«13»
Well, you're kinda looking at me
Like I've got to set you free
You know I can't be nobody
She's a woman
You know what I mean
You better listen
Listen to me
She's gonna set you free
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En una sala del precinto un preocupado rubio leía la carta de citación que había recibido. El rizado estaba apoyado en la puerta, con los brazos cruzados y mirándolo con notoria preocupación.
— Rog... ¿qué dice? —preguntó.
— Es... Es una demanda por diez mil dólares a mí por abuso policial —explicó leyéndola—. Debo presentarme a tribunal el diez de mayo a las nueve treinta de la mañana.
— Bien, yo voy contigo —respondió Brian con seguridad—. Seré testigo a tu favor.
— Hay... hay un anciano —recordó—. Un señor mayor. Dijo que bajo cualquier cosa iba a testificar a mi favor.
— ¿Tienes cómo encontrarlo? —le preguntó con interés.
— Está... al parecer, aquí como testigos —le dijo—. Por ahora hay cuatro. Dos a favor de él y dos a favor mío.
— ¿Quién diablos querría defender a un violador? —preguntó.
— Su esposa —rodó los ojos—. Y quizás un amigo. O alguien que vio lo que pasó...
— ¿Y a favor tuyo quienes testifican? —preguntó Brian nuevamente.
— Por ahora Clare y el anciano. Eso en el primer juicio... probablemente después manden a testificar a algunos de mis psiquiatras y a ti.
— Hablaré a favor tuyo.
— Tengo un problema —admitió—. Ese día pese a haber tomado mi medicina, tuve una crisis. ¿Recuerdas?
— Sí... yo fui el imbécil que la provocó —respondió con culpa.
— Por lo cual puede que consideren que no estoy apto para ejercer —dijo con nervios—. Si eso sucede... estoy realmente jodido. A fin de cuentas tengo trastornos...
— Dudo que hagan eso. Los psiquiatras de la institución dijeron que estabas apto para ello —repuso el rizado.
— Sí, pero puede que el tribunal los haga cambiar de opinión —suspiró y se frotó el rostro—. No tengo diez mil dólares y el empleo lo necesito. ¿Qué mierda voy a hacer?
— Ganar —respondió Brian con seguridad—. Eso es lo que tienes que hacer. Demostrarle a todos lo asombroso e inteligente que eres. Demostrar que solo cumplías con tu labor y no negar los golpes. Hay evidencias médicas de eso.
— Lo sé, lo sé... —se rascó el cuello—. Siento que perderé.
— No lo harás. ¿Te digo por qué? —lo tomó del mentón para que pudiera mirarlo.
— ¿Por qué?
— Porque somos más listos que ellos... y cuando saquemos a la luz todo lo que este puerco hizo... lo considerarán defensa propia y la multa, si es que llega a haber una, será muchísimo menor.
— Aunque sea menor probablemente no pueda pagarla. Mi sueldo va para los medicamentos míos y de mi mamá. ¿Sabes lo caras que son esas mierdas?
— Yo pagaré tu multa.
— ¿Qué? —preguntó incrédulo.
— Yo pagaré la multa —repitió—. Y te pagaré el tratamiento por un mes.
— Pero Bri, no puedo aceptar eso —repuso Roger—. Sería demasiado aprovechador de mi...
— No, no lo sería —repuso—. He sido un maldito canalla contigo. Es lo mínimo que puedo hacer.
— Pero es tu dinero...
— ¿Y? —se encogió de hombros—. Tengo ahorrado desde los quince. Además mis padres tienen lo suficiente y siempre me ayudan... vamos, Rog, solo acéptalo.
— Yo... bien —suspiró—. Pero solo si llegan a multarme.
— Solo si llegan a multarte —repitió con una mano en la espalda y dos de los dedos de esta cruzados.
— Brian, hablo en serio. No puedo...
