Capítulo 14

"Sólo soy una muesca en tu poste de cama pero tú eres sólo una línea en una canción. "

- Fall Out Boy (Sugar, We're Going Down)


Kim Seokjin podía parecer un ser humano delicado a primera vista, con su piel nívea y esa forma de pestañear lentamente sin prisa... pero justo en ese instante, ante los ojos de Namjoon, Jin no tenía nada de delicado.

El abogado había tomado los guantes de boxeo pareciendo un inocente cordero y de alguna forma se había convertido en el lobo en cuanto su entrenador personal entró en acción, lanzando todos esos rápidos golpes con la mirada completamente perdida. Namjoon sintió un escalofrío recorrer su espalda antes de suspirar observando ahora al entrenador que Jin había pedido para él, el hombre le hablaba como si fuera un completo inútil.

-Incluso si no puedo coordinarme para seguir tus manos sé cómo dar un buen golpe - protestó Namjoon. Aquello le recordaba a las batallas de las películas medievales, tan malditamente coreografiadas que perdían la gracia en la mayoría de las ocasiones. ¿Quién se preocuparía por seguir las normas de caballerismo en medio de una batalla? Para él era sobrevivir o morir, al igual que en la vida diaria de las personas normales y corrientes. Adaptarse significaba lograr vencer los obstáculos, la ley del más fuerte se antojaba demasiado típica en su cabeza, mentir de vez en cuando o ser un poco egoísta no era un gran problema si eso ayudaba en el proceso de lograr un mejor futuro.

-Seguro - la voz del abogado sonaba burlona mientras lo miraba. Su generalmente perfecto cabello estaba ahora desordenado y húmedo debido al esfuerzo del ejercicio físico.

-Venga, esto puede ser divertido pero nadie se concentrará tanto en una pelea real.

Jin se encogió de hombros dejando caer los guantes donde su entrenador le había indicado.

-No tengo planes de meterme en una pelea real - el abogado rodó los ojos como si la simple idea de aquello le pareciese tremendamente absurda - De todos modos esto te ayuda a conocer la forma de defenderte de la forma adecuada, así como a prevenir los posibles golpes. Nadie ha dicho que esto sea una representación de las peleas reales.

Namjoon no estaba entendiendo nada, no entendía porque el abogado lo había llevado a una clase de boxeo en lugar de simplemente hacer lo que ambos sabían que harían tarde o temprano. Si bien no le molestaba, lo mantenía en un estado de alerta constante que era del todo agobiante. Como un gato con un maldito cascabel colgando de su collar, un sonido irritante e imposible de ignorar.

-Vamos, ambos necesitamos una ducha.

Seokjin se limitó a girarse, la actitud fría de nuevo tomando el relevo al chico de apariencia libre que había estado disfrutando de la clase de boxeo durante dos horas completas. Alguien que incluso había sonreído sin parecer forzado a ello. Kim Seokjin era un camaleón extraño.

En el instante en el que Namjoon aceptó las sandalias y toalla que el abogado le ofrecía, supo que quizás estaba perdido. No era demasiado tarde para acobardarse y echarse atrás, ni siquiera sería la primera vez. Había ocurrido en el pasado después de todo, él realmente había follado con muchachos como Jin a cambio de un jugoso dinero que sellase su silencio.

¿Entonces cuál era el problema de repetir esa acción? Bien, él siempre se había sentido como la parte con todo el control sobre la situación, si hablaba podría joder a muchos chicos de familias importantes por lo que jamás se tuvo que sentir como un objeto de compra-venta. Con Kim las cosas eran diferentes, el hombre desprendía seguridad y no parecía especialmente preocupado por el tema del silencio. Eso en consecuencia creaba cierta duda en Namjoon.

-Puedes pensarlo todo el tiempo que quieras - la voz del abogado era calmada y había cierto tono dulce con el que ninguno de los dos pensó que podría llegar a encontrarse - Quiero decir, es normal si tienes dudas. Al fin y al cabo estás a punto de venderte...

