Turista

Yutaiji veía a través de las ventanas polarizadas del Uber los edificios como todo un niño, Makimari descansaba escuchando la radio del auto, el mix de música era muy relajante.

La ciudad era impresionante, los árboles eran algo de lo más común en toda la ciudad.

El vehículo iba reduciendo la velocidad para cambiarse de carril así llegando a su destino. Los hermanos bajaron con Yutaiji cargando las maletas.

—Gracias Yuyu.

—Este lugar es enorme, si tuviera mi paga te ayudaría pagando esto.

—Está bien no te preocupes.

Entraron al hotel y fueron a recepción. La pelirroja se encargó del trámite muy rápidamente pero el muchacho encargado comenzó a sacarle plática.

—Digamos que me ascenderán a Sub gerente, no sé si quieras venir a celebrarlo conmigo y mis amigos en una fiesta– Dijo muy coquetamente el hombre.

—Oye amigo tuve un largo viaje, mi hermano y yo solo queremos descansar solo danos la llave si no quieres que te arreste– Le mostró su placa de la AGSEPO.

—Di- discúlpeme por eso aquí está su llave ¡Y porfavor no me meta a la cárcel mi mamá me matará!–

—Está bien– Tomó su llave. —Vámonos Yutaiji.

El le siguió, ella comenzó a reír, si que podía ser muy cruel.

—¿Cual es nuestra habitación?–

—El 10– Entraron al elevador.

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Las puertas del elevador se abrieron dejando salir a la dupla frente a un gran grupo de gente esperando.

—Buenos días– Ella saludó y salió del elevador seguido por él.

Entraron a su apartamento el cual estaba llena de lujos, el dinero no era obstáculo tras tener un largo historial en la agencia.

—Vaya esto si es mucho...

—¿Que tiene? Creo que es el momento donde podré darte lo que no te di antes.

Le ayudó con las maletas así los dos exploraron el enorme lugar donde se quedarían mientras resolvían sus asuntos en la ciudad.

—Yo iré a bañarme.

—Iremos, ya de ahí eres libre para salir a explorar el hotel y la ciudad, cualquier cosa me llamaras.

—¿¡Eh!?–

—Cuando eras un niño tenía la costumbre de bañarte, pero ahora que eres un adolescente no le veo el problema en que nos bañemos juntos.

—¡N-no claro que no eso sería muy vergonzoso para los dos!– Se echó para atrás cayendo con las maletas que Makimari había dejado en el suelo.

—Porfavor soy tu hermana no sentiría vergüenza si me vieras desnuda.

Tomó las maletas y las llevó a la única recamara que había dejándolas en la cama. Tras su regreso la pelirroja le ayudó a levantarse tomándole de la mano y se lo llevó a lo antes mencionado.

Ambos estaban en el baño. —Adelante quítate la ropa.

—¿Mínimo me puedo bañar con el bóxer?–

—Yutaiji hazle caso a tu hermana.

El suspiró y empezó a desabrochar los botones de su chaqueta gakuran, igualmente lo hizo con la camisa de mangas largas que traía, se quitó la corbata y por último una playera negra debajo. Se desabrochó el cinturón y dejó caer su pantalón.

Makimari estaba muy asombrada del gigantesco bulto que tenía cubierto por la prenda. —Adelante.

Yutaiji se bajó el bóxer pero le dio la espalda, mejor que le viera el trasero.

De igual manera ella estaba sorprendida por los grandes glúteos redondos y firmes que tenía, así avanzó hasta llegar a las persianas donde se cubrió.

Fue el turno de ella para quitarse la ropa. Desabrochó su camisa blanca de mangas largas llevándose consigo su corbata, hizo lo mismo con su pantalón y lo dejó caer al suelo. Puso ambas manos para desabrochar su brassier que dejó caer al suelo.

—Ga- gah...

Sus pechos no eran enormes pero eran lo suficientemente grandes para usar rozando la copa D. Su cintura era delgada y de vientre plano con leves abdominales que se podían apreciar, sus caderas curvilíneas resaltaban mucho, sus gruesas piernas que hacían juego con sus redondos e imponentes glúteos firmes. Ella cumplía con los requisitos de un cuerpo gourmet, un gran lujo que todos quisieran comer.

Se agachó un poco para poder retirar su tanga dejando a la vista de Yutaiji su intimidad. Sus labios eran de color rosado fuerte con un corte en forma de un pequeño triángulo.

—Hay que bañarnos– Habló de lo más tranquila cumpliendo con lo dicho, no estaba avergonzada de estar desnuda para el.