— Tú no has pedido nada —adivinó lo que iba a decir—. Es simplemente un regalo que te estoy haciendo, como mi compañero y como uno de mis amigos.
— Yo... bien —suspiró—. Aunque sigo creyendo que no puedo aceptarlo... estoy desesperado y todos necesitamos ayuda...
— Claro que sí. Me alegra que lo aceptes —dijo con una leve sonrisa.
— Aún no lo hago. Lo haré con una condición —dijo.
— ¿Cuál? —preguntó con curiosidad.
— Que me abraces, estoy nervioso —respondió. Brian suspiró y obedeció inmediatamente, rodeándolo con sus brazos. El cuerpo de Roger era frágil entre estos, y Brian pudo sentir que tanto el mentó, como la cabeza del chico, calzaban de manera perfecta con su propio cuerpo. Sintió por un momento que el cuerpo de Roger estaba hecho para que lo abrazara.
Y eso lo hizo sentirse extraño.
— Déjame ayudarte en esto —pidió—. Estás temblando.
— Estoy... estoy bien, solo estoy nervioso por esto —admitió—. Lamento si se te hace incómodo, yo...
— No, no es incómodo —repuso.
— Gracias —respondió Roger en voz baja.
— No es nada, Rog —suspiró este. El aroma del rubio le recordó al anochecer. No supo por qué, pero simplemente fue así. Era extraño, los anocheceres no tienen olor.
— Bien, debería... debería ir a hablar con el capitán... tengo que ver qué puede decirme y tengo que hablar con el abogado que me asignarán —soltó una risa el rubio a tiempo que se separaba para mirarlo—. Gracias por todo.
— No te preocupes. Ve a hablar con él —lo animó. Roger asintió y fue a la oficina con la carta, mientras que el rizado tomaba asiento en un sofá de la sala de descanso para luego mirar al techo con cansancio.
(...)
— Bien... —Tim comió un trozo de pizza—. Por ahora no tenemos mucho. Tenemos un lugar sospechoso, el pub Cobblestones and Biergarten. Además tenemos que tanto Ronald, como otros de los asesinados, no tiene una huella dactilar.
— Tenemos también que Natalie Manson en realidad murió dos años atrás, y que no tenemos ni la más remota idea de quién es la mujer que finge ser la esposa del muerto —complementó Brian.
— También esta que John encontró que el arma tenía restos de vinagre —siguió Roger—. Por lo que Ronald no se suicidó, sino que simplemente fue asesinado.
— Y... está el hecho que hay alguien cambiando expedientes y que además no fueron notificados cuando encontraron el cuerpo de Ronald, pese a que hay algo raro ahí —concluyó Tim.
— Nos falta algo —añadió Roger—. El pub. Hay una puerta de la cual los dueños solo saben q ye es una bodega. Es privada, y no saben qué mierda hay ahí. Además está que Albert Olsen y Travis Scott estaban en el pub buscándonos cuando fuimos. Alguien nos investiga, pueden ser ellos, como también pueden ser otros que los mandaron a hacerlo.
— Esto está bien jodido —masculló Brian.
— ¿Qué fue lo que te dijo Natalie?
— Almas ya usados deshacen adiestro —repitió como si de un memorice se tratase—. No le encuentro ningún sentido.
— Yo tampoco —admitió Tim.
— Veamos la etimología de cada palabra —propuso Brian. Tanto Roger como Tim lo miraron con una cara que mostraba la mezcla perfecta entre el hastío y la ironía.
— Primero déjame buscar mi arma, será mejor dispararme —comentó Tim.
— No buscaré una estúpida etimología —coincidió Roger.
— Bien, yo lo haré. Ustedes intenten buscar otro código.
— Bien —masculló el rubio. Tim rodó los ojos.
— Almas. Las almas se supone que pesan veintisiete gramos. Quizás Natalie está asociada al club de los veintisiete y era amiga de Kurt Cobain... —dijo Tim, Brian le dio un golpe en la cabeza con una revista.