-No tengo que pensarlo - los padres de Namjoon solían decirle que su orgullo exagerado era un gran problema, pero él estaba seguro de que era su forma de sobrevivir en una sociedad donde ser débil no estaba permitido - Estoy seguro de esto.

Como el vestuario, la ducha privada de Jin era amplia y se encontraba completamente impecable. Namjoon tragó una bocanada de aire antes de seguir al hombre, dejando su toalla en uno de los colgadores se tomó unos instantes para reflexionar de nuevo sobre sí mismo y lo que quizás pasaría allí. Kim no lo había llevado a un motel, eso era cierto, pero no tenía del todo claro si hacerlo en la ducha privada del vestuario de un gimnasio para gente rica le agradaba mucho más.

Tan pronto como se giró su mirada se posó sobre el cuerpo del hombre ante sus ojos, a quien podía ver por completo. Sin una sola capa de ropa que los separase según su origen social, Namjoon se dijo a sí mismo, que solo eran dos hombres desnudos que estaban a punto de mantener relaciones.

-Ven aquí - el tono de Seokjin era meloso de nuevo, extrañamente ronco pero sin resultar amenazante. Le resultó inevitable pensar en si trataba de un hombre amable en la cama, pues el primer pensamiento que había tenido de este se basaba en un frígido hombre que había estado teniendo malas experiencias en la cama. A menudo los chicos ricos que escondían su sexualidad y acudían al limbus se mostraban sumisos y abiertos a disfrutar de ser los que recibieran toda la atención en la cama. Pero por supuesto Kim Seokjin no había acudido al Limbus con una intención como aquella, solo había sido una mentira por su parte. Una mal pensada y quizás impulsiva mentira. - Namjoon, acercate. No voy a morderte a menos que lo pidas.

Namjoon dejó escapar un suspiro de su boca y asintió, recordandose a sí mismo quién era y todo a lo que se había enfrentado en la vida.

Sus pies se tambalearon levemente cuando las manos del abogado lo jalaron y su espalda chocó contra la pared de aquel baño. No, definitivamente Seokjin no sería amable pero quizás eso fue lo que influyó en que Namjoon no pudiese evitar gimotear cuando este se lanzó directamente a su cuello. Sus labios gruesos jugueteando contra su piel sin prisa aparente mientras que los dedos de sus manos se clavaban a manos lados de su cadera sin ningún tipo de delicadeza.

El abogado se apartó por unos segundos, más inseguro de aquello de lo que cualquier podría afirmar a simple vista. Le gustaba el físico de Namjoon, las facciones de su cara sin duda le resultaban atrayentes y su bonito cuerpo era un imán para sus ojos. Sin embargo había cientos de pensamientos gritando a su oído, martirizando su usada y dolorida conciencia.

Jin decidió ignorar aquel día todo aquello. Sus labios se divirtieron trazando marcas sobre el cuello y las clavículas del delincuente, mientras la voz de su cabeza se mantenía recordandole el motivo real de todas sus decisiones. Su mano derecha abandonó la cintura del chico con la intención de sentir la piel de este bajo la palma de su mano, las yemas de sus dedos comprobando que Kim Namjoon era más suave de lo esperado mientras sus oídos atentos captaban los gemidos de este.

-Eres más sensible de lo que me imaginaba.

Namjoon se limitó a tragar saliva, uno de los motivos por los que nunca había estado con un chico rico como Seokjin se debía a que no le gustaba mostrarse débil ante estos. Una cosa era ser el que llevaba la voz cantante, otra distante dejarse hacer sabiendo que en realidad sus gustos sexuales podían llegar a ser lo suficientemente amplios como para volverse sensible hasta al más mínimo roce.

