The Others





El frío está azotando cada vez más transcurriendo los días.

Recuerdo que le mencione a Yuri que estábamos pasando por una era glaciar de nuevo, tal vez, solo para asustarlo y divertirme con sus expresiones. Lo más triste de esto, es que parece que realmente está pasando. Debemos hacer algo y rápido.

Me siento seguro en nuestra guarida, pero cada vez se está haciendo más difícil encontrar comida y regresar a casa a tiempo. Yuri cada día está un poco más débil, y un instinto dentro de mí me obliga a protegerlo, a no dejar que cargue o se agote. Así que solo se encarga de alimentar a los animales, porque es muy testarudo como para decirle que no haga nada.

Por mi parte, yo he ganado masa muscular y un poco mas de altura. Mi sentido del olfato, gusto y oído se han intensificado a un nivel más allá del humano. Mi piel se ha vuelto más resistente y difícil de dañar, la resistencia es simplemente inhumana, puedo correr sin parar por horas, sin realmente sentir cansancio.

Yuri cambio igual, sus caderas son más anchas, su piel es resistente, su sentido del tacto, olfato y oído se ha vuelto mas afinado y perfecto, de igual manera, algo sobrehumano. Aunque, él no ha ganado masa muscular, sino, su cuerpo se ha vuelto algo andrógino. Una mezcla entre rasgos femeninos y rasgos masculinos.

Y que decir de su olor, un olor perfecto para mí. No es un perfume, no es la ropa, es él, es su aroma corporal que me hace sentir como loco.

Otabek Altin, Entrada 8035;

Han pasado ya 3 meses desde la primera vez que salimos, y me di cuenta de algo que no creí posible. Yuri, su cuerpo, estaba ganando peso. Su vientre esta abultado y tenía los típicos malestares que el de una mujer embarazada. 
Tengo miedo de que sea una clase de tumor, y le esté provocando estos síntomas, así que lo mejor será viajar al hospital, encender las máquinas y con ayuda de Yuri y lo que me ha enseñado de medicina, podamos descifrar que es lo que ocurre en su cuerpo. 
Su olor y mi olor, el que podíamos captar, se unieron creando una fragancia única, pero aún no encuentro la explicación de eso. El único punto de lógica que puedo encontrar es que tiene algo que ver con la mordida que le di en el cuello a Yuri. La única mordida que queda como cicatriz. He mordido otras partes de su cuerpo y sanan velozmente, pero esa mordida solo cicatrizó y quedó así. 
Yuri dice que no es para preocuparse, pero yo opino lo contrario. 
Además, algo me atrae por fuera, un olor, no con la misma intensidad que cuando olí a Yuri por primera vez, sino, algo, como diciéndome que salga. 
¿Es esto una señal? ... Oh solo un comportamiento primitivo saliendo a la luz...

El moreno suspiró dejando la grabadora de lado para concentrarse en los abastecimientos del arca. Ya no tenían suficiente comida, pero eso estaba bien, porque se está haciendo día de liberar a las especies que ya tienen crías crecidas. El área alrededor del arca se encuentra con buena fuente de comida para los animales, al igual que despejado de las mutaciones. Así que era buen momento de abrir las enormes puertas y dejar salir a aquellos animales que ruegan por un mejor hábitat.

El kazajo había descubierto que, al parecer, tanto los animales como ellos, podían comer la carne de las mutaciones sin sufrir un cambio en sus organismos. La barrera inmunológica que se desarrollo es sorprendente, tanto a nivel animal como a nivel humano.

Aunque es un dato importante para la investigación sobre la supervivencia en este nuevo mundo, para el moreno, aun así, eso lo hacía sentir algo triste. Era como si cada cosa que descubre de su nuevo cuerpo lo hiciera sentirse menos él. No solo en manera mental, sino, físicamente, parecía que todo lo que hizo anteriormente, en su pasada vida, hubiera sido para nada.

Ahora estar en este nuevo cuerpo, con estas nuevas formas de pensar y actuar, eran una tortura porque sus sentimientos y emociones aún no se adaptaban y parecían nunca querer hacerlo. Era mas como estar en la vida de un extraño, atrapado, queriendo regresar a lo que era.

¿Beka? ¿Qué tienes? – preguntó Yuri acariciando los hombros del kazajo.