— Se supone que somos adultos. Que somos policías de un precinto. Actúen como tal —los reprochó.
— Ictíin quimi til —lo imitaron Roger y Tim. Brian rodó los ojos con fastidio.
— Solo trabajen —masculló mientras comenzaba a buscar cada palabra en el buscador de internet.
Roger tomó un papel y escribió la frase con una caligrafía que dejaba bastante qué desear. Tim ladeó la cabeza confundido.
— ¿Por qué ahí dice "Humas sa isedos de o lucen u dentro? —preguntó Tim extrañado.
— ¡Dice almas ya usados deshacen adiestro! —lo corrigió Roger—. ¡Es la maldita frase que dijo la loca de los bebés cambiantes!
— ¡Bueno, no es mi culpa que tengas letra de doctor! —repuso Tim.
— ¡No tengo letra de doctor! —repuso.
— ¡Entonces explícame por qué tus pes parecen otra cosa! —repuso.
— ¡Porque tú andas viendo otras cosas en mis pes, pervertido de mierda! —repuso Roger.
— ¡Por Dios, ya cállense! —bufó Brian—. Parecen niños de prekinder peleándose por un oso de peluche.
— Corrección, yo prefería los conejos —repuso Tim.
— A mí me gustaban los de unicornios —complementó Roger.
— Bueno, entonces por un maldito auto de juguete... el punto es que...
— A mí no me gustaban los autos, yo jugaba con barbies —repuso Tim—. Mi hermana me hacía jugar con ella... —le explicó a Roger, quien asintió.
— ¡El punto es que...!
— Pon un ejemplo mejor, Brian, ni para eso sirves —lo molestó Roger. El rizado rodó los ojos.
— No pondré ningún maldito ejemplo, me refería a que...
— Ow, yo quería un ejemplo —bufó Roger haciendo un puchero y con los brazos cruzados.
— Bien, pondré un puto ejemplo —bufó Brian.
— Supermán, supermán, súper mandoneado —lo molestó Tim.
— Cállate un rato, Staffell... —bufó el rizado.
— No culpes a la noche, no culpes a la playa, no culpes a la lluvia. Será que no me amas —cantó Roger con un español bastante bien ejecutado.
— ¡Ya cállense y déjenme hablar! —bufó Brian—. Se comportan como dos niños de prekinder que se pelean por un mismo crayón —dijo—. Ahí está tu puto ejemplo, Taylor. Y estamos trabajando en un caso que es de por sí demasiado complicado, en el que posiblemente hay miembros del precinto participando en contra, en el que hay, en teoría, bastantes muertes de por medio, y que pueden haber muchas más. Concéntrense y compórtense como adultos, maldita sea.
— Al parecer anoche no le tocó —le susurró Tim a Roger, quien intentó no reírse.
— ¡Ya paren! —bufó—. Mejor veamos las etimologías... miren, alma proviene de aliento, aire, ánimo... podemos...
— Vales mierda descodificando cosas, Brian —interrumpió Tim con hastío.
— Al menos lo intenta —repuso Roger y puso su mano sobre el cabello esponjoso del rizado, quien quedó algo desconcertado ante su acción—. Siempre quise hacer esto.
— Bueno, pero... bien, no tengo nada —suspiró Tim.
— Por ahora sigamos buscando las etimologías. Tenemos que alma puede ser aliento. Esa es la más común... —dijo Brian.
— Bien, no se me ocurre nada más, así que sigamos con eso —suspiró Roger sentándose a su lado en una silla que estaba al revés, pero que cuyo respaldo usó para apoyar ambos brazos. Tim continuó de pie.
— Ya significa que es en el momento —siguió Brian—. Podría ser algo como el aliento del momento o algo así.
— No tiene mucho sentido —repuso Roger.