Abrió la persiana con Yutaiji intentando inútilmente cubrirse más ella le apartó. —No te sientas avergonzado.

Veía las cicatrices que yacían ahí esparcidas por su piel, su imponente espalda, sus pechos tan marcados, sus abdominales tan detallados, sus brazos venosos que lo conectaban a sus bíceps y tríceps espectaculares, piernas gruesas sin olvidar su otra pierna en medio de ellas.

Abrió la toma de agua para que la tina se llenara dejando caer las sales para su baño, terminado esperó sentada en la orilla mientras veía fijamente de pies a cabeza al pelinegro que decidió bañarse con la regadera.

Ya llena se metió a la tina dejándose consumir en su totalidad por el agua mojando ese semi largo cabello sedoso escarlata y todo su cuerpo que denotaba suavidad, su piel de tonalidad morena clara no contaba con alguna imperfección.
Su anatomía como semi madura no dejaba nada que desear; proporcionada equitativamente.

Permanecía con los ojos cerrados evitando mirar nuevamente a su hermana por respeto.

—Te dije que bañarnos juntos sería divertido Yuyu.

—Si me lo estoy pasando estupendo– Tenía los ojos cubiertos con espuma, intentaba encontrar la toma de la regadera.

Salió de la tina para ayudarlo con eso.

Makimari le enjuago y acomodó su cabellera azabache mojada admirando lo hermoso que era su hermano.

[N/A: Pues sabemos del porqué Rikka es bien Simp]

Yutaiji estaba sorprendido de tenerla en el frente, sentía sus pezones frotándose con su pecho. Su entrepierna le traicionó de la forma más descarada cuando se despertó y se levantó.

—O vaya– La pelirroja estaba sorprendida y sonrojada de tener su miembro enmedio de su intimidad frotándose con sus labios.

—Di- disculpa– Metió la mano para controlar su enorme y grueso miembro endurecido.

—N- no te preocupes no pasa nada.

Ella volvió a la tina para concluir su baño, mientras él hizo lo mismo terminando primero y salir a toda prisa cubriéndose con una toalla la cintura.

—Sabía que este era una mala idea– Estaba muy avergonzado por lo que ocurrió adentro. —Si Rikka lo supiera...

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Estaba en su habitación arreglando lo último que quedaba en su maleta. Ya estaba vestido con un short de color café y una camisa de color gris sobre su característica camisa blanca, usaba los botines Adidas Air Jordan que ella le había dado muchas semanas atrás, MS = Makimami Sakudai.

—¿Todo bien?– Llegó a su habitación, estaba usando una bata para cubrirse su cuerpo y una toalla en la cabeza.

—Si, solo arreglo todo mis cosas, no quiero quedarme con el pendiente de nada– Habló nervioso.

—Yo voy a descansar un rato y luego haré un reporte acerca de nuestra visita a la ciudad– Habló la pelirroja recargada en el marco de la puerta.

—¿Necesitarás algo? ¿Quieres que haga comida o te ayude con tu reporte?–

—No te preocupes sal y diviértete estaré bien acá, me importa mucho que des con Akane– Intentó sonar tranquila pero la sensación que el le provocó en el baño igual le tenía nerviosa. —Y evita a las mujeres porfavor no creo que a tu prometida le guste.

—Enterado– Invocó a Black y White Shadow y les dió la orden de que la cuidaran.

—Nos vemos entonces.

Salió de la habitación y del departamento en general. Caminaba por el corredor hacia el elevador pero a su lado estaban las escaleras.

Brincó el barandal para llevarse la muy mala sorpresa de que el edificio no estaba diseñado con las escaleras en forma de caracol, en vez de bajar todos los niveles a la ves, solo cayó en el nivel de abajo. Mejor buscó el elevador y lo llamó.

Llegó a recepción, estaba lleno de los hospedantes y de muchos turistas como él. Se sentía el calor de la ciudad, menos mal que su ropa era delgada.

Salió del hotel admirando a la metrópolis. Los autos de un lado a otro, hermosos paisajes naturales, mujeres en bikinis y puestos de comida casera le esperaban en su turisteo.

Paró un taxi y le pidió que simplemente le ayudara a conocer la ciudad cosa que el chófer muy amablemente aceptó.

Admiraba todo, desde los cristalinos edificios hasta las personas que se tomaban un coco y piña bien fríos bajo un tejado improvisado de hojas de palmera. Los enormes edificios que componían el centro de la ciudad le esperaban, eran sorprendentes y que le hicieron recordar los edificios en Detroit.

—Debería llamar a Rikka.

Entró en el chat de Rikairi e hizo una videollamada, tras unos segundos se concretó.

