[N/A: welcome to my Land - Hiroyuki Sawano]

—¿Qué estás esperando? Solo debes absorber el chakra o simplemente ingierelo.

—¿¡Qué!?–

—Vamos chico no es difícil.

—M- mi cabeza... ¿Dónde estoy?–

Sus ojos se nublaron ante un abismo negro que parecía infinito. Bajó la mirada notando como parte de sus piernas se hallaban sumergidos en un río de sangre.

La curiosidad le hizo ir hacia adelante al notar como poco a poco unas figuras humanoides surgían de ese río escarlata.
Con una sensación de tener una soga en la garganta continuó su marcha evitando mirar atrás ya que unos débiles susurros clamaban por su nombre.

Hizo lo necesario para mantener la compostura y no ceder ante el miedo. Más y más figuras comenzaron a alzarse sobre aquella agua y los clamores por su nombre se hacían mucho más persistentes.

Con ambas manos se cubrió la boca y nariz, un muy asqueroso y desagradable olor a putrefacción tan fuerte que buscaban hacerlo caer, más sin embargo se mantuvo firme a no ceder y siguió ahora un rastro proveniente de aquellas figuras.

No sabía si era el olor que le hacía una jugarreta de muy mal gusto a su cerebro como para ir viendo rostros en esas figuras.
Vestían los uniformes de Harvford y de la AGSEPO de los cuales algunos se le hacían muy conocidos.

Tras avanzar un poco más aquellas figuras se reconocían como cuerpos... Cuerpos muertos en estado de putrefacción donde los huesos se notaban, gusanos anidaban y las moscas volaban entre esos cadáveres.

Una gran pila de cadáveres específicamente huesos le dieron el trayecto final, un gran camino dónde unos ojos sangre le esperaban al final.

Trató de respirar de la menor manera ante la muchedumbre del fuerte olor y armado de valor siguió hasta el final.

—Yutaiji...

Le fue difícil ignorar esas voces ya que cada vez se le hacían más familiares...

—Adelante chico, más cerca.

Sus pupilas se achicaron violentamente al notar quien era el cadáver frente a él...

—¡Maki!–

A toda prisa llegó hasta su superior quien prácticamente ya estaba muerta...

—¡Toge!–

Su más cercano amigo, igualmente estaba demacrado...

—Aquí hay alguien que te espera.

—No... No... ¡Rikka!–

Llegó hasta su novia, que a pesar de tener una enorme hemorragia en su abdomen aún se mantenía con vida.
La recogió y la envolvió en sus brazos...

—Rikka... Rikka...

Se arrancó ambas mangas de su chaqueta gakuran para hacer un vendaje improvisado con el propósito de contener la hemorragia.

—No tiene caso que lo intentes chico, ellos no son los indicados para vivir en mi mundo– Dijo de forma burlona aquella voz que no tenía pinta de tener propietario. —¿Cuál es tu nombre?–

—Rikka porfavor resiste...

—Yuu...

Ella como el resto de sus seres queridos fueron reducidos a un picadillo de carne al momento en que parpadeó.

—¿Eh?–

Alzo la vista ante la pila de cadáveres semejantes a un trono, donde más llamaban la atención un par de mujeres de cabello blanco y de caballo café, así como un par de chicas una de cabello corto café y una de tonalidad rosada. Aquel ser solo se ahogaba en sus carcajadas de ver el rostro de Yutaiji que seguía procesando todo y se negaba a creer que ellos murieron...

—Los débiles son aquellos que derraman una lágrima por seres insignificantes y patéticos ¿Te describes como uno de ellos?–

—¡Miserable!–

Ni dio un paso cuando su par de brazos fueron cortados y la multitud de cadáveres lo derribaron.

—¿Te atreves a insultarme de esa manera esclavo? Bien entonces part...

Ni bien terminó la palabra una figura se fue formando en ese río ensangrentado seguido de otras 10 más. Había de todo tipo de tamaños, pequeños medianos y grandes. La figura que parecía encabezar a las demás comenzó a avanzar y cada paso que daba la sangre fue escurriendo de su silueta.

