Capítulo 24

"Me gusta cómo hablas, me gustan las cosas que usas. Quiero tu número tatuado en mi brazo, lo juro. Porque cuando llegue la mañana, sé que no estarás allí y cada vez que me giro, desapareces."

-Nice To Meet Ya (Niall Horan)




THE LAWYER

La ley del más fuerte.

Las opiniones de la prensa acerca del futuro juicio entre Kim Namjoon y el magnate de Hope's Enterprise no tardaron en llegar a todos y cada uno de los medios. Algunos opinaban que el empresario se comportaba de forma cruel al llevar ante la justicia a un muchacho que estaba tratando sobrevivir en la difícil realidad actual de Corea, mientras que otros sacaban a relucir sin ningún tipo de delicadeza que se trataba de un chico homosexual que además había tenido problemas anteriormente con la justicia.

-Seung está creciendo realmente rápido. - mencionó Seokjin.

Namjoon y Jin no le habían prestado demasiada atención, conscientes de que las cosas estaban siguiendo el ritmo que el abogado ya había predicho. Tal vez ni siquiera habrían notado aquella entrevista si los dos no se encontrasen cenando juntos mientras Seung jugueteaba sobre la alfombra del salón. Ni siquiera estaban mirando la pantalla, pero Nam pudo reconocer casi instantáneamente la voz de su madre , sus ojos entonces se apartaron del abogado para posarse rápidamente sobre el televisor donde un periodista increpaba con preguntas a su familia mientras estos trataban de entrar lo antes posible en el portal del destartalado edificio en el que residían.

-No sabemos nada. Hace semanas que no hablamos con Namjoonie - protestó su madre con un tono cargado de ansiedad.

Sin embargo el periodista no se rindió, las preguntas afiladas siguieron brotando de sus labios sin miedo o conciencia acerca de los daños que estas podrían causar.

Seokjin observó con atención lo mismo que había llamado la atención de Namjoon, en la pantalla podía leer un titular destacado que narraba la frase: "Hoy buscamos respuestas por parte de los progenitores del joven que ha causado revuelo por su enfrentamiento con uno de los mayores empresarios de Corea.". Sus ojos regresaron por un instante al chico, que ahora apretaba sus manos en un puño mientras sus ojos tomaban una expresión llena de dolor.

-Al parecer su hijo es homosexual, muchos dicen que su comportamiento agresivo podría encontrarse ligado al hecho de que se junte con otros de su tipo y... - el periodista dio un paso atrás cuando el padre de Namjoon lo encaró.

-Mi hijo puede ser un estúpido que no quiere mover su culo para obtener un futuro adecuado pero él no es violento y que sea un maricón no tiene nada que ver. Nunca le ha levantado la mano a nadie, él no ha hecho nada aparte de pintar un maldito mural. No sabemos mucho más, así que salgan ahora mismo de nuestra propiedad o llamaré a la policía.

Seokjin sonrió levemente llevando sus palillos nuevamente hacia los fideos antes de alcanzar su cerveza, en la pantalla se mostraba como el periodista retrocedía con una mirada de espanto y enfrentaba a la cámara para finalizar su reportaje a medida que la familia de Namjoon se escabullía finalmente.

-Bueno, tiene cosas que trabajar todavía pero a eso se le llama una defensa Namjoon.

El chico tardó unos segundos en reaccionar, todavía pensativo y centrado por completo en la pantalla ante sus ojos.

-Mi padre no... Supongo que fue por la presión de la prensa, él nunca ha estado feliz con lo que yo he decidido ser.

-Puede que te echen de menos... - Jin tomó el tema con delicadeza, él mejor que nadie sabía cómo podían reaccionar las personas con mente tradicional a cosas como la homosexualidad. Estaba seguro de que esa era una baza con la que el propio viejo Jung estaba jugando, sin ni siquiera pensar en sus nietos o en cómo eso podría afectarle a estos - ¿No quieres hablar con ellos de nuevo? ¿Explicarle lo que está pasando antes de que la prensa lo vuelva difuso y deforme la realidad?

Namjoon suspiró indeciso, apartando su mirada del televisor para mirar a Seung. El niño jugueteaba felizmente sobre la alfombra con algunos de sus juguetes mientras sonreía. Totalmente inocente, alejado del mundo real donde todo era mucho más complicado una vez que crecías. Él se recordaba a sí mismo jugando con su padre y diciéndole que le gustaría ser un adulto, ahora todos esos recuerdos lo hacían sentirse como un tonto.¿Por qué querría un niño crecer para enfrentarse a la mierda del mundo? La ignorancia e inocencia a veces era un bendición.

