Capítulo 23
"Tenemos que olvidar el ayer, hoy tengo que pensar en mi. Me quiero a mi mismo."
-VIXX LR (Today)
THE LAWYER
La ley del más fuerte.
-Puedes hablar conmigo si lo necesitas.
Aquellas simples palabras marcarían el inicio de algo que ninguno de los dos se esperaba. Ciertamente Jin necesitaba alguien con quién hablar, y aunque la opción más sencilla parecía reducirse a Hoseok, no logró ignorar la oferta que Namjoon le estaba realizando.
En ese preciso instante no se sentía lo suficientemente fuerte como para tomar decisión alguna, por muy absurda y sencilla que esta fuese. En los últimos tres días la tarea de lidiar con su sobrino y el trabajo, sin dejar de lado ningún tipo de obligación, parecía consumirlo de forma completamente inevitable.
-Jin - la voz de Namjoon cruzó sus escudos nuevamente.
Seokjin se vió obligado a levantar la cabeza de unos papeles a los que realmente no les había estado prestando demasiada atención. Fingiendo una sonrisa momentánea dirigió su mirada hacia el muchacho ante sus ojos quien lo observaba con cierta preocupación.
Un café más, eso era todo lo que necesitaba para centrarse. Un poco de cafeína podría ayudarle con todas esas letras discordantes que parecían bailotear sobre el papel burlándose de su poco descanso. Estaba poniendo todo de sí mismo para lograr trabajar de la forma adecuada sin descuidar al pequeño, pero a veces no importaba lo mucho que se esforzara porque al final del día el bebé seguía llorando y él ni siquiera podía avanzar dos líneas seguidas en ninguno de los informes.
Se había pasado los últimos diez minutos leyendo y releyendo la misma frase sin que el significado de las palabras llegase a su cabeza, porque sus pensamientos sonaban con mucha más fuerza en su cabeza que cualquier otra cosa. No sabía cómo podría avanzar o si aceptar el apoyo moral de alguien que lo necesitaba casi tanto como él o incluso más, era la mejor opción. Y el miedo seguía ahí, ensordeciendolo todo a su alrededor y convirtiendo sus noches en una constante lucha de tormentos.
-Me siento perdido. - confesó levantando la mirada hacia Namjoon - Sin mi hermano no sé que hacer, mis padres todavía no han dicho nada porque su dolor es incluso superior al mío pero sé que me necesitarán como heredero. Tienen una empresa que no están para nada dispuestos a perder, ellos no van a permitir que de ninguna manera viva mi vida ahora.
-¿Lo has hablado con ellos? - Namjoon se levantó del lugar que había estado ocupando por la última hora y tras estirar su espalda se movió hacia el abogado. Los ojos generalmente fríos y limpios de este, ahora se encontraban enfermizamente rodeados de la negrura de las ojeras. Enrojecidos por el poco descanso y las horas de trabajo. - Quizás es más fácil de lo que crees, puede que ellos no quieran ir en contra de la memoria de tu hermano. Era su hijo, y hasta donde sé... él quería que tú fueses feliz viviendo libremente.
Jin sonrió con vehemencia, preguntándose en silencio cómo era posible que se sintiese tan sumamente mal como para que el toque de un delincuente sobre su hombro y las palabras del mismo, le resultasen tan sumamente satisfactorias. Imaginar era bonito, y él le gustaba imaginar que sus padres tendrían en cuenta los deseos de su hermano pero la realidad era otra cosa.
-Nadie puede sobrevivir soñando. - dijo cerrando los ojos para permitirse disfrutar del toque de los largos dedos de Namjoon contra su nuca. Cada movimiento de este enviando una descarga de placer a través de sus cansados músculos.
-Preguntaselo a los escritores. - parloteó Namjoon.
-Yo no soy uno de ellos, quizás sirva en su caso pero no en el mio ni en del la mayoría de personas que habitan este mundo.
Namjoon suspiró agachándose levemente para posar su barbilla sobre uno de los hombros de Seokjin, aquel comportamiento lo exasperaba de cierta forma. Estaba viendo como un iceberg se hundía con la primera y más inofensiva ola.
