Capítulo 3

"Apenas un joven talento con mal genio. Estaba tenso, quería relajarme, soñaba con grandes cosas y quería dejar mi propia vida atrás. No soy de agachar la cabeza y obedecer, no sigo a los demás. Sigue el patrón, adáptate al molde, toma asiento en el vestíbulo, toma un número. Era el rayo antes del trueno. "

-Imagine Dragons











THE LAWYER

La ley del más fuerte.

Kim Namjoon solía ser un niño feliz hace tiempo, cuando su mente infantil lo mantenía alejado de la realidad cruel del mundo exterior, de la gente estúpida y en definitiva de los actos humanos siempre cargados de injusticia. Por eso en ese instante mientras observaba al abogado de la parte contraria con ojos intranquilos, deseaba poder volver atrás en el tiempo a los momentos de su vida en los que la felicidad prevalecía sobre cualquier otra cosa. Porque crecer era sencillamente una mierda y nada lo compensaba. Ni los orgasmos, ni las noches en bares de música en vivo cargados de ambiente o las borracheras en edificios abandonados acompañado de sus amigos mientras dejaban estallar los altavoces de segunda mano que seguramente alguno de ellos habría conseguido en un punto limpio, con la música más estúpida y rebelde que podían encontrar en los foros de punk coreanos. Así había sido su adolescencia, una mierda acallada por el eco de la amistad, el descubrimiento del sexo y las fiestas demasiado llenas de alcohol para su propio gusto, vivía fingiendo ser feliz; bebía aun sin querer solo porque el resto lo hacían, reía de chistes que ni tan siquiera comprendía y soñaba con un mejor futuro por el que no estaba trabajando ni un poco, como si ser feliz pudiese obtenerse con esa falicidad. A veces lo lograba cuando la realidad estaba demasiado lejos de su cabeza como para recordar el desperdicio de ser humano que era, muchos dirían que a sus diecinueve años le quedaba mucho por ver, aprender y sentir... pero Kim Namjoon se sentía mucho más atraído hacia la idea grunge de una vida asquerosa escondida bajo el lema de vivir intensamente y morir joven. Claro que toda esa intensidad no llegaba a tener sentido cuando no había nadie a su alrededor indispensable salvo la familia que había tenido que dejar atrás o algunos amigos que en realidad parecían juntarse en un grupo más para olvidar sus propios problemas que para divertirse de verdad. Por supuesto él había conocido la felicidad, tiempo atrás sabía un poco acerca de aquel sentimiento que ahora se le antojaba tan paradójico y etereo.

Años atrás Namjoon se pasaba la vida jugueteando con su hermana, obteniendo cangrejos de agua dulce del río cercano a su casa para meterlos en la pecera y soltarlos al final de la tarde, imitando las siluetas de multitud de animales con las sombras que sus linternas producían en la pared a juego en función de las maneras en las que ellos decidían colocar sus dedos, sentándose sobre el asiento del viejo camión de reparto de su padre para fingir que conducía cuando el vehículo estaba completamente apagado... A medida que el tiempo avanzaba entendía mejor a Peter Pan, por desgracia no existía ningún Neverland, ningún país de Nunca Jamás al que escabullirse para mantener su mente lejos de la vida mundana y dolorosa que llenaba de preocupaciones el mundo adulto. Y él se encontraba ahí, en el juzgado por haber dejado caer su pintura sobre la pared de un sitio aparentemente abandonado. Si alguien se hubiese molestado en preguntarle él podría haber afirmado que jamás pretendió meter a sus padres en un lío como aquel, todo lo que estaba haciendo aquella noche era divertirse con un par de amigos. Si es que realmente conocía el significado de la palabra diversión.

-Me gustaría pedir que el encuentro se retrase un par de días, como he mencionado mi cliente actualmente se encuentra en un proceso en el cual no se ha podido comunicar conmigo o con el bufete en el que ha solicitado ayuda jurídica. Entiendo que no estoy en mi pleno derecho de pedir absolutamente nada, sin embargo me gustaría apelar a la razón. No podremos llegar a ningún tipo de acuerdo beneficioso para ambas partes sin una reunión previa...

