Infierno en la tierra

Como les contaba, mientras nos dirigíamos al punto de extracción fuimos emboscados posiblemente una compañía de 60 soldados de Vapor y 60 hombre uniformados (me era muy difícil observar la cantidad exacta), acompañados de 4 tanques de Vapor

-¡¡disparen!!- ordenaba a mis compañeros evitando la llegada de esos soldados, por nada podían pasar sino seria nuestro fin

al no poseer ninguna armadura eran fáciles de detener, caían como sacos de papas en el pedregoso suelo.

-tenemos problemas- informe al capitán Midman, mi situación

En el puente de mando el capitán, era informado por sus oficiales

-señor el pelotón 116 tiene problemas, hemos detectado a los enemigos- mostraba una imagen térmica de la cantidad de enemigos en esa área.

El capitán del navío, ordeno a unos aviones de combate que volaban cerca usar un arma que dejaría a los soldados de vapor como chocolate derretido

-saca a los heridos tienes 4 minutos, volveremos el lugar en un Vietnam-

La única diferencia de los solados de Vapor era una cantidad de lanzagranadas usadas en fusiles, que eran lanzadas a nuestras posiciones, gracias al relieve del terreno, nos lográbamos esconder.

Pero eso no detenía mi angustia, al saber que mientras me escondía mis compañeros estaban heridos en la zona de fuego, al mirar de reojo me lamente al observar a George, de cariño llamado "Washington" tendido en el suelo con el cuerpo incrustado de pedazos de metal, característico al recibir de lleno la detonación del proyectil.

Sus ojos se mantenían abiertos y por alguna razón se mantenían observando en mi dirección.

Era la primera vez que veía a un compañero muerto.

-perdimos a Washington- les informe a todos por la radio, sin importar donde estaban lo escucharon claramente.

Para luego sacar un objeto cilíndrico de mi chaleco

-¡¡granada de humo!!- grite avisando a los heridos

La granada cayo y un humo de color blanco cubrió toda el área de los heridos

No teníamos tiempo para estar tristes, yo acompañado de tres compañeros, corrimos entre la espesa nube de humo, mientras nos cubrían tres más.

-Paulette contesta- le susurre, ella estaba recostada en un árbol sangrando en su vientre por la flecha que le habían disparado, no sé si está viva, pero creo que la impresión del momento la dejo en shock quedando inconsciente, debido a eso los hombres de vapor no le disparaban.

-sargento, ¿Dónde está Joseph?, yo... no siento las piernas- decía ella aturdida, subía la voz, ya que le era difícil escuchar.

-no te preocupes, todo saldrá bien- aun en estos momentos, aun en esa situación... ella estaba pensando en su amado, ¡¡¿Por qué demonios no trabajaron en otro lugar?!!, ustedes creen que el amor funcionar en un lugar tan hostil como este.

Me quedo pensando por unos segundos, "si se amaban enserio por que eligieron este trabajo", ¿Por qué se ganaba bien? O ¿para morir juntos?, nunca debieron estar aquí, y yo soy igual de culpable por no haberlos detenido.

-fff...sargento, tengo a Carter...fff- me confirmaba el haberlo sacado

Teníamos que salir rápido, si lo que dijo el capitán es lo que creo, enserio esto se volverá un infierno en la tierra.

-¿ya sacaron a Joseph?-

-fff... sargento tenemos problemas...fff- decía un soldado, mientras jalaba desesperadamente a su compañero, eran los dos rescatistas de Joseph –le dispararon a Simón- mientras tratábamos de rescatar a uno, herían a otro ¡¡Maldición!!

Estos habían llegado hasta Joseph, el cual se mantenía tendido boca abajo, creo que cuando detono el proyectil, el haber tenido cerca de Washington salvo sus puntos vitales, pero no fue excusa para que el pedazo de proyectil le arrebatara las piernas.

Todavía no estaba seguro de nada, pero antes de poder ver sus signos vitales, uno fue impactado por una flecha en el pecho cerca al pulmón derecho.

