Capítulo 22

"Desearía que esto fuera en realidad un juego y poder darle a reiniciar. Pero supongo que tengo que lidiar con esto, lidiar con este mundo real."

 - Jamais Vu (BTS)



THE LAWYER

La ley del más fuerte.

Namjoon observó por unos instantes a su hermana antes de bajar la mirada hacia el ramo de flores que se encontraba preparando, de forma inevitable su cabeza seguía volando de vez en cuando hacía el abogado. Podía recordar con claridad la expresión destrozada que se posó sobre el rostro de este tras la llamada del día anterior y el modo en que sus manos parecían temblar de forma descontrolada.

Todo lo que sabía era que Jin estaba llorando por su hermano y que este había sufrido un grave accidente, después de contarle aquello el abogado se rompió por completo y su boca se cerró antes de obtener su abrigo con prisa y emprender una carrera acelerada. Namjoon podía imaginarse sin embargo cuáles eran las noticias, aún así no quería pensar en la peor de las opciones.

No sabía bien qué era lo que lo había llevado a sentirse preocupado pero de forma inesperada lo estaba. Aquel hombre se había convertido en una especie de compañero en el último mes. Entre papeleo y planificaciones para el juicio, los dos habían convertido alguna que otra charla, algún que otro momento de sinceridad mientras compartían una caja de cervezas y una olla de ramen recién hecho.

Prepararse para el juicio estaba siendo estresante pero también le había regalado la compañía de una persona en su vacío apartamento.

-De todas formas solo es tu abogado - se dijo en voz baja centrando la atención en el gran ramo de lirios que le habían encargado realizar - No debería importarte lo que le suceda.

Namjoon forzó una sonrisa cuando notó la mirada curiosa de su hermana sobre él.

-¿Estás seguro de que no te ocurre nada? Pareces bastante perdido en tu propio mundo - comentó Soyeon dejando a un lado las flores para acercarse a su hermano.

-En realidad - su hermana era la única persona con la que todavía podía hablar sin sentir que toda su persona se encontraba completamente expuesta ante las críticas de todos los buitres con malas intenciones que lo rodeaban. Si él tuviese que enfrentarse a verla en mal estado tras un accidente probablemente la ansiedad tomaría el control de todos sus actos. Si tuviera que despedirse de esta para siempre... entonces probablemente se volvería completamente loco - El hermano de mi abogado ha sufrido un accidente, últimamente estamos bastante unidos si se le puede llamar así. Pasamos mucho tiempo juntos debido al papeleo y al planteamiento de la forma en la que queremos hacer las cosas, a veces cenamos juntos... Así que supongo que le he tomado el suficiente cariño como para que me preocupe saber cómo está. Ayer salió rápido y esta mañana todavía no estaba en su apartamento cuando fui a comprobarlo. Al menos no despierto.

Soyeon posó sus codos sobre la mesa de madera sobre la que Namjoon se encontraba trabajando, tras apoyar la barbilla en sus manos, miró a su hermano con curiosidad y una pequeña sonrisa brotando de la esquina de su boca.

-¿Él es bonito? - preguntó.

-Eso no tiene nada que ver. - pero de alguna manera la pregunta era fácil para Namjoon. Podía responder sin demasiada dificultad. - Lo es. - dijo alzando la mirada hacia su hermana - El tipo de belleza de niño rico que a veces parece bastante inalcanzable para las personas como nosotros. Rasgos bonitos, ropa bonita, joyas bonitas ... - Namjoon suspiró encogiéndose de hombros a medida que un suspiro abandonaba sus labios - Y cuerpo bonito también.

Una sonrisa de parte de su hermana lo hizo ponerse a la defensiva y dejando a un lado todos los lirios azules se apuró a borrar las ideas precipitadas que podrían estar comenzando a formarse en la cabeza de esta.

-No es lo que piensas. Nada de romances de libro Soyeon. No estoy en una relación con mi abogado.

-¡No he dicho eso! -protestó su hermana siguiéndolo alrededor de la tienda - ¿Tienes alguna foto de mi futuro...

-¡No sigas!