Solo estoy cansado, descuida no es nada – contestó levantándose de su silla y cargando al rubio repartiéndole besos en las mejillas. Este inmediatamente le abrazo con sus piernas, dándome suaves lamiditas en la mandíbula. El moreno pensó que realmente su pareja parecía un gatito... - No sabes cuanto amo que hagas eso.

Lo sé, por eso lo hago... aunque, también no sé, lo comencé a hacer por instinto, para relajarte y mimarte.

Eres realmente como un gato – sonrió suavemente el kazajo – Yuri tenemos que hacerlo. Tenemos que ir al hospital y hacer funcionar las maquinas.

Te dije que tal ve sea un em... bueno... te dije que tenía un útero.

Yuri... lo sé, pero no quiero irme por ese camino fantasioso.

Toda nuestra vida aquí es difícil de creer, es prácticamente imposible y esta sucediendo. – suspiró el rubio abrazando mas a su pareja – Ya nos dimos cuenta de que en nuestro estado de "celo" somos más fértiles que nada, hicimos el conteo de esperma, viste como reacciona mi cuerpo.

Yuri eres un hombre. Aun, aunque fuéramos fértiles, nada nos dice que es posible, es romper todo lo que sabíamos de biología básica del ser humano.

Otabek, soy un hombre que tiene este cuerpo andrógino de la noche a la mañana. Por dios, por favor solo considéralo, estoy igualmente asustado, pero necesito que tu también puedas considerar esa posibilidad de que tal vez, yo pueda estar... encinta.

Necesitamos asistir al hospital y ver... Perdón Yuri, pero eso ya es muy extremo. Y aun no estas seguro que lo que tengas dentro sea un Útero, tal vez solo estas confundiéndote.

... bien. Que todos mis estudios de medicina, sabiendo identificar diferentes partes del cuerpo, como órganos, como distintas venas, como distintos funcionamientos, se vayan a la basura solo porque no quieres confiar en mi y ver que tengo un jodido útero dentro. – comentó el rubio bajándose de el – tengo que alimentar a los animales.

Yuri... no te enojes.

Vete a la mierda.

... joder.

Yuri Plisetsky, entrada 3000:

Solo quiero decir que a primera instancia creo que Otabek es un idiota... de todas las cosas raras y maravillosas que han pasado estos meses, él no puede creer lo que le digo. Se lo que vi en ese momento cuando estuve en el hospital, se lo que es, se lo que está dentro de mí. Conozco los síntomas, estaba estudiando para ser un jodido médico por el amor de dios, por supuesto que sé de qué hablo. Y si, me parece impresionantemente estúpido pensar en esa posibilidad porque seria romper todas las reglas biológicas posibles, pero... pero... de por si nuestra mera existencia ahora en este mundo que esta comenzando a renacer, es imposible. 

¿Por qué se hace tan difícil pensar en una posibilidad imposible ahora? Yo no lo descarto, nunca lo descartare hasta saber bien que pasa. Y me gustaría que Otabek me apoyara en mis teorías como yo lo apoyo a él en las suyas... A veces creo que el apoyo que nos damos el uno al otro, solo va en una dirección.

El rubio suspiro vistiéndose. Tenia ya puesto ropa cómoda y holgada en la parte de su vientre. Se puso un abrigo blanco encima, enorme, era de chica, porque no encontraron uno masculino de su talla. Aun así, cumplía su función. Se puso un gorro negro y una bufanda que cubriera su boca por el intenso frío fuera. Puso sus botas negras y gruesas, y salió para ver a Otabek con un abrigo Marrón y con prácticamente la misma vestimenta que él.

El hospital queda a 20 minutos de aquí en el auto. Empaque un generador de luz, pero tengo entendido que el hospital cuenta con algunos de emergencia así que lo mejor será ingresar al sótano y encenderlos para el momento que queramos encender las maquinas.

¿Sótano? Estará lleno de esas cosas. – comentó el rubio algo preocupado. – No puedo moverme tan rápido como antes.

Lo sé, prometo que te protegeré y no dejare que se te acerquen. He investigado mas de esas mutaciones. Su piel no resiste el calor o la luz, aun no estoy seguro de que es. Con esto quiero decir, que no vivirán por siempre, una vez que el invierno acabe, si mis cálculos son correctos, el verano será muy fuerte. Morirán todos ellos.

Pero no estamos en verano, ni siquiera sabemos si habrá estaciones de nuevo.