El abogado de la parte contraria dejó escapar una sonrisa irónica mientras mantenía la vista fija sobre él, Namjoon se removió en su silla tratando de controlar sus ganas de lanzar algún tipo de insulto contra el hombre estirado. Decidió que lo mejor era mantener la atención en sus propios asuntos, por lo que se giró hacia su abogado y repasó el gesto concentrado de este. Kim Seokjin era un tipo extraño, al menos a primera vista.

Con la mirada brillante y la prisa resaltando en su actitud, Namjoon pensó que tal vez no se había topado con la peor defensa. El chico era demasiado joven, no debía llevarle mucho más que dos años, destilaba riqueza desde el momento en que su mirada comprobó lo brillantes que eran los anillos que decoraban sus dedos largos y delgados o la cadena de oro que se situaba alrededor de su cuello níveo, y a veces tartamudeaba cuando la mirada de la jueza se volvía completamente firme mientras lo escuchaba. Además estaba esa absurda petición, no podía ser un buen inicio el reconocer que ni tan siquiera habían hablado para preparar ese encuentro. Había algo en este que lo ponía nervioso, quizás se basaba en el modo altivo con el que Seokjin se dirigió a su persona cuando ni siquiera lo conocía, o como sus ojos revelaban que no había nada en él que le gustase. Ese idiota se parecía a los niños bonitos que tantas veces se vio obligado a ver en sus años de estudiante, todos ellos unos locos adictos del poder que creían que podían meterse con cualquiera, hacerle la vida imposible a sus compañeros y permanecer vivos por el simple motivo de que sus familias eran las dueñas de cada escuela o institución en las que personas de su categoría se atrevieran a poner los ojos. En otra ocasión a Nam le habría parecido un atractivo juguete para una noche, siempre le resultaba atractivo calmar el aire superior que muchos estúpidos de clase alta mostraban. Era una especie de fetiche para él, callarles la boca penetrando con fuerza sus labios en una mamada apretada mientras gimoteaban por más y más atención. Los conocía bien, los hombres ricos como Kim Seokjin estaban demasiado reprimidos con el mundo como para mostrar cuán necesitados de atención se encontraban, un par de horas con buen sexo y su mirada superior se detenía para dejar paso a los ojos brillantes de necesidad, era bonito ver cómo de repente él podía obtener el poder por una maldita vez en su vida a cambio de algunos orgasmos.

Su abogado en cambio no le gustaba en lo absoluto, más allá de su espectacular físico el chico parecía una muñeca vacía de sentimientos con ese semblante inalcanzable que no dejaba ver ni la más mínima sensación de vida. A parte de su evidente nerviosismo, Namjoon no podía alcanzar a analizar nada en él. Frío, eso era todo lo que las acciones de su abogaducho transmitían. Era confuso porque claramente estaba dudando sobre si Kim Seokjin lograría borrar ese gesto aburrido que decoraba su cara con un buen orgasmo, ni siquiera lo conocía pero lo imaginaba bostezando con una erección tan débil que no podría durar más de tres minutos. Su abogado era un chico rico frío, y esos eran los que más miedo le daban porque jamás conocías su modo de funcionar. Mujer, hombre o lo que sea que Seokjin tuviese a su lado, debía de ser jodidamente aburrido.

-Principiante, pidiendo limosna no ganarás ningún juicio. No es mi problema si no has preparado bien tu parte del trabajo - atacó el abogado de la parte contraria.

Jin dejó escapar un sonido de frustración disimulado antes de llevar su mirada hacia el abogado del viejo Jung. Sus manos se cruzaron sobre la mesa mientras fingía mantener toda la calma de la que su cuerpo ya no disponía después de haber esperado a su cliente durante casi una hora completa. Observó el anillo que Hoseok le había regalado un par de mese atrás en su cumpleaños, una tanzanita rodeada de oro blanco y cristales de Swarovski brillaba con gracia en su dedo anular. Su piedra de nacimiento.