Soyeon se limitó a dejar escapar una risilla mientras levantaba las manos en señal de paz. Le gustaba ver a su hermano preocupado por las cosas mundanas del mundo en el que vivía, habían pasado muchos años desde que este solo pensaba en tratar de demostrarle a sus padres quién era olvidándose del pequeño detalle de que no estaba viviendo del todo.

-Oh. - Namjoon frunció el ceño leyendo la tarjeta del ramo de lirios y la zona dónde debía ser entregada - Soyeon, tengo que hacer una llamada. Dame un minuto.

Seokjin nunca se imaginó a sí mismo siendo un padre, de la misma manera que jamás se imaginó a sí mismo como el responsable principal de la vida de otra persona que no fuese la de él mismo. Por eso mientras corría por toda su casa buscando algo que pudiese ayudarle a su sobrino a dormir bien, se preguntó más de una vez el porqué de la decisión de su hermano.

Jin no podía encontrar una sola explicación por la que Woobin pudiese creer que él era el adecuado y no sus padres. Los abuelos suelen ser la opción directa después de todo, por supuesto que su hermano no había creado un testamento creyendo que moriría joven... sin embargo lo hizo siendo consciente de que si alguna vez algo le ocurriera algo de este dependería la vida de su pequeño. Lo hizo porque Kim Woobin siempre había confiado en él mucho más de lo que Seokjin confiaba en sí mismo.

-No lo entiendo. - Jin suspiró antes de obtener su ordenador para caminar de vuelta hacia la cocina.

Él no tenía derecho a ser elegido, no tenía derecho a recibir la confianza de su hermano cuando todo lo que le había dado a cambio eran los problemas de tener que mostrarse ante al mundo como el heredero principal de la empresa familiar. Y ahora que Woobin no estaba ni siquiera se sentía lo suficientemente preparado para cuidar de lo único que le quedaba de la persona que más había amado en el mundo desde que abrió los ojos y comenzó a tener conciencia.

El recuerdo de ellos dos juntos jamás abandonaría su mente.

-Está bien, está bien. Dame un solo segundo pequeño. Estoy averiguando cómo preparar tu biberón de la forma adecuada, no es lo mismo que tu madre pero por ahora tendremos que colaborar el uno con el otro para lograr sobrevivir. - Jin observó al niño que se encontraba sentado sobre su sillita y dejó escapar un suspiro en cuanto este abrió la boca para volver a chillar.

Su sobrino estaba confundido, triste y hambriento pero él ni siquiera sabía cómo preparar un maldito biberón. Ni siquiera cuando empezó a calentar la mezcla logró concentrarse pues el timbre de su apartamento estaba sonando de forma insistente.

-Dame solo dos minutos más Seung, prometo que te prepararé el biberón en cuanto me libre de la persona que está interrumpiendo la preparación de tu comida.

A veces Jin se preguntaba si hablarle al pequeño ayudaría en algo teniendo en cuenta las pocas veces que lo había visto debido a la ocupada agenda que solía tener su hermano. Aún así, charlar con el niño lo hacía sentirse un poco mejor. El silencio podría hundirlos a los dos si se instauraba como una costumbre.

La imagen de Namjoon apareció en la pequeña pantalla del telefonillo cuando se acercó a la puerta. Este sostenía el ramo de lirios azules que él mismo había encargado esa mañana para llevar al tanatorio, dudoso abrió la puerta. No sabía el motivo pero tener a ese muchacho cerca hacía que su interior se encogiese ante la necesidad de un poco de apoyo. No sabía que decir o qué hacer pero para su alivio ni siquiera tuvo que hablar.

-Leí la nota, es necesario si quiero configurar la fuente de la tipografía que pediste, en el ordenador - Namjoon mantenía sus ojos sobre él, atento y cuidadoso con sus palabras - No tienes porqué decir nada. Aquí está el ramo, lo he hecho lo mejor que sé. Espero que sea de tu agrado, si no es así puedo...

