«8»
Dog Town Blood Bath
Rib Cage Soft Tail
Standing in line
To see the show tonight
And there's a light on
Heavy glow
By the way I tried to say
I'd be there... waiting for
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Los ojos de Brian prácticamente se cerraban solos mientras intentaba realizar el papeleo del arresto al ladrón del pequeño negocio de la señora Park. Tecleaba casi como una máquina, sin siquiera pensar mucho. Realmente el papeleo era la parte más tediosa de su normalmente adrenalínico trabajo.
— Brian —lo movió el sargento Mercury—. Despierta, hombre. Pareciese que ni hubieras dormido.
— No lo hice —dijo medio dormido y tecleando cosas, sin percatarse de lo que estaba diciendo y sin percatarse que posiblemente eso hiciese que el plan que Roger y él habían trazado se fuera al diablo.
— ¿Y por qué no? —preguntó el sargento con curiosidad—. ¿Qué anduviste haciendo?
— Cosas en mi habitación con Roger —dijo aún medio dormido, lo que hizo al sargento Mercury soltar una carcajada sonora.
— ¡Dios! Si te hubieras oído de lo mal que sonó eso —rió—. En fin, es bueno que te relaciones con tu compañero. ¿Qué estuvieron haciendo?
De pronto el cerebro medio dormido de Brian reaccionó y abrió los ojos algo nervioso. Tenía que disfrazar la realidad, el sargento no debía enterarse. Era peligroso que un superior lo supiera, o lo sospechara. Eso habían acordado.
— No, vimos películas y hablamos —mintió—. Y jugamos clue. Sí.
— Oh, entiendo. Me alegra que la hayan pasado bien —sonrió—. Nos vemos.
— Nos vemos —dio un sorbo largo a su café, de lo que se arrepintió al instante al sentir el inmenso calor de este—. ¡Mierda! —sacó la lengua rápidamente tirándose aire con las manos a este. Desvió la vista hasta Roger, cuyo escritorio estaba relativamente cerca al suyo, y lo vio con el rostro contra el escritorio, profundamente dormido.
— Taylor, despierte —lo regañó el sargento, y este rápidamente dio un respingo, para luego perseguir rápidamente con su aburrido papeleo.
— Sí, sargento —respondió rápido y dispuesto a trabajar.
Brian suspiró con cansancio. Quizás aquel caso sería más difícil de lo que esperaban.
(...)
— Es un asunto gravísimo, y no creas que te dejaremos salir así como si nada —Roger imponente, apoyó dos de sus manos en el mesón de la sala del interrogatorio mirando al contrario con seriedad, mientras que el rizado estaba tras el espejo de la sala, observando todo—. Recuerda que tenemos todo el maldito día si así me place.
— La verdad no entiendo qué sucede —respondió.
— "No entiendo qué sucede" —repitió irónico y rodando los ojos—. No te hagas el tonto, sabemos todo.
— ¿Que confundí el sexo de mi perro y le puse Stacy cuando en realidad era macho...?
— ¡No, Tim, a nadie le importa tu perro transexual! —exclamó Roger.
— Entonces que manché el sofá del capitán con helado y di vuelta el cojín para que no se diera cuenta...
— ¡No!
— Roger, lamento interrumpir, pero ¿era necesario usar el cuarto de interrogaciones para esto? —preguntó Brian entrando a la sala tras salir de la que era cubierta por el espejo.
— Sí —respondió con seriedad. Staffell estaba claramente confundido.
— Tim, lamento esto —se disculpó Brian—. Lo que sucede es bastante privado. Tenemos un caso que no queremos que el resto se entere y queremos pedirte tu ayuda.
— ¿A mí? ¿Por qué? —preguntó confundido.
— Porque eres un puto genio, ¿por qué más? —habló Roger—. Además eres agradable.
— Gracias... ¿en qué consiste el caso? —preguntó con interés.
— Ronald Manson —respondió Roger—. Su supuesta esposa murió hace dos años y el expediente está cambiado.
— Entonces alguien lo adulteró —dedujo Tim eficaz.
— En efecto —respondió Brian—. Pensamos que esto no es una simple desaparición y que tiene que ver con algo mayor —siguió—. No lo sé, homicidios, narcotráfico, redes de prostitución...
— Yo opino lo mismo... —dijo el joven—, con Melvin estuvimos trabajando en unos homicidios, pero nunca encontramos al culpable. Seguimos en ello... y hay tres desaparecidos más, según el capitán. ¿Y sabes qué es curioso?
— ¿Qué? —preguntó Brian con interés.
— ¿Recuerdas que el día que llegó Roger tú fuiste a constatar un caso de un homicidio de un hindú? —preguntó.
— ¿Encontraron a Rajesh Koothrappali muerto? —preguntó Roger confundido.
