidiendo. - Piensa un poco en todo lo que estamos atravesando, tu padre no puede encargarse solo de la empresa.

-Y no lo hará. - Jin bajó la mirada hacia su plato - Pero le ayudaré mientras conservo mi propio trabajo. Estoy seguro de que muchos de los socios conocen a personas adecuadas para el puesto de director, yo nunca he aprendido acerca de la empresa y ahora ni siquiera me lo planteo.

Una vez más, Seokjin pudo ver la tristeza brotando desde los ojos de su progenitora. Su madre no parecía convencida con sus palabras, e incluso con aquella mirada, ella sería siempre menos expresiva que su padre. Ni siquiera podía reunir el valor suficiente para enfrentarse a este, prefería que el mensaje le llegase por boca de otro.

Jin había visto muy pocas veces a su padre furioso pero todas las veces que lo hizo sintió que su cuerpo se estremecía, aquellos instantes en los que siendo pequeño comprobó que su padre se enfadaba de vez en cuando tras retener demasiadas cosas en su interior. Había heredado aquel detalle, él solo estallaba cuando las cosas parecían comenzar a provocarle dolor de cabeza, generalmente mantenía la misma personalidad inexpresiva que sus padres porque aquello era de alguna forma lo que había aprendido. Pero aquello no lo hacía inmune al dolor, solo creaba una careta de fortaleza ficticia que a veces caía por su propio peso.

-Y he roto con Hoseok de forma definitiva, no para conocer a una chica. - confesó de nuevo poniendo la mirada sobre su comida - De hecho ya tengo un novio nuevo, es bastante diferente. Hoseok os gustaba porque era parte de la sociedad en la que vosotros estáis acostumbrados a moveros… Namjoon no es así, por lo que puede que no lo aceptéis al instante pero él es un buen chico. Me está ayudando a cuidar de Seung, tiene buen corazón y es guapo. Me gusta de verdad.

Su madre dejó escapar un pequeño sonidito que detonaba desacuerdo, mas Jin nuevamente mantuvo su mirada baja. Sin atreverse todavía a mirarla a los ojos. Después de la muerte de su hermano nadie en aquella casa se había atrevido a ir en contra de los deseos de alguno de sus padres, pero ya había pasado un mes entero desde aquello y él no quería seguir sintiéndose atrapado contra la pared mientras obedecía, fingiendo adorar un trabajo como el que sus progenitores le ofrecían.

-¿Qué es lo que te pasa? ¿La muerte de tu hermano te ha hecho enfermar?

Jin pudo reconocer el tono genuinamente preocupado que su madre estaba usando, pero se obligó a sí mismo a ignorarlo. No. Él no estaba pasando por una fase de luto dramática, estaba sintiendo el dolor y cada día que veía los gestos de su hermano en las expresiones de Seung sentía que se derrumbaría, pero con todo eso lo estaba logrando controlar.

Se había roto un par de veces, y se había reconstruido con la ayuda de sus amigos y Namjoon. Ese muchacho que se hizo un hueco en su vida de una forma completamente inesperada.

-No mamá, es solo que… Woobin dedicó toda su vida a la empresa y perdió la felicidad en el proceso. Él estaba tan cambiado que a veces me dolía observarlo, no quiero que me ocurra lo mismo. - confesó con sinceridad - Soy feliz en mi trabajo, puede que esté empezando desde abajo pero subir la montaña tiene cierto atractivo y yo quiero intentar vivir un poco por mi mismo. ¿Crees que podrás explicarle eso a papá?

Su madre dudó unos instantes antes de finalmente asentir. A pesar de que esta estuviese dando una respuesta positiva, Seokjin había notado su cuerpo tenso y como la sonrisa parecía forzada en su bonita cara.

-A tu padre no le gustará esto, los dos pensábamos que te encargarías del negocio ahora que Woobin no puede.

Jin suspiró, era totalmente consciente de lo difícil que le resultaría a su padre entender cualquier intento de explicación por su parte.

-Siempre termina cediendo en lo que tú le pides, solo por esta vez mamá. Quiero ser feliz y vivir mi propia vida, yo nunca he sentido interés por la empresa. Sería un castigo para mi el tener que encargarme de esta.