Las habrá, pero el invierno es lo que perdura. La lluvia de estrellas que paso ese día, cambio completamente el ecosistema. Provocó que todo se llenara de nubes, después el invierno llego, y ha permanecido así por todos estos meses, como una era glaciar. Estar en Rusia, o lo que era Rusia, es un peligro ahora. Tenemos que buscar tierra mas templada. Cuando liberemos a los animales, ellos podrán adaptarse. Pero, nosotros no somos adaptables como ellos. Tenemos que buscar una forma de encontrar tierra mas cálida hasta que llegue el verano.

No es como si pudiéramos tomar un avión y que este nos lleve a la playa.

Lo sé, pero, es un buen inicio comenzar a planificar nuestro futuro. -suspiró el moreno – ahora, como te comenté, no son resistentes a la luz, así que, lamparas con rayos ultravioleta. Si estoy en lo correcto, esto les quemara y se alejaran, permitiéndonos entrar.

¿Y qué pasa si no?

Dejare que mis instintos tomen mi cuerpo, perdiendo mi humanidad protegiéndote. – Contestó el moreno mirándole – Así de simple.

Beka...

No es solo biológico, no es solo instintivo... eres lo que mas me importa Yuri. No dejare que nada te pase. – sonrió suavemente el moreno mostrando un suave hoyuelo en sus mejillas, acariciando la mejilla del rubio - ¿Vamos?

Vamos.

El camino fue simple, no hubo muchas cosas raras en él, solo nieve, y algunas aves que parecían solo descansar en las ramas. El rubio solo disfruto el paisaje blanco, acariciando su vientre y el moreno solo lo veía por el rabillo del ojo, viendo como el rubio protegía ese vientre mas que nada. ¿Qué pasaría si tenía razón? No, imposible, eso ya rompería todas las reglas biológicas. Imposible...

Aunque... no seria el primer macho en cargar con crías.

El caballito de mar es aquel que tiene a las crías. Es el macho quien deja caer su líquido seminal al exterior, y la de los huevos se produce según los huevos van entrando en el saco del macho. Las hembras trasplantan sus huevos con ayuda de una papila genital, en la bolsa ventral de los machos, donde pueden desarrollarse bien protegidos. Que pasa si el nuevo cuerpo de Yuri es algo parecido a eso.

Entonces, durante nuestra época de apareamiento que conocemos ahora como celo, Yuri tiene entrada a aquel saco, que en este caso seria el "útero" que Yuri asegura que tiene dentro. Mi semen insemina los huevos, entonces esto quiere decir que Yuri puede producir Óvulos. Si esto es posible, podría decirse que el semen de Yuri prácticamente es inservible para fertilizar, si no, seria mas bien como las mujeres, un liquido de éxtasis y lubricación. Y eso podría decir que los testículos de Yuri ya no guardan exactamente espermatozoides, sino más bien, allí guarda óvulos que suben al Útero en época de celo.

El moreno negó con la cabeza, era imposible, completamente imposible un cambio así en la biología humana.

Otabek, ¿Estás bien? – preguntó el rubio viendo a su pareja.

Si, perdona. Solo pensaba tonterías. – suspiró el moreno – Estamos por llegar, así que prepárate.

Esta bien.

Al llegar, el hospital estaba demasiado tranquilo. Y esto era preocupante. La ultima vez que pasaron cerca de aquí, había mutaciones, comiéndose a los pocos pacientes que había dentro. Aquellos pacientes que estaban conectados a maquinas, aquellos en un sueño eterno, o aquellos que después de una cirugía esperaban despertar, solo que nunca lo hicieron.

Ambos bajaron y entraron solo para descender al sótano.

Otabek decidió encender las lamparas y alumbrarse un poco mientras Yuri permanecía detrás de él, instintivamente ponía sus manos en su vientre, levemente hinchado, como si estuviera protegiendo a alguna cría. Y entonces lo que no querían que sucediera, sucedió. Había una especie de animal, con grandes deformaciones, ahora mirándolos. Con grandes ojos brillantes, grandes dientes y una saliva viscosa cayendo de ellos.

Otabek reacciono tirando una lampara, y tenia razón, pero una lampara no es lo mismo que un sol potente. Así que las mutaciones solo esquivaban la luz, y se acercaban lentamente a ellos. Eran 4 mutaciones, grandes, como del tamaño de un tigre aproximadamente. Uno de ellos gruño, y Yuri soltó un chillido sin pensarlo escondiéndose detrás de Otabek.