[N/A: Versus - Hiroyuki Sawano]

—No toques...

Tras unos ademanes una serie de múltiples distorsiones multicolores que flotaban a su alrededor aparecieron, que mostraban una parte de una basta cantidad de armas  de todo tipo (blancas, arrojadizas, proyección, fuego, propulsión, explosivas, incendiarias, químicas, biológicas y nucleares) sobrecargadas con chakra.

Algunas de las figuras avanzaron a paso apresurado revelándose como la dupla Shadow, Jumper y Scream que se unieron a la niña.

—¡A MI YUU!–

Todas esas armas terminadas las palabras de su propietaria salieron disparadas igual a las balas a toda velocidad junto a los Shikis hacia el ser.

La niña fue hacia Yutaiji a quien apartó de todos los cadáveres. —Yuu ¿Estás bien?–

—¡Ri- rikka!– Exclamó todo asustado de verla nuevamente y más con su apariencia de niña de hace 7 años.

—¡MALDITA!–

La lluvia de armas chocaba contra una serie de múltiples cortes invisibles, a una distancia en la que la figura podía recuperarse después de haber sido reducido a carne molida.

Logró sanar sus heridas y volver a su estado anterior con la diferencia de lo furioso que estaba.

Los cadáveres formaron una legión y se unieron a la lucha entre su amo y Rikairi.

—Necesito abrir más puertas.

Rikairi hizo aparecer más distorsiones donde dejó salir más armas bombardeando a todo lo que se le cruzara en su camino.

Con los cortes invisibles los Shikigamis caían a pedazos, pero inmediatamente se recuperaban y continuaban avanzando cada segundo hacia aquel ser.

Mientras ésto ocurría la pequeña niña le plantó un beso en los labios al joven quien segundos después recuperó sus brazos.

—¿Te sientes mejor?– Preguntó de la forma más tierna posible la hermosa niña de cabello ébano.

—S-si.

Detrás de la ente apareció un gran portal acompañado de otro arriba de él.

—Veamos si puedes con los contenidos de mi bóveda.

Con un ademán Rikairi dejó salir un tanque y un helicóptero de combate causando una explosión tan poderosa obligándola a abrir otro portal frente a ella que absorbió todo el fuego y la explosion redirigiendolo a la explosion principal.

Con un semblante serio desapareció los portales y todo en general, esperó a que el humo se disipara viendo nuevamente a la ente quien estaba intacta o eso parecía ser. Ante los incesantes ataques uno de sus brazos poseía una quemadura que no podía sanarse.

—¡MALDITA MOCOSA!–

En un instante apareció frente a ella, en ese pequeño lapso empujó a Yutaiji antes de ser descuartizada por los cortes invisibles.

—¡Ri- rikairi!–

Salió del río de sangre para ser sujetado por el cuello por la ente.

—¡Maldito mocoso! ¿¡Quien es esa mocosa!?–

Su cabeza fue degollada por un enorme brazo monstruoso...

Yutaiji que tenía los sentimientos y sensaciones al límite veía que de los restos de carne de Rikairi una mano enorme y horrible había surgido junto con otra más que arrancó a Yutaiji.

—¡TE DIJE QUE NO LO TOQUES!– Exclamó una voz sumame espeluznante pero con un toque femenino.

Lentamente fue surgiendo una enorme, musculosa y monstruosa criatura de grandes mandíbulas, sin ojos y con una sonrisa macabra.

Yutaiji estaba en una de sus manos siendo acariciado por su pulgar. —Yuu ¿Estás bien?–

—¿Ri- rikka eres tú?–

La criatura le dió como pudo un beso en su cabeza palideciendo a Yutaiji. —Si mi querido Yuu.

En el rostro de la ente se le remarcaba las venas, jamas en su vida se había encontrado a alguien tan poderoso como el y mucho menos que lo humillara.

—¡Basta de tonterías; Expansión de dominio!–

—¡ROARRRR!– Rikairi se disolvió.