-Tu padre y tu hermano lo dieron todo para no dejar morir el negocio que durante tantos años nos ha dado de comer. - Su madre posó una de sus manos sobre la suya y solo entonces Jin se atrevió a alzar los ojos hacia ella - Pero tienes razón en algo, esa maldita empresa cambió a mi hijo. No tuve tiempo de verlo lo suficiente porque prácticamente viajaba cada semana… y ahora ya no lo tengo… ya no tengo a mi precioso niño. - una lágrima cubrió la mejilla de su madre y Jin se acercó para abrazarla. Los dos echaban de menos a Woobin, la falta era tan grande que su cuerpo parecía estar incompleto. Una pieza importante había desaparecido de su familia. - Así que no quiero que te enfrentes a lo mismo si eso puede causarte tristeza, eres lo único que nos queda Jin. Tú y Seung sois nuestra familia, la única que vale la pena cuidar de verdad. Esa maldita empresa puede hundirse si es por mí, nací en una casa humilde al igual que tu padre, él debería recordar que la primera razón por la que empezó con la empresa fue para darle a sus hijos todo lo que necesitasen… la esencia de ese negocio se perdió en el instante en el que condenamos a Woobin a tener que mantenerlo sin tan siquiera preguntarle. No quiero cometer el mismo error de nuevo contigo, eres nuestro tesoro.

-Mamá - susurró afectado - Ayudaré, de verás pondré todo de mi parte para ayudar a papá, pero me mantendré en un segundo plano que me permita seguir disfrutando de cada día.

Su madre asintió nuevamente.

-Bien, trataré de hablar con tu padre. - el silencio los envolvió a ambos - ¿Y cómo es tu nuevo novio?

Seokjin podía notar lo mucho que su madre se estaba forzando para borrar los rastros de incomodidad que su tristeza había dejado en el ambiente. Con una pequeña sonrisa sincera apretó levemente la suave piel de la mano de su madre y dirigió sus ojos hacia los de ella.

Sus miradas se cruzaron al instante. Todos decían que ellos dos se parecían, no solo se debía a la poca expresividad que ambos se empeñaban en tener, sino también a sus rostros. Su madre era una mujer preciosa, con una belleza casi de revista e incluso el rastro de algunos mechones blancos en su cabello lograban que se viese elegante.

Tesoro. A sus padres les había costado tantísimo lograr tenerlo, para su madre había sido tremendamente difícil quedarse embarazada por segunda vez y él odiaba usar la ventaja que sabía que tenía debido a aquello.

-Bueno… él es diferente a todo lo que conozco. Así que supongo que por eso me gusta un poco, todavía no sé bien si funcionaremos por lo que de momento no es nada a largo plazo. Considera que simplemente estamos intentando algo juntos, los dos necesitábamos a alguien.

Su madre volvió a forzar una sonrisa antes de inclinarse para besar su frente con cariño.

-Recuerda traerlo a casa. Sería bueno conocerlo si decides tener algo serio con él.

Jin suspiró levemente antes de asentir. Sí, quizás en el futuro.

La imagen de Namjoon recostado en el sofá, durmiendo con Seung recostado sobre su pecho pintarrajeando su cara. Esa fue la imagen que llenó los ojos de Seokjin cuando regresó a casa y de alguna manera su pecho se llenó de una inmensa sensación de felicidad mientras dejaba escapar una carcajada genuina entre sus labios.

-¿Seung, estás siendo un bebe travieso? - preguntó mientras se acercaba al sofá.

Seokjin alzó a su sobrino en brazos y apartó el rotulador de color azul de sus manos. Sus ojos se posaron sobre Namjoon mientras acunaba al pequeño, últimamente Nam parecía agotado pero había adjudicado aquello al hecho de que este estaba lidiando con dos trabajos y todo lo que envolvía el estrés del juicio.

Tras posar a Seung sobre su carrito, se mantuvo tarareando una canción de cuna. Los ojos del pequeño se iban cerrando a medida que los minutos pasaban hasta que finalmente se durmió abrazando el peluche de jirafa que Hoseok le había regalado unos días atrás.

-Te pareces a tu padre incluso mientras duermes. - Jin acarició las mejillas de su sobrino, notando en el rostro del pequeño los detalles de las expresiones de su hermano mayor. A veces dolía, en otras ocasiones simplemente le ayudaba a recordar. - Vas a ser un éxito entre mujeres y hombres. Tus padres eran preciosos Seung.

Jin se apartó del pequeño, tomó una manta y arropó a Namjoon. Los dos hombres que siempre lo recibían escandalosamente cuando acababa de trabajar, se habían quedado dormidos. Así que se limitó a sonreír mientras caminaba hacia la cocina.

-Esos dos siempre se despiertan cuando olisquean la cena. - dijo divertido abriendo la nevera.








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Hiiii!!

Nuevo miércoles y nuevo cap. Alguien me dijo en el capítulo anterior que las fotos de Jin para Samsung le recordaban al Seokjin de The Lawyer y fejadme deciros que a mí también. Está precioso y parece todo un señor daddy.

Espero que os haya gustado el cap.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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