Hola a todos, mi nombre es Hedda, soy una chica de un reino que anteriormente pasaba sus mejores días...

Para entenderme mejor, debemos volver tres al pasado

El reino Oster, ubicado con fronteras al norte con lo que ustedes llamaban "el mar de Barents", al nordeste con "Rusia y Finlandia", al este con "Suecia", al sur con "el estrecho de Skagerrak" y al oeste con "el océano Atlántico".

Ya deben hacerse una idea "Noruega".

Pasábamos por nuestro mejor momento, teníamos en nuestras costas un producto nuevo pero indispensable que debíamos aprovechar, "la sustancia negra" o como ustedes conocen "Petróleo".

En nuestro origen fuimos un pueblo creado por  de 150 soldados Britanianos, después al pasar las décadas nuestro pueblo creció y comenzamos a demandar más y más territorios creando una estructura monárquica con una población  de 23000 personas, pero ahora experimentábamos gracias a esta nueva etapa de una  población de 40000, nos convertimos en una cuna de la creación de productos tales como los lubricantes (aceite de máquinas de Vapor, grasas), perfumes, detergente, pinturas y ceras.

Siendo la capital de este reino una población de 25000 personas, la cuidad más grande del reino 

Nada podía cambiar nuestra gran bonanza.

vivíamos en una linda pero modesta casa de madera con techo de ceped, construida y dejada por nuestro difunto padre, gracias al Boom de la "sustancia negra" varios negocios se habían abierto con el objetivo de entretener a esa  mano de obra proveniente de nuestra patria y de Britania.

fue la suerte de mama que consiguió un puesto de editora en el periódico "the herald of Oster", buena paga y beneficios adquiridos.

-Hedda ¿dónde estás? - era una femenina, que con su tono fuerte denotaba frustración, tal vez por estar llamándome hace 30 minutos jajaja.

-sí, mama- me presente asustada frente a ella, escondiendo en mis manos un delito cometido, pero no se preocupen las coloque detrás de mi espalda.

-¡¡Hedda!!, cuantas veces te he dicho "deja de robar las manzanillas del señor Hansen"- regañaba mi madre, sus poderes maternos la hacían increíble. Pero no podía negar que me encantaba (como a mis hermanos) esa planta convertida en un delicioso té caliente para pasar las frías noches –ya vas a cumplir 18 y deseo que consigas un trabajo en el periódico- hay vamos otra vez, ojala entendiese que deseo conocer el mundo.

Pero Mamá no tenía más tiempo para regañarme, pues me tenía otra tarea.

-necesito que cuides y hagas ese té para Kristen- me comentaba, que paso con "robar es malo", luego dicen que la moral retorcida la tengo yo.

Mi hermano menor se había despertado con ampolla de pus en la piel de sus manos, pecho y cara, era la primera vez que observaba esos síntomas.

-mama, Kristen se ve muy mal- le aseguraba, creía fiel mente que necesitábamos la ayuda de un médico.

-no le hagas caso Hedda, es salpullido, eso le sucede por andar jugando en el fango y comiendo todo tipo de plantas- confiaba su madre que afuera tendía la ropa

-mmm me siento mal, Hedda usa tu poder- decía una y otra vez mi hermanito

-¡¡Viste por andar como loco!!- respondía enojada mamá, salte del susto.

Si mamá no deseaba a un médico, tendía que usar mi poder, como podía decirles soy a lo que llaman una "Dotada" persona que tiene comprensión de la verdad, solo aquellos que la entiendan podrán usarla, pero en mi caso solo consiste en la salud.

Posé mi mano sobre la frente de Kristen y recitando unas palabras comencé a emanar una luz verde –en nombre de los dioses, les ruego que alivien el sufrimiento de esta pobre alma- ni siquiera yo se que estoy diciendo, solo siento que debo hacerlo.

En ese momento nunca espere que ese simple salpullido resultaría ser una enfermedad, que amenazaría a mi familia y a todo Oster.

3 meses después

Hola ¿Como están amigos?

soy Frank Smith, se preguntarán que nos ha pasado

-estaremos en cinco minutos, preparados- informaba el piloto.

disculpen, tengo que verificar mi equipo

Como decía, ahora no estamos en Britania, sé que por lógica deberíamos habernos quedado, pero por ciertas circunstancias tuvimos que tomar otra decisión más arriesgada.

-bien, recuerden tengan mucho cuidado, todavía no podemos confirmar la enfermedad- les advertí serio a mis compañeros, para informarle a mi superior –todos estamos listos Capitán Wall- levanté el pulgar, suficiente para entender el mensaje.

Poco a poco empezamos a aterrizar, sobre espacio nevado

Sin perder tiempo nos bajamos, todos andamos con máscaras de gas y cubierto de cabeza a pies, nuestra misión es simple "salvaremos al pueblo del Reino Oster y Fundaremos la colonia Geford Town"

Mientras revisábamos varias casas encontramos poca resistencia, la gente estaba tan débil que solo aceptaban nuestra presencia como una parca dispuesta a buscar la vida de todo mortal

Pero nada fuera de la realidad

Observe una casa a lo lejos, que no habíamos revisado –Tiffany acompáñame- le ordene a la peli roja.

Antes de llegar la detuve con mi mano –déjame entrar primero-

Ella no se lo tomo a bien –me tocaste los pechos- decía seria

Yo nunca hice eso –no he tocado nada- para que lo dije, la cabrona no dejaba de quejarse y decir que lo había planeado.

-ya para, voy a entrar- ella es todo un drama

Con mala suerte termine resbalándome con líquido y cayéndome de espalda, eso sería malo, si no fuese por el disparo que observe tan aterrado que por centímetros casi me mata, para mi buena suerte la bala perforo el marco de la puerta y solo me cayeron las astillas de madera.

-¿Qué mierda está pasando?- fue lo único que grite al observar a una chica con un fusil, en una esquina de lo que parecía una sala.

-¡¡alejate violador!!- decía la chica asustada, mientras apuntaba de nuevo ¡¡Me quiere matar!!