Una barrera proveniente de la ente tonalidad roja con negro chocó contra otra barrera de tonalidad blanco con negro...

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—¡BUAAGGG!–

—¡ZEN'IN!–

Yutaiji comenzó a vomitar cayendo de rodillas, no pudo aguantar más y soltó el dedo amputado previamente agarrado.

El y Makimari estaban en la AGSEPO en el Departamento de Cazadores.

El reloj marcaba a las 2 de la madrugada con 43 minutos...

"Previamente estaban en la hamburguesería cuando Yutaiji cayó inconsciente al tocar ese dedo. Transcurridos unos cuantos minutos de eso todo el perímetro se empezó a ver rodeado por demonios, algo muy extraño debido a que nunca antes en la ciudad de California hubo registros de actividad relacionada a los demonios.
Incapaz de dejar a los civiles y con Yutaiji en ese estado lo que tuvo que hacer fue poner bajo un genjutsu a todos los presentes y desapareció el local hasta un bosque cercano.
En lo que sus Cazadores llegaban para controlar la situación se llevó al Zen'in a la Agencia y en su Departamento. Con esa preocupación fuera se encargó de los asuntos de los demonios y regresó el local a donde estaba antes, debía hacer su trabajo lo más cauteloso posible.
Nuevamente en la Agencia, Yutaiji descansaba en una cama en lo que despertaba que concluyó en lo narrado en el principio"

Makimari estaba a su lado junto con Hangi, ambas le ayudaron a levantarse. La pelirroja le limpiaba su boca con un pedazo de papel higiénico y le daba a beber agua mientras la castaña con unos guantes y unas pinzas tomó la extremidad y la puso en un pequeño contenedor.

—Gra- gracias– Yutaiji se estaba recuperando de ese extraño y tétrico sueño.

—Vaya, cada vez lo irreal se vuelve más real– Dijo Hangi porque cada vez la vida aparentemente cotidiana se estaba perdiendo.

—¿Te sientes mejor?– Preguntó Makimari.

—Si, ya me siento mejor– Aunque su cabeza seguía adolorida por todo ese sueño.

—Que ocurrió Yutaiji– Preguntó Hangi.

—No lo sé... Estaba soñando sobre un tipo, tenía marcas por todo su cuerpo y...

La imagen de verlos todos muertos le hizo querer vomitar.

—Ya entiendo, descansa un poco Makimari y yo debemos hablar.

Ambas mujeres dejaron al chico quien se sentó en la cama a reflexionar sobre ese sueño ¿Quien era ese tipo? Pero lo más inquietante estaba en esa versión retorcida de Rikairi, aquella que ya había visto antes (la más reciente en el sueño que le hizo despertar su técnica basada en Shikigamis)

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En el trabajo no había horario, había solo para los policías y oficiales más no para los agentes afiliados a las tres divisiones.

En la oficina de Makimari quien estaba acompañada por Hangi junto con un montón de libros muy viejos, continuaban leyendo.

—Lo encontré.

—Que bien porque no sabía lo que estaba buscando.

La pelirroja se levantó de su asiento para irse a poner al lado de Hangi pudiendo ver una impresión de lo que parecía ser un hombre.

[N/A: Jujutsu kaisen - Hiroaki Tsutsumi]

—El es Ryomen Sukuna el propietario de este dedo.

"Según una leyenda, en la era donde lo místico y sobrenatural se encontraba en su apogeo antes de ser suplantados por la ciencia y tecnología, hace más de 10000 años, Ryomen Sukuna era un difamado hechicero humano que tras hacer un pacto con el mismísimo diablo fue brindado de un poder sin igual con el que aterrorizó al Japón feudal. 20 hechiceros dieron sus vidas para poder derrotarlo. Después de su muerte, se convirtió en un Shinigami, y su espíritu fue demasiado fuerte para que su cuerpo fuera completamente destruido. A partir de entonces sus restos, 20 dedos indestructibles que contienen su poder fragmentado, conservados y protegidos en los restos del antiguo país de Japón, atravesaron las edades como reliquias malditas, con un poder cada vez mayor"

—Y al parecer los Shikigamis de Yutaiji han encontrado uno de sus dedos– Habló Hangi observando el objeto donde guardó una de esas veinte extremidades.

