Amigos o Enemigos
-¡Pum!- fue el estruendo que retumbo en las paredes de madera de esa cabaña, observaba a una chica en una esquina apuntando un rifle -¡¡M-Me quiere matar!!- pensé desesperado.
-¡Alejate Violador!- advirtió la chica mientras sacaba el casquillo usado y colocaba un cartucho nuevo -¡Muere¡-
sentí como era jalado del uniforme por dos compañeros -¿Quitate?- escuche a una agitada Tiffany, quien era acompañada de Roger y María
se preguntaran que carajos hacemos aquí, pues no tenemos suficiente combustible y el caído reino de Oster cumplía todas nuestras expectativas, pero había un problema, sufrían una pandemia, la cual desconocíamos, si queríamos volver a nuestro hogar, deberíamos volver este reino nuestro cuartel temporal.
así que planeamos tratar a los enfermos, los cuales serán enviados a tiendas improvisadas para ser cuidados.
sin más que decir, Roger le quito el anillo a una granada listo para lanzar -¡¡Fuego!!-
-Alto- intercedí ante él, agarrando y lanzando dicho objeto esférico al agujero de un pozo cercano, asustados mis compañeros se tumbaron en el suelo, esperando el -¡¡Boom!!- adiós pozo
-¡hey sargento! que acaba de hacer, ¿estas loco?- decía Roger y María levantándose y agarrándome del cuello, bueno quien no actúa así después de esa locura
tenia que hacerlos recapacitar - solo hay una chica menor de edad temerosa-
5 minutos después
-¿Por que no lo mate? -la chica temerosa con lagrimas en los ojos aun se mantenía apuntando a la puerta recordando mi vieja presencia, tal ves creía que volvería, mientras sus manos temblaban ella deseaba matarme, pero no podía, algo dentro de su mente, su conciencia la cual era capaz de distinguir el bien del mal le impedía realizar ese disparo certero, no podía comparar el disparar a un oso o ciervo que a un ser humano, lo malo de la inocencia que me termino beneficiando.
-T-T-Tengo M-M-miedo- tanto divagar en sus pensamientos la aislaron de su alrededor
olvidándose que había una ventana detrás de ella, la cual fue rota y de ella las manos de María y Roger la sostuvieron, solo colocándose a gritar -¡¡AHHH, Ayuda!! - decía la chica asustada
-¡¡Tranquila... vinimos a ayudar!!- alegaba un agitado Roger, pues nunca pensó que esa chica flacucha fuera tan fuerte -¡María! ¿seguro que estas ayudando?- se mostraba sarcástico
la antigua millonaria, hacia todo lo que podía, se apoyaba con los dos pies sobre la pared de madera la cual parecía que estaba sediento -a este paso atravesaremos la pared, ¡Rápido!-
entrando a escena Tiffany saco una jeringa y le coloco una inyección en el hombro como si se tratase de una vacuna, produciendo una reacción inmediata de sueño
-Uff... lo logramos- dije a duras penas, secándome la frente sudada
-¡¡tu no hiciste nada!!- decían mis subordinados serios
de pronto escuchamos una débil voz -H-Hedda, tengo sed- alegaba la voz proveniente de un cuarto teniendo la puerta justo donde la chica se había atrincherada
con cuidado procedimos a abrirla cautelosos de no ser caer en la misma trampa, pero nos sorprendimos al observar a tres personas acostadas en respectivas camas, como si fuera un pequeño hospital improvisado, siendo 2 niños menores de 8 años y una señora de 40
-¿los estaba protegiendo?- fue lo primero que me vino a la mente, no tenia idea de lo que habían vivido estas personas pero esa chica los parecía defender a costa de su propia vida
-tenemos que sacarlos de inmediato- ordene
posterior a eso un grupo de soldados llegaron y empezaron a lanzar un químico con ayuda de pistola de agua en toda la cabaña
3 semanas después
-¿Qué ha pasado?- me dije a mi misma mientras abría mis ojos poco a poco, manifestando una sensibilidad a una luz brillante encima mio, para los que no me recuerden soy Hedda, según yo creo que he tenido un sueño muy largo, así que me tomo mi tiempo de levantarme con cuidado
-¿Donde estoy?- me pregunte observando a muchas personas acostadas en cama dentro de lo que parecía una tienda de campaña enorme, podía identificar a varias, algunos vecinos, el dueño de una ferretería, hasta el chico que consideraba mi amor platónico, todos en un profundo sueño.
esto me recordaba las tiendas de campañas improvisadas colocadas por los soldados del reino días después de declararse la pandemia
mientras divagaba entre tantas contradicciones una mujer salio de la nada -Hedda te encuentras bien, por favor no te levantes- me trataba muy amable, ¿Por que sabe mi nombre? si nunca la había conocido, eso me mantenía incomodada
pero de un momento a otro todo volvió, comencé a recordar los últimos momentos que había pasado con mi familia.