—Mi amor que tal ¿Porqué no me has respondido los mensajes o aceptado las videollamadas?–

—Hem...

Simplemente hermosa, Rikairi de rubia era un ángel y no es que denigrara lo preciosa que se veía con su cabello ébano, pero ser una rubia de ojos azules era el deseo de cualquiera.

—¿Y no me piensas responder?– Alzó la ceja la futura señorita Zen'in.

—Esque vine con mi hermana al país de Singaip para ver unos asuntos relacionados al trabajo.

—¿Hermana, tienes una?–

—Si y es mi jefa.

—¿La pelirroja?–

—Si.

—¿Pero cómo?–

—¿Recuerdas que antes cuando ibas a la librería de la abuela Tina una chica venía a recogerme?–

—No lo recuerdo pero haber cuenta.

—Ella es mi hermana adoptiva.

—¿Enserio?–

—Así es.

—Bien por tí, me alegro mucho.

—¿Y porqué pareciera que no estás feliz?–

—Esque la verdad ella no me da mucha confianza... Te abandonó.

—Yo se porqué lo hizo y lo entiendo, confío en ella.

—Si tu dices que confías en ella yo también lo haré.

Podía observar que ella estaba en su trabajo, había muchas repisas llenas de panes de diversas presentaciones detrás suyo.

—¿Y has aprendido a hacer panes?– Buscó cambiar de tema con el objetivo de evitarlo ya que no era del agrado de ella.

—Pues ahí voy, el dia de ayer mi patrona me pidió ayuda pero ya sabes no se hacer mucho en la cocina y solo logré quemar una orden– Respondió avergonzada pero con buena actitud Rikairi, nadie nacía sabiendo. —Eso no me desmotiva a querer ser un chef tan bueno como tú.

—Yo si creo que lo serás, talvez aprendas rápido a comparación mía.

Ella dejó su teléfono recargado en un objeto para atender a la clientela. Podía escuchar como todos le decían cumplidos, piropos y le daban halagos al ser "una cara bonita"

—¿Entonces eres la cara bonita?–

—Esa es la razón del porqué ésta panadería se volvió tan popular– Río porque sí, ella era muy hermosa algo que su jefa explotaba.

—Pues que bien que las cosas se estén dando de esa manera– No era celoso, en su camino para ser su novio entendía que la confianza era fundamental en su relación. Tenía sus altibajos como el de ocultarle ciertas cosas y lo compensaba con una buena actitud nada posesiva.

La hora de su salida se dio al ser las 3 de la tarde. La patrona de Rikairi llegó para entregarle su pago 50 dólares, ella los tomó con cierta animosidad para despedirse de ella y salir del local. Tenía una salida con unas compañeras, que había conocido en su reciente ingreso a la preparatoria con el objetivo de conocerlas. Debía colgarle no sin antes decirle el clásico te amo mucho porque realmente amaba mucho a Yutaiji.

—Vaya joven su novia es bastante hermosa y muy amorosa.

—Gracias– Le respondió al señor taxista guardando su teléfono en el bolsillo de su short.

Por fin llegó al corazón de la ciudad donde los edificios eran como los árboles pues habían en cantidad. Gente de todo tipo así como distintas tiendas y centros de ocio en cada tramo que avanzaban.

Las pantallas publicitarias fueron de suma importancia debido a que seguían anunciando el concierto de "Mori Calliope"

—Aquí deténgase porfavor.

Bajó del taxi y pagó al chófer agradeciendo su gran actitud con el.

Se unió a las masas en la caminata. Tantas cosas a su vista hacían colapsar a su cerebro a tal grado de aturdirlo.

No muy a lo lejos del azabache un grupo de hombres trajeados vestidos de negro salieron de una joyería.

La vista de Yutaiji aún no se recuperaba llegando a confundir a los hombres con los Agentes de la D.C.D.

Se acercó pero de inmediato fue empujado brutalmente por uno de los hombres quienes no se molestaron en voltear y continuaron caminando.

—Andando no hay nada del porqué preocuparse.

No solamente debía de lidiar con el mareo que sentía si no también con su sentido del radar.

La gente no se molestó en darle una mano y seguían de largo como si nada hubiera pasado.

—La falta de modales abundan por acá– Se levantó del suelo y siguió caminando intentando pensar que había ocurrido.

Solo unos segundos bastaron para percatarse que su sentido del radar seguía activo.

El sonido de las patrullas fue haciendo presencia por las calles de la ciudad hasta llegar a una distancia no muy lejana de donde estaba.