Pronto se escucharon pasos de varias personas, eran los soldados de vapor –creen que se van a escapar con nuestras presas- decía un hombre de cabello largo blanco y con unos googles de motociclista, cargaba una ballesta demostrando ser el culpable de herir a Paulette

Apuntando con sus amar estaban 5 soldados de vapor y mis dos compañeros preocupados no podían sacar sus pistolas –fff... moriremos...fff- fue lo que trasmitieron, una muerte anunciada.

Se preguntarán ¿Qué podía hacer yo? con las manos ocupadas con Paulette, el otro soldado con Carter herido y los tres que nos cubrían pero que no veían nada por la nube.

-fff... ¿P-Paulette me escuchas? ...fff- esa voz era conocida, era Joseph, sigue vivo trasmitiéndose por la radio.

-fff... Joseph no sabes cómo me alegra escucharte...fff- decía la chica herida cargada en mis manos, su mirada tenía un ligero brillo de esperanza, al escuchar a su amado.

-fff... me alegra que estés bien, pero ya me queda poco tiempo...fff- ¿Qué está diciendo? No hagas eso pensé, tristemente no mentía pues mantenía un trozo de metal incrustado en el pecho, a milímetros de la arteria Aorta –necesito que sepas algo- No, no lo hagas, aun podemos salvarte.

Lo que los soldados de vapor no sabían era que estaban alrededor de Joseph, este se voltio mostrando 6 granadas de mano sin sus seguros – Paulette eres lo mejor que me ha pasado, te amo-

-Tiene granadas- decía sorprendió el hombre de los googles, disparando su ballesta al pecho de Joseph concediéndole una muerte inmediata, pero eso no impidió que fueran atrapados por una explosión de las granadas que los elimino a todos -¡¡BUM!!-

-¡¡NO!!- grito Paulette tan fuerte que me dejo casi sordo, mientras lagrimas se deslizaban por su mejilla -HACERTE EL HEROE ES TAN ESTUPIDO ¡¡AH!!- ella siguió gritando desconsoladamente, nada podía detener ese balde de desgracia que la había empapado

¿Por qué tenía que pasar esta mala broma de Romeo y Julieta?

-¡¡cuidado Frank!! ¡¡PUM!!, ¡¡PUM!! – me advertía Tiffany, cuando descubría a el hombre con los googles listo para dispararme con su ballesta, parecía que la explosión le quito el brazo izquierdo.

Pero debido a la llegada de Tiffany, dos balas perforaron su pecho matándolo instantáneamente.

-Tiffany, ¿Qué haces aquí? - yo le ordene salir con los heridos, si ella era alcanzada no ayudaría de nada.

-¡Cállate!- se limitó a decir, mientras le colocaba una inyección para detener el sangrado de Paulette –vamos al helicóptero- nos terminó ordenando a todos.

Pero olvidábamos algo, el ejército vapor

Pronto todos quedaron sorprendidos al escuchar el sonido fuerte de un motor, para nosotros era familiar, un F-15 caza bombardero, el cual paso sobre ellos dejando caer dos bombas

Estas destrozaron algunos troncos antes de tocar el suelo, en el mismo centro del batallón que nos amenazaba

-corran no miren atrás- fue lo que ordenaba a mis subordinados, créanme no necesitaban verlo.

Solo bastaba con escuchar los gemidos y gritos de lamento, dolor y sufrimiento que todos esos hombres expresaban al sentir como su piel se quemaba lentamente, esas bombas contenían una sustancia gelatinosa llamada "Napal" un producto que quemaba a todo aquel que le obstruyera su camino.

Los famosos soldados de vapor, algunos no aguantaron y murieron, pero los que sobrevivieron sintieron como su piel se pegaba al metal que supuestamente debía protegerlos y comenzaron a desear morir en verdad.

Los tanques de vapor al sentir tanto calor sus calderas no aguantaron explotando y matando a los ocupantes.

No era mentira cuando les decía que pasarían un infierno.

al llegar con los otros, estos se habían negado a salir, si sus compañeros y sargento resegados

-sargento- decía Roger ayudando a los heridos a entrar al helicóptero.

-vámonos-dije con la cabeza inclinada

Sobrevivimos, cierto, pero a que costo... era algo que debería reflexionar.

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