En el instante en el que los labios de Jin se posarón alrededor de uno de sus pezones Namjoon supo que aquella batalla estaba perdida, porque a veces rendirse también significaba ganar y él estaba conservando su raciocinio al hacerlo. Cuando la mano izquierda del abogado apretó su glande casi retandolo a reaccionar, sencillamente no logró evitar la reacción natural de su cuerpo. Sus caderas se arquearon buscando la cercanía a medida que sus ojos se entrecerraban mientras el hombre ante sus ojos comenzaba a mover su toque.

Kim era experto pero también predecible, atacaba directamente a las zonas erógenas que la mayoría de seres humanos compartían. En cuanto a paciencia esta parecía nula, estaba siendo rápido, calentándolo sin darle excesiva importancia al juego previo que generalmente tanto le gustaba a Namjoon.

-De rodillas. - Jin posó sus ojos sobre los de Namjoon atendiendo a las reacciones que este mostraba y comprobando si sus acciones podrían sobrepasar la línea de algún modo.

El chico hizo lo que le había pedido, al instante en el que realizó la petición Namjoon estaba siguiendo la orden y eso lo enfadaba en cierto modo. No le gustaba ver como este se estaba vendiendo a sí mismo, sabía que su situación actual no era buena y su trabajo en la floristería no parecía darle todo el dinero necesario para vivir con normalidad. Pero aún así... ¿cuántos chicos como él habría en el mundo y cuántos habrán acabado mal debido a decisiones equivocadas?

Un suspiro de placer abandonó sus labios por primera vez desde que todo aquello había comenzado cuando la lengua de Namjoon se encargó de saborear su glande sin vergüenza. Su mano se cerró sobre el cabello del chico, comprobando que eso parecía gustarle debido al modo en que sus ojos brillaban con cada pequeño tirón que le daba como forma de petición sin palabras.

Namjoon lo entendió bien, sus labios se abrieron para comenzar a probar por completo el miembro del abogado. Seokjin no era especialmente largo, pero sí lo suficientemente ancho como para que sus piernas temblaran ante la anticipación. Después de todo él solo era un chico al que le gustaban los chicos, y por mucho que detestase a la gente como Jin... tenía que admitir que un precioso físico, manos hábiles y personalidad segura eran características grandiosas a la hora de elegir un buen compañero de cama.

Su boca se abrió un poco más cuando el abogado dejó caer su cabeza hacia atrás comenzando con los vaivenes de su cadera. No era un hombre amable en el sexo, pero tampoco excesivamente duro. Aunque sus estocadas eran profundas, Namjoon podía sentir que le estaba dando el tiempo suficiente para acostumbrarse entre una y otra, sin ser moverse excesivamente rápido consciente de su anchura.

Sus labios se cerraron levemente alrededor de su glande comenzando a sentirse libre para usar sus propias manos mientras Seokjin seguía moviéndose dentro y fuera de su boca sin prisa.

-¿Hasta cuando seguirás con esto? - la pregunta del abogado lo sorprendió, las mejillas de Seokjin estaban rojas por el placer y sus ojos brillaban. Namjoon ni siquiera sabía cuantos minutos habían pasado desde que había comenzado con aquella mamada pero dudaba que la pregunta tuviese algo que ver con aquello porque claramente el abogado se encontraba disfrutando - ¿Hasta cuando fingirás que te pedí esto? - las estocadas se hicieron más rápidas, probablemente debido a la cercanía del orgasmo, o eso quiso pensar Namjoon - ¿Crees que no descubrí tu mentira? Me llevó un tiempo pero bebí tanto como perder mis recuerdos para siempre. Eres un maldito aprovechado Namjoon. Querías mi dinero porque lo necesitas pero esta no es la forma de obtener ayuda...

Jin apretó la cabeza de Namjoon contra su ingle a medida que sentía el orgasmo llegar, siempre comprobando que el chico se encontrase plenamente de acuerdo con sus acciones.

Cuando se separó, la imagen que llegó hasta sus ojos era contradictoria; porque Kim Namjoon realmente era bonito sentado sobre el suelo del baño con el cabello despeinado, los labios enrojecidos y el semen resbalando desde la comisura de estos. Pero de la misma forma era grotesco debido a que ese chico solo estaba desesperado, su mentira así como todos sus otros actos tenía una clara razón.

