¿Hello?







Otabek Altin, entrada 8099:

Hoy encontré un reproductor de música nuevo. 
El portador tenía un gusto más moderno que el viejo que tenía. 
Me gusto escuchar un ritmo más moderno.

Se lo puse a Yuri por diversión y este sonrió. El cuerpo de Yuri está bien dentro de lo que cabe. Incluso cuando su cuerpo evolucionó para ser más fuerte y poder soportar un embarazo, aun así, su cuerpo sigue siendo experimental.

¿A qué me refiero con experimental?

Bueno, las primeras cosas siempre son experimentales.

Como cuando el humano creo esas razas de perro pequeñas, que parecen peluches y que puedes meter en una taza de té. La raza de estas criaturas se popularizó, y se vendieron demasiado, pero, aquellos perros no duraban mucho. Sufrían de cosas o enfermedades, eran frágiles y dejaban de ser lindos para sus dueños, eran más un accesorio.

Yuri parece sano como aquellos pequeños perros, pero tengo miedo de que la naturaleza de este nuevo mundo quiera usar a mi Yuri de manera experimental. 
Buscando saber, si la raza humana sobrevivirá a este ambiente o no.

Hoy al mismo tiempo, es el día de soltar a todos los animales del arca.

Espero logren sobrevivir y poblar diferentes regiones. Tengo el deseo de ello, pero realmente con este invernal paisaje, y con la noche jodidamente fría, no tengo muchas esperanzas. No soy pesimista, pero realmente no sé si ser optimista valga ahora.

Dejaré el arca abierta, de par en par, para aquellos que quieran regresar y refugiarse por las noches. Pero de ahora en adelante, es ellos y sus compañeros de especie, como yo soy con Yuri y los demás.

Otra cosa que he pensado hoy es, que realmente no he podido salir a observar las estrellas. Me pregunto si aún se ven como las recuerdo.

Puntos brillantes e inalcanzables para mí en el cielo nocturno. Realmente quiero ver las estrellas. Espero que en el viaje que haremos las vea.

Esta muy cerca el momento de partir, Víctor preparó el camión blindado.

Al igual que tuvimos que viajar él y yo a tomar cosas del hospital para poder asistir a nuestros omegas en caso ofrecido. Tenemos que llegar a la base aérea, llegar a una radio y tratar de transmitir señal. Con la tecnología que teníamos, antes de la lluvia de estrellas, podemos conectar con los satélites si aún estos existen, y enviar una señal que esperamos sea lo más larga posible para al menos alcanzar otros países.

Porque alguien, en algún lugar, tiene que existir y decirnos que no somos los únicos.

¿Por qué no somos los únicos, cierto?





El moreno dejó sus notas de lado y mientras su pareja Yuri Plisetsky dormía, escuchó un chillido. Algo alterado salió de la habitación y vio a Yuuri sosteniendo su vientre. El moreno sudo la gota gorda, Viktor había ido a cazar así que solo era él cuidándolos a ambos.

Sintió un miedo recorriendo su espalda, porque sabía que, si su olor quedaba impregnado en la ropa de Yuuri, tendría a Viktor encima de él queriendo asesinarlo. Pero, este es un caso aparte, necesitaba ayudar a Yuuri.

¿Qué pasa? ¿Qué te duele? - dijo alterado, ayudándolo a sentarse.

Solo son como... contracciones. – dijo él, brindándole una muy tenue sonrisa para después volver su rostro a una angustia total – No creo que lo logre Otabek. No sé qué pasa, mi cuerpo está sano.

Es Viktor.

¿Qué?

Bueno, los he revisado a ambos, a ti y a mi Yuri, y ambos tienen salud buena, perfecta. Comen lo mismo y en la misma cantidad, beben la misma cantidad de agua y duermen y descansan lo mismo. El único factor diferente es que yo siempre estoy con Yuri. Duermo con él, y trato de transmitirle calor y cariño. Viktor duerme en una cama individual, y pocas veces los he visto juntos... tú sabes... juntos.

Lo que me dices es imposible...