¿De verdad estaba atreviéndose a ir contra el abuelo de su novio en ese acuerdo? ¿Por un chico que se había osado a no mostrar ni el más mínimo interés en su propio problema? Incluso si el viejo no mostraba ningún tipo de interés en sus nietos, seguía siendo la única familia que le quedaba a Hoseok.

-Al señor Jung no le conviene la mala fama ante la prensa de encarcelar a un chico que probablemente quedará marcado de por vida a una temprana edad, como la de mi cliente. El edificio en el que se realizó la pintada es además otro tema que nos conviene hablar juntos, pues la zona en ruinas no contiene ningún tipo de señalización o seguridad que evite posibles accidentes, lo que sin duda llevó a mi cliente a la comprensible idea de que no había modo alguno de que dicho lugar se encontrase todavía en uso por parte de la empresa Hope's Enterprise. De ese modo le sugiero que acepte mi propuesta de obtener una nueva fecha de encuentro para obtener un acuerdo, sin duda en este instante es Jung quién se encontrará contra las cuerdas si decide cerrarse en banda. - Jin sabía que estaba actuando como un pésimo novio al usar las debilidades de la familia Jung contra el abuelo de Hoseok. El viejo no deseaba ganarse el odio de la prensa, bajo ningún concepto, y los internautas coreanos eran lo suficientemente sensibles y tóxicos como para enviar su negocio a la mierda con un par de fajos de dinero repartidos en los lugares adecuados. Él no era el tipo de abogado al que le agradase usar esos métodos pero la parte contraria no tenía porque descubrirlo, menos todavía cuando esa era su primera vez trabajando en un caso real, más allá de las fingidas situaciones hipotéticas que había tratado en la universidad - Por otra parte si no llegamos a ningún acuerdo tendremos que vernos las caras en juicio, ¿está seguro de que su cliente desea ver el nombre de Hope's Enterprise encabezando los periódicos por obligar a un chico levemente rebelde, que está tratando de empezar a estudiar en un una buena universidad, a luchar por su libertad cuando nunca pretendió causar daño alguno?

Vale, quizás se había inventado un par de cosas sobre el muchacho que se encontraba sentado a su derecha... pero era necesario si quería obtener un buen resultado final para Namjoon. Estaba sonando tan estúpidamente similar a todos los abogados de chicos ricos que conocía que incluso le daba asco, pero él lo era, era un muchacho privilegiado con una familia decente. Había visto actuar a sus compañeros como dueños del mundo ante sus ojos lográndolo todo con un poco de dinero y el asesoramiento jurídico adecuado, no era el tipo de profesional que quería ser pero en contra de un viejo perro como el abogado de la empresa Hope's Enterprise... sin duda tendría algún tipo de resultado.

Jin supo que había tomado las decisiones adecuadas cuando el hombre se puso rígido.

-Ahora estamos hablando el mismo idioma Kim, llamaré a mi cliente para consultar un par de cosas. La parte contraria acepta la proposición de retrasar el encuentro.

La jueza suspiró observando a los presentes y finalmente dio un asentimiento de cabeza, si tenía un poco de suerte Namjoon no tendría que pisar un juicio y Jin se libraría de su caso aburrido rápidamente para poder tomar nuevas y mejores ofertas de personas que realmente necesitasen su ayuda.

-¿Entonces eso es positivo para mi? - Namjoon se asomó cerca de él para observar los papeles que Jin había comenzado a revisar.

El abogado se apartó del muchacho y volvió su mirada hacía la ficha donde se encontraban los datos del muchacho que Hyuna había creído necesarios o de ayuda.

-Necesitas poner más atención sobre tus propios asuntos, no estás actualmente empleado ni pareces decidido a estudiar así que mi argumento podría caerse pronto. No hagas estupideces o convertirán mi presentación de un adolescente levemente rebelde que está tratando de buscarse un futuro, en un delincuente juvenil potencialmente perjudicial.

Namjoon bufo asintiendo, podía mantenerse lejos de los problemas. Al menos por un par de días, frecuentemente los contratiempos aparecían de una manera u otra en su vida, convirtiendo sus pasos en una zancadilla constante.