-Tendrás el apartamento de todos modos mientras sea tu abogado, pero olvida este trato. Yo no follo por dinero, mucho menos con chicos que están desesperados - Jin se agachó, su mano inevitablemente acunó la cara de Namjoon al notar que este parecía descolocado - Te estoy ayudando, pero no olvides que necesito que a cambio me ayudes a ganar en los juzgados. Es un favor doble, yo te ayudo y tú me ayudas. ¿Trato?

Namjoon suspiró, incluso si odiaba sentirse atrapado, la nueva opción era bastante mejor que el tener que venderse a sí mismo.

-Trato.

(***)

-¿Realmente vas a pagarle un apartamento? - la voz de Hoseok no contenía muestra de burla o un tono juzgador, sin embargo sí contenía curiosidad - No suena a algo que el Kim Seokjin que conozco haría.

-Podría haberme pedido dinero pero pidió un apartamento. Es... un buen chico, creo que sólo ha tomado las decisiones incorrectas.

Hoseok se sentó a su lado antes de servir un poco de chocolate caliente en el interior de la taza de La Princesa Mononoke de Jin.

-Hasta hace unos días hablabas de tu cliente como si fuese un delincuente insufrible. Ahora dices que es un buen chico...

-La cárcel está llena de personas que cometieron delitos con el corazón repleto de buenas intenciones, ser una buena persona a la par que delincuente no tienen porque resultar antónimos Hoseoki. No digo que ese sea el caso de Namjoon pero he leído su historial y en realidad creo que podría tener una oportunidad para mejorar su propia vida si alguien le da un empujón hacia el camino adecuado - Jin sostuvo la taza entre sus manos, sintiendo la calidez que el chocolate caliente le aportaba - Además, si demuestra lograr una estabilidad será mucho más fácil ganar contra tu abuelo con la intervención de la prensa. Si no puedo comprar periodistas al menos tengo que situar las cosas de una forma en la que parezca que Nam sólo quiere sobrevivir. Sus padres lo han echado de casa y ahora vive cerca de su abogado porque no tiene donde caerse muerto a pesar de su trabajo... suena como una historia que podría calentar los corazones de la gente y no dista demasiado de la realidad. No le veo las pegas, él gana y yo gano. Contra Jung, eso aportará cierta relevancia a mi fama como abogado.

Hoseok sonrió antes de acariciar la nuca de su ex pareja levemente, un hábito rutinario que no tenía nada que ver con actos de romanticismo.

-En realidad creo que sólo estás siendo el Seokjin que conocí hace muchos años. El que decidió ser abogado para defender causas nobles, me cuesta creer que te hayas decidido tan rápido con ese chico pero me alegra que seas espontáneo.

-Alguien me dijo que debería soltarme un poco - Jin sonrió mirando a Hoseok por unos instantes - Realmente siento muchísimo que no hayamos funcionado para siempre.

-Ah, deja el tema. No está permitido hablar de cosas tristes durante la noche de películas - la voz del hermano de Hoseok sonaba más animada ahora. Aunque en ese instante Tae parecía feliz, al principio la noticia de su ruptura le afectó. Taehyung quería a Jin como a un miembro de su propia familia.

Jin se limitó a sonreír palmeando el asiento a su lado, y Taehyung se dejó caer entre él y Hoseok. En realidad ellos tres habían aprendido a quererse durante muchos años.

Seokjin no podría vivir sin los hermanos Jung ni siquiera aunque lo intentase.

-------------------------
Holiiii!!!
De nuevo Wattpad me está haciendo la vida imposible para poder subir los caps. Es por eso que no he podido colocar los separadores.

Espero que os haya gustado y trataré de colocar los separadores más tarde a ver si Wattpad está de buen humor.

Un beso, Mel 😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top