—Que tienen esos dedos...

Yutaiji había entrado a la oficina, con una expresión fría esperaba respuestas.

—Zen'in lo mejor es que te vayas a dormir debes ir al colegio.

—¿Enserio? Son las tres de la madrugada.

—No tiene caso que se lo ocultemos, el involuntariamente se volvió parte de esto.

Hangi le indicó que tomara asiento cosa que él hizo al sentarse del otro lado del escritorio viendo a su par de superiores.

—Escucha Yutaiji lo que tú tuviste en tu mano y lo que te hizo desmayarte fue uno de los dedos de Ryomen Sukuna, el Shinigami más poderoso que se tiene registrado.

Demonios, Shikigamis, Shinigamis, Yakuzas y la ToMan, enserio que cada vez había más problemas en el país de  Uventyx.

—Me sorprende que sigas vivo, estos dedos albergan un inmenso poder que cualquier persona incluso los Drive Maker no hubieran soportado.

—¿Que se supone que debamos hacer?–

—Lo que debemos hacer es buscar los 19 dedos restantes e intentar destruirlos, de lo contrario ocurrirán cosas peores a las del distrito Burbank.

En su cabeza escuchaba sonidos provenientes de sus shikigamis así que los invocó.
Scream, Jumper y la dupla Shadow aparecieron en la oficina.

—¡Ay!–

Hangi dejó su libro para ir a abrazar a los Shikis quienes estaban confundidos por la actitud de la mujer.

—Estos son los famosos Shikigamis, siempre quise tener la oportunidad de verlos y abrazarlos.

Makimari y Yutaiji le veían con asombro, parecía una niña a quién le acababan de regalar una mascota.

—Soy la Capitana de la Oficina de Inteligencia e Investigación es normal que me sienta atraída por las cosas nuevas así que no me juzguen.

Jumper tuvo la oportunidad de salirse y usando su lengua atrajo un libro y un lápiz.

Black Shadow fue con el Sapo y tomó entre sus colmillos el lápiz.

Jumper despegó seis hojas las cuales alineó frente a su compañero quien parado en el escritorio empezó a escribir una gran letra en cada hoja.

—Oigan que hacen esos libros son muy importantes.

—Espera Hangi.

El lobo negro soltó el lápiz, Yutaiji se acercó para verlos.

—¿RXOOPC?– Era lo que deducían las dos Capitanas al leer las hojas.

—Esperen hay algo aquí.

Sus Shikis querían comunicarle algo así que comenzó a reordenar las hojas.

—OXCORP.

—¿Oxcorp? ¿Qué tiene que ver con todo ésto?– Preguntó Makimari.

—Ahora que lo mencionas hace unos días Satsuri permitió a un grupo de Agentes de la CATOE servir de escoltas para un camión que venía por recursos de uno de los almacenes de Oxcorp en Burbank– Habló Hangi quien estaba al pendiente de los movimientos de la A.S.P.

—Todo esto es cada vez más intrigante– Comentó la pelirroja soltando un gran bostezo.

3 de la madrugada con 47 minutos.

Salieron de la oficina de Makimari, ningún ruido en la Agencia, ya no había nadie solo ellos tres.

—Estamos todos cansados como para poder ir a sus apartamentos a descansar, mejor busquen un lugar donde dormir– Sugirió la castaña.

El único lugar donde podrían descansar era en el área médica, ahí había camas para los tres.

Llegaron, apagaron las luces, se quitaron sus zapatos, encendieron el aire acondicionado y se cubrieron con su chaqueta/sacos.

—Mañana continuamos con ésto– Hangi dejó el pequeño contenedor donde tenía el dedo.

Los tres se durmieron pero el dedo despertó, su uña chocaba apuntando en donde descansaba Yutaiji.

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