Un grupo de patrullas de la AGSEPO de Río de Janeiro llegó a la joyería desplegando a sus policías y cerrando la calle lo que ahora sí captó la atención de la gente.

Yutaiji se acercó todo lo que pudo hasta el local.

—¿Qué estoy haciendo? Soy un miembro de la AGSEPO.

Pasó la restricción echa por los policías y vio con disgusto como los interiores de la tienda estaban manchados con sangre, todas las vitrinas saqueadas y los trabajadores degollados.

—Debemos revisar las cámaras de seguridad podremos averiguar quién hizo esta aberración– El policía con más alto rango "El Oficial" tomaba nota del acto.

—No servirá de nada, los cables conectados a las cámaras de seguridad están cortadas– Dijo Yutaiji llegando con la figura de la ley.

—¿Y tu quien eres, que estás haciendo acá?–

—Yo me llamo Yutaiji Zen'in– Tras decirlo metió la mano en su bolsillo para sacar su cartera, con el objetivo de mostrarle su credencial que lo acreditaba como un estudiante de Harvford y su rango de Agente, algo que no llegó a nada porque no contaba con credencial todavía.

El pelinegro se encargó que todos los policías y el Oficial encargado cayeran bajo el genjutsu de su Sharingan, les pidió que le informaran de todo.

El oficial encargado le pidió a uno de sus policías que le mandara a traer un expediente al auto mientras le explicaba el asunto.

—Hace muchos meses atrás una serie de actos vandálicos han azotado a la ciudad, hemos intentado seguirles el paso pero los infractores saben encubrir sus actos, comúnmente los incidentes ocurren por la noche más últimamente también por el día.

El policía regresó trayendo consigo una carpeta con la información acerca del caso.

"Nro. De Caso 16379" Tiroteo en el puente JusceKubit"

"El día de ayer, alrededor de las 21 horas con 46 minutos se desató un fuerte tiroteo a manos del grupo criminal "Yakuza" Esta peligrosa mafia se encuentra bajo prioridad de aprensión debido a sus innumerables actividades ilícitas (Robo, indebido manejo de armas, secuestro, extorsión, distribución y compra de productos y sustancias ilegales) en el que se le suma el asesinato en masa contra civiles inocentes, personal policial. A pesar de haber atrapado a decenas de sus integrantes ninguno se a resignado a hablar.
Debido al más reciente caso es necesario informar de manera inmediata cualquier actividad sospechosa proveniente de estos peligrosos integrantes"

—Gracias por la información– Les entregó los documentos no sin antes quitarles el genjutsu.

No fue difícil intuir que los hombres con los que chocó eran la Yakuza, no tenían pinta de ser ladrones ordinarios. Comenzó a correr hasta donde sus piernas se lo permitían quitándose a todas las personas que le estorbaban con sofisticados movimientos de Parkour.

—No se me escaparan– Continuó avanzando.

Llegó a la calle, muchos autos transitaban lo que le haría imposible cruzar. Eso no le detendría y mantuvo su impulso para seguido dar un gran salto dónde cayó en el frente de un auto.

—¡Fijate imbécil este carro vale más que tú patética vida!– El conductor quitó su rostro por la ventana furioso.

Yutaiji permaneció en silencio y estrelló su puño contra el vidrio del frente asustando al conductor. —Ya no tanto señor.

Saltó del auto para llegar a la acera y siguió corriendo, no debía perderlos.

Sus ojos se centraban en un hombre vestido de negro al que calculaba estaba 500 metros de él.

Decidió aumentar aún más la velocidad debido a que lo había perdido en una ida a la derecha.

Para alcanzarlo decidió mejor meterse en el siguiente cruze donde se encontraba un callejón.

Se adentró y visualizó todo el entorno, una gran barda, escaleras, botes de basura, grafitis en las paredes y cabinas de aires acondicionados.

Utilizó los botes de basura para escalar y saltar hacia las escaleras donde quedó colgado.
Con mucha habilidad y la fuerza de sus dedos fue avanzando y escalando las escaleras lo suficiente para estar a la altura de la barda. Se columpio hasta ganar el impulso suficiente para sobrepasar la barda y llegar a la calle donde probablemente estaría el hombre de negro.

Salió del callejón y efectivamente acortó distancia estando solo a 10 metros de alcanzarlo.

—Genial...

Frenó el paso cuando vio al hombre meterse a un crematorio, había perseguido al hombre equivocado.

Solo le quedó suspirar y ver que su esfuerzo había sido en vano. No todo estaba perdido ya que siendo más optimista eran las 4:30 Pm.

Mejor iría a comer tenía mucha hambre.

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