-¿Recuerdas que eres mayor de edad? Puedes tomar tus propias decisiones hasta donde yo sé, ¿no es cierto?
Jin dejó escapar nuevamente una carcajada disfrutando de la cálida sensación de cercanía que aquel muchacho le proporcionaba.
-¿Sin tener en cuenta a mi familia? Entonces no tendría sentido seguir viviendo, sin las personas a las que amo sería como convertirme en una maldita estatua vacía.
Namjoon negó antes de pellizcar la piel del cuello del abogado.
-Ya eres una estatua, viviendo como dices querer pero sin hacer ruido para que el resto del mundo no lo descubra. Eres un adulto y deberías tomar tus propias decisiones, si el papel de tu familia es el de amarte entonces deben amarte sin importar lo que decidas siempre cuando eso sea bueno para tí. Conozco la sensación de rechazo, sé que es horrible ver como a quienes amas deciden darte la espalda, pero eso es mucho mejor que permanecer continuamente encerrado en lo que otros esperan que seas o hagas. No podrías ser feliz así.
Jin sonrió negando.
-Hay muchas cosas que se pueden comprar con el dinero, todavía podría estar con un hombre y amarlo de verdad. Muchas mujeres acceden a convertirse en esposas de hombres homosexuales a cambio de una suma jugosa, muchas lesbianas en mi situación deciden hacer lo mismo... y muchas familias lo aceptan. Siempre que no afecte a la empresa, al negocio familiar... Podría funcionar.
-Y vivir escondido. - protestó Namjoon mirando a su abogado. Temía que realmente este pudiese estar midiendo tal opción, aquello iba contra todo lo que él defendía, contra todo lo que había rechazado. El yugo de su sociedad asfixiando a las personas inocentes nuevamente - ¿Estás dispuesto a eso? ¿Sin tan siquiera plantearle a tus padres la situación primero?
-¿Qué hay que plantear? - para Jin estaba claro, era imposible que sus padres aceptasen verlo lejos de la empresa y unido a otro hombre ahora que su principal heredero había fallecido. - Necesitan que alguien se encargue de la empresa, puedo ser abogado y tener mi propia empresa, pero no puedo darle un heredero mientras sea homosexual.
-¿Qué se supone que es tu sobrino entonces? - preguntó Namjoon.
-El hijo de mi hermano, al que todos nuestros socios conocen y al que esperan ver a cargo de la empresa algún día pero también mi mayor handicap. Se preguntarán porque no he sido capaz de tener a mi propio hijo, de enseñarle el negocio y... harán demasiadas preguntas.
-¿La mejor opción es formar una familia falsa mientras amas a otra persona en secreto? ¿Eso es lo que intentas decirme?
-Es la única realidad. - protestó Seokjin - Es fácil para ti, lo es cuando me miras como si fuese un chico rico repleto de oportunidades y dinero, pero no lo es para mí cuando sé que mis padres podrían perderlo todo si sus socios descubren lo que soy. Muchos lo saben pero otros...
Namjoon empujó al abogado lejos haciendo que la silla de este se moviese por inercia, sus manos lo apresaron en el preciso instante en el que acercó su cara a la de este para comprobar como el brillo de sus ojos aguados se convertía en lágrimas en tan solo uno instantes. Era obvio que Jin no estaba feliz con su propia idea de vida. ¿Entonces porqué un hombre adulto como él no podía sencillamente decidir quedarse consigo mismo en lugar de con una familia que no estaba dispuesto a amarlo tal y como era?
-Eres un idiota si crees que lograrás ser feliz algún día, acabarás saltando de algún puente como todos esos tipos que van al río Han. Una vida así es tan solo un castigo. ¿Hiciste algo para recibir una amonestación? ¿La mereces?