El problema es ese, según mi investigación, creo que el omega necesita mucho al alfa durante su etapa de embarazo. Esa conexión de la que hablamos influye mucho, es como, no sé, una conexión tan potente que el rechazo de Viktor hacia a ti, te esta afectando, no solo a tu cuerpo sino a tu bebé. Necesitas la protección de Viktor, sentirte seguro... Una conexión fuerte, trae un bebé fuerte. Oh al menos eso creo hasta ahora.

No puedo obligarlo a estar detrás de mi todo el tiempo.

No todo el tiempo, hablo de una conexión mas seria entre ustedes.

Es inútil.

No lo es... yo creo que. Puedes llamarlo.

¿Llamarlo? No tenemos celulares Otabek.

No, no. "El llamado" ... Un omega puede emitir un pequeño sonido, como un chillido, algo único de él, al que el alfa responde, y va con él. Yuri lo hace cada vez que me alejo mucho. Es algo que me llega de golpe y me da ganas de regresar... Algo así podrías intentar.

No lo sé... ¿Un chillido?

Creo...

Yuuri Katsuki suspiró acariciándose el vientre, la cosa era que entendía el punto del moreno, pero Viktor tuvo una familia a la que amaba más que nada.

Es difícil simplemente después de meses decir, "Olvide todos esos sentimientos y ahora quiero comenzar de nuevo" a veces se vuelve imposible.

"A veces no podemos superar el amor que sentimos, porque a veces se vuelve más fuerte que uno mismo" pensó el japonés mirando a la puerta del refugio, su caso estaba perdido.

Sabía que, si esto seguía así, perdería a su bebé, pero tal vez, en el proceso, se perdería a él mismo también, y no sabía que era lo peor de ello.

No quiero obligarlo a nada. – comentó Katsuki – Yo... no quiero ser la persona a la que él tenga que querer y amar a la fuerza.

No creo que te ame a la fuerza, siento que ya lo hace, pero sus memorias le impiden avanzar. Es como si él mismo se pusiera un bloque entre tú y él, evitando que sus sentimientos se agranden, aunque ya lo hacen, queriendo respetar la memoria de su esposa.

Parecía que esas palabras le habían pintado el rostro de rojo al japonés, ya que ese era el color que su piel se tornó. Parecía que no solo era Viktor reteniendo sus sentimientos, sino, el japonés reprimiéndolos para no ser una carga. El kazajo encontró adorable ese rostro, y con una sonrisa le acaricio la cabellera al nipón.

¿T-tú crees?

Si, lo creo.

Y de pronto un ruido seco.

Allí estaba Viktor Nikiforov, mirando al kazajo con cara de pocos amigos, dejando caer la hielera con trozos de carne dentro de ella.

Amos alfas se miraron y aunque el kazajo trato de mantener compostura, no pudo evitar ponerse a la defensiva cuando los ojos del ruso se tornaron negros con azul.

Gruñidos y acercamientos delicados, medidos, mientras una batalla de miradas se desataba en la sala del refugio. Al parecer esta había sido la gota que derramó el vaso para Nikiforov, que tocaran a Yuuri Katsuki era ya digno de muerte, y aunque su mente humana no comprendía porque, su instinto de alfa le obligaba a querer asesinar a Otabek Altin.

Entonces se escuchó una especie de chillido, que el moreno no comprendió, pero por la reacción que tuvo el ruso, al dejar a Otabek de lado y caer de rodillas abrazando al japonés, supo que su omega demandaba la atención de su alfa.

Viktor, te necesito, por favor, es tiempo de que estés junto a mí... Quiero que sepas que nunca en mi vida, querré estar arriba de tu esposa, la respeto. Nunca en mi vida, te pediré que te quites ese anillo, nunca en mi vida, este bebé que tenemos remplazará a tus bellos hijos. Nunca en mi vida dejaré que los olvides. – el japonés comenzó a derramar lagrimas por sus mejillas – pero en esta triste vida, te pido, te imploro, por favor, ven a mi lado ya, te necesito para sobrevivir. Y si me lo permites, trataré con mi vida en hacerte el hombre mas feliz en este mundo post apocalíptico que vivimos.

... Yuuri.

Ninguno de los dos dijo nada más. El ruso cargo en sus brazos al japonés, pegando su rostro al pequeño espacio en el cuello del nipón, hundiendo su rostro. De pronto, la mueca de dolor que el japonés portaba despareció, y por un momento Altin pudo ver como se relajaba la expresión de ambos.