-¿Donde están?- dije desesperada, pero parecía no importarle a la mujer, que actuaba como mi doctora, ella aplicaba una leve presión en mis hombros impidiéndome levantarme, para mi nada era claro, pero si alguien interfiere con mi familia le ira mal.
-lo lamento pero no puedes levantarte hasta que te haga un chequeo- me comento la doctora colocando más presión, sacando de su bata un artefacto pequeño comunico a alguien como si fuese un teléfono -Necesito...- lamentablemente no podía dejarla hablar
posando mi mano sobre su cara mientras una luz verde cegaba su visión dije esta oración - "En nombre de los Dios, no deseo mal para esta mujer, pero por la verdad que deseo, por favor ponla a descansar"- terminando la mujer tendida en el suelo durmiendo
sabes cuando haces algo malo no hay vuelta atrás, así mismo me sentía, me levante de la cama y corriendo a una puerta termine saliendo al mundo exterior, recuerdo como unos rayos luz me termino cegando momentáneamente, el sol que tanto tiempo había ignorado me pasaba factura
-¡Hedda!- decía la voz infantil de un niño que reconocí de inmediato, este llevaba en sus manos unas ramas para leña
-Krysten- dije mientras sentía como lagrimas brotaban de mis ojos involuntariamente, el ver a mi hermanito sano sin ninguna ampolla como antes, me llenaba de tanta felicidad que manifestaba de esta forma -N-no sabes lo alegre que me hace verte- tartamudee por un momento, luchando por no caer en llanto
-¡estas viva!- me decía mi hermano también con lagrimas en los ojos, pero esta vez sucumbiendo al llanto -¡Ahhhh!- terminaba posando sus rodillas al suelo dejando caer la leña para con sus manos secarse las lagrimas
sin perder tiempo corrí hacia el, esperando nuestro anhelado encuentro, al fin esta pesadilla de tres meses había acabado
-Alto, no puedes hacerlo- dijo un hombre vestido con un uniforme muy peculiar, como fuera un camuflaje de verde que me trajo a la mente a los hombre y mujeres que me atacaron en la cabaña, dicho hombre agarro entre sus manos a mi hermano y lo alego de mi
-¿que haces?- dije enfurecida, mientras el hombre tomaba distancia de mi
otros hombres más vestidos como el comenzaron a llegar, venían armados y me preguntaba ¿Planean hacerlo mal a Krysten? fue lo primero que pensé -Si planean hacerle daño los matare-
-Alto Hedda, no puedes tocar a tu hermano, hasta que compruebe que no sigues infectada- decía la doctora inclinando su cuerpo al marco de la entrada, no puedo creer que este despierta, esta se mantenía con una respiración agitada y resbalándose poco a poco hasta poner su cuerpo en el suelo
-lo repetiré una ves alegense de mi hermano- decía seria, si tenia que combatir a esos extraños lo hare
-Hedda Hazle caso- decía mi hermano, asustado deteniendo mis futuras acciones -ellos son buenos, me curaron y salvaron al reino- Krysten era la prueba viviente de éxito, pensandolo bien nunca mostré interés por ver lo que me rodeaba y al mirar detenidamente estaba a las afueras de Oster, podía divisar a lo lejos el pueblo y ver lo cambiado que estaba
aunque dichos hombres parecidos a soldados me apuntaban con sus pistolas ninguno mostró un interés por disparar, note como se inmutaban en colocar el dedo sobre el gatillo.
-necesitamos que entre, para que la chequen- decía el soldado que tenia entre sus manos a mi hermano
otros verificaban a la desmayada doctora -solo esta dormida, ¿que le hiciste?- preguntaban serios
que podía decir, había cometido un gravisimo error -no se preocupen, ella solo esta durmiendo, dentro de una horas se despertara- alegue levantando las manos, era la mejor opción
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top