— No —Brian rodó los ojos—. Recuerdo el caso, hombre de alrededor de cuarenta años, origen hindú... balazo en la espalda. ¿No?
— Uhjum —asintió Tim—. Al igual que él, unos cuatro de los homicidios que he visto en los últimos meses tienen una de sus características en común. No tenían huellas dactilares. Un chino o coreano, un tailandés y alguien de origen occidental. Además de un latino. Además el hindú del caso de Brian fue asesinado cerca de la fecha de desaparición de Manson.
— ¿Creen que eso tenga que ver? —preguntó Roger.
— Puede —asintió Brian—. El caso lo transferí, si mal no recuerdo, pero no sé quién lo habrá tomado.
— ¿Puedo preguntarte de dónde vienen en promedio los asesinatos? —preguntó Roger.
— Pues ya lo preguntaste —dijo Tim obvio y el rubio rió mientras Brian rodaba los ojos—. Pero sí, cerca del centro. Hay un pub cerca, el Cobblestones and Biergarten encontramos como dos cuerpos ahí.
— Un momento... ¿recuerdas la foto que le pedí a la impostora de Natalie? —preguntó Roger mirando a Brian.
— Sí... ¿Por qué? —preguntó este confundido.
— Recuerdo que estaba delante de un edificio y estoy seguro que era ese pub. Recuerdo el nombre —respondió—.
— ¿Estás seguro que era el mismo pub? —preguntó Brian.
— Por supuesto, tengo memoria fotográfica —rodó los ojos el rubio—. Quizás debamos ir —siguió Roger—. Los tres como infiltrados, pero fuera del trabajo. Cualquiera puede ser el que cambió ese expediente.
— Dios —suspiró Tim—. Esto está realmente complejo... pero Roger tiene la razón. Estoy con él.
— Demasiado —expresó Brian con una frustración bastante evidente—. Yo también lo apoyo. Preguntaré por cualquier cosa. Quizás alguien más tiene de estos casos y no lo sabemos.
— Puede ser —asintió Roger.
— Entonces buscaremos un poco de información y si estamos en lo cierto, iremos a ese pub —concluyó Brian.
— ¡Sí! ¡Voy a alcoholizarme! —exclamó Roger feliz.
— Estarás trabajando —dijo Brian mirándolo con seriedad.
— Papa, patata —se encogió de hombros—. En fin, busquemos algo.
Cuando salieron cada uno por su lado para continuar la investigación, ni siquiera se preguntaron si habría alguien en la sala del espejo.
(...)
— Eh, Doug —saludó Brian—. ¿Cómo están tus niños?
— Bien, cada día más grandes —sonrió el nombrado.
— Qué bien, ¿tu esposa?
— Cada día más divorciados —respondió el oficial en broma, Brian no supo cómo tomarse aquello—. En fin, ¿tú? ¿Has podido mantener a raya a Taylor? Dicen que es bastante indisciplinado.
— Sí, muy bien —respondió—. De hecho, me pidió que te dijera que a Tim, Marvin le pidió que te avisara que Steve le dijo a Mary que el sargento Mercury necesita unos expedientes de un homicidio en Cobblestones Pub and Biergarten. Bueno, la mayoría son afuera, pero... se entiende.
— ¿Que Tim te dijo qué? —preguntó el hombre confundido.
— Que Tim le pidió a Roger que te dijera que Marvin le pidió a Tim que te avisara que Steve le dijo a Mary que el sargento Mercury necesita unos expedientes de unos homicidios fuera del Cobblestones Pub and Biergarten.
— No entendí una mierda, pero toma, aquí tengo unos tres —se los pasó—. No, espera, cinco, hay dos de hace cinco años.
— Gracias, es de mucha ayuda.
— No es nada —dijo el hombre extrañado y confundido. Brian tomó los papeles y se fue rápidamente.
— ¿Qué fue eso? —preguntó el oficial Travis, mientras que sus colegas Igor y Albert miraban a Doug con extrañeza.
— No tengo idea.
Los otros tres se miraron extrañados, había algo extraño en eso.
(...)
— Son en total como once cuerpos encontrados y se han reportado gritos unas quince veces —nombró Tim, mientras Roger bebía un café sentado en en sofá de Brian y este mismo revisaba unos papeles—. Un gran número de las víctimas eran extranjeros. Cinco hombres y seis mujeres, contando en los hombres un menor de unos quince años, quizás. Todos sin huellas dactilares.
— ¿Cuánto tiempo ha habido de diferencia entre cada homicidio? —preguntó Brian.
— Unos meses, incluso años. A cuatro los mataron de una. Después a todos —explicó—. Es como si fuese en grupo, y esto ocurre al amanecer, cuando el pub ya está cerrando, o en la madrugada, cuando todos están dentro.