-¿Quieres pasar? Mi sobrino no deja de llorar y necesito un poco de ayuda. - Jin estaba sintiéndose como un verdadero estúpido al mendigar la ayuda de un delincuente, pero de todos modos su cabeza necesitaba escuchar y ver algo más que lloros o pañales. Había sido solo una noche hasta ese instante, pero quizás la más larga de su vida.

-Seguro. - susurró Namjoon colándose en el interior del apartamento de su abogado.

La vista de Namjoon recorrió el lugar, aquello que generalmente se encontraba perfectamente ordenado ahora había perdido cualquier similitud con la armonía fría que Kim Seokjin a menudo mostraba incluso en el orden de los objetos de su casa.

-Mierda, el biberon de nuevo - Jin correteó hacia la cocina donde su sobrino había comenzado a llorar nuevamente.

-¿Necesitas ayuda? - Namjoon se acercó con cuidado, sus ojos observaron por unos instantes al pequeño bebé antes de forzar una sonrisa que pretendía ser agradable - He cuidado de mis primos por dinero un par de veces así que puedo lidiar con los biberones, solo no pretendas que me acerque a su pañal.

Jin olisqueó el aire.

-No, de nuevo. Es la segunda vez esta mañana y ni siquiera ha comido algo todavía - se quejó moviéndose al instante hacia su sobrino - Seung no me hagas esto, trabajo en equipo. Te lo he dicho.

Namjoon dejó escapar una pequeña risa mientras obtenía la cuchara para medir el polvo de la leche del pequeño.

-No es como si él pudiera controlarlo King - trató de bromear. Su abogado realmente parecía estresado, cuando le abrió la puerta sus ojeras notables así como sus irritados ojos le provocaron un sentimiento de preocupación inevitable.

-Entonces supongo que tendré que acostumbrarme.

Jin tomó al pequeño Seung en brazos y se movió hacia el baño. Su bonita estantería de diseño estaba ahora repleta de objetos de cuidado diario para bebés pero siempre podría añadirle algún mueble más al baño para mantener el orden.

-¿Necesitas hablar de ello? - Namjoon observó al abogado. Este mantenía en sus brazos al bebé mientras trataba de darle el biberón.

-¿Hablar de qué? - suspiró cansado - Incluso si lo hago eso no atajará mi dolor. Hace mucho tiempo que mi hermano estaba lejos de mí por el trabajo pero nunca dejó de demostrarme que me quería a pesar de todo. Yo no lo hice, yo no hice una mierda por él. Tomé lo que me dió sin ofrecer nada a cambio Namjoon.

Namjoon asintió observando la forma en la que el pequeño estiraba sus pequeñas manos hacia el biberón. El niño parecía hambriento e incluso mientras disfrutaba de la comida dejaba escapar un lloriqueo ante el más mínimo error de su tío.

-Era tu hermano. Probablemente lo sabía, no he hecho muchas cosas por mi hermana pero creo que sabe lo mucho que la quiero.

-¿Alguna vez le has preguntado? - Jin movió sus brazos para sostener mejor al niño y le dirigió una mirada - Nosotros nunca nos dijimos cuánto nos queríamos a la cara y probablemente él lo sabía pero eso no implica que no me sienta como una mierda por haber dejado que él tomase todo el peso. Era el mayor así que yo simplemente me aproveche de su cariño. Pude ser lo que quise pero él murió sin haber tomado sus propias decisiones.

Namjoon suspiró notando el tono pesimista de su abogado y se levantó para observar la lluvia lenta desde la ventana.

-Todos somos así Jin. Es mejor si no le das demasiadas vueltas o acabarás logrando que yo también me deprima y eso no es demasiado difícil.

-Puedes irte si lo prefieres.

Namjoon se giró hacia su abogado. No sabía si prefería al hombre frío y sin emociones o a ese ser humano vacío de alegría que tenía ante sus ojos. De alguna forma le resultaba irreconocible.

-No. Hoy me quedaré... necesitas un poco de ayuda.





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Holiiiii!!!!!!

Espero que os haya gustado el nuevo cap, ¿tenéis ganas de ver más escenas del Namjin con el pequeño Seung? Porque seguramente haya bastante contenido en el que podáis leer sobre ellos tres juntos.

Un beso, Mel ;)


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