No es que no fuera valiente, no es que no supiera defenderse, sino que, ahora realmente le preocupaba golpear, dañar, lastimar, todo lo que fuera relacionado con su vientre. Y eso le sorprendía de sobremanera, sabía luchar, siempre supo como defenderse, y si, es diferente, pero sabía cómo usar un arma, sabía defenderse. Contaba ahora con un gran cuchillo de unos 30 centímetros de largo y suficientemente afilado y poderoso para traspasar la piel de aquellas cosas. Esas mutaciones de nivel 2 como les llama Otabek, son pesadas, así que se mueven lento. Podía hacerlo, podía, pero era mas el miedo que no lo dejaba actuar.

Quédate aquí – comentó el moreno bajando las escaleras hasta llegar al sótano. El rubio sintió mas miedo aun, si algo le pasaba a Otabek, estaba solo, y eso era algo que no soportaría.

¡Otabek!

No hagas nada estúpido – dijo el moreno.

Y el rubio asintió, para después ver como aquellos ojos chocolate se hacían negros y azul potente mientras gruñía, cosa que hizo que al rubio le temblaran las piernas y se quedara en su lugar. Apretó los ojos y escucho diferentes ruidos, algunos gruñidos, otros chillidos, etc. Sabia que estaba pasando, lo sabía, pero aún no podía procesar, que aquel nerd o rata de laboratorio como es Otabek, ahora estuviera como un animal salvaje acabando con esas cosas.

¡Yuri!

El rubio abrió los ojos de golpe para alzar la mirada y ver una de las mutaciones bajando por la pared mirándole. Podía ver toda esa deformidad, esos pedazos sin cabello con ampollas, ese hocico demasiado grande con dientes como cocodrilo sobresaliendo de sus mandíbulas. Podía ver esa viscosidad saliendo de llagas abiertas en la piel del animal. Esos ojos radioactivos potentes.

El primer gruñido que soltó la mutación lo despertó.

Y de golpe, sin pensarlo, sus ojos se turnaron violetas para rápidamente soltar una fuerte y profunda mordida al cuello del animal y desgarrar toda la piel arrancándola. La mutación chilló, pero el omega 0 era mucho mas rápido, noto las garras que salieron de sus manos, y comenzó a desgarrar la piel ensuciándose completamente de esa sangre en todo su abrigo, de esa viscosidad. Hasta que acabo con el animal.

Se alejo lentamente del cuerpo tomando su vientre, asegurándose que no paso nada. Sus ojos volvieron a ser esmeraldas como siempre, pero el rubio aun se encontraba algo atontado sosteniendo su cabeza. Se levanto rápidamente su abrigo, notando su abdomen, buscando con la mirada y el tacto algún rasguño, alguna muestra de golpe, pero no había nada. Al encorvarse y mantener su cuerpo bajo, su vientre permanecía seguro, y eso le alegro de sobremanera.

Yuri Plisetsky era igual de diferente como lo era Otabek, era ágil y podía proteger a lo que su instinto le decía que era un bebé, como un tigre protege a sus crías.

Yuri... - comentó el moreno acercándose – Yuri, ¿Estas bien?

Hueles horrible... - comentó el ruso mirando al moreno.

Estoy manchado en sangre, claro que huelo horrible... ¿Te lastimo?

No, estoy bien. Solo prendamos el generador.

El moreno asintió.

La verdad, ninguno de los dos quería hablar de lo que acaba de pasar. No era como si no creyeran lo que pasó, sino, que realmente no quieren hablar de como se convierten en animales de esa forma.

El kazajo encontró un generador y al encenderlo al fin pudieron ver luz en el sótano, y ver toda esa sangre negra viscosa, era jodidamente horrible, así que el moreno, para evitar que el rubio siguiera viendo ese paisaje de muerte, lo cargo en sus brazos y subió las escaleras para llegar a la parte de recepción del hospital. En donde ambos, ahora ya de la mano, y con ayuda de lo que recordaba el rubio, buscaban la sala de maternidad. Esperando encontrar un ultrasonido y por fin ver que era lo que estaba dentro del ruso.

Pero, sus planes cambiaron de golpe cuando algo apareció a la mitad del pasillo que ellos estaban a punto de recorrer.

El rubio gruño y el moreno cayo en sus rodillas.

Una persona se arrastraba por el pasillo, tenia la ropa rota y desgastada, estaba sucio, muy sucio, y estaba sudoroso y jadeante. Tenia el cabello negro, y ojos cafés acompañados de unos lentes. Se encontraba flaco, no había comido bien, pero eso no era lo importante ahora. Soltó un chillido que hizo enojar al rubio y al moreno lo hizo querer acercarse.