Ojos que no ven, corazón que no siente.

-¿Un padre puede odiar a su hijo? - preguntó confuso - Porque yo siempre he sentido que mi padre empezó a odiarme cuando confesé que me atraían los hombres... pero ahora que me ha defendido.

-Él te vio crecer Namjoon, quizás incluso si no le gusta lo que eres... tal vez simplemente no acepta que otros te juzguen sin conocerte, porque te quiere y porque eres su hijo después de todo. - Jin no sabía exactamente qué decir pero lo que sí sabía era que aquella expresión llena de tortuosa tristeza, no le gustaba. El muchacho ante sus ojos generalmente se mostraba mucho más vivo y lleno de energía. - Eres libre para decidir si quieres hablar con ellos, pero si quieres mi consejo, este momento parece el adecuado para aclarar las cosas con tus padres. Tu madre parecía dolida al mencionar que hace semanas que no habláis.

Namjoon negó con inseguridad, sus ojos de nuevo lejos del abogado quién comenzaba a sentirse incómodo ante tal acto.

-Mírame. - ordenó tomando la barbilla del chico con una de sus manos - Tráelos al bufete, yo puedo encargarme de explicarles cada punto antes de que esta locura te convierta en la peor de las personas en todas las televisiones y periódicos. Estás a tiempo de evitar que tus padres obtengan una idea equivocada sobre quién eres.

-Ellos ni siquiera me han llamado, no han dado ningún paso hacia delante para revertir lo que ocurrió. Sé que mi madre habló con Kris y que al principio trataba de contactar conmigo, pero mi padre....

-El orgullo nunca es bueno, y algo me dice que compartes eso con tu padre. Tú eres bastante complicado a veces. - Jin no pudo evitar sonreír un poco - Pero después resultas ser bastante más bueno y dulce de lo que uno podría llegar a pensar. No pierdes nada por intentarlo.

Namjoon relamió sus labios, sus ojos clavados en el abogado antes de inclinarse sobre él para estrellar sus labios. Jin lo recibió con sorpresa, casi reticente al inicio antes de que la dulzura recorriera su pecho obligándolo responder. Sabía que ese muchacho no era el tipo de persona que le convenía, y que aunque buena persona, Kim Namjoon estaba repleto de problemas que no le facilitarían nada la tarea de vivir tranquilamente. Y aún había comenzado a despertar sentimientos en su interior que creía muertos tras su larga y fallida relación con Hoseok.

-Yo... - susurró el abogado posando su frente sobre la de Namjoon. Los ojos marrones de este lo observaban con un brillo que hasta entonces nunca había percibido, el muchacho lo miraba con una admiración temprana que lograba que su estómago se revolviera gustosamente, como si un millón de mariposas volasen libremente en su interior - Llamaré a mis padres y aceptaré tu ayuda para explicarles todo.

Jin asintió, su boca repentinamente seca mientras llevaba sus manos hasta la nuca de Namjoon y lo atraía de nuevo hacia él. Sentir la forma en la que el chico se levantaba para inclinarse sobre él sin una pizca de timidez, notar las grandes manos del mismo creando un camino de caricias bajo su camisa blanco o percibir la forma en que todo su cuerpo respondía inmediatamente a los estímulos, lo hizo sentirse tan perdido como agradecido.

Después de todo, todavía seguía vivo.

-Acuesta a Seung. - susurró contra sus labios. - Me prepararé para ti mientras tanto, ha llegado tu turno de probarme.

Namjoon limpió sus labios con el dorso de su mano, sus ojos recorrieron el cuerpo del abogado apreciando sus amplios hombros y la forma en la que la camisa blanca dejaba percibir la forma de su cintura bajo la tela.

-Sí, iré a acostar a Seung. Ya es tarde para que él siga despierto.

Una sonrisa cómplice se coló entre sus expresiones y Jin se preguntó si no era acaso extraño entender tan fácilmente a una persona que había conocido solo un par de meses atrás.

La respiración de Namjoon se tornó pesada cuando la imagen del abogado sobre las mantas de seda blanca de la cama, abierto de piernas y preparándose a sí mismo entre gemidos, cubrió todo a su alrededor. De repente solo podía verlo a él, escucharlo a él y desearlo sin ningún tipo de duda a él.

-Bonito. - dijo acercándose. Y era cierto, Jin tenía una belleza tan fría como arrolladora. Namjoon jamás se había imaginado cayendo ante alguien así, generalmente le gustaban los hombres imperfectos y aunque sabía que el abogado no se adaptaba completamente a esa palabra, sus características físicas lo invitaban a olvidar cualquier posible defecto.