Jin apartó la mirada del muchacho, sin lograr cruzar su mirada con la de este. Sabía por lo que Namjoon había pasado, era su cliente por lo que estaba al tanto de cada detalle. Kim Namjoon era un hombre abiertamente homosexual, orgulloso de sus elecciones y de sus orígenes. Pero él no podía permitirse eso, no cuando sus padres lo necesitaban como apoyo principal. Corea todavía era un sitio cerrado, decirle abiertamente al mundo quién era seria un suicidio a pesar de que todos se hacían una pequeña idea de cuáles habían sido sus decisiones.
Como sus padres, todos los demás creían que se encontraba encerrado en una fase. Que solo se debía a que no había encontrado a la chica adecuada, que... algún día maduraría y tomaría las decisiones correctas tras entender que se había equivocado.
-¡No somos iguales! -Jin se levantó, posando sus manos sobre la chaqueta de Namjoon atrapó con sus manos la tela y lo alzó levemente - Tú y yo no tenemos nada que ver, ninguna empresa puede salir afectada por tu decisión de gritarle al mundo que eres un maldito homosexual pero no es lo mismo para mí. Sé lo que soy y he estado orgullosamente saliendo con otro hombre desde que solo tenía dieciséis años pero todos esperan de mí que recapacite. No puedes pretender que sabes lo que es ser como yo, nuestras condiciones son completamente distintas.
Namjoon se libró del agarre como si toda su fuerza fuese la misma que la de una pluma en el aire. Seokjin solo pudo protestar a cambio cuando se sintió atrapado contra una de las estanterías de su despacho.
-Por supuesto que no estamos en la misma situación, tú eres un maldito esclavo que no deja de conformarse, besándole los pies a su amo siempre que puede. Yo soy el esclavo que hace todo por escapar incluso si eso pone en riesgo su vida. - Namjoon pegó su frente contra del abogado comprobando que nuevamente la mejillas de este se encontraban repletas de su humedad y su piel demasiado caliente como para hallarse en un estado de salud adecuado - Ni siquiera intentes compararnos.
El cuerpo de Jin tembló bajo su toque, captando la atención de Namjoon quién lo observó estremecerse antes de caer en un fuerte y profundo llanto. Sus manos perfectas estaban recogidas en un puño, su cabello era un desastre y su faceta de hombre intocable parecía completamente derribada. Seokjin estaba roto y desesperado bajo sus manos. Y sin embargo todo lo que él pudo hacer fue abrazarlo con fuerza, sintiendo cada tembleque desesperado.
-Si eres un rey entonces tienes que vivir King. No dejes que la idea de lo que puede llegar a pasar te derribe con tanta facilidad. - Namjoon pasó sus manos por los brazos del abogado notando como el cansado cuerpo de este parecía calmarse un poco bajo su toque. - No deberías rendirte antes de empezar la batalla cuando hay posibilidades de vencerla.
-No es tan fácil...
Namjoon asintió sosteniendo con una de sus manos la nuca de Jin y dejando que este escondiera la mirada en el hueco de su cuello.
-Nada fácil merece la pena la gran parte del tiempo. Maldita sea Jin, no dejes que te controlen y planeen tu vida si algún día deciden intentarlo. Eres dueño de ti mismo, no le perteneces a nadie... ni siquiera a tus padres.
Seokjin alzó la mirada entonces, allí en aquel despacho desordenado y repleto de papeles, después de tres días en los que difícilmente había logrado dormir, quizás también con la mente un poco enferma y sus miradas entrelazadas, Namjoon se convirtió ante sus ojos en un ser humano mucho más bonito de lo que él había logrado percibir hasta ese instante.
-¿Cómo podría traicionar a mis padres?
Namjoon sostuvo los hombros del abogado zarandeandolo levemente, casi como si quisiera apartar el sueño lleno de pesadillas que últimamente recorría cada resquicio de su cabeza.
-La pregunta es, cómo podrías traicionarte a ti mismo. Maldito idiota, tienes que vivir un poco.
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Holiiii!!!!
Por un momento creí que no me daría tiempo a subir este cap pero finalmente encontré un momento así que aunque sea algo corto espero que os haya gustado baes.
Un beso, Mel
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