Era momento de crecer y comenzar a vivir en este nuevo mundo.

Está todo listo para partir. - comentó Viktor, rompiendo el silencio mirando al kazajo.

Nos iremos mañana en la mañana. – respondió el moreno caminando a su habitación

Bien.

Y ambos se retiraron a sus respectivas habitaciones con sus parejas. Seria un día largo mañana.

Día no tan mierda #1

Ha pasado dos días desde esa noche apasionada que tuve en ChinaTown.

El nombre de aquel chico que encontré es Guang Hong Ji. Al parecer cuando ocurrió la cosa que nos destruyó a casi todos, él estaba de visita con sus familiares ayudando en el negocio. El trabajaba en Inglaterra y allí tenía su casa y a su perro, era soltero, pero me comentó que sus únicas parejas siempre fueron hombres.

Le comenté que yo antes era un futbolista y me reconoció de inmediato, no era fanático, pero era imposible no escuchar como siempre mencionaban mi nombre en un partido de fútbol. 

Después de esa noche que tuvimos, prácticamente ambos estábamos avergonzados de lo sucedido, pero por alguna razón, algo de lo que pasó ese día, nos hizo unirnos más. 

Traje a Guang a mi guarida, en realidad era una base militar. Mi padre solía servir allí, así que la cantidad de armas que había allí era innumerable. 

También tengo una radio, pero no sé cómo lograr un largo alcance. Así que solo espero que en algún momento pueda captar algo.
Realmente no tengo un plan, solo sé que tal vez, yendo hacia México o más abajo, podríamos tener un mejor clima del que estamos viviendo ahora. Y, para empezar, será lo mejor que podríamos hacer.

El latino dejó de lado su diario de notas y miró al chino que se encontraba cocinando unos pedazos de carne. Cuando sus miradas se cruzaron, ambos se sonrieron y acabaron por besarse suavemente.

Leo, Está haciendo más frio ¿No crees? El sol dura menos.

Lo sé, es por eso por lo que tengo la idea de ir a México. Puede que haya un mejor clima allá.

Oh peor.

Si, pero, al menos tenemos que averiguar. Solo quedarnos aquí puede ser un error, creo que tenemos que movernos.

El chino dudo por unos segundos, pero después de ver el brillo en los ojos del latino, no pudo evitar aceptar la propuesta. Tal vez era una sentencia de muerte, pero si no lo intentaban, entonces nunca sabrían.

Entonces definitivamente tenemos que ir.

Si, pero primero, disfrutemos la comida, y dejemos todo listo para empezar a planificar todo bien desde mañana.

Bien, suena como un buen plan... pero Leo.

¿Qué pasa?

Últimamente, he pensado que es raro que llamemos, Nueva York, México, etc... a lugares que ni siquiera sabemos si siguen existiendo, ¿Me entiendes? Perdieron a la gente que nombro esos lugares así. Creo que ahora solo es el mundo y ya.

Supongo... pero aún me quiero aferrar a las cosas que me hacen sentir bien viviendo aquí. Quiero pensar que aun puedo sentir lo rutinario como parte e mi vida.

Lo entiendo... ¿Crees que haya alguien más?

Eso espero Guang... eso espero...



Mi madre, cuando era pequeño, solía contarme una historia sobre el invierno.

Me decía que había una mujer que viajaba en los copos de nieve y que jugaba con los niños. Los ayudaba a crecer, les enseñaba diferentes valores, y les daba siempre un tierno beso en la mejilla antes de dormir. Me dijo entonces, que cuando el sol se ponía, ella tenía que partir, porque los copos de nieve no duran toda la vida.

Mi madre trataba de explicarme la muerte de una forma sutil y metafórica de niño. Pero nunca lo comprendí hasta ahora.

La raza humana era tan frágil como un copo de nieve entrando en el verano y apenas fui capaz de verlo. Ahora, lo que somos, este pequeño grupo que viaja a una base militar, somos los únicos sobrevivientes buscando a más personas para no sentirse solos.

Me pongo a pensar, que en realidad lamento haberme perdido muchas cosas de mi vida, simplemente por el miedo de que realmente no significara nada.