Le gustaba. Físicamente, mentalmente, en general. Kim Seokjin era el tipo de hombre que le obligaba a mantener la mirada atenta a cada instante.

-Muy bonito. - susurró acariciando los muslos internos del abogado. Sus dedos necesitaban recorrer aquella piel, nivea y vacía de cualquier marca. Era como un muñeco de cacho, eso lo asustaba pero el imán de su belleza seguía empujándolo con fuerza.

Las manos de Namjoon se movieron hacia las caderas de Jin antes de estirar el toque sobre su espalda. El abogado arqueó su cuerpo al sentir el toque, todavía sosteniéndose con las manos y rodillas sobre la cama, alarmado por la falta de vergüenza en su cuerpo. ¿Cuánto le había llevado con Hoseok permitir que las luces de su habitación estuviesen encendidas cuando tenían relaciones? De aquello habían pasado muchos años, pero Namjoon no era Hoseok. Una persona completamente distinta debería causarle más nerviosismo. Y aún así se sentía simplemente bien, igual que cuando él lo había probado.

La postura no importaba, era el toque y la sensación de que nuevamente los roces creaban sensaciones en todo su cuerpo. Su piel volvía a erizarse con los labios, sus piernas temblaban de nuevo con el toque íntimo... todo él reaccionaba al fin a los estímulos del placer.

-Condón y lubricante. - gimoteo con la voz temblequeante.

Namjoon solo le dedicó una sonrisa, ni siquiera habló pero el brillo de su mirada fue lo suficientemente directo como para que el abogado sintiese el relax a través del sencillo acto. Las manos del chico juguetearon un poco más con su piel, recorriendo hasta la más mínima parte de él.

Lo empujaba a sentirse deseado de nuevo, como si a pesar del tiempo todo él siguiera siendo un novato encantado con el interés que otro hombre le mostraba. Quizás por eso sus piernas se abrieron automáticamente con el toque de los dedos de Namjoon contra sus testículos, Jin suspiró dejando caer su frente contra la almohada. Había pasado mucho tiempo, demasiado desde que la excitación no presionaba su entrepierna con esa fuerza tan desgarradora.

Namjoon se deshizo primero de su sencillo sweater, dejándose llevar por la forma en la que el cuerpo ante su mirada reaccionaba con cada sencilla caricia. Jin parecía mucho más sensible a las sensaciones que la primera vez.

Su mano izquierda sujetó el juguete que el abogado seguía enterrando en su interior, consciente de que en sus pantalones una fuerte erección punzaba contra la tela sin la necesidad de compartir un juego previo. La simple imagen del abogado disfrutando con sus propios toques había sido suficiente, su mano tembló antes de dejar caer el lubricante sobre la entrada de Jin y cuando este se estremeció recibiéndolo con un grotesco gruñido, supo que le resultaría difícil controlarse a sí mismo.

La primera vez que Kim Namjoon sintió que estaba empezando a caer ante los pies del abogado fue aquella noche, el día en el que sin compartir ni una sola palabra se enterró en su entrada y se liberó de forma ruda. Su mano presionando la cabeza del abogado contra la almohada mientras este gimoteaba su nombre desparramado sobre las sábanas de seda blanca que se envolvían alrededor de sus piernas.

La primera vez que Kim Seokjin entendió que estaba vivo y que todavía era joven para amar fue también aquella noche, mientras todo su cuerpo se estremecía de placer pidiendo más con gruñidos guturales como si fuese un animal en celo en lugar de una persona. Porque sí, el tenía experiencia en el sexo, pero no en el sentirse completamente excitado por la sensación de ser deseado y desear.

-Maldita sea. - Namjoon dejó escapar un gemido mientras las últimas estocadas se precipitaban contra la entrada del abogado. Su cuerpo no tardó mucho en caer sobre el del otro, cansado y acalorado por lo que había sucedido, con los dedos todavía enterrados entre las hebras negras del cabello del abogado. Sus labios recorrieron la nuca de Jin y depósito entonces allí una pequeña marca. - Se siente realmente bien follarte.

Jin solo gimoteó, la humedad manchando sus sábanas favoritas y en su pecho los latidos golpeando con fuerza debido a su desbocado corazón.

¿Estaba sintiendo que alguien le gustaba nuevamente? ¿Después de tanto tiempo al fin era libre?




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Holi!!!

Pido disculpas por lo posibles errores, he tenido un día algo ocupado así que lo subí sin revisar la narración baes. Aún así espero que os haya gustado.

Os amo, Mel


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