-Puedo intentar eso, no soy un delincuente después de todo.

Kim dejó escapar una carcajada incrédula haciendo hervir la sangre de Namjoon cuando esa mirada cargada de superioridad recayó sobre sus ojos con gran intensidad.

-Permíteme dudar eso, desde el modo en el que vistes para asistir a un juzgado hasta tu comportamiento, todo apesta a delincuente. No tengo nada en contra de ti pero si no quieres acabar en una prisión sería adecuado que empieces a tomarte las cosas en serio. Nada de llegar tarde de nuevo, si te llamo responde y si necesito hablar contigo antes de cualquier encuentro con el abogado de Jung, entonces simplemente te presentas cuando y donde se te indique - Seokjin arrombó cuidadosamente los papeles antes de meterlos en su maletín - Dile a tus padres que te consigan un maldito teléfono si quieren mantenerte en casa, a no ser que sin trabajo puedas permitirte uno. Esta es mi tarjeta, cuando tengas un número contacta conmigo, antes de tres días sería lo adecuado.

-Yo... - Namjoon dudó, no le gustaba tener que admitir ante ese chico frío que estaba en la maldita calle prácticamente y que por supuesto no disponía del dinero suficiente para obtener un teléfono - Mis padres me han tirado a la calle así que no puedo pedirles un teléfono.

Por primera vez el abogado pareció mostrar un ápice de sentimiento en sus ojos, Namjoon vio algo similar a lástima y eso lo carcomió. Él no necesitaba un tipo rico sintiendo lastima.

-Bien, te conseguiré un teléfono que me devolverás cuando mis servicios lleguen a su fin. - suspiró con pesadez el abogado.

-No necesito que me compres un teléfono, puedo ingeniarmelas para conseguir uno.

Kim miró al muchacho ante sus ojos, la pregunta rozando su lengua.

-Bien, problema tuyo pero debes comunicarte conmigo antes del martes o de lo contrario empieza a buscar un nuevo abogado porque no quiero lidiar con personas a las que no les interesa su futuro. Hay mucha gente en el mundo que necesita defensa jurídica.

Namjoon bufó dedicándole una mirada de asco al abogado, y este lo captó, por supuesto que lo hizo. Ese hombre de cacho parecía un jodido robot.

-¿Tienes que ser tan tocapelotas? Por supuesto que es mi problema, y dije que lo conseguiría.

-Solo lo soy con aquellos que desperdician su vida.

-¡Ni siquiera me conoces!- Namjoon sabía que estaba reaccionando de forma exagerada, pero no podía evitarlo. Odiaba ser juzgado tan fácilmente por las personas.

-Te conocería si te hubieses molestado en contactar conmigo, soy tu abogado pero tu vida no está por completo en mis manos. - Jin se mordió la lengua tratando de detener sus palabras - Y ni siquiera finjas que no has hecho lo mismo conmigo, he visto como tus ojos me juzgaban durante el transcurso del encuentro con el abogado de Jung. Tú tampoco me conoces.

-Deja de actuar como si fueses superior a mi King, esos ojos de hielo me ponen de los nervios - protestó Namjoon - Desde que llegué has mantenido la mirada fría.

Seokjin lo observó por unos instantes confuso ante la pronunciación de su apellido por parte del muchacho. No estaba siendo frío, solo estaba lidiando con su poca paciencia y con el hecho de que tendría que mentirle a Hoseok por un muchacho al que no siquiera parecía importarle su propia vida.

-No estoy actuando de ningún modo. Te miro con los únicos ojos que tengo, no soy de hielo.

Jodidamente frío. Un maldito robot observador.

Esa fue la primera impresión que Kim Namjoon tubo sobre Kim Seokjin.










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Holiiii!!!!!!
Nuevo capítulo de The Lawyer, espero que os haya gustado. A pesar de que estos primeros capítulos han sido algo aburridos os prometo que pronto mejorarán.

¿Habéis visto el mv de Black Swan? Park Jimin me tiene en el suelo. Fue precioso verlo bailar danza contemporánea.

Un beso, Mel 😘

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