— Entiendo —asintió Roger prosiguiendo a beber del café y tomando otro expediente—. Aquí está la foto de Ronald Manson. Es alguien joven, jugaba basket en su preparatoria, viudo, aunque tengamos a una mentirosa suelta, sin hijos ni más familiares además de su difunta madre. Trabajaba para bienes raíces, antes trabajó en un cine, pero cuando era adolescente. Revisé sus transacciones bancarias y cualquier deuda posible, pero no encontré nada. De hecho el tipo tenía buen pasar, así que la mierda que dijo Natalie de que necesitaban dinero es mentira. En esta foto está frente al pub Cobblestones and Biergarten. No sabemos quién la tomó.
— Eso no tiene relevancia, incluso pudo ser un desconocido —explicó Brian.
— Lo sé... las pruebas del cabello llegaron del laboratorio. Corresponden a una peluca, lo cual se me hace más extraño y bizarro, la verdad —complementó Taylor.
— A mí también —dijo Tim con una mueca—. Si tiene que ver con el crimen, desarrollaré un trauma por esas cosas.
— Yo también —asintió Brian.
— Doug me dio todos los papeles, y el plan de Roger funcionó, decir esa cadena de personas lo confundió, así que no le preguntará a todos si es cierto, porque sólo logró captar la palabra "Tim" —hizo comillas con los dedos—. Así que por ese lado estamos seguros.
— Bien. Ahora hay que intentar ligar todo esto —dijo Roger—. El pub es uno bastante popular, no necesariamente Ronald tiene algo que ver.
— Sí, pero olvidé mencionar que más personas han desaparecido en ese lugar, como Ronald —siguió Tim—. Creo que ahí hay gato encerrado.
— Quizás es una red de secuestros —dijo Brian.
— O de homicidas —siguió Roger.
— Tendremos que encontrar el cuerpo primero, antes de pensar eso, y quizás se haga ver como que se suicidó.
— Para eso hablaremos con Deacon, ¿no? —Roger enarcó una ceja—. Nos saldrá bien esto. Estoy seguro y tengo fe en ello.
— Yo solo espero no fallar —suspiró el rizado.
— Estos asesinatos y desapariciones son extraños y llevan atormentando al precinto por años. Si logramos entender qué sucede...
— Hey, ¿y si estos casos no se resuelven por el tipo o... tipa o lo que sea, que cambió el expediente de Natalie? Me refiero a que esa persona los sabotea —mencionó el rubio.
— No es una idea tan extraña —admitió Brian—. Tim, ¿puedes entrar a los expedientes?
— Sí, ya busqué los de los casos de los asesinatos y desapariciones —aseguró este—. Todo parece estar en orden.
— Envíamelos por mensaje, será mi lectura nocturna —habló Roger—. Los revisaré una vez más, solo por si acaso.
— Sí, mejor así —asintió Staffell—. En fin, ¿cuando nos infiltraremos?
— Bueno, podríamos hacerlo el fin de semana —mencionó Brian—. Así pasaremos más desapercibidos. Pero no deben darse cuenta que estamos allí, preguntarán demasiado.
— Estaremos infiltrados por algo. Se dice así por una razón, Brian, ¿sabías? —lo molestó el rubio a lo que el más alto rodó sus dos bonitas avellanas.
— ¿Iremos el fin de semana o no? —insistió.
— Sí, es lo más factible —asintió Tim—. Yo diría que el sábado en la noche. No preguntaremos como policías, sino como personas con curiosidad, y más que nada observaremos buscando algo.
— Lo que significa no alcoholizarse —enfatizó Brian para molestar a Roger. Este último soltó un bufido molesto.
— Pues beberé en mi casa hasta quedarme medio muerto después —se encogió de hombros—. En fin, empiecen a pensar qué usarán. Saldremos. ¡Noche de chicas!
Mientras que Tim soltó una carcajada, May realizó su típica y desagradable rotación de ojos para luego limitarse a asentir.
— Vamos a resolver este caso y lo haremos bien. Servir y proteger —afirmó Brian.
— No te pongas así que das vergüenza ajena —lo reprochó Roger.
— ¿Y cómo me pongo entonces? —preguntó indignado.
— No sé, menos policía —respondió este—. Algo así. ¡Vamos a lograr esta mierda porque somos del precinto de Queens y vamos a patearles el culo!
— ¡Así se habla, Rog! —lo animó Tim.
— Dios, soy el único maduro en este lugar —masculló Brian y rodó los ojos, nuevamente.
•*•*•*•
Holiii no más vengo para mostrar mis cacas, digo edits
Y el nuevo proyecto
Asies, existe una playlist en Spotify aunque no puedo ponerle la foto, f
Anyways, muchas gracias! Los tkm
- Em
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