Si te mueves de donde estas Otabek te castro, lo juro. – gruño el rubio poniéndose enfrente del moreno.

Tsk... huele... tan... bien... - dijo el moreno cubriendo su nariz.

¡¿Quién eres?! – grito el rubio acercándose lentamente cubriendo su nariz, odiaba completamente el olor que sacaba el sujeto. ¿Cómo se atrevía a estar allí llamando con ese chillido a su Beka? ¿Cómo se atrevía a atraerlo con su inmundo aroma? Se encontraba furioso, pero su furia paro cuando la persona emitió un sonido.

Tasuketekudasai...

El rubio se detuvo de golpe mirando al sujeto que estaba a unos 3 metros de él. Ese idioma lo había escuchado antes, ¿Dónde lo escucho? Oh si, en los animes que solía ver en momentos de ocio... ¿japonés? ¿Eso era japonés?

¿Qué? ¿Qué diablos dijiste? Joder... es extranjero. Otabek es extranjero. – dijo el rubio volteando a ver el moreno que cubría su nariz.

Pregúntale algo en inglés, es el idioma universal, tal vez lo sepa. - comentó el moreno. 

Am... ¿English? ¿Do you speak English?

Tasuketekudasai... Anata wa watashi ni shitagatte imasu... - dijo el japonés, parecía estar sufriendo, la fiebre, el atontamiento, el celo. El rubio sabía cómo se sentía y le dio lastima, pero no dejaría que se acercara a su alfa 0.

No tengo idea que dices... - suspiró el rubio acercándose para ayudarlo, pero se detuvo cuando la persona hablo de nuevo.

He... is... following me... Help me...

Joder... - entonces el ruso sintió miedo - ¿Quién te está siguiendo? ¿De que hablas?

¡Yuri aléjate!

Grito el moreno tomando al rubio poniéndolo detrás.

Y entonces lo vieron, un humano, con vestimenta militar, con dos armas a cada lado portadas en un cinturón especial, caminaba hacia la persona en el suelo. Tenia el cabello plateado y algo largo, tenia unos ojos negros y azul potente mirando al japonés. El de vestimenta militar se inclinó, posicionándose encima del chico en el suelo y lo olió, metiendo su rostro en el hueco del cuello y hombro del japonés, aspirando su aroma.

El olor a celo lo hizo lamerle el cuello y comenzar a deslizar sus manos por debajo de la ropa del japonés.

El de lentes chilló temblando dejando que lo hiciera, pero con mucho miedo, encogiéndose.

El peliplata soltó un gruñido, y como si fuera una orden, el japonés alzo las caderas pegándolas con el bulto sobresaliente del militar. Este último, soltó una sonrisa de satisfacción rompiendo la camiseta del japonés.

¡Déjalo! – grito el moreno.

Pero el peliplata solo alzo su mirada soltando un gruñido y cargando al japonés metiéndose en una habitación.

Tengo que ayudarlo. – dijo el moreno a punto de correr, pero lo detuvo un brazo que lo sostenía.

¡Otabek! ¿No lo viste? Tiene un arma, y es como tú... no puedes hacer nada ahora. Lo lamento, pero no dejare que vayas y recibas un disparo solo para proteger a ese omega en celo.

Yuri...

No me dejes solo...

Y Otabek Altin comprendió en ese momento soltando algunas lágrimas mirando los ojos esmeraldas que le veían con preocupación. Que no importa cuanto lo quisiera, lo deseara. El mundo que conocía anteriormente ya no existía.

El rubio jalo al moreno a una habitación encerrándose allí con él, sentados en el suelo, se subió a las piernas del moreno cubriendo sus oídos de lo que inminentemente pasaría.

Y pasó, un sinfín de gemidos y gruñidos se escuchaban, y tanto el rubio como el moreno, sentían una enorme impotencia, de no poder hacer nada, por aquella persona que les pidió ayuda unos momentos antes.

El mundo se había vuelto cruel, tan cruel, de la noche a la mañana.





¡Hola!

Como había mencionado ya meses antes, al fin regrese para traerles esta historia. Sera una historia corta y fumada como pueden ver. Pero es mi punto de vista de como creo que inicio el omegaverse, espero les guste nwn. 

¡Saludos a todos! 

Lenzz Fuera :3  

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