Ahora, viéndolo en retrospectiva, cada mínima cosa, incluso el simple hecho de que hubiera comprado cierto libro de cierta librería en algún lugar de mi ciudad, me doy cuenta de que ahora, tiene un significado enorme en la historia.

Pero les juro que en ese preciso momento no lo había visto, ni sentido, ni advertido en un futuro.

Ahora, soy junto a este mínimo grupo de personas, la única esperanza que queda sobre la vida humana en la tierra. Y eso me tiene de nervios. Se necesita un gran control de emociones y una serenidad increíble para poder afrontar todo esto, pero mi mente sigue divagando, pensando en el pasado, viendo que no hay cabida para el futuro.

Que puedo decir, soy humano y siento daño de todo lo que paso, pero realmente ahora no se me permite quejarme o expresar mis miedos, porque todos sienten lo mismo y no quiero que entremos en una histeria colectiva que nos acabará a todos.

Me pongo a pensar, que la vida que alguna vez odié, ahora, la cambiaría por todo.



El moreno siguió mirando a la ventana, viendo ese paisaje invernal mientras el ruso peliplata manejaba, y ambos omegas dormían en los asientos traseros.

No tardo mucho hasta que el peliplata comenzó a bajar la velocidad y el kazajo notó a lo lejos una base militar. Esa era su única salida a la incertidumbre de estar solos, y tuvo que dejar atrás su refugio para tenerla, dejó atrás a sus animales que liberó, esperando que estuvieran bien, dejó atrás muchas cosas, solo con la esperanza de que esto funcionará.

El peliplata con ayuda del kazajo, introdujeron el vehículo dentro de la base, y sin querer despertar a sus omegas, primero los dejaron a salvo en el camión blindado cerrado y ellos bajaron en busca de anomalías.

Ver cuerpos a medio comer y en descomposición total, esqueletos con apenas carne, o simplemente ropas sin cuerpo dentro, les daba una señal de que habían pasado mutantes por aquí, pero que al parecer se habían ido.

Siguieron en su búsqueda, hasta que encontraron una central y pudieron activar la radio. Tomó horas y horas, cuando ya era noche, que pudieron encender completamente su plan y lanzar un mensaje.

Fue el kazajo quien tuvo el honor.

"Hola, mi nombre es Otabek Altin y me encuentro en Moscú, Rusia. Estoy acompañado de tres personas mas y somos sobrevivientes a la catástrofe que sucedió aquella noche. Este mensaje se emite a diferentes áreas, esperamos que te alcance a ti. Así que a cualquiera que lo escuche, quiero decirte que no estás solo, no estamos solos, estamos aquí, y queremos llegar a ti. Por favor, si alguien está escuchando esto, no estás solo, intenta hacer contacto con nosotros usando este canal. Ayudémonos entre nosotros..."

El mensaje se repetía una y otra ve cada tanto, esperando, poder contactar a alguien.

La primera hora no hubo nada.

La segunda, los omegas se unieron a la espera.

La tercera solo el viento soplaba por fuera, mientras los sobrevivientes armaban un campamento dentro de la instalación cubriéndose el frío.

La cuarta pasó y la desesperación se hacía inminente.

La quinta casi les arranca el alma.

En la sexta sintieron todo perdido.

Pero, en el primer minuto de la séptima.

¿Hola? ... ¿Hola? ¿Hay alguien allí? ¿Otabek?

El moreno saltó de golpe tomando la radio. Escuchar una voz, el otro lado de la radio, hizo su corazón palpitar como nada en el mundo, la adrenalina se le disparo, y tenia ganas de llorar de alegría.

¡Si! ¡Si! Aquí estoy, ¿Quién eres?

Mi nombre es Seung, estoy con un grupo de sobrevivientes de diferentes partes. Nos encontramos en Ucrania, o lo que solía ser Ucrania, escuchamos tú mensaje, no están solos.

Por primera vez, escuchar la voz de un extraño, se había sentido como una caricia divina en el alma.  



¡Hola!

Solo a mi se me ocurre publicar hoy :v Pero ya tenia este borrador, y no quería atrasarlo mas. 

Espero lo disfruten, hoy no tengo cosas que decir haha. 

¡Saludos!

Lenzz Fuera :3 

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