— Por ahora, aún hay que buscar el resto —dijo Tim, que no veía otra forma de descifrar aquel mensaje extraño.
— Usados no tiene... pero bueno, viene de usar. Buscaré eso... —dijo Brian comenzando a teclear con velocidad en el computador—. Viene de usus del latín que significa uso... más que el significado del verbo no hay.
— Esto es inútil... —canturreó Roger.
— Cállate y déjame trabajar —repuso Brian.
— Cállame —le dijo Roger cerca de su oreja, el rizado rodó los ojos con las mejillas bastante coloradas y simplemente siguió buscando.
— Deshacen... deshacen... solo dice que es romper o descomponer algo —suspiró Brian.
— El aliento del momento se usa para descomponer... —comenzó a pensar Tim—. Brian, Roger tiene razón, esta mierda ni sentido tiene.
— ¡Solo falta adiestro! Esa palabra puede tener varios significados... —dijo. Roger y Tim rodaron los ojos al mismo tiempo—. Puede ser enseñar o alguien con una destreza.
— Eso solo hace que menos sentido tenga —dijo Roger.
— Bien, no se me ocurre nada —suspiró Brian.
— Quizás ni siquiera haya un mensaje y solo somos paranoicos —bufó Tim cansado. A fin de cuentas prácticamente tenían una doble jornada laboral.
— Intentemos pensar qué haría Sherlock Holmes —propuso el rizado.
— Sherlock ya hubiera descifrado esta mierda, Brian —interrumpió Roger.
— Cállate, déjame pensar...
— El otro día vi el trailer de una película que sacará Netflix de su hermana el próximo año —comentó Tim, ya aburrido de tanto trabajo y necesitado de un urgente descanso—. Sale la niña de Stranger Things... mi sobrino está enamorado de ella.
— Oh, yo también vi el trailer —respondió Roger—. Se veía buena, la verdad... vi en un blog que usarían mucho los... —se interrumpió.
— ¿Hm? ¿Qué pasa? —preguntó Brian confuso.
— ¡Anagramas! —respondió rápidamente y volvió a correr a la hoja, procurando escribir de manera más entendible y analizando cada letra.
— ¿Qué demonios es eso? —preguntó Tim.
— ¿Cómo no vas a saber qué es? —preguntó Brian y miró a Roger—. Míralo, ni sabe que es un Alabama.
— Anagrama —corrigió Roger.
— Eso... es algo simple, Tim —se excusó el rizado.
— Tú tampoco sabes qué es, ¿cierto? —preguntó Roger arqueando una ceja.
— Eh... no —suspiró Brian.
— Un anagrama es, por definición un nombre masculino, el cual significa, según mi diccionario, "procedimiento que consiste en crear una palabra a partir de la reordenación de las letras de otra palabra." —citó—. Por ende, puede que si este mensaje no significa nada, es porque no hemos leído entre líneas. Es como un mensaje subliminal.
— Entiendo —asintió Tim—. Entonces tendríamos que reorganizar esto. Todas las malditas letras para formar un maldito mensaje. Dios, voy a matarme en cualquier momento.
— En efecto —asintió Roger—. Veamos, miraré cada letra —dijo comenzando a intentar ordenar algo.
— Las iniciales forman la palabra ayuda —dijo Brian apuntando el mensaje.
— ¿Eh? —preguntó Roger.
— Sí, mira —tomó el lápiz y se sentó—. Alma comienza con A —lo anotó—. Ya con y, usados con u, deshacen con d y adiestro con a. A-YU-DA —articuló cada sílaba.
— Mierda, es verdad —asintió Roger consternado. Tim estaba estupefacto.
— ¿Creen que sea una coincidencia o...?
— No —repuso Roger—. Incluso creo qué hay algo más —siguió—. Ovejita —molestó a Brian—. ¿Traerías café y Coca Cola por favor? Esto nos llevará demasiado rato.
•*•*•*•*
Teorías aquí:
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